El castaño miró su vientre, se quedó extrañado al sentirlo plano, no recordaba haber visto a su bebé nacer. Miró por toda la habitación, era de noche y la luz estaba apagada, entonces en la esquina, junto al pequeño sofá, lo vió. El rubio cargaba al que debía ser su hijo, cuando su mirada se encontró con la de Liam, le sonrió, pero su sonrisa no era sincera.

— ¿Qué haces tú con mi bebé?— le pregunto Liam alarmado, — por favor, acercamelo.

— Tranquilo Liam, — dijó Naìn,— ¿Ahora somos amigos o no?

Había algo raro en él, — Naìn, por favor, dámelo, quiero verlo.

Naìn sonrió fríamente, — Liam, descuida, no le haré daño, no mucho, sólo estoy llevando a cabo mi venganza, tú me quitaste a Zayn, y yo te quitaré a tu hijo.

— ¡¿Qué mierda dices?! Devuélvemelo!, — gritó Liam, trato de levantarse pero sintió la herida de la cesárea molestarle, — Naìn, dámelo, por favor!— pidió al borde de la desesperación.

— El Doctor le dirá a Zayn que el bebé no vivió, — declaró Naìn, — tu te hundiras en la depresión y él se irá de tu lado, entonces volverá con nosotros, su familia. Susan, Dennis y yo.

— Naìn, no lo hagas!, — pidió Liam, — ¿Qué harás con mi hijo? Déjame verlo, por favor.

— Nunca lo conocerás, — rió el rubio, — así no podrás buscarlo, lo dejaré en el primer orfanato que encuentre, después de todo ellos lo criarán mejor, tú no sabrás criarlo, — dijó fríamente.

— No, Naìn, espera, — pidió Liam, — Devuélvemelo, me iré lejos, dejaré a Zayn, — propuso desesperado,— por favor.

— Demasiado tarde, — dijó Susan entrando a la habitación, — no queremos compartir a papá Zayn con ese bebé, ahora es tu turno de sufrir como sufrió papá Naìn, — finalizó la chica tomando al bebé de los brazos de Naìn.

— ¡No!, esperen, ¡Zayn! ¡Zayn no lo permitas!, ¡Zayn, ayúdame! ¡Zayn!— comenzó a gritar desesperado.

— Zayn no vendrá, — dijó Naìn con calma, — él está en un viaje de negocios, ¿No lo recuerdas? No sabrá nada de ésto, aunque le cuentes, te tomará por loco.

— Zayn!— insistió Liam, — ¡Zayn, ayúdame!, ¡Zayn por favor!¡Zayn!— imploró.

Cuando el pelinegro escuchó su nombre, despertó exaltado, miró el sudor escurriendo en la frente del castaño y trató de despertarlo.

— Amor, Liam, bebé, despierta, — lo sacudió un poco y este finalmente abrió los ojos.

Liam miró alrededor de la habitación, Zayn encendió la luz y el castaño suspiró aliviado, estaban en casa, sólo había sido una pesadilla. Una terrible pesadilla.

— Soñé que...— hizo una pausa, — fue horrible Zayn, ellos querían llevarse a mi bebé y yo no podía hacer nada.

— Tranquilo amor, ya pasó, — dijó Zayn, le sirvió un poco de agua y se la ofreció, — estoy aquí, y nadie se llevará a nuestro hijo, está a salvo, justo aquí, — añadió besando el vientre del castaño.

Luego de unos minutos pareció calmarse, todo había parecido tan real, y aquél mensaje seguía apareciendo, — ¿Y si no lo hago bien?— preguntó mirando al pelinegro, — ¿Qué pasa si no soy un buen padre?

— Liam, no digas eso, — dijó el pelinegro besando su frente, — nadie nace sabiendo ser padre, no digo que seremos perfectos, yo mismo he cometido errores con Susan y Dennis, dar a manos llenas, no poner límites, pero Liam, amaremos a este bebé, somos una pareja, lo haremos juntos, confío en que lo haremos.

— Zayn, quizás tú puedas, pero, ¿Olvidas que perdí a Dennis? Y si de verdad soy un aficionado del trabajo que no puede dedicarle un segundo a un niño.

— No lo eres, — dijó Zayn, — cuidaste de Sarah y Dennis cuando tuve que hacer un viaje.

— Pero las cosas no salieron bien, — insistió Liam, — Zayn, tengo miedo, quizá te des cuenta que después de todo Naìn es mejor que yo, — soltó.

Zayn negó, — Naìn ha sabido hacer lo suyo, — admitió Zayn, — pero eso no significa que sea mejor que tú, son circunstancias diferentes, y si te tranquiliza saberlo, una vez tuve que llevar a Susan a un evento extraescolar, estaríamos todo el día fuera. Naìn siempre ha sido orgulloso y se ha negado a contratar a alguien que le ayude con las cosas de la casa, salió a hacer el súper y se llevó a Dennis, sólo tenía cuatro años y era muy curioso, cuando Naìn se detuvo a sacar el dinero para pagar, Dennis debió haberse soltado y cuando Naìn se dió cuenta el niño no estaba por ninguna parte.

El castaño lo miraba atento, y Zayn continúo,
— Naìn me llamo muy asustado, Susan y yo tratamos de volver lo más rápido posible, un guardia lo ayudó a buscar por todo el centro comercial y finalmente lo encontró en los juegos para niños de un local de hamburguesas,— terminó Zayn.

— ¿Es verdad esto? — preguntó Liam, — entonces porque fué tan duro conmigo, — se preguntó el castaño.

— Naìn suele ser así, jamás te lo contará, Dennis no lo recuerda siquiera pero quizá Susan no lo ha olvidado, — dijó Zayn, — Liam, a lo que voy es qué, Naìn no es tan perfecto, — rió, — amor, confío en ti. Todo saldrá bien.

Liam lo miró más tranquilo, se abrazo al torso de Zayn.

— Mañana le daremos la noticia a los niños, — dijó Zayn, — de nuestra boda, si quieres esperar para contarles lo de nuestro bebé, lo entiendo.

— Será lo mejor, — dijó Liam recordando su sueño, la noticia de su compromiso ya sería difícil de asimilar.

— ¿Te gustaría pensar en nombres?— preguntó el pelinegro, — será emocionante elegir un nombre para nuestro hijo o hija.

— Me gustaría esperar hasta su nacimiento para saber si es niño o niña, — dijó Liam, — pero me encantaría ir pensando en nombres.

Zayn sonrió, — También tenemos que poner una fecha para la boda, — dijó Zayn, — por mi sería mañana mismo.

— Oh, no — dijó Liam, — todavía tienes que hablar con mis padres, — bromeó, — papá se infartara cuando sepa que tendré un bebé y aún no nos hemos casado, — añadió.

— ¿Es así?— preguntó el pelinegro un poco alarmado.

Liam rió, — Claro que no, ésto solo hubiera ocurrido si aún tuviera dieciocho o menos. ¿Tus padres estarán bien con la noticia?— preguntó.

— Mi madre te adora, — le recordó Zayn, — y mi padre, bueno el no estubo muy de acuerdo con mi divorcio, pero Liam, son mis decisiones y soy un hombre adulto.

El castaño sonrió, — Me alegra tanto que estemos juntos de nuevo, —dejo un corto beso en sus labios pero el pelinegro lo profundizó. Mirando sus intenciones, el castaño se alejó riendo, — Vamos, a dormir, mañana hay mucho por hacer.

El pelinegro asintió y se giró para dormir abrazado al castaño, lo entendía perfectamente, durante el primer embarazo de Naìn, tuvo los mismos miedos que Liam se planteaba, pero el se encargaría de ser el soporte de su castaño, y velar por él y su pequeño día y noche si era necesario.

¿Qué les pareció? 💛🤭