SeokJin caminaba de un lado a otro, mordía sus uñas en signo de nerviosismo, observaba cada segundo su celular pero nada, no había mensajes ni llamadas de su novio, hace una hora la madre de Yoongi le llamo preguntando por él diciéndole que cuando llegó a casa no había rastros del rubio.

Llamó a Hoseok, Taehyung e incluso a Jimin pero nadie sabía nada de Suga así que decidió ir a casa de Yoongi pero ya había pasado una hora y nada, no había noticias del él. Observaba a la señora Min que estaba igual o peor que él. Ahora ambos estaban en la estación de policía casi discutiendo por qué les acaban de decir que debían esperar 72 horas para comenzar a buscar.

–Debe buscarlo, casi son las 10 de la noche y Yoongi nunca llega tarde, mucho menos ignoraría nuestras llamadas– Jin dijo tratando de controlarse pero la mano temblorosa de la señora Min sobre su brazo y unas pequeñas lágrimas que caían por su mejillas, lo ponían más furioso, ese policía no podía entender el dolor de una madre acaso?.

–Él jovencito debe estar por ahí con amigos, solo esperen y ya verán–el policía dijo volviendo hacía su computadora.

–¡Irresponsable, su trabajo es ayudar a los ciudadanos en lo que necesiten!– SeokJin se acercó tomando a la madre de Yoongi para sacarla de ahí, una vez en el auto, suspiro. –Iré con mis amigos a buscarlo, primero la llevare a casa, ahí espere por alguna noticia.

–Gracias...–dijo la señora Min mientras limpiaba sus lágrimas.

Yoongi respiraba con dificultad además de que la sangre que caía por su rostro le cubría el ojo no podía ver bien, sus manos dolían, no podía safarse del amarre que le habían hecho, cerró los ojos con fuerza cuando impactaron de nuevo un golpe en su cara, cayó al suelo con todo y silla.

Recibió incontables patadas en el estomago, rayos, sentía que iba a desmayarse en cualquier momento. Cuando llegó a aquel lugar, notó que no había nadie, se dio cuenta de que había sido engañado, nunca tuvieron a su madre ahí, solo fue para atraerlo.

–¿Ya no aguantas, idiota?–dijo de nuevo esa horrible voz, las risas estallaron cuando Yoongi escupió sangre, ya ni sabía cuanta había perdido.

–Vaya que eres débil, Min Yoongi, aquella vez actuaste como un salvaje por qué ahora no te defiendes?– Namjoon dijo con una enorme sonrisa en su rostro.

–¿E-eres idiota?... ustedes son más, co..barde– Yoongi jadeó ya no aguantaba el dolor pero esos tres chicos seguían golpeándolo mientras, Namjoon solo observaba con su sonrisa.

–¿Aún tienes ganas de seguir metiéndote conmigo?, bien, ya me harte de verte sangrar, mejor me largo–dijo Namjoon saliendo de aquel horrible lugar, los tres chicos salieron detrás del moreno, todo el lugar quedo en silenció, solo se escuchaba la débil respiración de Yoongi, quien lo único que deseaba era ver la sonrisa de su amado pelinegro.

Escucho el sonido de la puerta abrirse, sintió su corazón estrujarse y miedo, no quería seguir siendo golpeado, cerró los ojos imaginando que quien llegaba era SeokJin para envolverlo en un cálido abrazo pero para su sorpresa no era ni Jin ni Namjoon o sus ayudantes, frente a él estaba Jimin detrás de él apareció la pequeña EunHa quien corrió preocupada. –No te preocupes, Yoongi, te llevaremos a un hospital.

Y eso fue lo último que escucho ya que había perdido la consciencia.