008
Yoongi acomodaba los libros, los limpiaba con sumo cuidado como él pelinegro le enseño, caminaba de un lado a otro, miraba por la ventana, trataba de escuchar música o incluso dormir, la hora paso y SeokJin no apareció.
Era la última semana en que trabajaría en la biblioteca y lastimosamente en toda la semana, ese odioso pero adorable chico del que se enamoro no regreso, eso le daba una respuesta a Yoongi sobre aquel beso, había sido rechazado.
Y estaba de acuerdo, ¿Quién en su sano juicio se confiesa con un beso?. Era obvio que Seokjin se iba a incomodar pero aún así lo hizo. Pero realmente el que Jin no regresará a la biblioteca lo hacía sentir mal porque era obvio que lo estaba evitando.
— Vaya, es cierto lo que dicen sobre que nadie viene a este lugar — mencionaron.
Yoongi alzo la mirada encontrándose con un sonriente chico que comía una paleta. — No puedes comer dentro de la biblioteca.
— Hombre, no te alteres, es cierto, ¡tú eres Min Yoongi!— él chico dijo moviendo las manos sin dejar de sonreír.
— ¿Vienes por un libro o qué?, si no es así, por favor vete — mascullo Yoongi tratando de ocultar su enojo, enserio odiaba a las personas tan habladoras, él solo tenía una persona ruidosa favorita y este chico pelinegro no lo era.
— Te tomas muy en serio tu papel... en realidad, no esta aquí, Jinnie, ¿verdad? — preguntó él chico casi en susurró.
— ¿Jinnie? — Yoongi sintió molestia, no le gustaba oír que lo llamaran así. Ya sabía que sus amigos lo hacían pero escucharlo directamente le irritaba.
— Qué bueno, de otra manera me mataría por estar perdiendo el tiempo aquí o le diría a Tae — él chico dió un gran suspiro terminando de morder por completo su paleta.
— Entonces ve a perder el tiempo en otra parte —. Yoongi molesto intento correrlo e iba a ponerse sus audífonos pero aquel chico siguió hablando de cosas que no entendía o de su novio, él mejor amigo castaño de Jin, de cierta manera se parecía a SeokJin pero emitía un aura diferente, su nombre era Hoseok, Jung Hoseok.
En toda esa semana no vio a Jin, no se topo ni una vez con él, pasaba a propósito frente a su salón pero su asiento estaba vació, sentía que era a causa de lo que hizo pero también se sentía preocupado de que fuera otra cosa, quería preguntarle a Jimin o a Taehyung, incluso a Hoseok ya que comenzaron a ser ¿amigos?, él chico lo seguía de aquí para allá sin parar de hablar y detenerlo era imposible así que optó por dejarlo hacer lo que quisiera pero finalmente no le preguntaba a ninguno.
Tenía miedo de saber la verdad.
Dos semanas habían pasado, paso frente a su salón como ya tenía costumbre y ahí estaba, su precioso chico, ahí estaba, rayos, quería ir y abrazarlo pero probablemente sería rechazado de nuevo, no se atrevió siquiera a hablarle, tenía miedo de la reacción de Jin.
— Simplemente dile lo que sientes — susurró Hoseok.
— ¿D-de qué hablas? — Yoongi intento ocultar su sonrojo, en vano. Cuando hablaban de Jin en su presencia le era inevitable no mostrar reacciones.
— Un día fui a la biblioteca y encontré a un enano chico tratando de devorarse a Jinnie, ¿te suena? — preguntó burlón Hoseok con esa habitual sonrisa.
Yoongi solo se quedó callado pero sintió sus mejillas arder, pensó que ese momento solo lo tendría para él y ahora resulta que este sonriente chico lo había visto.
— Él me rechazó — respondió Yoongi sin pensarlo mucho.
— ¿Como?, ya le dijiste que te gusta? — Hoseok estaba sorprendido, había jurado que la situación era diferente.
— Lo besé — Yoongi admitió ruborizándose al recordar aquello. Era el mejor recuerdo que tenían hasta ahora.
Hoseok dejo de batallar con la bolsa de galletas y lo miro sorprendido. — ¡Vaya!, si que eres atrevido, Min Yoongi! pero le dijiste, ¿no es así?.
— No le dije — Yoongi le quitó la bolsa para abrirla el mismo.
— ¿QUE?, ¿lo besaste y ya?, por supuesto que Jin pensara que solo estabas jugando — Hoseok suspiro pesadamente comenzando a comerse sus preciadas galletas. — O qué lo hiciste por curiosidad, no lo sabes pero seguramente ese era su primer beso, jamás a salido con nadie, debes decirle apropiadamente.
Y entonces las palabras de aquel hablador, le dieron una nueva esperanza a Yoongi, diría lo que sentía correctamente.
Y si está vez era rechazado se daría por vencido definitivamente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro