08 - Dulces sueños
-¿Podrías leerme algún cuento de tu libro? No puedo conciliar el sueño -Dice desesperada y yo detengo mi lectura para mirarla-
Akira en la cama a menos de dos metros de mi llevaba dando vueltas los últimos treinta minutos, le sonreí.
-No creo que lo que estoy leyendo te ayude a dormir -Sacudo la cabeza pensando que San probablemente tenga razón y a nadie más le interesé lo que estoy leyendo-
-Oh vamos, solo un par de páginas, prometo que no me pondré intensa si no logro quedarme dormida -Suspiré dándome por vencida y me aclaré la garganta-
-Los hombres lobo son una raza físicamente mejorada, poseen sentidos avanzados a los humanos en incluso superiores a los de los lobos poseen la fuerza física, resistencia, reflejos y velocidad superiores a las de la mayoría de los humanos del planeta. Además poseen notable capacidad de regeneración, sin embargo su capacidad de recuperación se ve obstaculizada por la presencia de plata en sus cuerpos...
Ladee la cabeza, lo de la regeneración era cierto pero nunca había escuchado nada en cuanto a la plata mucho menos si consideraba que los cambia formas al igual que los humanos poseían avaricia y tener cosas de valor como oro, joyas de plata y otras cosas también era importante para ellos.
-Tienes razón, ese cuento es bazofia -Murmuró Akira dándose la vuelta y yo me reí-
-No es un cuento es... -Me quede en silencio-
-¿Qué es entonces? -Preguntó ella sin girarse y yo gemí-
-No te muevas de aquí, vuelvo en un segundo.
Salgo de un salto de la cama y cruzo la habitación a toda velocidad hasta alcanzar la puerta, corro hasta la popa del barco y me detengo cuando veo que no está el capitán y tampoco Seonghwa y no estoy segura de decirle a alguien más que no sean ellos dos. Con un suspiro me dirijo a la que sé que es la habitación del capitán, cortesía de mi informante Akira.
Toco la puerta sin detenerme hasta que se abre, con los ojos medio cerrados y el cabello alborotado el capitán me mira.
-¿Que haces aquí... -Bosteza- En medio de la noche?
No sé que otra cosa pensaría que vendría a hacer aquí además de advertirle pero no tengo tiempo de pensar en ello por ahora.
-Un barco se acerca -Digo en lugar de responder- Vienen hacia la proa y no parecen estar muy lejos, no sé de quien se trate y si son enemigos o no pero considere importante transmitirle lo que escuché ya que ellos parecen conocer nuestra ubicación.
Ahora su ceño está fruncido.
-¿Dices que conocen nuestra ubicación? -Asiento- Pero no tienes ni idea de quienes son -Niego-
-Tampoco se ve nada al rededor desde aquí así que no soy capaz de identificar alguna bandera.
En realidad siempre escuchaba las cosas antes de verlas, mi sentido de la audición estaba mucho más desarrollado que el de la vista.
-Está bien, por favor reúne a los muchachos y diles que tomen posiciones defensivas y que tenemos un posible ataque y dile a... -Me mira quedándose a mitad de su orden- Olvídalo, solo quédate en tu cuarto y no salgas de ahí.
Me quedo confundida por el cambio de opinión pero no refuto nada porque no quiero estar presente en lo que quiera que vaya a pasar, ya es suficiente siendo consciente de que voy a escuchar todo y en caso de un enfrentamiento seré capaz de olfatear la sangre.
Me doy la vuelta mientras el sale de la habitación a toda prisa en dirección a la habitación de Seonghwa, suspiro sintiéndome un poco nerviosa y esperando que no signifique nada lo que escuché, que sean solo buenos amigos que decidieron venir a visitar sin avisar.
Como si los piratas tuvieran amigos, idiota. Supongo que me merezco el insulto de mi loba pero en mi defensa estoy intentando ser positiva.
Regreso a la habitación con pasos rápidos y cierro la puerta tras de mi.
-¿Qué está sucediendo? -Pregunta Akira levantándose de su cama con expresión preocupada-
-No lo sé -Digo insegura sobre si debería contarle- Escuché un barco acercándose así que fui a avisarle al capitán, me pidió que nos quedáramos aquí y no saliéramos por ninguna razón.
Básicamente le estoy escondiendo la mitad de la historia pero creo que es mejor que solo una de las dos esté extremadamente preocupada y ya que no puedo borrar mi memoria tendrá que ser ella quien infunda la calma en la situación.
-Está bien, probablemente no sea nada -Dice ella tratando de estar calmada pero olfateo el miedo- Y si es algo sé que podrán solucionarlo, no por nada son los piratas más temidos de todos los mares.
Me da una sonrisa insegura y me doy cuenta de que no puede evitar preocuparse cuando su hermano está allá afuera haciendo parte de las personas que van a hacerle frente a un posible enemigo, entonces desearía no haberle dicho nada.
Le pongo seguro a la puerta y me siento en la cama frente a ella.
-¿Es muy tarde para tener una charla de chicas? -Ella me da una sonrisa agradecida- Aún podría decirte quien es el más atractivo del barco sin mentir en absoluto.
-¿Entonces si hay alguien? -Me encojo de hombros-
-No estoy segura de que cumpla con todas tus descripciones pero me parece interesante -Ella asiente- Así que... Tal vez este un poco curiosa por San -Asiento- Definitivamente estoy curiosa por el.
-Vaya, eso es interesante, las mujeres generalmente se asustan de el, no lo encuentran más interesante que aterrador -Me encojo de hombros-
-También me aterra pero no lo suficiente como para huir de el -Ella asiente-
-¿Quieres que le pregunte lo que opina de ti? -Pregunta con una sonrisa picara-
-¡Por supuesto que no! -Respondo yo de inmediato- No me gusta y no estoy enamorada de el ni interesada en lo que piense de mi, solo digo que es el más interesante de todos, no de una manera romántica -Akira suspira-
-Eres muy mala para mantenerme entretenida, si hubieras fingido un poco de interés romántico por el y me hubieras dejado crear mi historia de amor sobre ustedes en mi cabeza habría olvidado que mi hermano está allá afuera a punto de enfrentarse con un terror como lo es la avaricia humana, y ahí está mi preocupación de nuevo.
-Lo siento -Me disculpo de inmediato- Es la primera vez que hago algo como esto -Akira sonríe gentilmente-
-No te preocupes, aunque no lo parezca es lo mismo para mi.
Me detengo en su dulzura cuando escucho las armas siendo cargadas, el barco cada vez más cerca y el grito de guerra, esto no será un encuentro pacífico.
-Akira ¿Puedes prometerme algo? -Ella me mira atenta-
-¿Que cosa?
-Pase lo que pasé no salgamos de aquí hasta que yo te lo permita.
Ella me mira sin decir nada, su preocupación aumentando y sus ganas de quedarse aquí reduciendo.
-Solo intentemos dormir, tal vez cuando despertemos todo esté solucionado -Dice ella y yo asiento con un suspiro acomodándome en mi cama-
Probablemente no debería sentirme cansada en una situación así pero a medida que pasan los minutos mis ojos se cierran sin poder evitarlo.
-Dulces sueños -Susurra Akira sonando despierta antes de que yo caiga profundamente dormida-
🌊
Me despierto abruptamente con el sonido de un cañón.
-Por favor que sea solo un sueño, por favor que sea solo un sueño -Repito antes de abrir bien los ojos y observar a la habitación-
Es más bien una pesadilla. Habla mi loba por mi al observar la cama vacía junto a la mía.
Miro hacia la puerta, no hay seguro que impida que alguien entré por ella y aquí estaba yo durmiendo plácidamente con la posibilidad de ser atacada en cualquier momento.
Con la preocupación formando un nudo en mi garganta salgo de un salto de la cama y me acerco a la puerta. Escucho muchos gritos, espadas golpeándose unas con otras, insultos y discusiones y peor que todo eso huelo la testosterona acumulada.
Miro a mi alrededor antes de salir de la habitación, que conveniente que no haya ningún tipo de arma aquí adentro, miro el vaso de agua que Akira había traído en la tarde y suspiro caminando hacia el. Lo dejo caer al suelo desde una altura muy baja, cuando se parte lo hace en pedazos grandes y tomo uno de ellos en la mano dispuesta a defenderme si hace falta.
Salgo de la habitación con cautela, por suerte para mi no hay nadie cerca de las habitaciones pero la cubierta está llena de personas enfrentándose entre si, intento encontrar a Akira entre toda la gente pero no la veo por ningún lado.
Ojala fuera un poco más obediente, aunque no puedo culparla, si tuviera un hermano y además el estuviera en peligro haría exactamente lo mismo.
Camino de puntitas y con cuidado, me doy la vuelta para tomar otro camino más discreto cuando me choco con alguien.
-Lo sien...
Me detengo a mitad de mi disculpa mirando hacia arriba, el hombre no es muy alto pero es más alto que yo, no lo había visto antes y por su sorpresa él tampoco a mí. En cuestión de segundos su sorpresa pasa a satisfacción.
-¡Hey, hay otra chica aquí! -Dice con su voz rasposa-
No sé a quien le habla y no me interesa hasta que otro hombre aparece tras el, con uno de sus brazos aprisiona a Akira y con el otro le tapa la boca para que no haga ningún ruido.
-Si prometes nos gritar no tendré necesidad de cubrir tu bonita boca -Hago una mueca de asco y retrocedo pero sé que no sirve de nada-
Dos pasos después el hombre se abalanza sobre mi, me quejo cuando el vidrio que tengo en la mano me corta pero mantengo la mano cerrada y el objeto afilado escondido incluso cuando el hombre me obliga a poner las manos tras la espalda.
Miró a Akira y puedo decir que está arrepentida de haber salido de la habitación tanto como yo lo estoy de haberme quedado dormida, aún así no se las voy a dejar tan fácil.
Me remuevo intentando zafarme del agarre del hombre mientras nos arrastran a Akira y a mi a quien sabe donde.
-Mi señor -Murmura el hombre que me sostiene a un hombre de espaldas que se encuentra observando todo con calma-
Entonces se gira y me sorprende la cicatriz que surca su rostro pero además de eso no hay nada más que destacar, sonríe cuando nos ve.
-Excelente -Murmura y se acerca a Akira, me repugna cuando usa su mano para sostener su mentón-
-¡No la toques! -Me encuentro refutando y el se ríe-
-Estoy seguro de que esto servirá -Dice sin ponerme atención y eso de alguna manera solo me pone más furiosa-
Se gira de nuevo hacia el campo de batalla y sus hombros se elevan con orgullo.
-¡Deténganse todos! -Dice el hombre victorioso- Deténganse o le cortaré el cuello a estas dos linduras aquí presentes.
Los conflictos se detienen uno a uno y me doy cuenta entonces que el bando enemigo encontró una debilidad, una razón por la cual todos en este barco soltarían sus espadas y es por eso que tuvimos que habernos quedado escondidas.
El sonríe y solo noto que es el capitán porque es quien habla con total libertad peor no tiene ningún aura de respeto o virtud para ser un capitán, si lo miro a la cara me doy cuenta de que no causa mucho miedo y tampoco parece ser alguien a quien su tripulación podría apreciar.
-Así que ahora ¿Podemos tener una conversación como les ofrecí desde un principio? -El capitán Hongjoong sonríe aunque lo hace sin gracia-
Está ubicado frente al hombre a unos considerables metros de distancia. Luce imponente y poco asustado, de hecho no hay una sola cantidad de miedo que pueda oler proveniente de él.
-Prefiero que me ofrezcan una conversación mientras no me estén apuntando con un mosquete -El hombre se encoje de hombros-
-Mi error, pero ahora que tengo su atención y algo a mi favor -Nos mira a Akira y a mi- Supongo que estás dispuesto a escuchar lo que tengo para decir.
-Deberías hablar antes de que me aburra y decida que es buena idea perforarte el cráneo -Es lo que responde dándole la liberta de hablar-
-Supongo que estás sorprendido de que alguien intente atacarlos, después de todo se trata de la tripulación del rey pirata, pero siempre hay oportunidad para que algo así pase.
-¿Que es lo que quieres? Si pides hablar entiendo que no quieres que esto acabe con uno de los dos muertos -El hombre asiente-
-¿Sabes que es más poderoso que cualquier arma en el mundo? -El capitán se queda en silencio, el hombre sonríe- El miedo, así que con eso me estuve preguntando que podría hacer yo para causar miedo ¿Qué mejor que quitarle algo al rey pirata y jactarme de ello con los habitantes de los mares?
La palabra "Ridículo" está en la punta de mi lengua pero la contengo, no puedo creer que de verdad esté viendo esta pelea de egos frente a mi.
-No me importa si quieres causar miedo o hablar mal de mi con otros piratas mediocres como tú, solo dime lo que quieres y lárgate de mi barco -Escupe el capitán Hongjoong que al parecer ya se está impacientando-
Puedo notar cómo mira nerviosamente entre Akira y yo, no le gusta esta situación, no le gusta estar en desventaja.
-Está bien, así que tengo que decirte lo que quiero y tú me lo concederás -El hombre sonríe satisfecho, su mirada observa todo al rededor-
Me sorprende que haya planeado todo esto pero no lo que quiere llevarse para presumir, suspiro pensando que es un tonto y ganándome su atención. Da un paso cerca de mi.
-La quiero a ella -Dice con una sonrisa diabólica mirándome y yo me estremezco-
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