Siempre juntos
Capítulo dos — editado
820 palabras.
Harry comenzó a moverse un poco, sentía los cálidos dedos de ella jugar con su pecho desnudo, sonrió al saber que aún estaba a su lado. Abrió sus ojos y pudo confirmar que el sol había penetrado en su habitación, bajó la mirada y la vió recostada en la mitad de la cama y la otra mitad de su cuerpo estaba encima de él.
—Buenos días —dijo ella con voz suave.
—Buen día, ¿Cómo amaneciste? —saludó con su voz ronca, más de lo usual por estar recién despierto.
—A tu lado es imposible amanecer mal —rió suavemente contagiandolo a él.
Harry estiró sus brazos para descuajarse, bajo su cabeza y besó el cuero cabelludo de la chica.
—¿En qué piensas? —porqué sí, él la conoce muy bien para saber que algo la está perturbando.
—No es nada, solo qué... —su voz se apagó solo un poco—Falta tan poco para que termine todo, nuestro último año y estaba pensando en eso, en los buenos momentos que no quiero que terminen.
—Eleanor... Seguirás siendo una reina en el Instituto, en la universidad, en tu lugar de trabajo. —Eleanor sonrió, levantó la mirada y los conecto con aquellos ojos verdes que la miraban desde arriba—Disfruta cada momento como el último, no pienses en que todo esto se tiene que acabar, cada quién tomará decisiones distintas pero tus amigos siempre estarán ahí para ti, yo estoy ahora aquí para ti. Siempre será así.
—¿Cuanto es "siempre"?
—A veces solo un segundo. Así que disfrutame todo el tiempo que quieras.
—Eso fue muy filósofo de tu parte Harold, gracias por la insinuación sexual, ya sabía que siempre puedo contar contigo.
Eleanor se levantó de la cama y sin tapujos dejó ver su cuerpo desnudo, Harry había recorrido cada parte del cuerpo de ella, no la amaba, ella a él tampoco, su relación es una pura amistad que cuándo se necesitan el uno al otro se quitan las ganas obteniendo sexo mutuo. Eleanor encontró su tanga y se la colocó, se acercó a Harry para que la ayudara sujetar su brasier.
—No estarás pensando en irte, es domingo —le recriminó.
—Claro qué lo pensé pero si pones esa cara no podré irme nunca de tú cama.
—Por mí puedes quedarte todo el día y la noche —Harry la tomó del cuello y la acercó a sus labios con urgencia ambos se fundieron en un beso que les subió la calentura.
Eleanor se acomodó encima de él, frotando su sexo descaradamente por encima de su bóxer, Harry gimió en sus labios y con un movimiento rápido y algo brusco cambió de posición dejándolo a él encima de ella.
—Eres un salvaje —rió escapando de los labios del ruloso—cómo si no hubiéramos tenido sexo anoche.
—Tú, —la besó fuerte entrando la lengua en su cabidad bucal. Ahora era el turno de Eleanor gemir en los labios de él —siempre me calientas.
—Como Niall, ¿No? —se le escapó otra risa.
—Eres una perra —el soltó una carcajada, sin poder contenerse.
Eleanor es su mejor amiga, su amante y su confidente. Ella sabía todos sus secretos y él los de ella, aunque esta fuera un libro cerrado para todos. ¿Lo de Niall? Bueno, ella misma lo noto, se habiahabía acostado con él era uno de los tantos revolcones que se han dado pero esa vez fue como una trampa para conseguir información por parte de la castañs, cuándo lo tenía embriagado de sexo y al punto del éxtasis, ella le preguntó y el simplemente le respondió.
Harry le tiene muchísimas ganas a Niall, su amigo desde que tiene memoria.
—Te quiero follar duro —susurró dejando de chupar y mordisquear sus tetas pero Eleanor lo escuchó.
—No te atrevas Styles, tú polla es bastante grande y mañana es lunes y... —Harry no la había escuchado ni tampoco la había dejado terminar de hablar, estuvo preparándose para entrar en ella y así lo hizo, de una sola estocada, no se le hizo nada difícil como siempre.
Eleanor sintió como Harry se lo metía de un solo golpe y sin haberselo esperado, clavó sus largas uñas en su espalda haciéndolo gritar de la excitación, ella también lo estaba pero conocía sus intensiones así que le dio un golpe en su brazo para él la escuchara.
—Harry contrólate, no es momento para que te vuelvas un animal en la cama, ¡Mañana es lunes! Y no iré a mi primer día de clases caminando como un pato.
Dicho y hecho, Harry se controló pero eso no significaba que ambos no tuvieran unas buenas rondas de sexo durante todo el domingo hasta qué él ruloso llevó a la castaña a su apartamento que compartía con su fiel amigo Max pasada de las diez (10) de la noche y hubiesen seguido porqué ellos eran así, en el sexo hablaban, jugaban, se amaban a su manera y se acompañaban mutuamente.
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