02 - Como hacer feliz a una chica
Los últimos tres días han sido una rutina.
Yunho ha sido la única persona con la que he hablado, a pesar de que el resto de la tripulación parecen observarme silenciosamente ninguno de ellos conversa conmigo.
Al menos ahora sé que los ocho que se reúnen todas las noches a escuchar los resúmenes de mis respuestas a las preguntas de Yunho son los de los cargos más importantes y de hecho forman un tipo de concejo en la embarcación.
Las preguntas que Yunho hace son fáciles de responder porque prácticamente no pregunta mucho ya que sabe que si soy una naufraga no debo haber hecho mucho en estos años y si pregunta mucho podría ser sospechoso para mi.
En realidad me causa gracia que todos los días ellos se sienten a hablar sobre mi pensando que tienen el control de la situación, pensando que confío en Yunho como mi amigo y no como uno de ellos, pensando que algún día le voy a revelar algo que me delate.
Incluso si Yunho se encarga de desatarme y llevarme a un paseo de quince minutos dos veces al día por el barco, si se ha encargado de que tenga agua y no me deshidrate y ha sido quien me ha traído mi comida siempre, soy consciente de que no puedo confiar en el más de lo que confío en cualquiera de ellos.
Sé que soy yo la intrusa y que ellos tienen sus razones para desconfiar pero ellos son humanos, una raza dañina y egoísta y por lo que sé ser piratas solo los hace peores.
-¡Tierra a la vista! -Grita Yunho desde la cola de vigía-
Mi corazón late rápidamente y siento una enorme necesidad de sacar mis patas a correr un rato, luego miro mis pies atados y recuerdo que eso no puede pasar, incluso si estuviera desatada no puedo transformarme e incluso si pudiera transformarme, estoy atada.
Odio estar dividida de está manera, ya he pasado muchos años inhibiendo mi lado humano debido a la manada pero nunca imagine que debiera inhibir a mi parte lobuna, se siente como una traición contra mi misma.
Contra nosotras. Murmura mi loba que parece sentir más profundamente la traición que yo.
Yunho me dijo que nos dirigíamos a Haití, a una isla que había sido refugio de piratas desde años incontables y donde la presencia de cualquier autoridad marítima estaba denegada, era en resumen un territorio seguro. Habíamos llegado a isla tortuga.
A pesar de que sabía que lo más probable es que no fueran a desatarme me había emocionado, después de todo el agua no era el lugar para un lobo.
Estaba agotada, no solo físicamente debido a la posición que debía mantener si no también mentalmente, ser mi mitad humana era complicado, pensaba mucho y entendía poco, aún no sabía como lograr que estás personas no quisieran matarme pensando que era el enemigo.
-¡Bajen anclas! -Pidió el capitán- Seonghwa asegúrate de registrar nuestra entrada con las autoridades de la isla, estaremos aquí una noche.
Seonghwa asintió y se fue con otros tres tipos en un bote hasta la orilla.
El capitán fijo su mirada en mi, yo que ya lo estaba mirando no aparte mi mirada, la única razón por la que era sumisa con los alfas era debido a su voz de mando, aquí podría ser que me amenazaran a muerte pero no creo que lo hicieran por mirar directamente al capitán.
-¿Quieres salir de aquí? -Pregunta acercándose a mi, pienso que es una pregunta retorica hasta que espera mi respuesta, asiento- Bien, te dejaré ir al mercado con Yeosang, Jongho y Wooyoung, pero tienes que volver, si no lo haces te buscaré hasta debajo de las piedras y me voy a asegurar de que desees jamás haber dejado esa isla.
Me encuentro temblando aterrada por su amenaza y eso parece satisfacerlo, no es tan diferente de los alfas que disfrutan sometiendo al resto de clases con su poder.
Se va con una sonrisa aterradora plasmada en su rostro, luego de que Seonghwa vuelva asegurando el tema de la entrada a la isla Jongho viene a desatarme.
Me pregunto que tipo de placer sentiría si fuera despiadada, si disfrutara hacer daño pero no puedo imaginarme en esa posición y me alegra no poder hacerlo.
En realidad estoy curiosa del porque me dejarán salir, también del porque Yunho no está entre las personas que me acompañan pero a pesar de que no he escuchado nada al respecto estoy segura de que haga lo que haga me van a vigilar.
Jongho me mira y suspira, me hace sentir como una carga, justo como me he sentido siendo una omega que se niega a enlazarse con algún alfa, quiero decirle que no tiene que preocuparse por mi pero no tendría ningún sentido.
-Iremos a buscar cosas necesarias para el barco pero el capitán nos ha dicho que vas a acompañarnos, solo no te separes de nosotros ¿Si? este lugar no es ninguna broma -Asiento con tranquilidad aunque se que podría cuidarme sola- Sígueme.
Voy tras el para encontrarme con los otros dos chicos que parecen tener una conversación amistosa que cesa tan pronto como yo llego. Wooyoung me mira y luego se aclara la garganta.
-Andando.
En realidad se me da bastante bien estar callada pero me resulta incómodo que ellos también lo estén, sé que no confían en mi pero podrían tener una conversación sin importancia, de cualquier manera no tendría a quien contárselo.
Después de varios minutos de caminata empiezo a escuchar el bullicio antes de verlo, a oler la comida antes de saborearla y a sentir todo tipos de estímulos que no había sentido antes en este cuerpo.
-Alguien parece emocionada -Dice Wooyoung en un tono juguetón y yo aprieto mis labios- Si te comportas tal vez te compre una brocheta de carne.
La boca se me hizo agua de solo pensarlo, no apreciaba la comida de la casa de mi madrina hasta que ya no la tuve, no odiaba las lentejas pero tras comerlas tres veces al día por tres días seguidos pensé que podría comenzar a hacerlo.
Esta vez no puedo esconder mi sonrisa y al ver mi reacción Wooyoung sonríe satisfecho y mira orgulloso a los otros dos chicos que parecen asombrados de haber obtenido una reacción de mi parte.
Tenemos que ir a comprar hierbas medicinales que Yeosang necesita así que simplemente lo seguimos, parece que ninguno además de el conoce lo que está comprando, de todas maneras es el medico, supongo que es normal que tenga ese conocimiento.
Wooyoung tiene que comprar pólvora y misiles, tengo suerte de que Yeosang prefiera esperar afuera así puedo quedarme afuera con el, cuando me ubico a su lado y ven que no tengo intenciones de entrar se encogen de hombros y me dejan.
-Yunho dice que no hablas mucho -Yeosang decide iniciar una conversación, lo observo-
-No lo hago cuando parece que van a usar cada palabra que diga en mi contra -El deja de mirar hacia el frente para mirarme- Podrían simplemente deshacerse de mi aquí, no hay ninguna razón para que piensen que voy tras ustedes.
En realidad me preguntaba porque no lo hacían, era algo sencillo y probablemente no volveríamos a vernos o a causar problemas el uno para el otro.
-Podríamos -Dice el en acuerdo- Pero no vamos a hacerlo Liah, liberar a un posible soldado de la marina real en tortuga sería considerado traición.
-¿Y no hay otra isla en la que puedan dejarme abandonada? -El frunce el ceño por mi sugerencia-
-Sé que los piratas son letales, desalmados y terribles pero al menos nosotros tenemos humanidad, no te sacaríamos de una isla en la que fuiste naufraga por años para dejarte en otra isla.
Bueno, eso tenía sentido y yo como naufraga no debería estarlo sugiriendo.
-¿Me parezco en algo a un soldado? -Pregunto en voz baja, más para mi misma-
Observo mis manos que lucen frágiles, mis piernas delgadas y suspiro, muchas veces en el pasado me hubiera gustado que me vieran como un ser fuerte, pero años de convivencia con alfas le ganaron a cualquier posible estima y sabía lo débil que lucía y lo imposible que era ser vista como una figura de poder.
-Eres una chica estoica, ni siquiera pareces afectada por durar tres días atadas, Yunho empezó a lloriquear al segundo -Lo observo con atención- Tal vez no tengas la complexión física necesaria para la marina real pero cumples requisitos en cuanto a actitud y parece que actuarías con cabeza fría de ser necesario.
No estoy segura en aceptar sus cumplidos porque no estoy segura de que esté hablando de mi y no de la persona que creen que soy, la naufraga que sobrevivió ocho años sola en la vida salvaje sin perder la cabeza.
Quiero responder pero no lo hago, Yeosang parece querer decir algo más pero se retracta cuando la puerta se abre y Wooyoung y Jongho salen cargados de bolsas.
-Muy bien, última parada -Habla Jongho y lo seguimos sin preguntar, estoy ansiosa por demostrar que me merezco mi brocheta-
Cuando veo que estamos pasando derecho sin detenernos en los puesto de comida frunzo el ceño y jalo a Wooyoung de su camiseta, el me mira de inmediato luciendo sorprendida.
-Creo que me porte lo suficientemente bien -El alza las cejas sin parecer entender- La brocheta -Aclaro sin vergüenza alguna, si se trata de comida no voy a quedarme en silencio-
Una expresión de comprensión se aloja en su rostro mientras abre la boca y dice "Ahh" termina riéndose mientras asiente y saca dos monedas de plata de su bolsillo.
-Iré a traértelo, quédate con los chicos -Yo asiento y el se va, me giro a ver a los demás-
-¿Así que todo lo que se necesita para que hables es ofrecerte un poco de carne? -Ladeo la cabeza ante las palabras de Jongho-
-O podrías pedirme que hable -Me encogí de hombros- Tal vez estoy dispuesta a decirte lo que quieres escuchar -El bufa, al parecer no se esperaba que le respondiera-
Puede parecer que no tengo habilidades sociales pero en realidad soy muy buena hablando una vez tengo la confianza y la oportunidad.
Wooyoung vuelve con la brocheta y yo lo recibo con un pequeño gracias y una reverencia, empiezo a comer y los sigo sintiéndome más feliz de que me hayan permitido venir. La carne jugosa sabe a gloria en mi boca, me abstengo de hacer cualquier ruido obsceno por el bien de mi integridad y la como en silencio.
-Siempre he sabido como hacer feliz a una chica -Comenta Wooyoung-
A pesar de que quiero preguntar a que se refiere algo me dice que estoy mejor así, entonces sigo comiendo sin prestarle atención a sus comentarios.
Cuando estoy a punto de terminar la brocheta observo las tiendas de ropa, desearía haber podido tener algo de ropa propia porque sinceramente odio este pantalón que está ajustado por un cinturón pero no deja de ser muy grande y la camisa blanca no me hace lucir mejor.
Me quedo helada cuando paso por una nueva tienda que tiene las ventanas reflectantes, me quedo ahí observándome por medio minuto hasta que me acerco poco a poco. Mi piel está bronceada debido al sol de estos últimos días, mi cabello largo está un poco desordenado sin llegar a ser un desastre, pero no me sorprendo porque parezco ser bonita si no por el color de mis ojos.
¿Por qué son tan azules? El color característico de los ojos en omegas es el azul en distintos tonos, no debería estar preocupada excepto por el hecho de que mis ojos nunca han sido azul índigo, siempre han sido grises como la luna.
Mi loba también se siente confundida, incluso triste mientras me reflejo, como si hubiera perdido una parte de mi misma.
Podrían pensar que al transformarme en humana el color de mis ojos cambiaría como lo hacían otras características pero nunca antes había pasado, ni siquiera cuando mis padres vivían y me permitían explorar en la transformación mis ojos cambiaron de color.
Quiero saber lo que eso significa si es que significa algo, quiero saber porque azul, ¿Por qué recordarme lo que soy? Me gustaba el gris porque era el color de ojos de mi padre, un alfa bueno, el único alfa bueno que había conocido y era uno de mis recuerdos de el, ahora que no los tenía me sentía aún más sola.
Suspiré y luego mi corazón se encogió, mire al rededor donde el rio de personas caminaba de un lado al otro.
Había hecho lo único que me habían dicho que no hiciera:
Me había separado del grupo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro