Érase una vez, en un universo lejano,
existían seis reinos con independiente soberano
Cada uno de ellos, se centraba en su vida
no visitas, no relaciones. Ignoraban a los otros, cuál comida podrida.

En su mejor verano, largo y alegre,
Illmentis había sido el reino más próspero y verde,
mas la reina yacía enferma desde hacía mucho tiempo
y poco a poco el pueblo, triste e indefenso,
caía cada vez más, en absurdo detrimento.

Un bello paraje, dominado por un atractivo rey
yacía creciente, poderoso, y sin ley,
y se vivían los pecados a flor de piel,
Mas, por mucho, su defecto fatídico era el libertinaje
y en la mente de aquel hombre de puro linaje
Corporalia era un paraíso, cubierto en miel.

Había un palacio albergado en el Norte
donde todo era frío, ventoso y reinaba la noche
su nombre era Noctum y a pesar del inhóspito clima
su reina regente, hermosa y fuerte,
valiente y clemente, lo había llevado a la cima.

Más allá del ocaso, oculto en medio del mar,
entre las aguas profundas se encontraba un reino singular
Makara era su nombre, y estaba cubierto de musgo y neblina
sin embargo, el castillo real era grande y lujoso
albergaba a su pueblo, cual refugio hermoso
y la reina crecía en poder, como una semilla que germina.

Bathory era el reino más guerrero y cruel.
El miedo profesaban, vivían, comían y oraban por él.
Siempre listos para la guerra, la reina a su pueblo obligaba,
eran esclavos, caníbales, y ya no había medicina o táctica curativa
que de ese infierno los liberara.

Al otro lado del mundo, opuesto en todo al anterior,
existía Dacortum, el reino de la magia y el amor.
Recién nacía, pero crecía en poder, gracia y fama
era un reino de paz, y la reina era sacerdotisa
instruida en diplomacia.

De este modo inicia el tiempo a correr,
y la historia de muerte, traición y alianza
que estás a punto de leer.