Max se quedó esperando la respuesta de Nico. Si había una persona capaz de hacerle perder los estribos, era él: el ex de Lewis Hamilton. Nico había destrozado a Lewis a tal punto que su pareja actual ya no quería abrir su corazón. Nico era la prueba viva de lo que Max siempre quiso evitar ser con Lewis, pero al final, él también había herido a Lewis, quizás incluso más que Nico.

La entrada del hospital estaba fría y desolada, las luces tenues reflejaban la tensión palpable en el aire. Max, con el ceño fruncido y las manos crispadas, miraba a Nico con una mezcla de rabia y culpa.

-¿La pregunta es qué mierda haces tú aquí? No deberías estar con los Piquet como un perrito perdido -mencionó Nico con un tono de burla que hirió a Max como un golpe bajo.

Max sintió que sus palabras se clavaban en su corazón. Por supuesto que Nico le recordaría cómo había lastimado a Lewis. Sabía que se lo recordaría.

-Te pregunto, ¿qué haces aquí? -repitió Max, su voz temblando ligeramente.

-Eso no te incumbe, pero si quieres una respuesta, vengo a ver a Lewis -Nico respondió, intentando pasar por delante de él. Max no se lo permitió, bloqueando su camino con determinación.

-¿Qué haces? Déjame pasar -dijo Nico, visiblemente enfadado.

-No sé quién te dijo que lo verías, pero no lo verás. Lewis no querría verte -dijo Max con firmeza.

-¿Y eso lo sabes? ¿Cómo lo sabes, si los últimos dos años te la pasaste con los Piquet? Crees que conoces a Lewis, pero solo conoces al caparazón que tiene a su alrededor, por tu culpa... Yo destruí su corazón, pero tú lo hiciste trizas, Max. Tú hiciste que su mundo se desmoronara. No vengas con que lo quieres, que nunca quisiste lastimarlo, porque lo hiciste, y eso no te lo perdonarás nunca, ¿o sí, querido? Yo era un cobarde, pero tú también lo eres. No luchaste por él. Así que puedes ahorrarte tus palabras y largarte de aquí -Nico alzó la voz, sus ojos ardiendo de ira.

Max se quedó en silencio, cada palabra de Nico resonaba en su mente. Sabía que tenía razón. Había destruido a Lewis, pero no había apagado su brillo.

-¿Así que quieres jugar, Rosberg? Me equivoqué, lo sé, pero al menos me disculpé, no como tú. ¿O no recuerdas cómo utilizaste a Lewis para ganar el campeonato? Qué poca memoria tienes, Rosberg, y qué hipócrita de tu parte venir a decirme eso cuando tú no lo amabas. Yo lo amé y lo sigo amando. Tú lo utilizaste, yo no. Yo no apagué su brillo. Así que no vengas a hacerme el villano, porque tú también lo lastimaste -respondió Max, su voz cortante como una hoja afilada.

-¿Cómo sabes que no me disculpé, Verstappen? Te lo repito, no estuviste en la vida de Lewis los últimos dos años.....Mira, basta ... Yo no quiero discutir. Solo quiero verlo y asegurarme de que está bien. No te pido más. Puedo olerlo en ti, las manzanas, las naranjas y el pomelo, eres su alfa -Nico mencionó con pesar.

-Sebastian está con él. Solo te pido que no lo molestes ni lo inquietes. Lewis está en un estado delicado, cualquier cambio brusco podría empeorar su situación, y sé que no quieres eso. Yo tampoco -dijo Max antes de salir del hospital. Su cabeza estaba llena de dudas, dudas acerca de Lewis y Rosberg. No quería creer que su antiguo rival había sido más sensato y se había disculpado. Esa inseguridad de que Lewis no lo amara, de que Lewis lo odiara, hacía que su estómago se revolviera de una manera angustiante.

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Al llegar al padock del GO Mónaco, lo primero que Max notó fue a Kelly esperando con Penelope. Sabía que ella utilizaría a la niña a su favor, pero esta vez no funcionaría. Max rompería con ella; necesitaba concentrarse en Lewis, su omega. No se dejaría influenciar más por esa mujer ni por su hija, que aunque no tenía la culpa de nada y la quería, no la pondría como prioridad. Era hora de que Penelope volviera con su verdadero padre.

Max tambien pudo notar que GP lo estaba mirando como si quisiera hundirlo en lo mas profundo, la verdad es que no penso mucho en su trabajo cuando estuvo con Lewis en aquella habitacion de hospital, pensar en su omega, hace que su corazon duela un poco, pero no se rendirira, su Lewis saldria de esta, el es un guerrero nato

Max también pudo notar las miradas de Helmut, como si quisiera hundirlo. La verdad es que no pensó mucho en su trabajo cuando estuvo con Lewis en aquella habitación de hospital. Pensar en su omega hacía que su corazón doliera un poco, pero sabía que su Lewis saldría de esta, él era un guerrero nato.

Max caminó ignorando las cámaras que lo cegaban. Se preguntó por qué tanto alboroto hasta que Charles le señaló la gorra. Se sorprendió un poco, se la quitó y entendió las miradas enojadas y sonrientes de su equipo: estaba usando merchandising del equipo de Mercedes, y no cualquiera, la gorra de Lewis Hamilton, su "rival ". Se preguntó si Charles, Esteban, y Valtteri sabían que ahora Lewis y él estaban conectados, por las sonrisas cálidas y miradas enojadas que recibía.

Max ignoró todo eso cuando entró al garaje de Red Bull, mirando a su jefe y pasando directamente a su habitación de conductor, seguido por Kelly. Intentaba calmarse porque no quería asustar a Penelope, pero se estaba impacientando; quería hablar con Kelly, pero no podía hacerlo con la niña presente.

-Maxy... te he extrañado -murmuró la niña corriendo a sus piernas.

-P, yo también te extrañé, pero necesito hablar con tu mamá, ¿sí? ¿Puedes ir con GP un momento? Estoy seguro de que le agradará verte ahí - mencionó Max, bajando a la niña.

Kelly lo miró con desesperación, negando vehementemente. Estaba furiosa, pero a Max poco le importaba ya. Este Grand Prix se hacía cada vez más interminable, pensó Max, deseando con todas sus fuerzas que el día terminara para poder regresar con Lewis. La sola idea de su pareja en el hospital con Rosberg hacía que sus entrañas se retorcieran de angustia y rabia.

__Max, ¿de qué demonios hablas? ¿Romper conmigo? ¡No puedes hacerme esto ni a mí ni a Penélope! Ella te ama como si fueras su padre. ¡Tú me amas! ¿Qué pasa con la promesa que hiciste de nunca dejarme? Me debes mucho. He soportado el odio y todo lo demás por ti. ¡No puedes dejarme!__ Gritó Kelly, con los ojos llenos de lágrimas, apenas cerrándose la puerta tras Penélope. Max sabía que ella solo estaba fingiendo. Kelly utilizaba a Penélope como arma para manipularlo.

__Sabes que me he quedado por Penélope, pero eso se acabó. Te he dejado hacer lo que querías conmigo y con mi familia porque en algún momento te quise. Por ese cariño que algún día nos tuvimos, te pido que no más gritos. ¿No estás cansada de todo esto, Kelly? ¿Hace cuánto no pasas tiempo con Penélope sin tener una cámara encima? ¿Hace cuánto no disfrutas de estar con tu hija? ¿No estás cansada de mantener esta farsa de que somos felices cuando no lo somos, de que Penélope es mi hija, cuando no lo es? Porque si tú no lo estás, yo sí. Estoy harto de tener que hacer la vista gorda ante tus acciones, tus problemas. Estoy harto. Quiero estar tranquilo, quiero paz en mi vida, Kelly, algo que tú, en todos los dos años que estuviste conmigo, nunca entendiste. Yo solo quería tranquilidad, lejos de los focos de las cámaras, pero ni tú ni tu familia parecían comprenderlo. Acepto que tampoco fui un santo. Cometí errores. Uno de ellos fue seguir contigo a pesar de todo lo que hiciste. Me arrepiento de ello, ¿sabes? Me arrepiento de no haber luchado por mis ideales, de haber permitido que tu familia siquiera hablara de él__ Mencionó Max, con la voz temblando de frustración, sus ojos azules brillando con una intensidad helada mientras recordaba cada uno de sus errores.

__Hueles a Hamilton. ¿Es por él que me dejas? ¿Por qué no te das cuenta de que solo te está utilizando? ¡Joder! Él solo quiere que regreses con él para volver a brillar. ¡Es un fracasado, Max! ¿Crees que con él estarás en paz? Sabes que no es así. Te dejará cuando tenga la oportunidad de volver a ganar...__La voz de Kelly se llenó de veneno, su olor a verbena se volvía sofocante, tratando de calmar una situación que ya había perdido el control.

Max intentó contenerse, su respiración se aceleró. Quería una ruptura tranquila por el bien de Penélope, pero Kelly había cruzado la línea. Su olor cambió drásticamente, una mezcla de pinos quemados y tormenta llenó la habitación, irradiando peligro.

__¡Vuelve a llamar a Lewis fracasado y te juro que te arrepentirás!__ rugió Max, su voz se hizo mas gruesa, oscura con cada palabra que decía __ Quise hacerlo por las buenas, Kelly, pero viendo que tú no, mi equipo estará encantado de llevarte al paddock y prohibirte la entrada al garaje de Red Bull__

Kelly lo miró, desafiándolo, pero los ojos azules de Max se volvieron fríos como el hielo, haciéndola retroceder. La derrota se reflejaba en su rostro mientras se retiraba

Max respiró profundamente, asegurando la puerta para proceder a cambiarse. Se puso su mono de carreras y su gorra, tomando el suéter de Lewis y acercándolo a su rostro, intentando capturar el olor reconfortante de su omega. Miró su celular, esperando alguna notificación de Sebastián. Al no ver ninguna, se inquietó aún más. Solo deseaba estar presente cuando Nico viera a su pareja, sintiendo un nudo en el estómago al pensar en lo que podría estar ocurriendo en el hospital.

____

La carrera pasó en un abrir y cerrar de ojos. La clasificación de Max no fue la esperada; el auto fallaba y, aunque logró maniobrar hasta el sexto lugar, no alcanzó la pole que había deseado con tanto anhelo, tanto por él como por Lewis. La frustración lo embargaba, pero su certeza de que todo se calmaría con Lewis a su lado mantenía su animo.

Calmándose, Max se apartó cuando su auto cruzó la meta. Su equipo lo necesitaba, pero lo único que deseaba era llegar y abrazar a Lewis, asegurarse de que estaba bien, respirar aliviado al ver que estaba vivo.

Al acercarse al garaje, Christian y el resto del equipo lo esperaban. Max, con una expresión de agotamiento y desesperación, los miró brevemente.

__Ahora no, por favor. Juro que explicaré todo lo que quieran saber, pero ahora no... Solo quiero irme__ Menciono Max, empujándolos suavemente mientras se dirigía hacia el garaje de Mercedes. Quería hablar con Rosa, la jefa de relaciones públicas de Lewis, para asegurar que no se difundiera nada sobre la condición de su pareja. Pero antes de entrar, escuchó gritos provenientes del interior, y uno en particular le heló la sangre.

__ ¡Ustedes son los únicos culpables de que Lewis esté en el hospital! No me mires así, Toto. Sabes muy bien cómo la parte del garaje de George ha saboteado el carro de Lewis. Lo han tratado mal. No me hubiera sorprendido que haya tenido un accidente con un auto que no funciona bien o con partes que están fallando. ¡Y tú, George, creiéndote mejor que Lewis! Por el amor de Dios, no le llegas ni a los talones. Te crees mucho, pero ni siquiera has ganado tres carreras. Las que has ganado fueron porque el equipo y el idiota de aquí__ Señalando a Toto __ querían que le ganaras a Lewis, querían bajarle la confianza__despotricó Bono, claramente furioso.

El rostro de Max se tornó pálido mientras el enojo lo invadía. Aunque inicialmente pensó que Toto y el equipo estaban tratando mal a Lewis por su próximo cambio a Ferrari, nunca creyó en las teorías de sabotaje. Sin embargo, escuchar esas palabras de Bono hizo que su cuerpo se estremeciera y su enojo se desbordara. El olor a lluvia y pinos quemados se esparció por el garaje, mezclado con el aroma a flores marchitas y frutas podridas, reflejando la furia de Max. Las personas de Mercedes lo miraban como a un intruso.

- ¿Qué haces aquí? Max, pensé que habías rechazado nuestra propuesta... Podemos conversar si lo deseas. Hablé con los socios de la escudería Mercedes y quieren tener a tu padre corriendo también__ Dijo Toto con una sonrisa fría

El rostro de Max se torció en una mueca de furia. Algo en su interior se rompió. La imagen de Lewis herido y solo en el hospital, abandonado por aquellos en quienes había confiado, lo enfureció más allá de cualquier límite. El dolor y la rabia se transformaron en un impulso casi animal.

Max avanzó hacia Toto, lanzándose con una fuerza y una rapidez que tomaron a todos por sorpresa.

Max sintió una necesidad primitiva de herir, de hacer pagar a Toto por cada momento de sufrimiento que Lewis había soportado. Sus puños se cerraron con tanta fuerza que los nudillos se pusieron blancos. La visión se le nubló de rojo cuando lanzó un golpe directo al rostro de Toto, cargado con toda la desesperación y el dolor acumulados. Toto retrocedió, sorprendido y desorientado

__ ¡Eres un maldito idiota! ¿Cómo demonios permitiste que trataran así a Lewis? ¡¿CÓMO?! ¡DIME, JODER! ¡Y aun así esperas que firme el contrato contigo, cuando permitiste que lastimaran a la persona que amo, a mi omega?! ¡Por tu culpa está postrado en la cama, negándose a regresar... LO ABANDONASTE, TOTO! ¡Lo dejaste cuando más te necesitaba, cuando perdió a nuestro hijo!__gritó Max, entrecortado por el llanto, forcejeando para liberarse.

Toto, con la cara pálida y la mirada incrédula, trató de articular alguna defensa, pero la furia de Max lo eclipsaba todo. La energía en la habitación era eléctrica, tensa, como si el aire mismo temblara bajo la presión del odio de Max.

__¿De qué estás hablando, Max?__ preguntó Bono, mirando al holandés quien se derrumbo y termino llorando en el suelo.

_ De que Lewis está postrado en una cama de hospital y la doctora dice que no sabe cuándo despertará. El amor de mi vida está postrado en una cama y no sé cuándo despertará. Y ese idiota de ahí quiere que firme con su equipo. ¿Por qué, Toto? ¿Por qué lo lastimaste? Yo te confié a Lewis__murmuró Max, su voz rota por la desesperación.

__¿Max?__ preguntó otra voz, distinta a las de los presentes, que claramente estaban en shock. Toto solo había mencionado que Lewis estaría bien y regresaría pronto

__ ¿Ocon?__ preguntó George, al ver a Esteban.

__Vine por Max__ Respondió Esteban, mirando al holandés que también lo observaba con desconfianza.

__Vamos, Max. Nos están esperando__ Esteban, al ver que Max no se movía, mencionó al mejor amigo de la pareja de Max

__Sebastián...__Max alzo su mirada viendo a los ojos de Esteban, y cuando vio algo , asintió y salió con rapidez, seguido por Esteban.

__¿Qué sabes de Lewis?__preguntó George antes de que Esteban saliera

__Lo que sé no te incumbe, Russell__ respondió Esteban con frialdad, y con eso salió, dejando a todos con más preguntas que respuestas sobre el estado del siete veces campeón.

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Mientras Esteban y Max caminaban por la pista, ambos podían sentir la tensión en el aire. Max quería preguntar cómo Esteban sabía sobre Lewis y su estado, mientras que Esteban deseaba confirmar si era cierto que Lewis no despertaría. Pero ambos guardaron silencio y continuaron caminando por el paddock hasta llegar al estacionamiento.

La sorpresa de Max fue palpable al ver a Charles esperándolos. Se quedó aún más impactado cuando vio al alfa acercarse a Esteban y darle un beso.

__¿Pero qué demonios...?__susurró Max, mirando a la pareja. Charles ignoró el comentario, centrando su atención en Esteban.

__Cariño, pensé que tendría que ir a verte. Has demorado mucho__ mencionó Charles, ignorando por un momento la presencia de Max.

__Max no quería venir__respondió Esteban, mirando al holandés, quien seguía observándolos como si hubiera visto algo fuera de este mundo.

__Mencionaste a Sebastian. ¿Le pasó algo a Lewis?__preguntó Max, saliendo de su trance. La preocupación por Lewis volvió a inundarlo. Se preguntaba por qué Sebastian lo contactaba a través de estos dos chicos si le había dicho específicamente que lo llamara directamente en caso de una emergencia.

__Nos pidió que te diéramos la llave del departamento de Lewis y que te acompañáramos__ mencionó Charles, abriendo la puerta de la camioneta. De inmediato, Roscoe, el bulldog inglés de Lewis, salió corriendo hacia Max.

__Roscoe...__dijo Max, agachándose para recibir al perro. Al escuchar su nombre, el bulldog miró al holandés y comenzó a ladrar de felicidad, llenándolo de besos.

__¿Cómo llego Roscoe?__ preguntó Max, moviendo su cara para evitar los besos del perro, aunque no podía evitar sonreír.

__Angela lo trajo. Mencionó que podrías quererlo contigo__explicó Charles, mientras abría la puerta del auto para Esteban. Este subió y, posteriormente, lo hizo Charles.

Max acarició a Roscoe, sintiendo un pequeño alivio en su corazón al tener una parte de Lewis con él. Subió al auto, con Roscoe acomodándose a su lado.

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TO BE CONTINUED

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Nota de la autora

Espero les guste, la verdad es que lo había terminado hace una semana, no se porque no lo subí, he escrito un montón, la inspiración por fin llegó, no tenía ganas de escribir cosas tristes porque Lewis gano y quería escribir cosas felices pero eso no va con esta historia, entonces espere que me de un bajón o un poco de inspiración y de hecho paso, el otro cap lo subiré dentro de poco o mañana

El otro cap me hizo llorar pero en fin, espero les guste

Gracias por esperar

Por cierto tengo otra historia, será corta, de ellos dos, pero no será apta para personas que les guste Lando 🙃

Anyways gracias por el apoyo y gracias por comentar, me gusta leer sus comentarios, es agradable saber que estoy escribiendo bien

All llove

Dayana HSC💚