|01| Las Herederas del Dragon
《Vaenyra》
Siento como el viento choca mi cara, como mis cabellos platinados se elevan en el majestuoso aire. Siento la sensacion de ser libre como un dragon en el cielo.
Me aferro a las escamas plateadas de mi dragon, que abre sus amplias alas para elevarse aun mas sobre el soleado cielo que se me presenta en Westeros.
Mis padres me mataran al enterarse que decidi volar en mi amado FuegoLunar, un dragon tan grande y tan peligroso como lo era Balerion junto a Aegon el Conquistador.
Observo a mi hermana gemela, volar sobre Syrax a unos metros nuestros tambien, siendo libre de toda la politica que hay en nuestro Reino.
-¡Ey! -me grito mi gemela desde su dragon, cuando se posiciono alado del mio- ¡A que te gano!
-¡Ni lo sueñes, hermana menor! -le grite yo, de forma competitiva. Sera mi otra mitad, pero no dejare que me gane.
-¡Solo lo soy por dos segundos!
Yo solte una carcajada, antes de apretar las escamas de mi hijo y volar en direccion al suelo, con la velocidad de una flecha en el aire.
Al cabo de segundos, FuegoLunar es el primero en descender a tierra, caminando pesadamente entre los caballeros dorados que nos esperaban hace horas alli mismo. Syrax descendio segundos despues, siguiendo a su hermano mayor tambien.
FuegoLunar se detiene frente a la enorme fosa de dragones, dejandome el espacio para que pueda bajar.
-¿Todo bien, princesa? -me pregunto uno de los caballeros, cuando baje de mi dragon.
-Mas que bien, Sir Willard -dije sonriendo, apreciando las escamas plateadas- Es un hermoso dia.
FuegoLunar se deja acariciar por mi unos segundos, antes de que los Maestres lo guien directo a la fosa, acompañado de Syrax.
-Debemos irnos, antes de que nuestros padres nos maten.
Yo miro de forma incredula a mi hermana menor.
-¿Desde cuando te importa lo que piensen nuestros padres? -ante mi pregunta, ambas nos echamos a reir y proseguimos a caminar directo a nuestro carruaje, con los brazos entrelazados.
-¿Como les fue en el viaje, princesas? -Alicent Hightower, la doncella de Rhaenyra, estaba de pie junto al carruaje, esperandonos.
Rhaenyra prefirio tener una doncella como acompañante y amiga, mientras que yo nunca quise una ya que mi hermana gemela es como mi mejor amiga. Nuestros padres me obligaban a tener una, pero yo hacia todo por echarlas.
Al igual que Otto Hightower, ami nunca me parecio una buena persona su hija, debido a que solo piensan en su futuro en vez que el del Reino.
Yo paso por alado de Alicent para subir al carruaje, mientras que mi hermana le responde por ambas.
[...]
Luego de un largo viaje, llegamos a la capital y directo a nuestro hogar: KingsLanding, la fortaleza mas fuerte aparte de DragonStone.
Yo fui la primera en bajar y comenzar a caminar hacia el interior del castillo, mientras que Alicent y Rhaenyra se quedaron atras mio.
Durante en el camino al Salon de la Reina, los Lores y damas de la corte se detienen para darme una reverencia como señal de respeto que yo devuelvo, para proseguir mi camino.
Entre en el Salon de la Reina, topandome con miles de doncellas caminando de un lado a otro con distintos untensillos, dejando ver a la Reina en el centro del salon, recostada sobre un sillon con un enorme vientre.
La Reina, Aemma Arryn, embarazada de nueve meses, en la espera de un hijo para mi padre, el Rey.
-Vaenyra... -gimio mi madre cuando me vio entrar, agitando el abanico frente a su cara- Sabes que no me gusta que vueles cuando estoy en esta condicion.
-Nunca te gusto que vuele sin importar tu condicion, madre -le recorde con una sonrisa falsa. Si no fuera por mis figuras paternas, viviria adentro del castillo nada mas- ¿Pudiste dormir?
-Si, dormi...
-¿Cuanto tiempo? -pregunte rapido, sentandome a los pies del sillon, viendo lo agotada que estaba mi madre.
-No necesito que me cuides, Vaenyra -me recordo ella, con una dulce sonrisa.
-Todo el dia, hay personas pendientes de tu bebe -le dije intentando no perder la paciencia- Pero nadie de ti.
Mi madre me mira de forma comprensiva.
-Un dia este sera tu lugar, Vaenyra -y me toco con su pie- De esta forma servimos al Reino.
-Prefiero morir en batalla junto a mi dragon que estar aqui sin hacer nada -respondi, la misma frase que siempre uso cuando ella me pide nietos.
Ahora mi madre rie, pero sabe que yo se lo digo muy en serio.
-Nosotras tres tenemos vientre Real -y una vez mas, me lo dijo y yo suspire, mirando a un lado- Ese es nuestro campo de batalla. Y cuanto antes, deberas entenderlo, hija mia...
Mama toma mi mano, para que nuestros ojos celestes se vean. Amo a mi madre, pero no entendera que yo no terminare en su posicion.
-Date una ducha, apestas a dragon -me dijo soltandome la mano y yo ruedo los ojos- Tu hermana esta ayudando a tu padre.
Rhaenyra es la "sirvienta" de mi padre, cuando el tiene sus reuniones con el Consejo Real. Asi que ella me dice que hablan en las reuniones mas tarde.
[...]
Iba caminando en el enorme castillo luego de una ducha, cuando habia escuchando a varios caballeros decir que el Principe Daemon habia llegado.
El Principe Daemon... mi tio.
Me apresure antes que las noticias lleguen a mi padre, dirigiendome al Salon del Trono, donde decia que estaba.
Abri las dos puertas con fuerza y me deje entrar, cerrandolas detras mio. Donde observe una figura sentada en aquel trono lleno de espadas de victorias de esta familia.
Su cabello platinado y largo brilla en la luz del sol, su armadura es oscura y se ve como el Rey de los Siete Reinos.
-¿Que estas haciendo aqui, tio? -le pregunte en nuestra vieja lengua, el Valyrio.
-Me siento -me respondio con franqueza, en el mismo dialecto. Yo prosigo a bajar las escaleras con cuidado de no pisar mi vestido blanco- Esta podria ser mi silla algun dia...
-No si eres ejecutado por traicion -le recorde por todas las travesuras que hace- No has venido a la corte en mucho tiempo.
Mi tio gimio levemente.
-La corte es muy aburrida...
-¿Entonces por que su regreso? -lo interrumpi, parandome a los escalones frente al trono, pudiendo observarlo mejor.
-Escuche que tu padre hara un torneo en mi honor -alago, ladeando su cabeza- Y por mi legitima esposa... -ahora yo sonrio de lado.
Era tradicion que los Targaryen se casen entre ellos mismos para no ensuciar la sangre del dragon. Por lo que sigue pasando hasta ahora.
Mi tio siempre me vio como una buena esposa, al igual que yo a el. Por lo que si se enterasen de nosotros, ambos seriamos desheredados de nuestros titulos.
-El torneo va por su heredero.
Daemon se acomodo mejor en el trono para que lo vea.
-Es lo que dije -mi tio se considera el heredero de mi padre al morir, cosa que mi padre no a el.
Mi tio prosigue a levantarse con pereza del trono, viendo que tiene un collar en su mano, muy hermoso. El baja los escalones de marmol para llegar justo frente a mi.
Yo levanto mi cabeza para verlo mejor, ya que es mucho mas alto que yo.
No duramos ni cinco minutos cuando el conecto nuestros labios con pasion, moviendolos al compas de un ritmo lento, mientras que su mano se posa en mi cintura para no separarnos y la mia detras de su cuello.
El beso fue tan necesitado, no nos veiamos hace meses y lo extrañaba.
Al cabo de segundos nos separamos por la falta de aire, pero seguimos con el juego de miradas.
-Te traje algo -y me mostro el collar que tenia en su mano, a lo que yo lo veo mejor- ¿Sabes lo que es?
-Es acero valyriano -conteste de inmediato, tiene una hermosa piedra en el centro, con el logo de nuestra casa- Como hermana oscura... -Daemon me saco el collar de las manos, sin dejarme terminar y yo levanto el menton.
-Date la vuelta.
Sin decir nada, hago lo que el me pide, dandole la espalda. Su mano corre mi cabello para acercarse mas a mi, y deja un beso mojado sobre la piel de mi cuello, haciendome cerrar los ojos.
-Te he extrañado -me susurro colocandome el collar alrededor del cuello, yo lo agarro para apreciar lo hermoso que es.
-¿Por que el regalo? -le pregunte, cambiando de tema para verle la cara- El regalo... el torneo al heredero...
-Te lo dije, Vaenyra... -e hizo una pausa, dando un paso frente a mi- Un regalo para mi legitima esposa y Reina de los Siete Reinos...
-Piensas que mi padre te dara el trono, pero sabes que es para su estupido heredero que lleva mi madre -lo interrumpi con un tono frio.
-No pareces contenta con ello.
Yo subo mis hombros, elevando una de mis cejas.
-Mi madre se somete a ese estupido tormento para satisfacerlo, pero solo la terminara matando -dije segura de mis palabras- Rhaenyra es imprudente si cree un heredero lo hara feliz.
-Al menos que sea varon...
Yo mire a mi tio con cierta furia, viendo como mis ojos se dilataron por reflejo de los suyos.
-¿Para que me robe el Trono de Hierro? -ironize con sarcasmo, y una falsa sonrisa- Solo duraria horas, antes que lo mate.
Sin mas que acotar, me di vuelta para irme del salon, echando humos.
Un varon arruinaria a esta familia, y a este Reino por completo.
[...]
Estuve el resto de los dias escuchando como todos hablan de las payasadas de Daemon para llamar la atencion de mi padre: causar estragos en las noches y cometer crimenes de justicia.
Ademas de escuchar a mi hermana hablar de nuestro futuro hermano, y como sueña con que sea un varon.
Dos cosas que me explotaron la cabeza.
Llego el dia del torneo, donde todos los señores de las casas mas importe y como todo el pueblo se junto para celebrarlo. Toda nuestra familia se encuentra en una torre alta, frente a la pasarela de los caballos.
Me siento frente a la pista de pelea, junto a mi gemela y su doncella. Atras nuestro esta mi padre con sus consejeros y nuestra familia, como la princesa Rhaenys Targaryen, la Reina que nunca fue, junto a su esposo la Serpiente Marina y sus hijos.
El Juego de Caballeros a caballo, mi padre abre el torneo diciendo que esto es por su futuro heredero al poder.
-...Y es un gran honor decir que la Reina Aemma, ha entrado en labor de parto -anuncio y todo el lugar se lleno de aplausos y gritos de alegria por la Reina.
El torneo comenzo, los caballeros son habiles en sus caballos, se derriban con sus espadas y pelean por el titulo de caballero y que una dama le de sus bendiciones.
-¡Ahora se presentara Daemon Targaryen, Principe de la Ciudad! -exclamo el bufon que guiaba el torneo, llenando de aplausos y gritos todo el lugar por completo.
Yo levanto mi cabeza para ver mejor, viendo a mi tio con una impecable y hermosa armadura oscura como Balerion, con detalles en rojos en su casco y el pecho de la armadura.
Aplaudo con rapidez, emocionada del show que puede darnos el.
-Pareces emocionada, hermana -noto Rhaenyra y yo dejo de aplaudir, para acomodarme en mi lugar.
-Es mi sangre de la que hablas, hermana -le replico, con un tono elegante al igual que el gesto- ¿Por que no me emocionaria?
-Los susurros dicen que te vieron a ti y a Damon en el Salon del Trono -me susurro, acercandose a mi- ¿Eso explica tu collar?
Yo hago una pausa para mirar a Daemon, que es tan hermoso como un Dios, todos alaban su belleza y destreza en el campo de batalla.
Y me acomodo, para responder:
-Es una de las alajas que tenia madre guardada, Rhaenyra -le menti, sin verla- Daemon no piensa en los terceros.
A continuacion, Rhaenyra y yo nos vemos fijamente.
El torneo comenzo, ambos caballeros estaban en sus respectivas esquinas junto a sus caballos y espadas de madera. Ambos jinetes agitaron las cuerdas para comenzar a correr hacia el enemigo, emputando su espada hacia el mismo.
Daemon eligio al hijo mayor de Otto Hightower como primer oponente, aproposito. Escucho las apuestas que se hacen para ambos caballeros.
El hijo de Otto no duro mucho contra mi tio, a la segunda corrida, Daemon tiro al joven saboteando a su caballo. Dejando que el jinete caiga sobre la tierra mojada.
Todos estallaron de gritos. Daemon habia ganado.
Observe como Alicent y su padre se preocuparon por el joven, pero el mismo se levanto de la tierra con dificultad. Mostrando signos de vida.
Daemon vino en su caballo hacia nosotros, con una sonrisa victoriosa.
-Buen trabajo, tio -dijo Rhaenyra, acercandose al balcon.
-Muchas gracias, princesa -dijo Daemon risueño y de forma coqueta- Quiero pedirle el honor a la princesa Vaenyra, mi Reina.
Yo sonrei y me levante casi corriendo al escucharlo, agarrando una corona de flores blancas para ir dispuesta a mi tio.
-Usted pueda ganar esto, mi Rey -le dije colocando la corona dentro de su espada, susurrando aquello ultimo. Mi tio me sonrio, antes de irse para su nuevo oponente.
El segundo round comenzo.
Cuando ambos se encontraron en el medio, la espada del contrario choco contra el pecho de Daemon, dejandolo anonado el resto del proceso.
Yo brinco de mi asiento al ver eso, pero Daemon no se rinde facil. Veo la ira de mi tio cuando llega a la punta y agarra la espada de madera con mas odio.
La multitud enloquece cuando los caballos corren de vuelta y las espadas se enfrentan. Pero en cuestion de un parpadeo, Daemon es arrojado del caballo directo al suelo. Siendo el perdedor.
Todos se volvieron locos cuando su Principe callo, pero Daemon se levanto para seguir con la pelea a pie. Nuestro tio se defiende con su gran espada, mientras que el otro caballero con un Mangual.
Al cabo de segundos y a punto de ser el ganador, Daemon se pasa de confiado y termina perdiendo por darle la espalda a su oponente, acabando en el suelo.
Todo el reino callo, pero al cabo de segundos estallo en celebracion por aquel hecho.
El caballero triunfador intento ayudar a Daemon a levantarse (como buen gesto) pero mi tio se levanta solo, ya que odia perder. El caballero se quita el casco, para que podamos ver su rostro.
¿Su nombre? Sir Criston Cole.
-Dioses... es de Dorne -susurro extasiada Alicent, al ver que la belleza del joven provenia de los desiertos de Dorne.
-Princesa... esperaba pedir el favor de la princesa Rhaenyra -pidio aquel joven, yo le sonrio a mi gemela con entusiasmo. Rhaenyra sonrie y va a buscar una corona de flores para luego arrojarsela.
-Le deseo suerte, Sir Criston -aclamo Rhaenyra antes que el joven se vaya con una sonrisa. Yo comienzo a molestar a mi hermana tras eso.
Cuando giro para buscar a mi padre, el ya no se encontraba.
¿Papa...?
Veo a su mano y demas consejeros comenzar a inquietarse y poco a poco, comenzaron a irse de inmediato.
Mi sonrisa se borra de a poco... ¿que esta pasando?
Mama...
-¡Vaenyra! -grito mi gemela cuando salte de mi lugar y fue corriendo, empujando a todos los lores de mi padre, tengo un mal presentimiento de esto.
Yo no hice caso a los gritos de nadie, solo fui corriendo a buscar a mi mama.
[...]
Aquel tormento que mi padre sometio a mi madre durante tantos años para que le de un hijo varon, llevo a mi madre a la muerte, tal como lo habia dicho.
Mi padre mato a mi madre... mato a su propio hijo varon, Baelon. El niño no nacido. Espero que sepa a quien culpar cuando le caiga el cielo encima.
Todos nos encontramos en las montañas, a las afuera del Reino. Para despedir el cuerpo de mi madre y de mi hermano. Mi dragon y el de Rhaenyra se encuentran revoloteando en el aire mientras rujen de dolor.
Observo a mi hermana destrozada por aquello mismo, a ella le dolia mas que nuestro hermano haya muerto. Mientras que a mi, que nuestra madre se haya ido.
Todos estaban en silencio, esperandome a mi, ya que tenia que dar la indicacion como la hija mayor del Rey y la heredera.
Daemon se posa alado mio, tomando mi mano con sumo cuidado y tocarla, intentando darme fuerzas.
-Te estan esperando... -me susurro.
-Me pregunto si, fue feliz matando a mi madre para salvar a ese niño... -le dije en valyrio, con odio en mis ojos- Le dije que eso la terminaria matando...
-Tu padre te necesita -me detuvo Daemon en valyrio- Y tu hermana tambien.
Yo niego lentamente, de lado a lado, con tal furia y odio hacia mi padre.
-Que sepa a quien culpar cuando le caiga el reino encima... -susurre como ultimo en valyrio, para luego dar varios pasos hacia delante y ver a mi dragon que se encontraba en una montaña, mirandome y sintiendo mi dolor y mi odio.
Le di una ultima mirada a mi padre, como es consolado por mi hermana.
-Dracarys...
Con esa palabra, FuegoLunar abrio su enorme boca para lanzar una bola de fuego directo a los cuerpos de mi madre y mi hermano, incendiandolos junto a todo el pastizal seco.
Y con esa imagen, me di vuelta y me fui sola.
[...]
Al cabo de los dias, el consejo le exigio a mi padre una nueva esposa para tener un nuevo heredero. Presionandolo.
Daemon se fue de vuelta a Dragonstone, ya que habia discutido con mi padre y este lo exilio a aquella isla con la puta que tenia como exclava sexual.
Baje directo a las catacumbas del castillo, donde estaban los restos de los dragones de nuestros ancestros con velas encendidas, y alli, se encontraba el viejo rey triste y solo.
-Balerion el terror negro fue el ultimo dragon en ver a Valyria antes de su perdicion -mi padre rompio el silencio, llamando mi atencion, mientras veo los enormes huesos del dragon nombrado- Su grandeza y sus defectos lo hicieron temible.... -y giro a verme- Cuando ves a los dragones, ¿que es lo que ves?
Yo frunzo las cejas.
-¿Perdon? -pregunte sin entender- No me has dirigido la palabra desde el funeral de mi madre, ¿y me preguntas que veo en mi hijo?
-Contestame, Vaenyra -me detuvo con la voz gruesa, cansado- Es importante.
Yo solamente miro mejor a los restos de Balerion, pensando en mi respuesta.
-A nosotros -conteste, volviendo a mirar a papa.
-Dime mas -pidio, queriendo que me explaye y yo tomo aire por la nariz.
-Los dragones nos hicieron Dioses, nadie pudo contra el fuego de dragon, pues mazos y pinceles no eran rival contra nosotros -le explique, viendo a Balerion con mucho enfoque- Sin dragones, somos puros mortales.
Mi padre parece satisfecho con mi desarrollo.
-La idea de que controlamos a los dragones, es una ilusion -me dijo- Nuestra familia jamas tuvo que meterse con dragones, pues esto fue lo que llevo a la ruina a Valyria. Si no recordamos el pasado, lo volveremos a repetir. Un Targaryen debe entender eso para ser Rey... o Reina.
Yo mire a mi padre shockeada, sin entender porque dijo eso ultimo.
-Perdoname, Vaenyra -continuo, con cierto dolor en sus palabras- He desperdiciado todos los años de vida de tu hermana y tuyo, buscando un heredero. Sacaste muchas cosas de tu madre, al igual que Rhaenyra. Que ambos queremos lo mismo.
-¿Por que yo? -le dije confundida- Daemon es tu heredero.
-Daemon no esta hecho para sentarse en el Trono de Hierro -dijo rapido- Pero tu... -se callo para agarrar mis manos, conectando nuestros ojos- Eres mi hija mayor, creo tu serias una buena Reina... tu madre siempre vio eso en ti.
No entiendo, sere la mayor, pero temo por Rhaenyra y lo que pueda pasar de ahora en adelante.
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