《Vaenyra》

Suspiro pesadamente una vez mas, es como la decima vez en la hora que lo hago.

¿Cuando terminara esta tortura? Prefiero mil veces el castigo de los Dioses antes que esto.

Estoy desde las ocho de la mañana aqui sentada y ya me quiero ir, aparte de que ya tengo hambre y me marchare cuando alguien me cruce los cables.

No se que es peor, si ver y conocer a todos los pretendientes que mi padre tenia para casarme o si tener que elegir a mi Mano cuando ascienda.

Muchos de los lores son muchos mas viejos que mi padre o son mucho mas jovenes que yo. No hay punto medio.

Luego de un Lord del norte (mas viejo que mi padre), se presento un niño (de unos doce tal vez) con una tierna mirada y que no sabe que hace aqui. Algunos lores empiezan a reirse de la burla al verlo.

Sus padres mandaron al niño como pretendiente ya que es muy sucepcible a ello.

-Suficiente -dije satisfecha y me pare de inmediato de mi asiento, comenzo a caminar rapidamente con Cristol Cole hacia la salida. He tenido mucho de esto por hoy.

Mientras caminabamos escuche un grito a mis espaldas y gire rapido, viendo al pequeño con una gran espada en manos y junto a el, el guardia que se burlaba de el con la boca del estomago abierta de punta a punta.

Lo tomare en cuenta por ello.

[...]

Una vez finalizado esa especie de casting, navegamos por el mar angosto de vuelta a Desembarco, con cero respuestas de matrimonio hacia mi padre.

Me centraba en mirar la enorme fortaleza a kilometros y en lo alto, debi venirme en FuegoLunar pero Rhaenyra fue a volar un rato junto a los dragones para despejarse.

-¡Dragon!

Habian gritado mis guardias, todos giramos cuando una enorme criatura roja se asomo por el cielo, pasando por encima del barco y empujandolo con su pesada pata, casi desviando.

Yo perdi el equilibrio y termine cayendo al suelo (como todos los demas) pero golpeandome la frente contra la cornisa.

-¡Princesa! -exclamo alterado Sir Cole, ayudando a levantarme- ¿Se encuentra bien?

Cristol esperaba mi respuesta, pero yo estaba sorprendida de ver aquel dragon volar hacia Desembarco del Rey. Una sonrisa se formo en mi rostro, totalmente inesperada.

El volvio.

[...]

Fui la primera en bajar cuando pisamos tierra firme, empezando a correr como alma que se lleva los dioses hacia el interior del castillo.

El volvio, ¡el volvio!

Me dirijo hacia el salon del trono donde toda la corte se estaba reuniendo, esperando a la visita inesperada para poder verla mejor.

Su triunfo en los Peldaños de Piedra fue excelente, o eso es lo que dice la familia Velaryion y sus hombres.

Me mezclo entre todas las doncellas de un lado, pero me mantengo muy pegada al Trono de Hierro, para poder ver mejor la escena.

Diablos, Rhaenyra... te vas a perder esto.

Miro a mi padre y esta igual de confundido que yo, nuestras miradas se ven pero se desvian cuando el salon se callo y las dos puertas de entradas se abrieron lentamente.

Todos los caballeros formaron "paredes" entre los lores y las doncellas, formando un camino directo hacia el trono de hierro donde estaba papa.

Cuando se abrieron las puertas, se pudo ver a un Daemon Targaryen (con el cabello corto) y una corona de madera en su cabeza, con su impecable armadura oscura.

Su cabello, ¿que se hizo ahora?

Daemon no da mucho indicios para hablar, sino que empieza a caminar por el camino de alfombra directo a mi padre, con una mano en su cinturon y creyendose el Rey de aqui.

Miles de pares de ojos lo siguen, estudiando el camino que recorre.

Daemon no se detuvo ni por la guardia Real de mi padre, quienes desenfundaron su espada rapidamente para detenerlo. Las espadas lo apuntan, pero Daemon se acerco a la punta de una para que toque el pecho de su armadura.

¿Que hace?

Acto seguido, levanta su mano donde cargaba una especie de martillo, enseñandoselo a mi padre.

Y sin mas, se lo arrojo a los pies.

-Para el Trono -dijo con cierta burla y sin ganas de que mi padre haya enviado a su ejercito a ayudarlo.

Papa estaba de pie delante del trono, no estaba muy contento con la accion de su hermanito.

-Tienes una corona... ¿tambien te haces llamar Rey? -le pregunto ironicamente.

-Cuando derrotamos a la triarquia, me nombraron Rey del Mar Angosto -le respondio Daemon con una leve sonrisa- Sin embargo, solamente hay un Rey, Alteza...

Sin embargo, todos nos quedamos sin palabras cuando Daemon SE ARRODILLO frente a su Rey, agachando su cabeza directo al suelo.

Algunos empezaron a susurrar de que esto se trataba de una broma, pero el resto nos manteniamos en silencio en las sombras.

-Mi corona y los Peldaños de piedra, son suyos... -replico, sacandose su corona de madera para mirar a su hermano.

Viserys lo miro algo fingido.

-¿Donde esta Lord Corlys?

-Zarpo a casa, a Driftmark -respondio Daemon. El cruce entre Otto y Corlys no iba a ser bueno.

-¿Y quien cuida los Peldaños? -pregunto papa, parece que todavia no le caia la ficha de todo lo ocurrido.

-Las mareas... -e hizo una leve pausa- Los cangrejos, y dos mil corsarios muertos de la triarquia, empalados en la arena como advertencia de quienes sigan.

Un escalofrio recorrio toda mi columna al escuchar eso ultimo.

Papa se levanto de su asiento rapidamente, caminando hacia su hermano menor y tambien desenfundando su espada de acelo valyriano. Se acerco a Daemon con una expresion de enojo e incluso, con ganas de cortarle la cabeza.

Los dos hermanos se enfrentaron, Viserys tomo la corona de Daemon para examinarla y luego, se la entrego a un caballero.

Todo el mundo, estaba en silencio esperando que el Rey haga algo con su hermano de una buena vez.

-De pie -y Daemon le hizo caso. Viserys toco el hombro de su hermano y luego lo atrajo a su hombro para abrazarlo rapido, volviendo a ganar su confianza.

El salon se lleno de aplausos. Incluso de los mios.

[...]

Un gran festin se llevo a cabo en nombre de Daemon y su hazaña en los peldaños de piedra.

Escucho como mi padre le cuenta a Alicent cuando Daemon iba a pelear en su nombre y siempre volvia victorioso.

-Diablos, ¿donde estabas? -le dije a Rhaenyra cuando me salto encima para sorprenderme. Desaparecio toda la bendita mañana.

-Lo siento, he estado volando -se excuso con una leve sonrisa y agarro una fritura de la mesa para comerla- Parece que todo aqui se tranquilizo.

-Si... podria decirse que si -digo mirando a Daemon y viceversa, el no parece prestarle ni la minima atencion a mi padre- ¿Como fue el sur?

Rhaenyra subio sus hombros.

-Es igual de aburrido, no hay una sola parte que no hayamos conocido ya -dijo sin mucho interes, viendo todo lo que habia en la mesa para comer- Deberiamos ir al norte, a ver.

-Mas alla de la muralla -propuse y los ojos se mi hermana empezaron a brillar. Desde niñas queremos conocer mas alla de CastleBlack- ¿Cuando zarpamos?

Mi hermana no contesto, sino que vio (y yo tambien) como Alicent se marchaba de mi tio y mi padre tras ofrecer enseñarle la nueva galeria y los tapices a mi tio, pero mi padre se burlo de aquello. La Reina caminaba sola directo al interior del castillo, algo que a mi hermana llamo la atencion.

-Ve -le dije y ella me miro, yo asiento con la cabeza. Ella sabe lo que digo- Se que quieres hacerlo.

Rhaenyra y Alicent tenian un fuerte lazo que ambas extrañan. Deberian aprovechar lo que tienen.

Mi hermana me agradece, antes de salir tras Alicent para que puedan hablar.

[...]

Una vez finalizado el festin, todos los lores y las doncellas habian ingresado al castillo junto a mi padre.

El patio quedo completamente solitario, ni los que limpiaban estaban, todos se habian ido.

Yo salgo al patio, pero me topo con una persona mirando al sol y descansando su vista mientras siente el viento en su rostro.

-Te veias muy contento en Dragonstone -dije, en alto valyrio mientras me encaminaba a la figura- ¿Por que el regreso? -me acerco mas a el y al arbol de los dioses, que tenia unas hermosas hojas rojizas- De seguro hay algo mas aparte de burlarte de mi padre.

Daemon me sonrie de lado, para luego dar un paso hacia delante y observar su regalo alrededor de mi cuello.

Sus ojos hechizan, su mirada hechiza.

-¿Y? ¿Que quieres? -le dije, manteniendo esa cercania de ambos.

-Solo la comodidad del hogar -respondio sin muchas vueltas, pero ami no me convence y pasa por alado mio para irse a la mesa del festin, yo me giro y prosigo a seguirlo.

-Este es el ultimo lugar donde te sentirias comodo -le recuerdo cada palabra que el me decia durante años- Pero al parecer, sus aventuras te han hecho madurar.

-Tu misma has madurado en estos ultimos cuatro años, Princesa -me responde y yo ladeo mi cabeza- Te acostumbras a la atencion.

-La atencion soporto, no soporto lo que no quiero -me justifico mirando a otro lado- Mi padre me ofrece como el Cirvo Blanco a cualquier Lord o Lannister que se le cruce por el camino.

Daemon se rie, pero yo lo miro ofendida.

-Eso no hubiese pasado si venias conmigo, ¿no? -y se movio hacia un sillon para poner los pies encima de la mesa. Yo me quedo sin palabras ante eso- El matrimonio solo es un acuerdo politico -siguio hablando pero esta vez en valyrio- Una vez casada puedes hacer lo que quieras.

-Es facil para un hombre, se casa con una Reina y se convierte en el Rey -le respondi friamente- Para ella, se convierte en nada cuando le quitan el poder. Es una sentencia de muerte -digo hablando de mama y su tormento.

-Ojala lo fuera, me habria deshecho de mi perra de bronce hace años -respondio de mala gana y me entrego su copa de vino que con gusto tome un gran sorbo. Sintiendo el liquido amargo recorrer mi garganta y tener aquel sabor en mi boca.

-Tu esposa es afortunada -dije despues de tomar y Daemon se rie- No has puesto un niño en ella.

-Dudo que un niño pueda crecer en un ambiente tan hostil -me recordo y ahora yo soy la que rio, dandole la razon.

Mi risa cesa, recordando un hecho que me dejo pensativa.

-Mi madre murio dandole herederos a mi padre -le dije, con un tono dificil- Ese no va a hacer mi destino.

-Lo que le paso a tu madre fue una tragedia -dijo Daemon mirando a un lado, tambien incomodo por la situacion- Pero es parte de este mundo tragico. No puedes vivir con miedo, o renunciaras a lo mejor de ella.

-Vivir con miedo nunca fue una opcion -le dije dejando en tension nuestro espacio. Ganandome una sonrisa de Daemon y luego, se acerco para besarme lentamente.

[...]

Llegue a mi habitacion luego de un cansador dia, comenzando a sacarme los aretes para poder dormir.

Pero agarro una bolsa de cuero (que no es mia) que colgaba de una silla y la abro para poder ver mejor. Me encuentro con varias telas de muda comunes y un pergamino que abro de inmediato.

Es un mapa con letras en valyrio.

Me giro en direccion lo que indica el mapa: la pared con dragones y targaryens de ceramica. ¿Adonde me llevas?

Corro el mueble y deslizo aquella pared para encontrarme con un pasadizo secreto y escaleras hacia abajo. Esto va a hacer divertido.

Me cambie rapido con la ropa que me habian dejado y comence a bajar las escaleras corriendo, explorando que todo esto era parte de las catacumbas, saliendo al sotano donde estaba la cabeza de Balerion.

Jamas habia recorrido este pasillo.

Cuando salgo hacia la luz, me encuentro con un Daemon risueño y cubierto con una capa verde oscura, esperando por mi.

Yo sonrio para acercarme a el y unir nuestros labios en un fugaz beso. A lo que soy correspondida y nuestras manos se juntan.

-¿Adonde me llevas? -le pregunte cuando nuestra mano estaba entrelazada y me guiaba por las calles de Desembarco. Donde no habia conocido jamas.

Nos metemos en un callejon artistico donde hombres juegan con el fuego y hacen expetaculos con ello; donde las mujeres te tiran las cartas y dicen tu futuro; musica callejera o personas cogiendo en un rincon.

Me quedo asombrada al conocer este lado divertido de la ciudad y un hombre haciendo equilibrio sobre una cuerda fina y cargando espadas.

-¡Aun lado, niño! -un ebrio me empujo y siguio caminando. Pero yo me rei y mire a Daemon.

-Me dijo niño. -dije y me rei.

Ahora, Daemon me llevo a una obra de teatro donde me insultan por ser la heredera y mujer, las mujeres me gritan Golfa o Puta, pero es lo mismo.

Yo suspire antes de alejarme de ahi, quiero una noche libre sin cargar el peso de mi herencia.

-¿Adonde vas? -Daemon me seguia por detras.

-Por una noche, quiero vivir sin saber que mi reinado tendra consecuencias -le recorde, con un tono seco y caminando por un vacio callejon.

Me acerco a un hombre que vendia fresas recien cosechadas, para robarle una y salir corriendo de ahi.

Siento la adrenalida de robar en mi sangre y correr como si mi vida dependiera de aquello, doblo en un pasillo evitando que Daemon me siguiera.

Pero al doblar, alguien me sujeto del cuello y me paro.

-¿Y tu de quien huyes? -me pregunto roncamente y yo sintiendo el corazon en mi boca.

-Sir Harwin... -gemi.

-¿Princesa Vaenyra? -susurro el y miro que alguien mas se acercaba a nosotros, por lo que me empujo fuertemente para seguir con la escena. Gracias a dios- Ten cuidado niño, la proxima no tendras tanta suerte -y se fue.

-¿Lo disfrutaste? -me dijo Daemon caminando junto a mi, a lo que yo rio y empiezo a bailar y saltar.

-¿Una fresa? -y se la ofreci, a lo que el rie y la agarra para comenzar a comerla- Quien sabe cuando volvere a sentirme libre.

Daemon vuelve a reir y junta nuestras manos, siguiendo nuestro camino de tal forma.

Caminamos durante minutos, llegando a un callejon mucho mas sexual. Habia bailes eroticos por varios lados, la gente disfrutaba del show en vivo mientras disfrutaban de la musica de fondo.

Era como una fiesta sexual. Las mujeres bailaban y se tocaban entre ellas sobre una pequeña tarima frente a los ojos de todo.

Daemon se deshizo de un largo abrigo y del mio, tomando del vino que le ofrecian y agarro mi mano algo con fuerza para llevarme a un lado distinto.

-¿Adonde vamos? -dije pero no recibi respuesta de el. Bajamos unas escaleras hacia una especie de pasillo.

Daemon me quito el gorro que tenia, dandoselo a una musa que ahi habia y seguia guiandome.

Nos metimos en otro pasillo donde muchos mantenian relaciones sexuales en pequeños cuartos con vistas. Hombres con hombres, mujeres con mujeres. Orgias y cualquier tipo de fetiche que uno podria llegar a imaginar.

Un chico que se encontraba en un grupete me guiño el ojo, incitandome a entrar. Pero yo le sonrei antes de seguir caminando con Daemon.

La mayorias de las mujeres susurraban y reian por lo bajo al ver a Daemon, quien parece que tiene popularidad en este lugar. Otras, le hacian señas para que se una a su fiesta, pero el no les hacia caso ya que estaba conmigo.

Daemon corrio una cortina y nos metimos en una gran habitacion donde habia varias personas como en una especie de orgia.

-¿Que es este lugar? -dije viendo a dos chicos hermosos que se desvestian mutuamente con lentitud. No habia conocido este sector jamas.

-Es donde la gente toma lo que quiere -me respondio por fin, despues de cuantos minutos quien sabe y yo empiezo a ver todo mi alrededor mientras Daemon se posicionaba frente a mi- Coger es placer, ¿lo ves?... -susurro, yo veo a todos con todos- Para la mujer como para el hombre.

Ahora, comenzamos a besarnos muy lentamente con cuidado, moviendo nuestros labios por encima del otro, como si nos fueramos a romper.

-El matrimonio es deber, es cierto... -me susurro sobre mis labios, acariciando mi rostro- Pero eso no evita que hagamos lo que queramos -y volvio a besarme- con quien queramos -me dijo en mi boca.

Mis manos se posan en su nuca y se mezcla entre sus cabellos. Sin romper el beso, gimo cuando mi espalda choca contra una pared y me quedo atrapada ahi.

Sus besos son tan necesitados al igual que los mios, gimo entre el beso cuando sus manos desabrochan mi camisa y la abren, dejando ver mi busto y tocar mi piel con mucho cuidado.

Muerdo su labio inferior y lo traigo hacia mi con lentitud, logrando que Daemon se enloquezca mas y me gire, poniendo mi pecho contra la pared. Mi mano se pone encima de la pared y apoya su mano sobre la mia.

Un recorrido de besos comienza a hacerse sobre la piel de mi cuello y yo comienzo a gemir ahogadamente mientras me voy excitando mas, pasando mi brazo por atras para seguir tocando su cabello.

Yo me giro rapidamente pidiendo mas de su boca, lo sujeto del cuello para seguir besandolo, desabrochando su camisa para sacarsela.

Daemon me sujeta y me dirije a una habitacion privada, recostandome sobre un colchon y posicionandose encima mio.

Nos deshicimos de la poca ropa que nos quedaba y nos miramos fijamente durante unos segundos.

Entrelazamos nuestros dedos a ambos lados de mi cabeza, sintiendo que el entraba en mi y eso nos generaba placer a ambos. Daemon comenzo a mover lentamente mientras seguia besandome, haciendome gemir.

Yo me abrazo a su cuello y ahora cambiamos de posiciones, yo arriba de el y comence a moverme lentamente mientras el cerraba sus ojos llevado por el placer. Sus manos se posicionaban sobre mi cintura para ayudar a moverme y las mias sobre su pecho.

Mis movimientos cambiaron, pasando a ser circulares para generar mas placer.

Este era nuestro pecado original.

El pecado que nos llevaria a las consecuencias.

Pero, no nos importaba mientras nos tengamos el uno al otro.

[...]

Al Otro Dia

Luego de esa noche de placer, volvi a mi habitacion para dormir cuando el sol se puso, evitando que me vean.

Daemon se habia quedado ahi, pero yo no iba a quedarme a dormir en ese burdel.

-Adelante -gemi totalmente dormida, cuando tocaban las puertas de mi habitacion hasta tal punto de taladrarme la cabeza.

A la habitacion entro Alicent, un tanto enfadada y casi tirando la puerta abajo. Yo la mire desde mi cama sin entender que pasaba.

-¿Que paso? ¿Que has hecho? -me interrogo sin dejarme responder- ¿Que has hecho, Vaenyra?

-¿De que hablas? -le dije sentandome en la cama.

-Tu y Daemon... -menciono y mi corazon se paro- Los vieron en una casa de burdel anoche, ¿que has hecho?

-¿Que? -dije shockeada y temblando- No hicimos nada.

-Eso no le dijeron a...

-¿"Dijeron"? -repeti interrumpiendola y ella se callo por fin- ¿Quien le dijo a quien?

Alicent respira. A lo que yo entiendo a la perfeccion.

-¿Tu padre me espia? -le pregunte pero ella miro a otro lado- ¿¡Quien le dijo a tu padre?!

¡Mierda, mierda, mierda!

[...]

《Narrador Omnisciente》

Mientras Vaenyra lidiaba con Alicent para intentar esconder lo que habia pasado con su tio anoche, Viserys lidiaba con el problema de si creerle o no a Otto Hightower, su Mano.

El Rey conto con el dilema de si hacerle caso a no, pues espiar a su hija mayor y difuminar por todos los lados que se habia cogido a su tio no era digno de el. Mucho menos mentirle de esa forma o hacerle creer que su hija hace eso.

Pero luego de eso, termino por pedir que sus caballeros traigan a Daemon a una reunion privada con su hermano y asi lo hicieron: los hombres armados traian a un resacado Daemon Targaryen, arrastrandolo.

Daemon apenas reconocia donde estaba.

Los hombres tiraron a Daemon sobre el suelo, para retirarse y dejarlos solos.

Viserys vio a su pequeño hermano con tanto asco y decepcion, sin poder creer lo que habia escuchado. El Rey se levanto de su asiento para caminar a Daemon.

-Mi hija... -dijo y Daemon gimo, intentando moverse para verlo, puesta estaba boca abajo- ¿Nisiquiera vas a negarlo?

-Necesito entender el cargo antes de intentar desacreditarlo... -dijo con un tono dormido y con resaca, apenas siendo entendible lo que dijo.

-Tu la deshonraste -y una patada choco contra la columna de Daemon, lo cual lo hizo gemir de dolor y lo giro hacia arriba- Y no dices nada.

-¿Eso que importa, hermano? -dijo Daemon- A la edad de tus hijas cogiamos todo el tiempo en los burdeles de la calle de seda.

-Eramos hombres. Vaenyra es una niña -le recordo con una falsa sonrisa- ¡Tu sobrina! -le recordo.

-Vaenyra ya es una mujer y Rhaenyra ya se coge a uno de tu guardia -le escupio y eso casi tiro al Rey, pero siguio de pie- Agradece que la primera vez de tu heredera sea conmigo y no con una golfa.

-Maldicion -grito Viserys y se subio encima de Daemon para comenzar a estrangularlo- ¡La has arruinado! ¿Que lord la desposara en esa condicion?

-¿Que importa lo que piense algun lord? -le contradijo- ¡Tu eres el dragon! TU PALABRA ES LA VERDAD Y LA LEY.

-Pase mi vida defendiendote, pero tu corazon es mas negro de lo que crei -Viserys vio la sonrisa de Daemon- Deberia desheredarla. Como lo hice contigo y acabar con esto. -y lo solto.

-Que se casa conmigo... -solicito susurrando- Cuando te ofreci mi corona dijiste que podia tener lo que sea. La quiero a Vaenyra...

El padre se shockeo.

-...La tomare como es y me casare como es la tradicion de nuestra casa -continuo Daemon, pero Viserys se le rio en la cara.

-¡Tu ya tienes esposa!

-Aun asi, Aegon el Conquistador tomo una segunda esposa -se defendio y Viserys saco su daga para ponerla sobre el cuello de Viserys bruptamente.

-Tu no eres un conquistador -le recordo vilmente- Eres una plaga, enviada para destruirme.

-Dame a Vaenyra como esposa... y le devolveremos la gloria a la casa del dragon.

-Por supuesto -dijo con mucho sarcasmo- No quieres a mi hija. Quieres mi trono...

Y tenia razon, todos querian el trono.

Ahora, Vaenyra se casaria con Sir Laenor Velaryon para asegurar la union politica con la corona y el oceano, poniendo fin a la disputa.

[...]

《Vaenyra》

Me encontraba leyendo en mi habitacion cuando la puerta se abre, dejando ver a uno de los maestres.

-Disculpe la hora, princesa -me dijo y yo deje el gran libro de historias sobre la mesa, para prestarle atencion- Tuve mucho cuidado en su preparacion...si no se elabora apropiadamente podria ser ineficaz o causar desagrasables... -y dejo un frasco con un liquido amarillento en su interior.

-¿Apropiadamente? -dije confundida viendo el frasco- Disculpe, ¿que es esto?

-Un te, princesa... de parte del rey -y con eso ultimo suspire- Para que se deshaga de consecuencias no deseadas.

No es la primera vez que lo tomo, pero yo lo compraba de medicos de desembarco, para evitar consecuencias.

Carajo, papa...