03 - Sahueso
En realidad soy consciente de que podría simplemente olfatear el mar y volver de regreso al barco pero algo me dice que eso no le haría ninguna gracia al capitán, de hecho deben creer que intente escapar.
Suspiro, si tan solo me hubiera visto en un espejo antes esto no hubiera sucedido.
Dejo de mirar el reflejo frente a mi y vuelvo al camino, no sé hacia donde se dirigían pero tal vez vuelvan por mi así que sigo el flujo de personas en dirección a donde habíamos estado caminando antes.
No me sorprende que no noten mi ausencia cuando a penas y hablo con ellos, pero debido a que soy su prisionera creo que tienen parte de la responsabilidad por esto.
Sigo caminando hasta que visualizo una librería, sé que no debería pero termino entrando, si me van a matar que al menos valga la pena y que mejor que un buen libro para pasar mis últimas horas.
la campana suena cuando abro la puerta, no hay nadie y me pregunto que tan común será eso, de todas maneras me paseo por los estante observando los libros, me detengo en un lomo rojo con letras doradas: La leyenda de nunca jamás, lo dejo en su lugar y sigo revisando.
Ladeó la cabeza al ver el libro negro, lo tomo sin pensarlo mucho y leo el título: Criaturas míticas.
Abro una pagina y veo el contenido, está dividido en criaturas que vuelan, las que habitan el mar y los que habitan la tierra, me detengo en las palabras: Hombres lobo.
-Parece que encontraste algo interesante.
Suelto un pequeño grito dejando caer el libro por los aires, miro a quien le pertenece la voz rasposa y me concentro en el anciano tras el mostrador. Juro que no estaba ahí cuando entre y huele tanto a polvo que no puedo diferenciar su olor del resto de cosas en este lugar.
Recojo el libro del suelo y lo observo.
-¿Vas a llevarlo? -Miro el libro en mis manos ante la pregunta-
-Me gustaría hacerlo pero no tengo como pagarlo -Dejo el libro en su lugar y hago una reverencia- Lamento haberle hecho perder su tiempo.
-¿Cuál es la prisa querida? -Pregunta haciendo que me abstenga de moverme- Podemos hacer un trueque si no tienes dinero.
Frunzo el ceño y miro mi vestimenta, el debería asumir que no tengo nada de valor debido a como estoy vestida pero dejo que haga su propuesta.
-Puedes darme esa baratija que cuelga de tu cuello y llevarte el libro, aunque prácticamente te lo estaría regalando.
Olfateo la astucia en el aire mientras envuelvo mi mano protectoramente sobre la lagrima atravesada por un hilo negro en mi cuello. Podría decirle baratija al ver que no es reluciente como el oro o alguna joya pero está hecho con piedra volcánica y perteneció a mi madre antes que a mi e incluso siendo una pequeña loba no he dejado de usarlo así que no cambiaría un libro por ello, intento sonreírle.
-Es usted muy generoso pero usted lo ha dicho, esta baratija no podría valer su libro.
Mi loba gruñe preparada para atacar por mi pero la mantengo a raya, una simple discusión verbal no debería ser motivo para que ella salga.
-Como quieras -Dice encogiéndose de hombros- Solo quería ahorrarte dinero.
Salgo de la tienda sin creer que el hombre haya querido aprovecharse de mi, luego recuerdo que puedo parecer débil y dar una impresión de ser fácil de engañar pero me alegro que la mitad de eso no sea cierto.
Miro al rededor cuando de repente olfateo la pólvora y las hierbas, todo junto, camino por el callejón vacío con la esperanza de que se trate de los chicos, tengo que encontrarlos antes de que vuelvan al barco y su capitán quiera buscarme piedra por piedra.
Camino despacio mientras olisqueo, a medida que avanzo escucho las voces y sé que algo no anda bien.
-El trato eran cuarenta monedas de plata -Jongho vocifera enojado- ¡Fue lo que acordamos la última vez que vine aquí!
Huelo miedo y desesperación, no me gusta esa combinación. Hay una risa siniestra como respuesta, siento escalofríos mientras avanzo cada vez más lento. Cuando por fin los veo al doblar un callejón cerrado me voy cuenta de que hay una situación difícil.
Yeosang y Wooyoung lucen preocupados mientras que Jongho está enojado y algo me dice que su irá es algo a lo que no quiero enfrentarme. Hay otras dos personas, veo al hombre que se rio y a la chica que sostiene con su brazo al rededor del cuello.
No tiene ningún arma pero supongo que podría romper el cuello de la chica en dos si quisiera y a juzgar por las lagrimas que corren por sus mejillas y arruinan su maquillaje ella lo sabe mejor que nadie.
-Eso fue hace un mes -Dice el hombre- La cuota se duplicó.
Mi loba gruñe por la injusticia de las palabras del timador, está tan asqueada con el comportamiento como yo.
-Sabes que los piratas odian a los estafadores ¿No? -Interviene Wooyoung disgustado, el hombre no parece afectado-
-¿Sabes tu que las personas odian a los piratas? -Pregunta con burla- Es mi oferta final, si no tienen el dinero pueden volver mañana o el otro mes -Su sonrisa se ensancha y es aún más diabólica que la del capitán-
Observo cuidadosamente, estoy segura de que no hay armas, entonces trago saliva y vuelvo en mis pasos antes de empezar a desvestirme, luego de esconder mi ropa en una caja rota escucho un grito y mi loba se libera cuando se lo permito, mis huesos crujen y me sacudo una vez estoy en mi forma lobuna.
Se siente bien volver luego de la costumbre, es como si hubiera estado recargando energía o podría ser solo la adrenalina, de cualquier manera me apresuro al callejón cerrado y me encuentro con una escena diferente, el hombre ya no parece tan risueño como antes y ahora parece estar ejerciendo fuerza en el cuello de la chica que se está poniendo roja.
No escucho sus palabras y gruño, toda la atención se vuelve hacia mi y me recorre una sensación desconocida cuando identifico el miedo en sus rostros. Sigo gruñendo y todos retroceden, me gustaría que los chicos sepan que no voy a hacerles daño pero no podría decírselos, me acerco más a mi objetivo.
A pesar de que el hombre ve que lo estoy acorralando no suelta a la chica y eso solo me enfada más entonces sé que no hay otra forma de lograr que la deje ir. Me abalanzo sobre el con la boca abierta, mis dientes van directamente a su brazo y el grita de dolor soltando el agarre, la chica corre a los brazos de Jongho.
Estoy sorprendida de que sigan aquí y no se hayan ido corriendo, podría soltar al hombre ya que he logrado mi objetivo pero muerdo un poco más fuerte hasta que olfateo la sangre. El lloriquea mientras yo me giro para observarlos.
Aún tienen miedo a pesar de que no gruño y ni siquiera voy hacia ellos, incluso si se los dijera esta sería la manera en la que reaccionarían y me alegro de haberlo descubierto.
En lugar de seguir viéndolos salgo del callejón y ellos retroceden, esta vez me concentro únicamente en buscar mi ropa.
🌊
He estado sentada frente al local con ventanas reflejantes hace aproximadamente media hora, las ventanas me permitieron ver los rastros de sangre en mi rostro y espero haberlos eliminado antes de que alguien los viera.
De repente me siento deprimida ¿Cómo voy a vivir en un mundo en el que tengo que esconder un secreto tan grande e importante? Esto hace parte de lo que soy pero sé que lo que soy genera un rechazo común, genera miedo.
Escucho sus voces pero aún así no levanto mi mirada, he estado doblando y desdoblando las botas del pantalón, escucho el grito de Wooyoung llamando a mi nombre y levanto la vista como si hubiera estado aburrida todo este tiempo.
-¡Te separaste de nosotros! -Dice el una vez que está frente a mi tomándome por los hombros-
-En realidad ustedes siguieron caminando sin mi -Le echó la culpa, después de lo que hice es lo mínimo, el suspira-
-Fuiste una buena chica esperándonos aquí -Dice acariciando mi cabeza, quiero fruncir el ceño ante sus palabras y al final lo hago-
¿Buena chica? Pregunta mi loba tan descolocada como yo.
-¿Donde estaban? -Pregunto porque me gustaría saber el concepto, entonces finjo estar confundida por la nueva presencia-
De alguna manera se ha limpiado el maquillaje como yo he hecho con la sangre aunque aún puedo notar los borrones y sus ojos irritados por las lagrimas.
-Ella es Akira, mi hermana, Akira ella es Liah -Jongho ladea la cabeza ante lo que va a decir- Nuestra prisionera.
La observo detenidamente, es más baja que yo, tiene el cabello cobrizo casi anaranjado y parece reacia a saludarme.
-Si es su prisionera no quiero imaginar lo que ha hecho o el tipo de persona que es.
Mi loba gruñe. Tal vez deberíamos haber dejado que le partieran el cuello.
Tal vez.
Me levanto con un suspiro ignorando su comentario, incluso aunque los chicos parecen sorprendidos por ello no parece que vayan a decir algo a mi favor y tampoco espero que lo hagan.
-¿Podemos volver ahora? Lo crean o no extraño la soledad y tener mis manos atadas tras mi espalda.
Yo lidero el camino porque como ya dije podría simplemente olfatear para volver, luego de un rato Yeosang y Wooyoung se posicionan a mi lado recordándome el papel que tengo en su barco.
-Por lo que veo podrías haber vuelto por tu cuenta -Menciona Yeonsang, yo sigo mirando al frente-
-Su capitán me amenazó, no sabía lo que pasaría si volvía sola además de que podría tener consecuencias negativas para ustedes y creo que ambos tuvimos la culpa -Comento sin detenerme a pensar-
-Vaya, parece que un miembro de la marina real puede tener simpatía -Miro a Wooyoung, a este punto da igual lo que piensen que soy-
Por lo visto no se creyeron mi historia de naufrago pero como al final no pienso darles la razón voy a seguir apegada a esa fachada sin importar que.
-Podríamos haber vuelto sin ti -Interviene Yeosang y suspiro- El capitán te habría asesinado al pensar que escapaste.
-Pero no lo hicieron -Comento tranquila- Volvieron por el mismo camino por el que habíamos ido y yo los espere justo donde nos separamos, así que supongo que todos hicimos lo que teníamos que hacer y que no será necesario decirle nada de esto al capitán ¿Verdad?
Los miro, Wooyoung sonríe.
-Cierto -Dice de acuerdo y continua caminando, Jongho y Akira se unen a nosotros-
Akira está demasiado cerca y cada vez que intento alejarme ella se acerca de nuevo, la miro deteniendo mi paso.
-Hay mucho espacio en la playa para que lo puedas recorrer -Ella frunce el ceño en confusión- Estás muy cerca.
-Solo te estaba olfateando, tienes un olor inusual -Frunzo el ceño, se supone que los humanos no se olfatean el uno al otro.
Luego recuerdo los restos de sangre y me estremezco.
-Tal vez huele a carne, le compre una brocheta más temprano -Akira niega sacudiendo la cabeza-
-No, no es eso -Jongho suspira-
-Akira, ahora no, debemos volver al barco, el capitán nos está esperando. -Ella se cruza de brazos-
-Pero no estoy mintiendo, ella no huele como ustedes y también debe haber pasado más de un día en ese barco sin tomar una ducha.
Qué razonamiento tan innecesariamente lógico, suspire.
-¿No es normal que huela mal entonces? -Digo tragando saliva- No intentes humillarme solo porque soy una prisionera, de cualquier manera me da igual lo que pienses de mí.
Con un suspiro y voz tranquila sigo caminando pero tomo la precaución de alejarme de los demás en caso de que huelan lo que ella. Jongho junto a ella bufa.
-Genial, no la conoces ni hace más de una hora y ya la ofendiste -Le reclama con seriedad antes de empezar a caminar-
-¡Eso no fue lo que quise decir! -Dice ella exasperada yendo detrás de su hermano mayor-
Camino hacia al barco siendo consciente de que transformarme fue irresponsable de mi parte, a pesar de que las personas podrían no saber de la existencia de los cambia formas podrían pensar cosas peores si encontraran rastros de sangre en mi y no tenía mucho que argumentar frente a eso, así que mientras me fuera posible no iba a dejar a mi loba tomar el control por más que la pobre se retorciera por dentro.
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