16| Tráeme un bombón
Capítulo 16: Tráeme un bombón
07 de abril, 2017.
¿Asher Kane atractivo para mí? Pff, por supuesto que no.
Asher Kane no es atractivo.
Asher Kane es sólo un amigo.
Asher Kane no está interesado en mí.
He estado repitiéndome esas frases desde el lunes en que mi cerebro, hormonas o lo que sea se dispararon en todo mi cuerpo y decidieron jugarme una mala pasada. Luego de que le secara las lágrimas y nos quedamos viéndonos como si fuéramos los únicos en ese lugar, el repentino y estruendoso estornudo de Lely prácticamente nos sacó de nuestra burbuja.
No sé si para Asher fue incómodo, pero al menos para mi si lo fue. No pude volver a mirarlo a los ojos después de eso y aunque el actuó con normalidad, y se recompuso en cuestión de segundos, yo no pude olvidar nada de lo que había pasado y eso se notaba un poco en las asesorías.
Ahora estamos en la biblioteca pues finalmente hemos decidido empezar con el trabajo de OPV, si quiero una buena nota necesito esforzarme en ello y eso implica no dejarme llevar por la procrastinación y empezar a hacerlo antes de que sea tarde.
Lely está ensimismada leyendo y subrayando al mismo tiempo, mientras que Suki no despega su mirada del computador. Por otro lado, yo estoy con el móvil en la mano supuestamente buscando títulos de libros que pueden ser de ayuda en la pagina web de la biblioteca para que no me sea tan difícil dar con ellos cuando los busque en los estantes, pero en realidad estoy dándole vueltas nuevamente al tema de Asher y solo consigo frustrarme porque siento que me estoy desviando mucho de mi objetivo.
—Iré a por un café —me levanto tratando de hacer el menor ruido posible—. ¿Quieren algo?
Lely y Suki niegan con su cabeza, pero esta ultima me lanza una mirada de reproche.
—No podrás entrar con comida aquí y lo sabes.
—Intentaré colarlo —Sonrío de forma traviesa— es que en serio, lo necesito.
Ella niega con su cabeza, pero al mismo tiempo hace un gesto con sus manos para que me retire y yo asiento emocionada.
En realidad, no es que necesite tanto el café, sino que quiero despejar mi mente un poco. Salgo de la biblioteca en dirección a la cafetería, mientras checo los mensajes en mi celular. Habíamos quedado con Kian de reunirnos en la biblioteca después del ultimo receso, pero por alguna extraña razón que desconozco no se ha presentado y no responde mis mensajes.
Pido un americano y mientras espero pacientemente mi pedido, diviso a Kian viniendo del lado donde está el gimnasio e intuyo que su tardanza se debe a los entrenos.
Es cierto, mañana hay partido.
Partido al que Asher te invitó.
¡Por Dios! ¡Vocecita, cerebro, conciencia, lo que sea! ¡Ya deja de pensar en Asher!
La voz de la dependiente me saca de mi lucha interna, despabilándome por completo. Tomo el café que me da y mientras procesa mi pago, vuelvo mi vista hacia Kian quien ya va en dirección hacia la biblioteca, pero va acompañado por una chica menuda de cabello negro.
Una vez he cancelado todo, sujeto bien mi café y me apresuro hacia Kian pues creo que él será mi coartada perfecta para ocultar el café en su bolsón. Logro alcanzarlo casi a mitad del camino y no puedo creer que haya tenido casi que correr para poder estar a su paso, o bueno casi a su paso, el chico camina demasiado rápido y mis piernas digamos que no ayudan mucho, de hecho, arden y es un recordatorio más de que debo hacer ejercicio.
En medio de mis jadeos suelto un suspiro y miro hacia mi estómago. Realmente debería hacerlo, después de todo, estoy engordando un poco.
—Es que aún no puedo creer que me hayas dejado sola —escucho a la chica quejarse—. Siempre lo hacíamos juntos.
Pensaba adelantarlo, pero prefiero ir atrás sin que se percaten de mi presencia para escuchar su plática.
Algo de mala educción, lo sé, pero me puede más mi vena chismosa.
—Nessie —exclama Kian con un evidente cansancio—. No fue mi culpa, tu faltaste ese día y el profesor quería las hojas con los grupos en ese instante. Era algo completamente fuera de mis manos.
¿Nessie? ¿Quién es Nessie? Su nombre me suena, pero no puedo ponerle un rostro.
—Lo sé —masculla quejándose—. ¡Pero es que ahhh! —grita con frustración—. No puedo evitar quejarme, porque el grupo con el que voy no me siento cómoda. Son de esos chicos que esperan que yo haga todo el trabajo. Ni siquiera lo hemos empezado y ya me siento estresada.
—Tienes que aprender a lidiar con ello —es la respuesta del pelinegro—. No toda la vida estaré contigo y…
—Ya, pero tú eres el único que me entiende —Le interrumpe.
Por la forma en que hablan creo que son cercanos, y ver a Kian con personas a su alrededor que no sea Koa y las chicas que babean por él ya es algo de lo cual hay que admirarse. Es un chico bastante solitario, realmente casi nunca le he prestado atención a como es su interacción social, pero en el salón si podría decir que es un poco nula, y no sé si deberá a su porte y mirada intimidante o por como él me dio a entender a que los demás lo rechacen por ser becado.
Aunque si de algo estoy segura, es que a muchas chicas no les interesa que él tenga una beca porque es por ello que se destaca la inteligencia que posee y que lo lleva a ser uno de los tres primeros en la clase y por ende sea catalogado como nerd, añadiendo también, que su apariencia le suma puntos para que muchos quieran socializar con él.
Y de ahí que lo llamen nerd sexy, incluyéndome.
De hecho, incluso yo siento fascinación desde antes que nos hiciéramos un poco “cercanos” pero más que por su físico yo diría que por su cerebro. La forma en la que habla cuando expone cualquier temática te embelesa de una manera irreal, quizás es por que suele usar muchos gestos cuando habla frente al publico o por el tono de voz que emplea que hace que uno no se sienta aburrido y siempre le preste atención, o por lo profundo que suena su voz, no lo sé, el caso es que desde el primer día que lo escuchamos exponer no solo todos en el salón caímos por su forma de oratoria sino que hasta los profesores.
Pero más allá de eso, llego a la conclusión de que a lo mejor a él le gusta estar solo.
Hemos llegado ya a la biblioteca y ambos se detienen a mitad del pasillo, obviamente sigo mi camino como si nada pues no tengo para donde huir. Kian se gira y se sorprende un poco cuando me ve, así que acelero un poco el paso para cortar la poca distancia que tenemos. Y es hasta que estoy ya a su lado que puedo reconocer a Nessie. Es una chica que casi siempre suele sentarse en la esquina, es bastante silenciosa, pero mantiene un buen récord académico, y es por ello que reconozco por qué su nombre me suena.
Ella es la chica que siempre está debajo de mi en la tabla de notas, en el segundo lugar, antes de Kian.
—Rizzia.
—Uh, hola Kian —Saludo como si nada mientras le doy un sorbo a mi café y no paso por desapercibido como su cuerpo parece tensarse y se aleja un poco de mí mientras su mirada recae en mi bebida. Frunzo el ceño—. No haré lo que piensas.
—Es mejor prevenir —comenta con cierto temor en su voz que intenta ocultar con una leve sonrisa.
—Veo que se conocen —Nessie interrumpe y yo le esbozo una sonrisa ladeada prestándole atención.
Por supuesto que lo hacemos, estamos en la misma sección. De hecho, tú y yo también nos conocemos.
El rostro de Nessie se mantiene impasible y de hecho me mira con cierto recelo causando que borre mi sonrisa porque ahora me siento como una boba y al mismo tiempo percibo que quizás le caigo mal porque no es normal que alguien te mire de pies a cabeza como con repulsión, y la sonrisa y emoción que mantenía cuando hablaba con Kian desaparezca con mi presencia.
—Estamos en el mismo equipo —responde el pelinegro metiendo una de sus manos al bolsillo de su pantalón y no paso por desapercibido como revolea sus ojos cuando le escucha—. Así que, mmm, nos vemos luego, supongo.
Ok, confirmo. Le caigo mal y ni idea del motivo.
—Está bien —Vuelve a mirarme como si fuera un insecto para luego mostrarle una sonrisa a él. Finjo no haber visto su gesto y me alejo un poco para darle sorbitos a mi café mientras en mi mente empieza a desfilar una sarta de insultos porque ahora siento rabia.
¿Quién se cree que es para mirarme de esa manera?
» Te enviaré por mensaje algunas cosas que encontré para la tarea de historia y lenguas.
—Claro —Kian asiente y camina hacia mí. Nessie por su parte da un resoplido y continúa su camino, mi mirada no se despega de ella hasta que la pierdo de vista.
Como me gustaría que fuera verdad eso de lanzar dardos con la mirada.
—¿Todo bien? —La voz del nerd sexy me hace sacudir esos malos pensamientos de mi cabeza. Su cabeza está ladeada y por las facciones de su rostro creo que está indagando que pasará por mi mente.
—Todo genial —respondo mostrándole mi vaso de café haciendo que él se aleje y yo ría—. Dramático.
—Te lo he dicho —Niega con su cabeza—. Eres un peligro andante con el café.
—Sí bueno, mira, necesito que me ayudes —digo tomándolo del brazo y alzando mi mirada. ¡Diablos! Este chico es realmente alto, me siento muy enana a su lado—. ¿Puedes ayudarme a pasar con este café? —Sus cejas se arquean y mira hacia adentro de la biblioteca a través de la vitrina donde yace la recepcionista.
—¿Quieres que te ayude a entrar con un arma mortal a un lugar sagrado?
—¡Kian! —Le reprocho—. ¡No lo derramaré, seré muy cuidadosa! Te lo prometo —Trato de juntar mis palmas—. ¿Sí?
Pasan algunos segundos antes de soltar un suspiro de cansancio y se descuelga la mochila de sus hombros para abrirla e indicarme que lo meta ahí. Hago un baile de celebración en mi interior y antes de colocarlo me aseguro de taparlo porque realmente no quiero causarle desgracias a sus cuadernos y libros.
Una vez listo, acomoda con delicadeza la mochila en sus hombros y con un asentimiento de cabeza ambos entramos a la biblioteca. Pasamos por la recepción y cierro mis ojos murmurando un leve ¡Yes! Cuando la recepcionista nos deja pasar sin prestarnos atención.
—Perdón por la tardanza —susurra Kian una vez llegamos hasta nuestra mesa. Suki solo se limita a darle un asentimiento de cabeza y Lely me mira con diversión a lo que yo le devuelvo la mirada con curiosidad.
Kian saca mi café de su mochila y yo le agradezco con una sonrisa, luego de ello Suki se sienta a su lado, colocando la laptop frente a él y empieza a contarle la información que hemos recolectado y sus respectivas fuentes.
Mientras ellos empiezan a discutir la información que tienen, termino de anotar los nombres de los libros que pueden ser de ayuda en la biblioteca. Le doy los últimos sorbos al café al mismo tiempo en el que escribo el último nombre de un libro, cuando siento a Lely sentarse a mi par y susurra en mi oído:
—Vaya Rizzia, fuiste por un café y terminaste trayendo un bombón.
Sus palabras son tan inesperadas que mi primer impulso es querer escupir la bebida, pero en medio de todo ello recuerdo que si lo hago voy a hacer un desastre en la mesa, por lo que no me queda de otra que intentar tragarlo, y ¡Mala idea! Siento como si hay algo en medio de mi nariz que me impide respirar y la angustia se adueña de mi cuerpo.
¡Me estoy ahogando!
Mi mente está en blanco, lo único que quiero es poder respirar, pero no quiero causar un desastre.
Sé que debo tirar el café, pero no puedo, ¡no puedo!
—¡Tarada, ayúdala! —Escucho la voz de Suki reprocharle a la castaña que está a mi lado—. ¿No ves que se está ahogando?
Lely en su lugar está riendo, pero cuando se gira a verme su gesto cambia a uno de preocupación y se levanta con rapidez halándome en el acto. Ni siquiera sé cómo me mantengo en pie, siento la mente embotada y luego de ello a Lely dándome palmadas en la espalda.
—¡No seas idiota, escupe! —grita.
Entre las palmadas que me da y mi desesperación por conseguir oxígeno, no tengo ni la mas mínima idea de cómo, pero termino escupiendo el café y al mismo tiempo tragándolo, y es todo caos, confusión y dolor porque siento como si millones de agujas pinchan mi garganta en el proceso.
Seguido de ello toso con frenesí y tengo que dar grandes bocanadas para abastecerme de oxígeno. Lely continúa golpeándome en la espalda, pero con menos intensidad, mi garganta duele como los mil demonios, mis ojos lagrimean y mi nariz siento que escurre.
Asqueroso y lamentable.
—¿Rizzia, estás bien? —La mano de Kian es colocada en mi hombro y yo apenas y puedo asentir porque, aunque note el corazón acelerado a más no poder, siento que por fin soy capaz de respirar y la agonía que sentía ha desaparecido.
O casi.
Con una mano sobre mi pecho intento estabilizar mi respiración, inhalando y exhalando lentamente. Mientras tanto Suki aparece con un trapeador para limpiar el derrame de café en el piso y cuando ya me siento un poco mejor, me giro hacia Lely quién aún sigue preocupada y ni siquiera sé en qué momento mis manos van directo a su hombro y luego a su pecho.
Empiezo a darle manotazos y ella a emitir quejidos.
—¡Auch! ¿Por qué… —Continúo dándole más fuerte— me pegas?
Le miro fulminante deseando poder lanzarle láseres a través de mis ojos.
—¿Te parece poco? —Inquiero y el solo hablar me supone un gran esfuerzo—. ¡Por tú culpa casi muero!
A estas alturas los pocos estudiantes que hay en la biblioteca ya se han dado cuenta sobre el alboroto que estamos haciendo, de hecho, siento que de un momento a otro vendrá la bibliotecaria a echarnos porque vaya espectáculo hemos montado.
Lely se pone del color de un tomate y agacha su mirada sin decir palabra alguna. Muerde su labio apenada y creo que empieza a sentir un poco de culpa.
O al menos eso espero.
Intento golpearla una vez más, pero las suaves manos de Kian aprisionan mis muñecas y cuando le miro él únicamente niega con su cabeza.
—Es suficiente —murmura con suavidad.
Suelto un suspiro y me dejo caer al suelo, causando que Lely de un pequeño grito y Kian se acuclille para preguntarme si estoy bien.
¡No, no estoy bien! Porque acabo de pasar la vergüenza de mi vida.
Y no es tanto que me importe hacerlo frente a mis amigas, pero si me siento un poco incómoda que esto haya pasado frente a Kian.
Y como cereza del pastel, la bibliotecaria aparece con el ceño fruncido y cuando nos ve, enarca sus cejas y cruza sus brazos en una evidente señal de enfado. Mis amigas le esbozan una sonrisa de disculpa y yo desvío la mirada sintiéndome avergonzada. Kian me ayuda a levantarme y cuando la bibliotecaria abre la boca sé que nos viene un par de buenas reprimendas.
Bueno, tal parece que las vergüenzas son parte de mi día a día y al menos por ahora ya está hecha.
--------------------
Holiiiii❤😗
¿Qué tal su semana?🤭👀 La mía un poco ajetreada por lo que hasta hoy tienen su capítulo ❤
Espero lo han disfrutado muchísimo.
Comentarios, teorías y todo lo demás son bienvenidos aquí❤😂
Las dejo porque hoy fui a vacunarme contra el covid y mi brazo duele horrible ㅠㅠ
Por cierto, ¿ustedes ya tienen su vacuna?👀
¡Nos vemos hasta el sábado!
Baaiii❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro