Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

.La playa.

Nos quedamos dormidos, y se siente realmente bien dormir a su lado. Es mucho más tranquilo.

Abro los ojos con nada de esfuerzo, sintiéndome bastante bien, pero ella no esa a mi lado. Me siento en la cama frotando mis ojos.

— ¿Elsa?

De pronto la puerta del baño de abre dejando a Elsa a mi vista.

— Hoy iremos a la playa con unos primos, ¿Esta bien?

Me acuesto de nuevo — Esta bien... ¿A qué hora?

— Después del desayuno — se acerca a mí y se sube a la cama y me ve a los ojos — También ira un amigo...

Frunzo mi entrecejo — ¿Un amigo?

— Sí... Ayer cuando hablabas con mi papá, él llamó y dijo quería verme... Te lo digo porque... El suele ser muy cariñoso conmigo.

Enarco una ceja — ¿Cariñoso?

— Sí — responde como si le apenara.

Esto del amigo no me gusta nada.

— ¿Que tan cariñoso?

Sonríe divertida — No te pongas celoso, amor.

Amor... Es la primera vez que alguien me llama así. Me gusta.

— Tengo derecho de ponerme celoso, que tu amigo sea "cariñoso" no me ha gustado nada. Tendrá bajarle su nivel de "cariño" — hago comillas con los dedos ruedo los ojos.

Entonces, Elsa se comienza a reír. Y, me sorprende sentándose a horcajadas mías... Bien, ahora no debo pensar nada pervertido... Y no ayuda nada teniendo en cuanta que solo tiene una camiseta y unos shorts cortos... Cor-tos.

Se inclina sobre mí y deja sus labios sobre los míos. Agarro su cintura y paseo mis manos desde ese punto hasta la curva de su perfecto culo. Sus labios suaves, dulces y provocadores los encuentro tan malditamente adictivos.

De pronto sus labios se desplazan por mi mentón a mi cuello.

Mierda, no sé qué le pasa esta mañana que esta tan provocadora, pero me encanta... Mucho.

Siento sus labios sobre mi cuello y maldición que se siente jodidamente genial.

Agarro su cadera, con la gran tentación de tocarle ese culo tan... Ah, esta mujer va a matarme. En serio. Entonces, poso mis manos sobre ese perfecto lugar y lo agarro firmemente. Si, va a matarme. Ella es totalmente perfecta.

Elsa jadea sobre mi cuello y su cálido aliento me eriza la piel. Atrapo sus labios con los míos y la beso con fuerza. Deslizo mi lengua entre sus labios para llegar a la suya, ella toma mi rostro entre sus manos y acepta la dureza de mi beso acercando más sus labios y acerca más sus piernas abrazándome, logrando que su sexo rose con mi miembro que ha este punto está más duro que una maldita piedra.

Nos separamos por falta del estúpido aire, pero no tardamos en unir nuestros labios de nuevo. Masajeo su precioso trasero en círculos y llevo mis manos a su cadera para darnos la vuelta y dejarla debajo de mí. Dejo de besarla dejándola con su respiración agitada y beso su mejilla hasta su cuello, justo donde puedo sentir esa vena palpitante que me indica lo agitada que se encuentra. Me sostengo sobre mi brazo y con la otra mano acaricio la perfecta curva de su cintura.

— Jack... — jadea Elsa a la par de mi oído.

Mierda.

Dejo su cuello y vuelvo a besarla en los labios. Ella enreda sus dedos en mi cabello acercándome más a sus labios. Dios, deseo a esta mujer, en serio lo hago.

Alguien toca la puerta tres veces.

Dejo de besarla y pego mi frente en el hueco de su cuello mientras ella se ríe suavemente.

— No te rías, no me parece nada gracioso — la reprocho poniéndome bien para verla a los ojos.

— Lo es. ¿Por qué siempre pasa esto?

— Tengo una maldición, eso pasa — me tiro a un lado de la cama.

— ¿Quién es? — pregunta Elsa sentándose.

— ¿Estas lista, Elsa? — reconozco esa voz. Eugene. ¿Qué hace aquí?

— Juro que voy a matarte, Fiztherbert — espeto en voz alta.

— ¡Jack!... ¿Jack? ¿Qué haces aquí? — abre la puerta con el entrecejo fruncido en confusión.

— Debería preguntar lo mismo, pero no me interesa.

— Auch — se toca el pecho de forma dramática — Como sea. Punz esta lista y quiere irse ya, ¿Ustedes están?

— Yo sí, pero el señor duermo hasta tarde no — responde Elsa saltando de la cama.

— Bueno, no tenía en cuenta que iríamos ahí.

— Levántate de esa cama y salgamos de una vez — dice antes de volver a salir.

Y así lo hago... minutos después, pero lo hago. Aun no puedo procesar lo que acababa de pasar con Elsa, es la primera vez que ella toma iniciativa y me ha dejado en shock. Espero que ese lado suyo salga a flote más seguido.

Me ducho después de ella y al salir me coloco unos bermudas de jeans, una simple camiseta blanca y tenis. Elsa se puso un vestido blanco con flores amarillas y unas sandalias. Luce preciosa, pero eso no es algo raro en ella.

Cargamos con algunas cosas el auto de Eugene, que es en el que iríamos y nos marchamos con otros dos autos siguiéndonos, supongo que son sus primos.

El auto es convertible, y Eugene decide quitar el techo como si no fuéramos a recibir suficiente sol en la playa. El viento hace que Elsa amarre su cabello en una trenza de lado.

— No me gusta cómo me veo así — dice arreglándose el cabello.

— ¿De qué hablas? Te ves bien — paso mi braco por sus hombros.

— Tú lo dices porque eres mi novio — rueda los ojos con una sonrisa en su cara.

— Sí, pero también es muy cierto que te vez bien de cualquier forma.

— Gracias — besa mi mejilla. Al separarse se le queda viendo a mi brazo.

— ¿Qué sucede?

Ella sacude la cabeza — Es que jamás le había prestado atención a tus tatuajes... ¿Por qué te hiciste tantos?

Me encojo de hombros — Ganas de tirar mi dinero a un bueno para nada.

— ¿Disculpa? Te estoy escuchando cara de mierda — Eugene me fulmina con la mirada a través del retrovisor.

— Eso ya lo sé — bromeo con una sonrisa burlona.

— Bien, este bueno para nada te dejo algo que jamás se borrara de tu piel, estúpido.

— Ya Eugene — lo detiene Rapunzel.

Me rio entre dientes.

— Tu también, Jack — me "advierte" Elsa. Me río más y ella me pega en el pecho.

Llegamos a la playa. Eugene estaciona el auto cerca de una choza frente al mar. Todos bajamos del auto, las chicas más emocionadas que nosotros. Los primos de Elsa se quedan en la choza de al lado, y a los únicos de ahí que reconozco es a Anna y a su novio. Eugene y yo bajamos la hielera con cervezas y otra caja con comida.

— ¿Hablaste con el papá de Elsa? — pregunta Eugene dejando la caja en una mesa.

Yo dejo la hielera en el suelo, saco dos cervezas y le entrego una — Sí, hablé con él.

— Recuerdo como fue cuando hablé con el padre de Rapunzel, ese hombre no me aceptó a la primera... ni a la segunda... ni ahora... supongo que el su lecho de muerte va a terminar aceptándome — se ríe bebiendo de su cerveza — Seguro que a ti te fue peor.

Es mi turno para reír — Me acepto — suelto dándole un trago largo a mi cerveza, hasta que la dejo para seguir riéndome de él y de su estúpida reacción — ¿No te lo esperabas?

— Es el señor Arendelle, claro que no me lo esperaba. Felicidades, Frost — me golpea dos veces en el hombro — ¿Y tuvieron sexo anoche?

Escupo la cerveza y toso un par de veces — ¿Qué?

— Estaban solos en la habitación... toda la noche, ¿vas a decirme que no le diste las buenas noches? — alza sus cejas varias veces con una mirada divertida.

— No, existe algo que se llama "respeto" ¿Has escuchado hablar de eso? — le digo dejando la cerveza a un lado para quitarme la camisa. Unos minutos aquí y el calor se hace sentir como nunca.

— Oh, pero quisieras....

— Ya cállate.

Él se ríe — Hablando de chicas, ¿Dónde están?

— ¡Estamos aquí! — avisa Rapunzel detrás de nosotros.

Ambos volteamos a ver y creo que ambos tenemos cara de estúpidos... Elsa se ve realmente sexy. Lleva puesto un bikini de dos piezas color azul oscuro, ahora lleva su cabello largo suelto... y todas, todas sus curvas están expuestas, su piel realmente radiante y suave a la vista... mi vista

— ¿Me veo bien? —pregunta con sus mejillas sonrosadas y una sonrisa tímida.

Tomo su cintura y la atraigo hacia mí — Luces fantástica — me inclino y dejo un beso en sus labios. Ella pone sus manos en mi pecho.

— Tú también te ves bien — me sonríe coqueta — ¿Nos vamos a dar un baño?

— Vamos — ni que lo diga dos veces.

Me quito los zapatos, tomo su mano y caminamos a la playa.

Las pequeñas olas de la orilla mojan nuestros mientras nos acercamos más. El agua es clara y por lo que se ve no hay muchas olas grandes, está en total calma.

— Hace mucho que no venía a la playa — Le comento a Elsa quien inmediatamente me voltea a ver.

— ¿Hace cuánto? — Pregunta ladeando un poco su cabeza.

Me encojo de hombros — No lo sé.

— Bien, ahora estás aquí conmigo — sonríe y vuelve su vista al agua.

Paso mi brazo por sus hombros y beso su sien.

Paramos cuando el agua cubre mi abdomen y a Elsa le llega casi el agua al pecho. La tomo de las piernas y las coloco alrededor de mi cintura.

— ¿Sabes nadar?

— No, pero no me hace falta si estoy de esta manera, ¿o sí? — acerca más su ceurto al mío hasta que nuestros pechos se unen. La cálida piel de su abdomen y pecho me encanta. Paso mis manos por su cintura.

— No claro que no hace falta — ella coloca sus manos alrededor de mi cuello.

— Pervertido — resopla divertida.

— Me declaro culpable — le sonrío de lado. Ella suspira.

— Me gusta tu sonrisa — besa fugazmente mis labios.

Me rio negando con la cabeza — Respira profundo — le indico. Ella lo hace y nos hundo bajo el agua por unos largos y relajantes segundos. Cuando salimos, sacudo mi cabeza para quitar el resto de agua de la cara y Elsa limpia sus ojos para ver.

— Jack.

— ¿Qué?

— Te quiero.

Tomo su rostro entre mis manos y la beso. Suave y delicadamente — Te quiero.

Pasamos parte del tiempo hablando, y la otra besándonos... la mayor parte del tiempo, besándonos. Acariciando su piel mojada, pero no paso de su cintura y caderas, cosa que creo que me agradece, aunque no me gusta sobrepasarme con ella, a decir verdad.

— ¿Qué otra cosa no has hecho? — pregunta de la nada.

— ¿Sobre qué?

— No has venido a la playa durante Dios sabe cuánto tiempo, ¿Qué otra cosa no has hecho? Y me refiero a todo.

Frunzo mi entrecejo recordando — No voy a centros comerciales. Ni a parques, no como nada que sea dulce... no celebro ningún día festivo porque nunca he tenido una razón para hacerlo... odio la navidad, me recuerda a mi familia. Jamás visto de traje... y si se me ocurre otra cosa te la diré. Tengo la mente en blanco.

— Aun así... son muchas cosas — besa mi mejilla.

— ¡Chicos la comida esta lista! — nos llama Rapunzel desde la choza donde ahora también esta Anna al lado de su novio.

— Vamos — me dice señalando con la cabeza.

— No, no, espera. Aun no — le sostengo la cintura — Antes dame un beso como el de esta mañana.

Sus ojos se abren grandes mientras su rostro toma un color rojo intenso.

— Esta mañana... antes de que despertaras, escuche a mis primas hablando... una de ellas planea seducirte... — baja su mirada — te besé así esta mañana porque tengo miedo de que llame tu atención...

Frunzo mi entrecejo — ¿Por qué crees que alguna de ellas llamaría mi atención?

Se encoge de hombros — No soy muy segura de mi... además, ¿Por qué no llamarían tu atención? Son bonitas y hasta atrevidas, lo que un hombre quiere en una mujer... y luego estoy yo.

— Sí, y luego estas tú. No eres bonita y nada atrevida — su rostro decae ante mis palabras. Alzo su barbilla — Tu eres preciosa y te das a respetar. Eres lo que quiero, eres lo que necesito. ¿Sabes porque no llamarían mi atención? Porque ellas no son tú.

Elsa cierra sus ojos y me abraza recostando su cabeza en mi pecho — Te quiero, Jack.

La abrazo contra mí. Ella debería tener más confianza en sí misma — También te quiero, nena.

Después de un rato salimos del agua para comer algo. Rapunzel y Anna han hecho carne asada y tiene un sabor estupendo. O talvez yo tengo mucha hambre.

Luego me quedo hablando puras estupideces con Eugene y Kristoff mientras bebemos cervezas y las chicas toman el sol a varios metros lejos de nosotros, supongo que hablando "cosas de chicas" o quien sabe, las mujeres son un maldito misterio cuando hablan juntas y te voltean a ver.

— Hablé con Aster hace poco, dice que no le has dicho nada aun sobre volver a la policía — comenta Eugene de la nada.

— ¿Eras policía? — pregunta Kristoff.

— Sí, hace unos años... estoy pensando volver.

— ¿En serio? — asiento con la cabeza dándole otro trago a mi cerveza — ¿Le has dicho a Elsa?

— Tiene miedo. Pero ya he hecho eso antes y jamás me paso nada.

— Ya no tienes ese instinto suicida, ¿o sí?

— No, Eugene, eso ya quedo atrás.

— Ahora tienes un motivo, claro que quedo atrás.

Volteo a ver a Elsa, quien luce una sonrisa radiante en su rostro mientras hablas con Anna y Rapunzel.

Pero entonces, alguien más la llama y ellavoltea a ver, noto como sus ojos brillan y se levanta de su asiento para correra los brazos de un tipo castaño. Supongo que ese es "su amigo" y por la formaen la que la abraza... y besa su mejilla... no, no creo poder tener control de estaporquería de celos.

*

*

*

*

*

*

Capítulo dedicado a @XxQueen_DramaxX ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro