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|11| La Discordia del Dragon

Hace Dias | Westeros

《Jaehaerys》

Tras esa escandalosa cena que termino en una total discordia con discusiones y peleas, mi madre decidio que lo mejor iba a hacer volver a nuestro hogar, por el bien de todos.

Bien por mi, ya no soporto este lugar que alguna vez considere mi hogar y a estas personas mi familia.

Ahora mismo me encontraba en la fosa de los dragones, estando con mis dragones mientras hablaba con ellos, esto lo consideraba como un escape de todo lo que se considera realidad.

Una boda... una maldita boda.

Por supuesto que quiero ser el Rey de los Siete Reinos luego de mi madre, pero, ¿una boda? No, me niego.

Aprecio a mi media hermana Baela, pero no quiero casarme con ella y tener hijos, ella no es la mujer con la que quiero pasar todo mi reinado. Definitivamente no.

Observo a Nocturno soplar con pesadez, a veces siento que le trasmito todo mi enojo y decepcion cuando le hablo.

-¿Lo ves? Una boda es muy malo -le dije, como si el estuviera (y lo esta) de acuerdo conmigo- Por lo menos, madre tuvo que preguntarme.

Ahora (y a mis espaldas) escucho a Seasmoke suspirar como si me dijiera que no es tan malo, al contrario, que eso es un acuerdo politico.

-Oh vamos, tu no estas en mi posicion, para ti es facil: solo vuelas, escupes fuego y comes ovejas -le dije con amargura, mirandolo mientras acaricio a Nocturno.

Dreamfyre rugio, a lo que nosotros tres la vemos salir de su cueva para que vea su regañadora mirada sobre mi.

-¿Tu tambien, Dreamfyre? Una boda es muy malo, siempre que hay una ocurre un asesinato -les recalque siendo bastante obvio, subiendo mis hombros y mirando a otro lado. A veces no entiendo sus cambios de humor.

Caraxes era el unico que se encontraba en silencio y escuchando todo, no es de muchas palabras pero puedo presentir que a el tampoco le agrada el tema de una boda.

-Oh gracias, Caraxes. Tu opinion aporta mucho -dije con sarcasmo y suspire pesadamente, cuando los dragones de mis hermanos empiecen a opinar ya sera un calvario entre los dragones y una discusion. Caraxes me gruñe en desacuerdo- Oye, tranquilo, viejo casca...

Iba a seguir regañando a Dreamfyre, a Seasmoke por estar en contra mio y a Caraxes por su silencio, pero decidi callarme cuando escuche pisadas asomarse a mi posicion con mucha lentitud.

Me dedique a guardar silencio y agarrar mi espada para ponerla alrededor de mi cintura, las antonchas no me ayudan a reconocer de quien se trataba.

Pero aquella persona empezo a dar carcajadas de bufon, por lo que me dio un indicio de quien podia ser en especial.

-Sabia que eras un raro de mierda, pero no pense que para tanto -aquella persona entro por la cueva de los grandes dragones, moviendo sus manos a acorde hablaba y se reia mas.

Yo no respondi, sino que me digne a escucharlo y seguirlo con la mirada:

-A veces me pregunto, ¿sabes como es el acto sexual cuando te cases? -me pregunto y volvio a reirse muy fuerte, tocando su pecho- Digo, donde meter tu pene y donde esta la vagina de tu esposa -seguia moviendo sus manos, intentando no reirse.

Muerdo mi mejilla interior con fuerza, sus payasadas ya no son tolerables.

Los dragones empiezan a gruñirle, a ellos tampoco les agrada el principe.

-¿Que quieres, Aemond? -le dije sin vueltas, no estoy de humor para aguantarlo de vuelta.

Aemond me sonrie de forma enfermiza, le borraria esa expresion con mi espada si quisiera.

-El niño dragon... -nombro y yo suspire, ya que quiere seguir con su espectaculo de hablar solo- Un estupido niño, fruto de un incesto de su madre y su tio, al igual que sus hermanos. Una puta golfa que no sabe su lugar...

-Una puta golfa a la que no puedes raptar, violar o matar -lo detuve y siento la vena de mi cuello a punto de explotar. Apreto el mango de mi espada con mas odio- No conmigo vivo.

-¿Contigo? -exclamo. Volviendo a reirse y mirar a otro lado, mientras los dragones le rugen- Eres un niño que apesta a dragon, un niño que aun bebe la leche de su madre. Un debil.

Ya no voy a tolerar sus burlas hacia mi familia y hacia mi, eso se acaba aca.

Desenfunde mi espada de un tiron, tirando mi cinturon a un lado y poniendome en posicion de atacar.

Mi tio Aemond me ve sin moverse, teniendo esa estupida sonrisa en su rostro. Para que al cabo de segundos, imite mi accion.

-¿Quieres hacerlo de vuelta? -me pregunto. Como si me temblara la mano para pelear con el.

-Si no soy yo, no hace falta decir Dracarys para que ellos te maten -le recorde indicandole a mis hijos, si el me llega a lastimar, los dragones van a prenderlo en llamas y se lo devoraran.

Ambos comenzamos a caminar sobre un circulo imaginario, mientras cargamos nuestras espadas ya en mano.

Yo me avalanzo sobre el subiendo mi espada para proporcionarle un golpe pero Aemond predijo el golpe y subio su espada para defenderse, volviendo a escucharse el ruido de espadas chocar entre si.

Acto seguido, Aemond me empujo con fuerza para sacarme de encima suyo con facilidad, algo que me hizo tambalear mientras me reicorporaba de vuelta.

-¿Realmente vas a pelear conmigo? -hablo tranquilo mientras jugaba con su espada- No te conviene.

Yo lo volteo a mirar con una sonrisa ladina.

-Ya te arranque el ojo hace años -e hizo una pausa para sujetar con mas firmeza su espada- No veo porque no me conviene

Dicho eso, volvi a avalanzarme sobre mi tio para atacarlo con mi filosa espada que nombre Matarreyes pero Aemond salto encima de una roca detras suyo para esquivar el golpe.

Aemond se volvio mas paranoico lanzando un golpe con su espada que yo detuve y empujo su espalda hacia un lado.

Yo esquive el golpe y le di una patada en el estomago a mi tio.

-Bastardo... ¿como toleras ser hijo de un incesto? -me pregunto en medio de la batalla, intentando desviarme pero yo sujeto mas mi espada- ¿Te gustaria que me coja a tu madre?

-¿Y yo a tu amante? -dije lanzando un golpe y meneando mi cabellera para sacarla de mi frente- ¿Cual es su nombre? ¿Alys?

La expresion de mi tio se transformo en una de mas odio, cree que es el unico que sabe de su amante pero yo tambien tengo a mis informantes en la calle de La Seda. Por lo que se armo de valor dando un grito y levantando su espada para atacarme con todas sus fuerzas pero yo esquivo el ataque con su espada y deslizo su pie para hacer caer a Aemond boca arriba sobre el suelo.

-¿Alys Rios? Tan inocente... -dije con un suspiro de "enamorado", solo para enojarlo pero mi tio me hizo caer al suelo boca arriba para subirse arriba mio sobre mi regazo y pone la hoja de acero sobre mi cuello.

-Toca a Alys y te cortare la cabeza, bastardo... no mr importara arrancarte la lengua.

Yo apreto mis dientes para levantar la rodilla y empujar a Aemond hacia delante para que de un rol y me lo saque de encima, algo que hice a la perfeccion y melevanto rapidamente del suelo sosteniendo mi espada.

-Me das lastima. -dije, apoyando mi espada en el suelo.

Aemond me miro con gracia y una sonrisa maliciosa, tomando aquellas palabras como un reto.

Acto seguido, se levanto de un salto con su espada para venir hacia mi y comenzar un duelo de caballeros junto a las espadas.

Pero la pelea con espadas habia durado poco tiempo, ya que habiamos vuelto a los golpes.

L

e proporciono un golpe con mi mano en el rostro de Aemond para sacarmelo de encima una vez mas, yo ya tenia el labio cortado con un poco de sangre y un gran golpe en el pomulo izquierdo.

Aemond fue mas agil y me dejo de rodillas, posicionandose detras mio y poniendo una daga alrededor de mi cuello, dejandome quieto.

-Vamos, rindete... -dijo y el filo de la daga hacia contacto ya con mi piel, comenzando a abrirla- ¿Quien va a extrañar a un bastardo?

Yo movi mi cuello, causando una pequeña herida con la daga pero no me importo, sino que lo agarre y lo tire hacia delante para cambiar de posicion.

Ahora yo le robe esa daga que traia y se la clave sobre su palma derecha, logrando que atraviese toda su mano hacia el suelo de tierra.

Mi tio dio un grito ahogado, mientras que yo me levantaba y me limpiaba la sangre que salia de mi cuello.

-Vuelve a hablar de mi familia y ellos te quemaran -le dije, para agarrar mi espada y con un pie rengueando me fui con mis dragones.

Aemond intentaba decirme algo pero el dolor se lo impedia.

Mi mano cubre todo mi cuello para detener el sangrado, ya que esta saliendo bastante y tengo que curarme. Mi tobillo duele y me impide caminar bien, necesito una cama.

Nocturno me da sus escamas para apoyarme, mientras me protege como todos los dragones.

-Hay que volver a casa... -les dije a ellos, en alto valyrio y la respiracion entre cortada.

[...]

Actualidad | DragonStone

Salgo de mi cabeza tras parpadear varias veces, habia recordado toda esa ultima pelea con Aemond en la Fosa de dragones.

Luego de eso, me subi a Nocturno y volvimos a mi hogar volando, al igual que mi madre, mi padre y mis hermanos.

Una vez que habiamos llegado, los Maestres me cocieron el cuello ya que me habia desmayado por la perdida de sangre y apenas podia mantenerme en el vuelo.

Ahora mismo, estaba de pie frente a un gran ventanal con los brazos cruzados y una expresion seria, pensativa: observaba tras el cristal a mis dragones sobre las colinas, ya son adultos y muy peligrosos, digno de un conquistador.

Nocturno es el hijo de Balerion, ahora es el mas peligroso de los dragones, su fuego es negro como la noche, al igual que sus escamas y su gran tamaño.

Mi hermana Lunaerys estaba junto a Aegon y Viserys, jugando en las playas mientras que sus dragones lo protegian a sus lados.

Por otro lado, Aerys estaba practicando el alto valyrio como de costumbre, junto a los maestres y luego mi padre le enseñaba con la espada.

-Jaehaerys...

Casi salto de mi lugar cuando me tocaron el hombro y gire momentaneamente, viendo a mi madre con el ceño fruncido y esperando su respuesta.

-Madre -nombre.

-¿Ocurre algo? Parecias en un trance -me dijo, poniendose a mi lado y ahora los dos miramos por aquel ventanal- No escuchaste mis llamados.

-Lo siento, estaba pensando -y suspire pesadamente, reafirmando mi postura y levantando mi menton- ¿Dijiste algo?

-Tu prometida llegara en unas horas, debes alistarte -menciono y muerdo mi labio. Habia olvidado que iban a venir desde Driftmark a quedarse un tiempo, ya que esta el Consejo de los Negro.

Madre iba a retirarse, pero mi voz la detuvo.

-Yo no quiero casarme.

Mi madre, Vaenyra Targaryen, se detuvo y giro a verme, con sus ojos mas abiertos y sus cejas para arriba, como si fuera la primera vez que escucho una queja de mis labios.

-Yo no quiero casarme con Baela Velaryon, no quiero casarme -exclame, empezando a desahogarme- Madre, no me obligues.

-Los vinculos con la casa Velaryon son muy debiles, casi invisibles -me respondio mi madre, a lo que yo ladeo mi cabeza- Una alianza los fortalezera de vuelta.

-Madre, yo no voy a casarme y tener hijos con mi media hermana -le recorde, teniendo mi tono serio y mis cejas fruncidas- Y lo sabes muy bien. No puedes obligarme.

Mi madre vino hacia mi, agarrando mi rostro con su mano derecha para que ambos nos veamos bien. Sus dedos se clavan en mi piel, haciendo un poco de presion.

-Jaehaerys Targaryen... llevas el nombre de un gran Rey, espadachin y jinete -me recordo, con un tono para que solamente nosotros dos escuchemos- Eres el Principe Dragon, el Padre de Dragones: el de la profecia y sueño de Aegon el Conquistador... -añadio, haciendo que nuestras frentes se unan y yo tense mi mandibula- Debes cumplir con tu deber, hijo mio... mantener el honor entre las casas y la union, eres mi descendencia y mi legado.

Yo me mordi la mejilla interior, apretando mas mi mandibula y agarre la mano de mi madre con mi zurda, sacandola de mi rostro con cuidado (y algo de fuerza).

Poco a poco, me separe de mi madre pero sin soltar su mano.

-A ti te obligaron a casarte con Laenor Velaryon, pero ustedes no me van a obligar a mi -le recalque, ahora si soltando su mano y tirandola al suelo. La diferencia de altura es grande y yo agacho mi mirada para verla.

Fue en ese momento que por primera vez desde que tengo memoria y nunca antes hecho, mi mejilla izquierda empezo a arderme por la mano derecha de mi madre.

Mi rostro se volteo hacia la derecha, pero volvi a mirar a mi madre lentamente.

Y tambien ese momento, interrumpiendo, las dos puertas del despacho se abrieron y entro el gran Daemon Targaryen, viendo la tension de su esposa y su primogenito.

-¿Que ocurre? -pregunto, escuchando su voz en cada rincon del despacho.

Ninguno respondio.

Es mas, yo decidi marcharme a pasos rapidos y pasando por alado de mi padre, sin decirle nada y cerrar las puertas detras mio.

Sin mas, empece a correr, correr como si me estuviera escapando y con la adrenalina sintiendo por mis venas, la euforia apoderandose de mi sistema.

Fui directo con Nocturno, subiendome de un salto y pidiendole que me lleve lejos, sin importar adonde pero que me saque de este lugar.

[...]

Mi ausencia de horas se habia convertido en dias, mi hijo me habia llevado de vuelta a Westeros, directo al Norte y mucho mas alla de la muralla.

Nocturno sintio mi deseo de escapar, por lo que me llevo al norte para que nadie mas nos encuentre.

Mis manos sienten el fuego de la fogata al punto de quemarse, pero no me importa, el fuego nunca es suficiente para un dragon.

Estar en la nada misma y conmigo mismo me hace escuchar a la nada misma, el silencio absoluto de la oscuridad y a mis propios pensamientos que sobresalen de mi cabeza.

Acaricio levemente a mi hijo, sintiendo cada escama de su piel y que son mas duras y asperas que una roca, son lastimables. Para que nadie lastime su interior muy suave y debil.

-Al final de todo, siempre seremos nosotros dos... -le dije a mi dragon, recibiendo como respuesta un suspiro pesado, levantando algo de nieve del suelo- Lo dije una vez, y sabias que tenia razon: solo nosotros dos.

Suelto una risa al escuchar que mi hijo resopla, no me quiere dar la razon pero en el fondo sabe que si la tengo.

-Tu orgullo no es mas grande que el mio, Nocturno -le recalque burlon. Nocturno mueve su cola y lanza una gran cantidad de nieve hacia mi- ¡Ey! -dije sacandome la nieve de encima, mientras rio- Eso no es justo.

Me tire de vuelta en la nieve y acostando mi espalda sobre sus escamas, mirando el cielo nocturno y sin estrellas.

Esta vista me da paz, ojala pudiera quedarme aqui para siempre.

Mi hijo ruge por lo bajo, a lo que yo pongo mis dos manos debajo de mi nuca y asiento, dandole la razon.

-Tienes razon, no puedo quedarme aqui para siempre -le conteste, tambien pienso que nuestras mentes estan conectadas- Pero deja que disfrute esta noche sin titulos ni tareas. Solo contigo.

Un fuerte viento vino del norte, apagando la fogata que se encontraba frente a mis pies, ahora dejandome sin calor.

Mi dragon me cubre con su ala derecha, mientras yo me acomodo en la nieve para poder dormirme.

-¿Sabes? Sera genial ser un rey, como Aegon el Conquistador -le digo, debo parecer un demente hablando con su dragon- Pero seria mas genial no casarte con nadie. Sin tener un deber.

Nocturno ruge. Yo asiento lentamente con la cabeza.

-Que seria sin ti, Nocturno... -mencione. Cerre mis ojos de a poco, empezando a conciliar el sueño.

[...]

Nocturno desciende sobre las colinas de Dragonstone, tras una larga ausencia de una semana.

Bajo de mi hijo de un salto, viendo que los demas dragones estaban sobrevolando el castillo oscuro y los mas pequeños estaban con Aerys y Aegon.

-¡Jaehaerys! -gire cuando escuche el chillido de mi hermana Lunaerys venir hacia mi corriendo. La pequeña salto sobre mi y yo la eleve en mis brazos.

-Luna... -salude y la abrace fuertemente, cerrando mis ojos. Al menos alguien noto mi ausencia.

-¿Donde estabas? -me pregunto en alto valyrio. Me sorprende que ella domine el valyrio tan rapido y facil como Aegon y Aerys. Solo espero que Viserys lo capte de igual forma- Me puse triste.

-Tu hermano fue al norte, con Nocturno -le conteste con el mismo dialecto. Mientras camino hacia el interior del castillo- ¿Que paso aqui?

-El abuelo murio...

Me detengo en seco al escuchar la lengua valyriana de mi hermanita, la veo con mas atencion y mis ojos tan abiertos como platos.

¿Escuche bien?

-¿Que? -fue lo unico que salio de mi boca, hablando en la lengua normal y senti que oro hirviendo me baño de la cabeza a los pies.

-El abuelo Viserys murio, mama y papa estan con el consejo Negro ahora -me explico la pequeña de ojos azules y cabello platinado, señalando la torre del tambor de piedra, la mas alta- La guerra va a comenzar...

Me voy una semana y mi abuelo muere, mierda.

Tantoa recuerdos tuve con mi abuelo Viserys, tantas memorias sin los dos hijos estupidos que tuvo con Alicent Hightower. Todo se fue por la borda.

Mis padres y el consejo Negro deberan estar como locos, decidiendo que va a pasar.

Si mi abuelo murio, significa que la sucesion de mi madre como Reina de los Siete Reino no tardara en llegar, al igual que la guerra y la Danza de Dragones. La que mi pequeña hermana clamo en sus sueños.

Lunaerys predijo en sus sueños la famosa Danza de Dragones: una guerra que comenzara despues de la sucesion de mi madre al Trono de Hierro y todo lo que se desatara.

Guerra, muerte, sangre y dolor...

Los dragones bailaran en el cielo, ardiendo durante el vuelo y moviendose entre las nubes.

Todo sera un completo caos, sino lo hacemos bien.

Mi hermana solamente me lo conto a mi, pero sera cuestion de tiempo para que yo tenga que decirselo a todo el consejo negro de lo que pasara si no somos consciente e inteligentes.

No le conteste a mi hermana menor, sino que camine mas rapido para entrar en el castillo, buscando a mis padres.

[...]

Azote las puertas de la sala de la mesa tallada, donde se encontraba la mesa que Aegon el Conquistador mando a tallar de todo Westeros.

Mis padres estaban ahi hablando, pero se callaron y giraron ante el ruido de la puerta.

-Vaya... el primogenito acaba de volver -clamo mi padre con un tono burlon y uno de sarcasmo a su vez- ¿Donde te fuiste?

-¿Cuando iban a decirme que mi abuelo murio? -en este momento no estoy para las bromas de mi padre. Me dirigi a ellos dos, con pasos amenazantes.

-Cuando dejes de comportarte como un niño caprichoso y tomes tus deberes -ahora es mi madre quien me hablo. Me sorprende que ahora me trate como uno del monton y no como su primogenito.

-Hablas de tu padre y mi abuelo, algo que me conscierne -le recalque, manteniendo el respeto para que no me abofetee de vuelta- ¿Y que vamos a hacer? ¿Quedarnos aqui a mirarnos las caras? Me niego.

-¿Y que propones? -pregunto mi padre, sentandose en un trono de madera mientras mi madre se ponia de pie a su lado y el tomaba su mano, cruzando sus piernas.

-La sucesion de madre sera en cualquier momento, sera cuestion para que estemos listos y decidamos defender nuestra familia -plasmee. No tendremos mucho tiempo cuando se desate la guerra por el trono de hierro. Tambien tengo que defender mi trono, al igual que Aerys el de Driftmark.

Mis padres no responden a mi peticion, lo que incita que golpee la mesa de Aegon con ambas manos, mas enojado que antes.

-¡Mierda! Contesten -exclame. Totalmente desesperado y con poca paciencia.

-La sucesion ya esta preparada, Jaehaerys -me informo mi padre- Solo hay que contar los dias para volver a Kingslanding y coronar a tu madre como Reina de los Siete Reinos.

-¿Y que hay de la guerra? -pregunte.

-Junto a tu padre, mi hermana, la casa Velaryon y nuestros dragones: mi reclamo no sera facil de atacar ni mucho menos de intimidar -ahora es mi madre quien me respondio- Tienes que relajarte, nadie clamo ningun sueño de esto, hijo.

Yo cierro la boca, pero si se enterara que su unica hija predijo la masacre de la danza de dragones ya no diria lo mismo y estaria planeando algo mejor.

En ese momento, mi padre se asomo por el balcon.

-¿Quienes son? -pregunte y me dedique a salir directo al balcon, tambien queriendo ver de quien se trataba.

-Nuestras tropas, estan listas -respondio el gran Daemon Targaryen, golpeando levemente mi espalda y yo lo miro confundido.

¿Donde estan las tropas Velaryon? ¿Y la princesa Rhaenys?

Crei que ella vendria a la reunion del consejo.

[...]

-¿Que opinas de todo esto, Erryk? -le pregunte a mi escudero y protector de mi madre. Sir Errik Cargyll, fiel a los Negros y mi acompañante.

Tras la pelea con mi tio Aemond y luego de perforarle el ojo, mi abuelo nos envio devuelta a Dragonstone con Erryk debido a que Sir Harwin Strong habia vuelto a Harrenhall.

Erryk tiene un gemelo: Arryk Cargyll, tan identicos como dos gotas de agua y que todos lo confunden.

Arryk tras la pelea con mi tio hace años, se convirtio en el escudero de Aemond, ya que este es fiel a los Verdes

-Es un tema delicado, Majestad -me replico mi acompañante y suspire. Si que lo es- Me preocupa mas mi hermano gemelo, honestamente.

-Los Verdes y los Negros. Dos bandos. Una guerra -proclame, mirando la luna en el suelo- Hay un dicho que dice: "Locura y grandeza son dos caras de la misma moneda y cada vez que un Targaryen nace, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caerá" -e hice una pausa, para mirar a mi acompañante mientras me apoyaba en el marmol del balcon- Y mi hermano Viserys nacio recientemente... no me extrañaria que caigamos en la grandeza... o en la locura...

Y me despegue lentamente del marmol, para darme media vuelta e irme de ahi mismo, con un completo silencio de funeral.

Locura... O Grandeza...

Nuestra sangre lleva la locura, solo que varia si es de nacimiento, o se desarrolla con los años.












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¡Hola!

Este capitulo es completamente mio ya que el capitulo nueve de la serie de HBO esta centrado solamente en los verdes, quise escribirlo para no dejarlos sin nada hasta el capitulo diez.

El capitulo se centra solamente en Jaehaerys y su perspectiva, asi lo conocen un poco mas por dentro y sus deseos.

¡ATENCION!

Apartir de ahora, Lunaerys Targaryen (protagonizada por Mckenna Gracese volvera un importante personaje y tendra un papel importante en la trama de la novela. Ya que la niña predijo toda la Danza de Dragones (como se le conoce) y es la unica que sabe como ganar la guerra. (Para los que vieron la serie Game of Thrones ella sera como un Cuervo de Tres Ojos)

Por eso los Verdes y los Negros mataran y viviran por ella.

Helaena Targaryen no tiene predicciones, pero Lunaerys ya predijo y vio toda la guerra en sus sueños, tal como Aegon el Conquistador vio al Principe Dragon.

Jaehaerys decidio no contarle a nadie de su familia, ya que es un "tesoro" que el solo quiere poseer

ACLARACION:

Jaehaerys tiene la edad de Aemond ya que Vaenyra lo tuvo cuando tenia 17 años (ella quedo embarazada tras la boda con Laenor) mientras que los gemelos tendran 15, Aegon 8 y Viserys dias de vida.

Espero que les guste.

¡Comenta y Estrellita!

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