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|02| Un Huevo Robado

《Vaenyra》

Han pasado meses de que mi padre me nombro su heredera al Trono de Hierro, en caso de que pueda pasarle algo a mi padre. Todos los lores me juraron respeto y lealtad a perpetuidad, cuando el muera, ellos me seguiran a mi.

Rhaenyra no me ha hablado desde que le comente la decision de padre, se ha puesto celosa de mi. Pero como su hermana mayor por segundos, debe aceptar que ella es la menor y que sera Reina despues de mi.

Muchos lores no hay estado convencidos de que yo suba al poder, ya que prefieren morir antes que servir a una mujer sentada en el Trono de Hierro.

Los Peldaños de Piedra han sido atacados por el AlimentaCangrejos, un lider de los hombres libres que intenta asustar a la corona, pero no lo ha hecho ni un solo poco. Pero mi padre no quiere desatar una guerra, si fuera por mi iria junto a mi dragon y lo prenderia fuego, como señal de advertencia.

Daemon no dio noticias desde que se fue en Caraxes directo a Dragonstone, pero tengo el presentimiento de que algun dia podra volver a mi, y no se ira mas de mi lado.

Ahora mismo, mi hermana, mi padre y yo nos encontramos comiendo a la luz de la luna y las velas, en completo silencio. Como todo los santos dias sin hacer nada aparte de estudiar politica y las formas de gobernar, mientras que mi hermana sigue sirviendo a mi padre y el consejo, pero esta vez, ya no me cuesta de que hablan ahi adentro.

Tomo de mi copa de vino de miel con cuidado, mientras escucho el movimiento de cubiertos sobre los plato de ceramica. Una cena mas incomoda que la cena anterior.

-Hijas... -nombro mi padre luego de media hora sentarse a comer- Lo siento mucho, a ambas... -y nos miro a cada una- Yo ame a su madre, mucho.

-Nosotras tambien -le dije, dejando mi copa a un lado para enderezar mi espalda. Algo tensa.

-Y saben que ambas pueden decirme lo que sea.

Ambas asentimos.

-Tu tambien, tu eres el Rey -dijo mi gemela bromeando, sacandole una sonrisa a nuestro padre- Otto hoy me presento caballeros muy buenos para escoltarme, pero luego de interrogarlos solo uno de ellos tiene experiencia en el campo de batalla.

Yo rio ligeramente, Rhaenyra siempre pregunta quien tiene experiencia.

-¿Y quien es? -pregunte curiosa, mirandola con atencion.

-Cristol Cole... tiene experiencia en el campo de batalla -me respondio y comienzo a pensar, ese Cole me puede servir como algo mejor que un simple escudero.

-Sir Cristol puede ser un buen lider de la Guardia Nocturna, ahora que Daemon se ha ido -le digo a mi padre y el me ve sorprendido por mi analisis, tanto que asiente con la cabeza dandome la razon.

-Tienes razon. -asintio papa y yo sonrei- Parece un buen Lider.

[...]

No me gustan que los consejeros que mi padre lo acechen como buitres y le exijan un matrimonio politico para tener un heredero.

La Serpiente Marina ha sido el primero en ofrecer a la pequeña Laena Velarion de doce años para casarla con mi padre. Seria un buen aliado, tendriamos el control del completo mar y miles de flotas en caso de emergencia.

Pero aun asi, no hay pasado un año de la muerte de mi madre y ya estan presionandolo para que se case nuevamente.

Camino en los altos balcones del castillo que dan la vista al hermoso jardin lleno de vida y cantos. Siguiendo a mi padre desde las alturas.

Papa camina en los jardines de Aegon, acompañado de la pequeña Laena mientras convensan.

Me quedo quieta unos minutos, intentando leer sus labios pero me es imposible debido a la lejania, pero esto es demasiado.

-Agh... -susurre cuando ya no soportaba la escena, doblando en un pasillo para irme a hacer mis tareas.

Cuando me meti en el otro pasillo, observe a mi tia, la Princesa Rhaenys sentada en uno de los banquetes con una copa de vino en la mano.

Tipica alcoholica.

-Parece que no te gusta lo que ves... -me detuve cuando escuche a mi tia hablar, quedandome quieta- ¿O no?

Aclaro mi garganta, antes de girar la mitad de mi cuerpo para verla.

-¿A usted le gusta ver que su hija de doce se casara con el Rey? -ironize con sarcasmo, pero Rhaenys me miro con indiferencia- Todo sea para convertirla en Reina a usted.

Rhaenys borro su sonrisa de a poco. Toque su punto debil.

-Rhaenys Targaryen, la Reina que nunca fue -y nombre su alias, con "gran" honor en ellas- Pero, mi padre tiene que continuar con su linaje. Ese es el...

-Es el Orden de las cosas... -Rhaenys me saco las palabras de la boca, levantandose de su asiento- Los hombres prefieren que el mundo se caiga antes que ver una mujer en el Trono de Hierro.

Mientras lo decia, ella se apoyaba sobre el barandal de ceramica para ver a su hija y su primo hablando.

-ESE es el orden de las cosas, Vaenyra -finalizo, recalcando la primera palabra y volteo a verme- No tardaran en obligarte a casarte.

-No me van a casar, yo no lo voy a dejar...

Me di vuelta para irme ya de ahi, pero una frase me congelo por completo en mi lugar:

-¿Nisiquiera con Daemon?

No respondi, me encontraba tiesa.

-Las sombras dicen averlos visto juntos el otro dia -continuo- Si tu padre se entera... los enviara al exilio a ambos.

Yo giro mi cabeza a un lado, para verla sobre mi hombro izquiedo.

-Buen dia, Princesa Rhaenys...

Y luego de contestarle, casi me fui corriendo de ahi mismo.

[...]

Decidi alejarme de todo y todos por unas horas, ya que de verdad me estaban sacando dequicio.

Sali del castillo para dar un paseo sola, solamente para meditar un rato, queria apagar mi mente por unas horas antes de que explote.

Me dirigi directo a la fosa de dragones, ya que los dragones me trasmiten paz y desde que era una niña, solia estar sola con ellos durante horas y horas, escondida. Hasta que mi madre me encontraba en medio de la noche y me regañaba, obligandome a regresar al castillo luego de estar todo el dia buscandome.

Nomas di un pie dentro de la fosa, llame la atencion de FuegoLunar y Syrax, que estaban terminando de comer unas ovejas.

La cueva esta tan silenciosa sin Caraxes, ese dragon es muy ruidoso. El tio Daemon siempre fue muy duro en su crianza, pero lo hacia por amor.

-A veces me gustaria escaparme, con ustedes... -susurre, tocando las escamas espinosas de FuegoLunar, sintiendo la rococidad de su piel sobre mi palma- Lejos de todos...

Escuche un rugido, a lo que gire a uno de los rincones mas oscuros de esta cueva, viendo al dueño del grito.

DreamFyre. El dragon de mi abuela paterna, pero que cuando ella murio, nadie volvio a domarla.

La dragona permanecia gran parte del dia en la fosa, jamas salia.

Yo intente acercarme a ella para acariciarla, pero pare al instante que comenzo a gritarme de forma amenazante, pero sus gritos se combinaban con algo de dolor.

-DreamFyre permanecio los ultimos dias asi, extraña... -casi me caigo del susto cuando vi al Maestre Maegor posarse alado mio, viendo al dragon.

-¿Esta herida? -pregunte preocupada, jamas la habia visto tan alterada.

-Ella nunca sale de la cueva, su Majestad -me recordo lo anteriormente dicho- Es raro que este alterada.

-Los gritos de dragones pueden ser a causa de una perdida... o un dolor -recorde los libros leidos de mis antepasados, rodeando a la enorme criatura, empezando a investigarla.

Dreamfyre me grita, como si me quisiera decir algo.

-¿Alguien mas ha entrado a la fosa, Maestre? -le dije un poco alto, ya que estaba detras del dragon y el Maestre del otro lado.

-Su tio cuando vino a buscar a Caraxes, Majestad -me respondio un poco alto- Pero eso fue hace dias... Desde ahi, Dreamfyre comenzo a actuar extraño.

Mientras me seguia hablando yo observe que el dragon tenia un pequeño nido para los huevos que ponia. Ahi estaba el huevo que elegimos para Baelor, lo recuerdo porque era de ella.

Pero... me extraña que ahora, ya no este.

-¿Que...?

Su huevo desaparecio, se lo robaron. El huevo de mi hermano ha sido robado.

No, no, no...

Donde debia estar el huevo, solo habia un pergamino sellado y yo me inclino a agarrarlo, viendo ya el tipo de escritura que se usa. Lo rompo de inmediato para leer el mensaje.

La ira no tardo en llegar en minutos, las manos me temblaban del enojo y mil pensamientos se me pasaban por la mente.

Bastardo.

[...]

Azote las dos puertas que estaban frente a mi con fuerza, logrando un gran estruendo que asusto a todos.

Entre en la sala de reuniones de mi padre con tal furia, todos los lores giraron asustados por el ruido y se levantaron al verme. Incluso mi hermana se sorprendio por mi azote.

-Vaenyra, que...

-¡Maldito Bastardo! -grite en valyrio y arroje el pergamino en medio de la mesa- ¡Maldito lo voy a matar!

-Vaenyra, ¿que sucede? -mi padre estaba sorprendido de mi actitud, pero yo veo que el maestre agarra el pergamino para leerlo.

-Daemon se llevo el huevo de Dreamfyre -sigo hablando en valyrio, contandole- Se llevo el huevo de mi hermano.

El gran Maestre leyo el pergamino en voz alta, era un mensaje de Daemon para nosotros: El robo el huevo de mi hermano y se casara con esa puta barata que tenia, anunciando que esperan un hijo y el huevo es para el niño no nato. En dos dias se anunciara la boda y todos estamos invitados.

Maldito infeliz.

Observe a mi padre estresarse cuando terminaron de leer, pero yo incrementaba mas mi furia.

Dedique gran parte de mi vida a mi tio, y el se termina casando con una puta que ensuciara nuestra casa.

-Su hermano lo provoca, Majestad -dijo Otto, con un tono tranquilo.

-Yo mismo ire a Dragonstone para detener esta falsa -mi padre se levanto, dispuesto a preparar todo su viaje- Daemon quiere llamar mi atencion  con estas estupideces.

-Que su majestad vaya solo alimentaria sus caprichos y lo pondria en peligro -siguio hablando Otto, deteniendo a mi padre- Deja que yo vaya en el nombre de la corona, Majestad.

Oh no sera problema, Otto.

Su preciada Reina asistira a la boda con gusto.

Me di media vuelta para irme de ahi, tirando humo por las orejas.

[...]

La noche habia caido completamente, yo me escape de mi habitacion a escondidas porque me iria volando a Dragonstone para buscar ese huevo.

No esperare la aprobacion de mi padre, si Daemon me quiere ahi, me va a tener.

Espere a que la guardia cambie de turno para venir a la fosa para buscar a FuegoLunar e irme volando cuanto antes.

Prepare la montura y mi armadura oscura, haciendo varias trenzas sobre mi largo cabello platinado para que no me moleste.

-No te iras.

Me quede quieta ante esa voz, logrando que gire la mitad de mi cuerpo.

-Tu no iras, Rhaenyra -le dije, mientras ataba la montura mas fuerte para que no se mueva- Esto es entre Daemon y yo.

-Daemon se robo el huevo de nuestro hermano -Rhaenyra me tomo del brazo y me giro bruscamente para que la vea- Esto me conscierne tambien, Vaenyra.

-No te voy a arriesgar, hernana...

-Tampoco dejare que vayas sola -me interrumpio, callandome rapido- Lo haremos juntas, o nada.

Ahora, ambas nos quedamos en silencio mirandonos. Pero estamos pensando exactamente lo mismo: no abandonamos a la otra.

-Dijimos que hariamos cualquier cosa junta, no importa si una es Reina o no -siguio hablando, recordando nuestra promesa cuando teniamos seis años y nos dedicabamos a robar los postres de la cocina del reino- Vaenyra, por favor...

Yo tome aire, pensando mi respuesta.

No la quiero arriesgar, seria mi completa culpa si algo llegara a pasarle a mi hermana gemela. Pero sin ella, mi cuerpo esta incompleto.

Suspire ya rendida, tomando su mano para entrelazarla con la mia, dandole la razon.

-Siempre juntas -susurre, en valyrio.

[...]

Volamos casi toda la noche, pero logramos llegar a la aislada y solitaria fortaleza de Dragonstone: mi segundo hogar.

Desde niña, Daemon me traia siempre y me leia historias de la familia y me enseñaba antes de dormir. Viajabamos sobre Caraxes en el mar angosto y volvimos, escapando de todos.

Extraño ese tio muy cercano a mi.

-Oh mierda... -susurre al ver los barcos de la serpiente marina ya estancados en el mar, ellos llegaron primero.

-¡Mira! -mire la direccion señalada por Rhaenyra; Caraxes estaba sobre una montaña mirando el puente donde se llevaba la disputa, Caraxes estaba preparado para atacar si Daemon le decia Dracarys.

-Asegura que Caraxes no haga nada, vigila -le dije y mi hermana asintio, para luego desviar a su dragon y desaparecer en la niebla. Dejandome sola.

Veo a Otto enfrentado a Daemon que carga el huevo y alado, su exclava sexual vestida de blanco. Hay caballeros detras de cada lider, con las espadas en sus manos.

Caraxes ruje, para marcar su territorio y quien es el Rey ahi. Pero no sera por mucho.

FuegoLunar rugio bastante alto, para que todos escuchen y empiecen a buscarlo por todas las direcciones.

En cuestion de segundos, salimos de la niebla para hacernos ver, revoloteando el puente en forma de cola de dragon.

Mi dragon desciende sobre el puente, detras de los caballeros de mi padre, dando un gran grito. Y sobre una colina, Syrax tambien descendio y dio otro rugido.

Eran dos dragones contra uno.

Baje de mi dragon de inmediato, comenzado a caminar hacia el medio del puente donde estaba la disputa. Los lores agachan la cabeza al dejarme pasar.

-¿Que estan haciendo aqui? -pregunto Otto al vernos.

-Vine a recuperar el huevo de mi hermano, no me importa quien termina muerto -le dije sin importancia y Otto me bloqueo el camino.

-Guardia, escolten a la princesa Rhaenyra a los barcos, bajo proteccion -nomas Otto dijo eso, FuegoLunar rugio a nuestras espaldas.

-No hagan enojar a FuegoLunar, mis lores -les recomende- Ella y Syrax son muy protectoras con nosotras.

Dicho eso, segui caminando para ponerme frente a Daemon, que miraba todo con el huevo entre sus brazos.

-Cuando era niña, me nombraste princesa de Dragone, y mi padre cumplio aquel titulo -comence a hablar en valyrio- Es mi castillo en el que vives, tio.

-No hasta que tengas la edad y estes conmigo -me respondio sin pensarlo. A lo que yo, suspire mirando a un lado.

-Has enfurecido a tu Rey -le proclame- Y a tu Reina.

-No veo el porque -se defendio, subiendo sus hombros. Pero yo veo como sus cabellos se elevan majestuosamente en el aire- Este es un dia de celebracion. Me voy a casar.

-Ya tienes una esposa.

-Pero no la Targaryen que quiero -me interrumpio, mirandome fijamente. Que no me haga esto. Yo ladeo la cabeza.

-¿Y todo esto requeria que robes el huevo de mi hermano? -chasque la lengua, intentando no enojarme.

-Tu compartiste tu cuna con tu dragon desde que naciste, y yo elegi el tuyo -me recordo, mientras tensa su mandibula- Yo quiero lo mismo para mi hijo.

Y el dio un paso hacia delante, intentando intimidarme, pero yo lo miro falsamente.

-¿Vas a tener un hijo? -pregunte con cierto dolor, me molesta el hecho que la portadora de su hijo sea esa exclava.

Daemon hizo un segundo de silencio, para mirar que hasta su propia esposa no estaba informada del plan de mi tio.

-Algun dia -respondio, y vi como ella se dio media vuelta y comenzo a caminar hacia el interior del castillo, totalmente ofendida y enojada con la inesperada noticia.

-Tienes enfrente tuyo a la razon por la que te desheredaron y la razon... por la que puedes ser el Rey -le dije hablando normal, pero susurrando la ultima frase para nosotros dos- Y si me matas, tu tienes el poder. Asi que, ¡hazlo! -y grite.

Todos se quedaron en silencio, Daemon comenzo a analizar la situacion. Ojala pudiera estar dentro de su cabeza para saber que piensa.

Solo una piedra hay en su camino para ser el Rey.

Pero, Daemon se dio vuelta para regresar a su castillo, sin antes arrojarme el huevo como si fuera lo menos importante del mundo.

Agarro el huevo en el aire, abrazandolo contra mi pecho mientras veo la espalda de mi tio alejarse con sus hombres.

Se termino...

[...]

Tan pronto como recuperamos el huevo, volvimos volando sobre los dragones, ya que nuestro padre se habra enterado de nuestra ausencia.

Volvimos y dejamos a nuestros dragones en la fosa, siendo recibidas por varios caballeros que nos obligaron a caminar hacia la recamara de nuestro padre.

Entramos en completo silencio, viendo a nuestro padre frente a su enorme mesa donde esta el Kingslanding que el mismo creo con un cuchillo y largas noches de imsonio.

-¿¡Estan locas?! ¡Pudieron haber muerto! -mi padre empezo a los gritos nomas entramos, cesando nuestras risas- Me desobedecieron al ir a Dragonstone.

-Estamos bien, ¿Ok? -digo tratando de calmarlo- Fuimos a recuperar el huevo de mi hermano.

-La futura Reina no puede tener imprudencia y ser impulsiva, Vaenyra -me regaño el gran Viserys Targaryen, el debil Rey- Y tu Rhaenyra, ¿que pasaba si Caraxes las atacaba?

Ambas no respondemos.

Pero papa, suspira, cansado.

-Pero ambas estan bien... gracias a los dioses -dijo tras suspirar, mirando a un lado- Me preocuparon, tenia miedo de que algo les haya pasado alla.

-Daemon no nos atacaria... -dije y deje un silencio tenso, unos segundos- No si sabe lo que le combiene. -añadi.

Papa parece algo "satisfecho" con esas palabras, pero sus nervios aun son presentes frente a nosotras.

-Saben... la corte me ha exijido que vuelva a casarme -dijo, despues de unos minutos- Cosa que yo no quiero...

-Eres el Rey, papa -lo interrumpio mi hermana rapidamente- Debes poner al Reino primero, seguir con el legado.

Papa vuelve a suspirar.

-Nadie reemplazara a su madre, niñas -comenzo- Yo ame a su madre mas de lo que pueden imaginar, la Reina Aemma jamas tendra un reemplazo. Se los juro.

[...]

Al Dia Siguiente

Padre me habia citado al salon del consejo, ya que queria dar una confesion hoy. Por lo que su heredera debera estar presente.

Todos los Lores ya estaban en su respectivo asiento, yo estaba de pie junto a papa. Con el menton en alto y las manos detras de mi espalda.

Rhaenyra estaba sirviendoles vino, mientras que Alicent (que no se que hace aqui) estaba junto a su padre.

-Mis lores... he tomado una decision -comenzo mi padre, llamando la atencion de todos nosotros. Nosotros callamos- Volvere a casarme, para seguir con mi legado... y el futuro del Reino.

Yo trague saliva, por una extraña razon, tengo un mal presentimiento de lo que esta a punto de pasar.

-Ya elegi a mi futura esposa -continuo, dejandonos a todos con mas ansiedad.

Se que una de las pretendientes era la hija de la Serpiente Marina, por lo que el padre estaba desesperado por saber la respuesta de mi padre.

Todos dependemos de la respuesta de mi padre.

-Elegi tomar a Alicent Hightower como mi esposa...

Y eso a todos nos cayo como un balde de agua fria. Todos estabamos en shock, nadie sabia de esa opcion.

Otto estaba sonriendo de lado a lado, pero la Serpiente Marina queria matarlo.

Miro a mi hermana, que estaba congelada y sin poder creer que su doncella un año menor nuestro se va a casar y ser la Reina.

-¿Que? -fue lo unico que solte, en shock- Esa no es una opcion...

La Serpiente Marina azoto su silla, levantandose con una gran furia, para darse vuelta y abandonar la sala sin acotar nada.

Oh mierda...

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