Yoongi caminaba junto a Jin, ambos en silencio aunque en realidad no necesitaban hablar, esa era una mejor forma de comunicarse para ellos, para el rubio hablar un poco más se hizo necesario al ser cercano a Jin, de la misma manera para el pelinegro el silencio se hizo necesario.

— Aquí —. Yoongi dijo deteniéndose frente a una reja blanca.

— ¿Aquí querías venir? — preguntó Jin mirando confundido la casa.

— Solo... buscaremos algo y luego nos vamos — él saco una pequeña llave, ambos entraron al lugar, dentro Jin pudo darse cuenta de que era un lugar donde los mecánicos trabajan. Habían carros y motocicletas en partes.

— ¿Eres mecánico?— preguntó pasando la mano por un auto muy bonito que estaba ahí.

— Soy principiante, él dueño me deja venir de vez en cuando —. Yoongi respondió mientras quitaba una gran manta, Jin se sorprendió al observar una moto roja muy reluciente y bonita.

— Este es mi primer trabajo — admitió Yoongi algo apenado. Nadie a demás de su madre sabía esto.

— ¡Sorprendente!—  Jin emocionado se acercó aún más, esto era un dato nuevo que conocía de su amigo.

— La encontré desecha pero el señor Rim dijo que podía quedar como nueva así que lo traje y aquí esta, tarde dos meses en repararla pero valió la pena, él dijo que podía conservarla —  Yoongi dejó escapar una sonrisa, Jin es la primera persona a quién le cuenta sobre esto.

— Y lo hiciste muy bien, eres genial, Suga — Jin sonrío gentilmente. Min era sorprendente por dónde sea que lo mirarás.

Ambos subieron en la motocicleta, se acomodaron sus cascos pero Yoongi pudo sentir el nerviosismo de Jin, ya que este se aferraba a su cintura, tardaron como media hora, era una playa alejada, una a la cual Yoongi solía venir después de la muerte de su padre. La descubrió mientras manejaba su vieja bicicleta.

SeokJin podía ser tan infantil, bajo corriendo de la moto para correr por la orilla del mar, se quitó de inmediato los tenis para meter los pies en el agua, con la mano le hizo una seña a Yoongi para que hiciera lo mismo pero este negó con la cabeza, era mejor observar.

— ¡No seas amargado, anda! — exclamó Jin con esa gran sonrisa entonces Yoongi no pudo negarse, jugaban como dos pequeños niños. Tomados de la mano brincando para evitar el agua.

Era extraño el cómo SeokJin podía hacerme cambiar de perspectiva sobre las cosas tan rápidamente; Y había dejado de buscarle lógica a lo que sentía porque el amor no la tiene, te enamoras y ya, sin darte cuenta ni elegir a esa persona.

El corazón de Yoongi martilleaba y amanezaba con salir disparado, estaba tan feliz de poder estar pasando un momento como este a lado de la persona que le gustaba pero ¿por qué no pudo esperar más?.

— Ahora que recuerdo... no me has dicho que pedi... decía Jin pero fue interrumpido ya que Yoongi lo tomo de la nuca halandolo hacia él, titubeo un poco pero finalmente unió sus labios con los del pelinegro, no movió los labios solo los poso sobre los suaves labios ajenos.

Y eran mucho mejor de lo que había imaginado, no, sus imaginaciones quedaban cortos ante lo perfecto que era esto, los labios de su chico eran tan suaves, confortables.

Al separarse pudo ver a Jin totalmente atónito, sus mejillas estaban rojas y la boca entreabierta, esto en lugar de detener al rubio lo impulso para probar más, se acercó nuevamente y antes de unir de nuevo sus labios susurró. —Esto es lo que pediría.

Nuevamente poso sus labios sobre los del más alto, no tuvo que ponerse de puntas ya que al tomarlo de la nuca se le hizo más fácil, aprovecho la sorpresa de Jin para tratar de meter su lengua pero de inmediato fue alejado.

Jin puso su mano en el pecho de Yoongi alejándolo suavemente, su rostro estaba totalmente rojo. — L-lo siento mucho — y de inmediato abandonó el lugar. Sin importartarle que tenía que caminar mucho para poder tomar transporte.

¿Lo siento mucho?, ¿Qué significaba eso?

Había sido rechazado?, claro, Yoongi era un idiota... es que acaso no pensó una mejor manera de confesarse?, simplemente se abalanzo a Jin como si nada, ahora seguramente sería odiado.