05 - Criaturas mitológicas
El barco se balancea violentamente y con eso San y yo nos movemos hasta que termina soltándome, suelto un quejido cuando me golpeo con el mástil de mesana, una campana empieza a sonar y todo el mundo empieza a correr de un lado al otro.
Entonces el día se oscurece pero no precisamente porque se avecine una tormenta si no porque una figura cubre el sol. Mi boca se abre con impresión ante la vista de una criatura que nunca antes había visto.
-¡Serpiente de mar! -Grita alguien en medio del caos y yo niego-
Eso no es una serpiente, es un maldito dragón.
-¡Preparen ataque defensivo! -Grita el capitán-
Mientras entran todos en posiciones me siento como una gallina sin cabeza, o como lo que soy, un lobo en medio del agua.
-¡Corre al lugar en el que estuvimos antes! -Me grita San-
Quiero culpar a los años de obediencia, quiero creer que esa es la única razón por la cual le hago caso y salgo corriendo cuando proceso sus palabras, pero las cosas no eran tan fáciles hacerlas como decirlas.
El barco se balancea de nuevo, de hecho esta vez se eleva y casi puedo sentir a la criatura bajo el barco, cuando bajamos de nuevo lo hacemos con un golpe, me resbalo y ruedo hasta el costado del barco. Aún así estoy preparada para ponerme de pie sin embargo no son los planes que el destino tiene para mi.
Unos barriles que estaban sostenidos por una red están libres en el barco, y sé desde el momento en que veo un par de ellos rodando hacia mi que esto me va a doler.
Cuando me golpea el primero tengo tiempo de cubrirme el rostro, intento usar el barril como escudo para el que se acerca pero este se aleja con las inclinaciones del barco, el segundo me golpea en el pie pero no lo suficientemente fuerte como para detenerme.
Empujo el barril y me pongo de pie sosteniéndome del borde.
-¡Te dije que te fueras de aquí!
Veo a San viniendo hacia mi y aunque quería que me dirigiera más de dos palabras antes no quería que lo hiciera bajo estas circunstancias.
-¡No es como que quisiera quedarme en medio de esto! -Le grito de vuelta cuando está más cerca-
El tiene una espada en su mano, me pregunto que podríamos hacer nosotros contra esa criatura marina hasta que suena un cañón, aunque no he podido ver a la serpiente veo su cola y como es golpeada por un misil.
-¡Vamos, no pierdas el tiempo!
San estira su mano hacia a la mía con la intención de tomarla, desearía que lo hubiera hecho porque seguramente el habría sido capaz de mantenerme dentro del barco cuando el siguiente ataque de la serpiente se dio.
Salí volando de una manera literal, sentí el vacío en mi pecho antes de golpear el agua.
Tenía muchas ventajas cuando estaba en mi forma lobuna pero nadar no era una de ellas así que ciertamente agradecía tener piernas y brazos en este momento.
Volviendo a la superficie tome aire abruptamente, escuchaba a San gritar desde el barco pero yo estaba lejos de el y los gritos provenientes del caos no me permitían concentrarme.
Finalmente veía a la bestia.
Probablemente tenía más de quince metros de largo y ocho de ancho, por supuesto tenía la apariencia característica de una serpiente pero tenía una especie de cresta que se asimilaba más a un dragón.
Aunque podría aplastar el barco en un solo movimiento lo único que hacía la criatura era nadar al rededor y bajo el barco, creaba olas altísimas que balanceaban el barco de un lado al otro y que desde aquí me hacían saber que no sería divertido estar dentro del barco en este momento.
Me sumergí en el agua cuando me di cuenta que las olas solo me alejaban del barco.
En realidad no tenía idea de que iba a hacer, probablemente el barco terminaría alejándose tanto que para cuando acabaran con la serpiente yo estaría muy cerca a ser una verdadera naufraga.
Vi el resplandor bajo el agua, primero me parecieron dos par de gemas brillantes, azules y llamativas pero un segundo después cuando desaparecieron y volvieron a aparecer me di cuenta de que eran ojos, dos ojos azules y brillantes.
Mi primer instinto fue alejarme, lo que sea que fuera eso no quería saberlo. Empecé a nadar lejos dándome cuenta de que me había sumergido más de lo que debería.
Pero entonces una vez salí a la superficie todo era calma. Tome aire confundida mirando a todos lados, a una gran distancia estaba el barco, tan tranquilo que nadie hubiera creído nunca lo que acababa de pasar.
Estaba asustada, mientras ellos estaban allí en un lugar que parecía seguro yo seguía aquí, sumergida en las misma aguas que la criatura aterradora.
Lloriqueé antes de nadar hacia el barco.
A medida que me acercaba al barco escuchaba más claramente la voz de San.
-¡No te muevas! -Repetía una y otra vez y de nuevo me encontré haciéndole caso-
Escuche el ruido del agua detrás de mí y trague saliva antes de girarme lentamente.
Frente a mi estaba la criatura más aterradora que había visto jamás.
Huye. Me gritó mi loba pero yo estaba demasiado asustada como para moverme. Debiste haberte quedado con ese alfa, al menos él podía protegernos. Se quejó de nuevo pero no tenía razón, ningún lobo podría enfrentarse a la furia del mar.
Yo que normalmente hacía lo que podía para tener la razón me sumergí en el agua profundamente, aunque sabía que aquella criatura era mejor nadando que yo esperaba que bajo el agua se le dificultara encontrarm.
Sentí la fuerza del agua cuando ella también se sumergió y me asusté, tenía cientos de personas en aquel barco sin embargo había decidido perseguirme a mí.
Aunque diferente a lo que yo pensaba la serpiente ni siquiera me tocó, nado cerca de mí sin ni siquiera tocarme y se siguió sumergiendo en la profundidad del mar dejándome asustada, confundida y a punto de perder mi capacidad de aguantar la respiración.
Nade hacia la superficie. Mis piernas estaban agotadas por los golpes que habían recibido antes así que agradecí que de alguna manera hubiera terminado tan cerca del barco como lo estaba.
Varias personas estaban en el borde observando, no sabía si estaban preocupados o simplemente quería saber si la criatura me había destrozado pero cuando salí a la superficie varios de ellos soltaron suspiros.
Había una escalera de madera y cuerda que llegaba hasta el agua, tosí un par de veces antes de finalmente empezar a subir.
No reconocí los brazos que me ayudaron a subir al barco hasta que estuve dentro de él y aunque Mingi me ayudó a pasar mis piernas hacia el interior no pudo evitar que me desplomara una vez toque el suelo.
-¿Estás bien? -Preguntó alguien pero pasó más de un minuto sin que obtuvieran respuesta de mi parte-
Me estaba conteniendo, estar en peligro era una razón de peso para dejar salir a mi loba pero aquí estaba yo asegurándome de seguir manteniendo mi forma humana.
-Liah -Yeosang se acercó a mí tocando mi brazo-
-No me toques -Gruñí y un segundo después de que se alejara lágrimas salieron de mis ojos-
Obviamente no estaba orgullosa de ponerme a llorar en este momento pero no creía poder soportarlo más, el hecho de no haber llorado mucho antes ya me parecía suficiente.
-Está bien, yo me encargo.
Escucho la voz de Akira y trato de detener mi llanto.
-Está bien bonita -Dice acariciando mi cabeza, levanto mi mirada hacia ella- Vamos a sacarte de aquí.
Dejo que me ayude a levantarme y me seco las lágrimas.
-Estar rodeada de idiotas debe estarte afectando -Dice ella pasando el brazo sobre mi hombro- Te llevare a mi habitación.
🌊
Miró el techo de manera sin tener idea de que hacer a continuación.
He estado aquí más de cuatro horas o es lo que puedo calcular al ver la posición del sol. Me quede dormida luego de entrar a la habitación porque no quería enfrentar a Akira.
La puerta se abre pero yo me quedo mirando el techo.
Estuve a punto de morir.
-Está bien, se que debes estar traumatizada -Dice Akira adentrándose en su habitación- Pero Yeosang no se va a quedar tranquilo hasta que se asegure de que estés bien.
Suspiro y la miro.
-En realidad no tengo muchas ganas de verlos en estos momentos.
Sentía que era totalmente comprensible que mi reacción se diera dentro de la manada, pero aquí afuera sentía la obligación de ser más fuerte, más valiente y en caso de derrumbarme no hacerlo frente a todo el mundo, por supuesto no contaba con tener que enfrentarme a criaturas marinas y piratas despiadados.
-Lo se, pero solo será a Yeosang y si eso te hace sentir mejor yo estaré ahí.
-Algo me hace pensar que no tengo otra opción -Digo con un suspiro- ¿Cuándo vendrá?
Un segundo después de que terminara mi pregunta Akira abrió la puerta y Yeosang entró por ella como si hubiera estado esperando este momento todo el día.
Sabía que no tenía heridas y de haberme lastimado durante todo esa caos no tendría importancia debido a mi rápida capacidad de sanación como cambia formas.
Yeosang que no sabía nada de eso me reviso en silencio, midió mi temperatura temeroso de que hubiera atrapado un resfriado y me pregunto si me dolía algo.
El orgullo. Respondió mi loba burlona, estaba agradecida de que solo pudiera oírla dentro de mi cabeza.
-Estoy bien, si estuviera herida habría recurrido a ti.
Eso era totalmente cierto, no era masoquista y sabía bajar la cabeza cuando tenía que hacerlo así que incluso si me estuviera muriendo de la vergüenza acudiría a Yeosang en caso de estar herida.
-Sobre el trato... -Murmuró inseguro- Sé que no parece la gran cosa pero será mejor que estar atada día y noche.
Lo mire tentada a decirle que en realidad no había escuchado la mitad del trato que me ofrecían.
-Podemos hablar mejor de ello si estás dispuesta a reunirte de nuevo con nosotros.
Sabía que eso sería necesario y aunque aún estaba un poco avergonzada me sentiría mejor si supiera a que me estaba enfrentando.
-Hay una charla que no hemos terminado -Me encojo de hombros- Creo que es obvio que tenemos que reunirnos otra vez -Yeosang sonrió y se puso de pie-
-Muy bien, entonces vamos -Lo mire sorprendida-
-¿Ahora? -El se mostró inseguro-
-Si, es decir... Si prefieres descansar lo entenderíamos, has pasado por muchas cosas en un solo día y todos comprenderíamos si quieres hablar de ello mañana -Negué con la cabeza-
-Estoy completamente reuniéndonos en este momento -Dije levantándome de la cama- Andando.
Lo seguí por el barco y observando el panorama me di cuenta que no habían daños a la vista, nos enfrentamos a una criatura que podía partir el barco a la mitad en un pestañeo y no nos dejó ni un rasguño.
Cuando Yeosang tocó la puerta avisando de nuestra llegada trague saliva, sabiendo lo que se llevaba a cabo en este lugar me sentía nerviosa de solo observar la puerta.
Todos estaba aquí esperando, me preguntaba que hubieran hecho en caso de que me hubiera rehusado a reunirme con ellos.
Sigo dentro de la habitación y me siento en la misma silla en la que estuve hace horas al rededor de las mismas personas, suponiendo que son lugares fijos.
-Liah -Habla el capitán observándome- Se que probablemente este no sea el momento más adecuado para hablar de esto pero...
-Estoy bien -Yo lo interrumpo- Mejor si terminamos esta conversación pronto -El asiente y con un suspiro continua-
-El trato que te estábamos ofreciendo era un espacio para dormir con los grumetes y comida diferente cada día, seguiríamos vigilándote y no tendrías libertad de salir del barco sin mi permiso.
Lo miro poco sorprendida, no era como que esperara que de repente me trataran como una de ellos.
-Pero eso cambio luego de lo ocurrido.
Sus palabras no revelan si podría cambiar para bien o para mal, mucho menos lo hace su tono o su expresión.
-¿Con "Luego de lo ocurrido" se refiere a cuando casi morí aplastada por un monstruo acuático hace algunas horas? -El asiente tranquilo mientras Yunho junto a mí parece incómodo con la mención del incidente- ¿Y qué fue exactamente lo que cambió?
-No vas a ser tratada como una prisionera -Responde esta vez San y yo lo miro-
Aún desearía que hubiera alcanzado a tomar mi mano.
-Podrás dormir en la misma habitación que Akira -Continua el- Y nos aseguraremos de darte ropa más adecuada, además de seguramente lo más importante; podrás salir del barco sin permiso del capitán durante nuestra estancia en islas.
-Básicamente serás tratada como una de nosotros -Interviene Seonghwa-
Tengo que admitir que estoy sorprendida porque de nuevo, no esperaba que me trataran como una de ellos, así mismo estoy lo suficientemente confundida para demostrarlo.
-¿Por que? -Pregunto sin pensarlo-
No hay nada de lo qué pasó en este lapso de horas que pueda ser suficientemente importante como para que cambien su trato hacia mi de una manera tan abrupta.
-Porque te necesitamos -Responde esta vez Wooyoung.
¿Necesitarnos? Cuestiona mi loba igual de curiosa que yo por saber cómo les seriamos útiles a un montón de piratas.
-Supongo que estás confundida -Retoma el mando el capitán- Así que voy a ser bastante claro y conciso, de la misma manera en la que escuchaste la amenaza hoy necesitamos que lo hagas con las que se avecinen y seas capaz de advertirnos de todas ellas.
Ellos se dieron cuenta.
-Así que ahora dinos ¿Cómo fuiste capaz de escuchar que venía la serpiente marina?
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