Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5 | La Carta Anónima 🌼

💛✨️💛✨️💛

CAPITULO 5

WESLEY

La cita fue todo un éxito. Bueno, no era una cita realmente pero quiero pensar que si lo era.

Al menos para mi.

Nunca había tenido una cita con una chica y realmente eso me hizo sentir nervioso. Pero aún así, no hice el ridículo frente a ella. Y, a pesar de no conocerla, me demostró que una chica amigable y tierna. Hablamos sobre nuestros gustos y pasatiempos. Me dijo que ama la comida china y la italiana, que sus canciones favoritas son las de Taylor Swift (aunque nunca he oído ninguna de sus canciones), no le gustan los deportes, pero ama el ballet. Su color favorito es el Rosa (como suponía) y el celeste. Tiene una perrita llamada Cookie y su mayor sueño es viajar por todo el mundo. En eso coincidí con ella. Al menos tenemos algo en común. Cuando salimos de la heladería, caminamos de regreso al instituto donde se encontró con su mejor amiga. Y cuando se despidió de mi con un beso en la mejilla casi me desmayo de la impresión.

Después me encontré con Marianne y le conté todo lo sucedido. Ella no parecía muy contenta, pero aun así me escuchó hablar durante horas de Isabelle.

Y cuando llegó la noche me quedé dormido pensando en ella: en la chica que se ha robado por completo mi corazón.

Isabelle

Cuando despierto y bajo a la cocina para ir al instituto, me encuentro con mi madre. Le doy los buenos días y la abrazo tiernamente (como siempre). Me dispongo a desayunar mis tostadas cuando escucho el timbre en la puerta. Mi madre parece ocupada en la cocina, así que me levanto para abrir yo. Me encuentro con un chico como de mi edad con un uniforme bastante raro. Lo miro con el ceño fruncido.

-¿Eres Wesley Cooper?.

-Eh...si.

Extiende su mano hacia mi.

-Entonces esto es para ti.

Recibo la carta que me entrega y se va. Me quedo parado en la puerta como idiota hasta que el chico cartero se monta en la bicicleta y se va. Cierro la puerta y miro el sobre blanco en mis manos. ¿Quien me enviaría una carta? Nunca he recibido una. Que raro.

Mientras camino de nuevo a la cocina, abro el sobre y dentro de esta se encuentra una pequeña tarjeta de color rosa. Me dispongo a leer en mi mente con el ceño fruncido:

"Gracias por hacerme
sentir especial, Wesley.
Eres excepcional"

-Ánonimo

Sufro un cortocircuito cuando termino de leer. Pero...¿Qué?. Empiezo a sonreir como hiena mientras releo la tarjeta una y otra vez. No está firmada, pero la única persona que podría haberla enviado es...

Isabelle.

Mi corazón da un salto de felicidad. ¡Me ha dicho que soy excepcional!

Me despido de mi madre y salgo de la casa. Cruzo la calle hasta llegar a la casa de Marianne. Toco el timbre y su padre me recibe con una sonrisa.

-Hola, Wesley. ¿Cómo estás, muchacho?.

Le sonrío animadamente.

-Muy bien, señor Blake.

-¿Buscas a Anne?.

-Ah...si.

-Pasa. Esta en su habitación.

-Gracias.

Entro a la casa y el delicioso aroma a galletas se impregna en mis fosas nasales. No hay como la madre de Anne, ella hace las mejores galletas de chocolate del mundo. Pero ignoro el olor a galletas y subo las escaleras a la habitación de mi mejor amiga, aún con una sonrisa. Cuando llego a su habitación entro sin siquiera tocar (cosa que he hecho toda la vida). Pero la sonrisa se borra de mi rostro cuando la veo. Ella pega un grito y yo abro mucho los ojos al darme cuenta de que está en sujetador.

-¡Wesley!.

Me giro rápidamente quedando de espaldas a ella con las mejillas ardiendo de la vergüenza. Vale, desde este momento tocaré la puerta antes de entrar.

-L-lo siento, Anne.

-¡Te he dicho millones de veces que toques la puerta antes de entrar!. ¡Podría haber estado desnuda, idiota!

Eso no. Porque si eso hubiera sucedido no podría mirar a mi mejor amiga a los ojos. Tenso los labios avergonzado, aun de espaldas a ella.

-¡Si te llegas a voltear te mato, Renacuajo!

-No es para tanto, Anne. No he visto nada del otro mundo. -Y aun así la imagen de ella en sujetador no sale de mi cabeza. Ay no.

-¡Eres un idiota!. -siento un golpe fuerte en mi espalda. De seguro me ha lanzado un zapato. Al menos no ha caído en mi cabeza.

-Era broma, Anne. Ya deja tu agresividad. -levanto las manos en forma de rendición. -¿Ya puedo voltearme?

Hago el amague de girarme y otro objeto choca con fuerza en mi espalda. De seguro es otro zapato.

-¡Anne!. -me quejo, porque me ha pegado fuerte. -¡¿Vas a matarme?!

-Tú cállate. Además, ¿Qué haces aquí? Siempre me esperas abajo.

-Es que quería contarte algo importante por eso he subido hasta aquí. ¿Ahora si puedo voltearme? Cerraré los ojos, lo prometo.

Esta vez sonrío divertido.

-¡Eres insufrible!. -No la estoy viendo, pero me atrevo a decir que en este instante está poniendo los ojos en blanco, molesta. -Ya.

Entonces me giro hacia ella y abro los ojos. Es un alivio verla vestida. Marianne me fulmina con la mirada totalmente sonrojada.

-¿Qué querías decirme, Renacuajo?.

-He recibido una carta. -digo emocionado.

-¿Ah si? ¿De quién?

-Creo que es de Isabelle.

Hace una mueca.

-Que extraño, ¿No?.

-La verdad es que si. ¡Y me dijo que soy excepcional!. Eso ha sido lindo, ¿No crees?

-Bueno...la verdad, si. Aunque eso tu ya deberías saberlo. No hace falta que nadie te lo diga.

-Pues si. Pero que te lo diga la chica que te gusta, es otro nivel. -Suelto un suspiro enamorado y me recuesto en la enorme cama de mi mejor amiga. Su aroma llega hasta mis fosas nasales y cierro los ojos. Siempre me ha gustado el olor de Anne; huele a flores, a girasoles. Bueno, en realidad son las flores favoritas de Anne. Y ahora que lo pienso, no se si a Isabelle le gustan las flores. A todas las chicas les gustan, supongo que a ella también, ¿No?. -Solo espero que siga enviándome cartas. Es un hermoso detalle de su parte.

Abro los ojos de nuevo y me siento en la cama para mirar a mi mejor amiga.

-¿Sabes qué? Eso me ha dado una idea. ¿Que tal si le envías cartas al chico que te gusta?

Ella se sonroja.

-¿Q-que?.

-Si. Piénsalo un momento: si no puedes decirle lo mucho que te gusta en persona, puedes expresar lo que sientes a través de cartas. ¡Es una gran idea, Anne!. ¿Que dices?.

La veo dudar.

-Ah...no lo sé. -Se encoge de hombros. -Po-podría pensarlo.

Asiento con una sonrisa. Y luego la misma se desvanece cuando las palabras de Isabelle llegan a mi mente.

-¿Sucede algo?.

-Es que...quería preguntarte algo.

-Si. Lo que quieras.

-¿Tú...tienes secretos que no me has contado?. -le pregunto con curiosidad ya que lo que dijo Isabelle no ha desaparecido de mi cabeza.

-¿Qué? Claro que no. ¿Por qué te ocultaría algo, Wes?

Me encojo de hombros.

-Pues...no lo sé. Solo quería saber, es todo. Pero si me ocultas algo es porque no confías en mi.

-¡No te estoy ocultando nada!.

-Te creo, Anne. Pero quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que sea, ¿Ok?.

Ella asiente y luego me sonríe. Sus ojos verdes me miran con intensidad y es entonces que me doy cuenta de lo diferente que es su mirada; es cálida, sincera y tierna. En cambio la de Isabelle es Divertida, juguetona y pícara. Son tan diferentes. Ni siquiera se por qué las estoy comparando. Meneo la cabeza levemente.

-¿Sabes en que más he estado pensado?.

Ella pone los ojos en blanco con una sonrisa.

-Últimamente has estado utilizando mucho ese cerebro tuyo. -Bromea y le lanzó una almohada que ella atrapa con sus pequeñas manos.

-La verdad es que sí. -también sonrío. Lo bueno de tener una mejor amiga es que con ella puedo hablar y desahogarme. Y se que Anne nunca me juzgaría. -El punto es, que creo que somos como Pinky y Cerebro.

-¿Qué?. -ella se carcajea burlándose de mi. -¿Los Ratones de esa caricatura que veíamos desde pequeños?

-Si.

-Wesley, no somos ratones. Por si no lo has notado.

-Ya se. Pero no me refiero a eso.

-¿Entonces?.

-Pues...me refiero a ese tipo de amistad incomparable entre los dos. Creo que nos parecemos a ellos en eso.

Se vuelve a carcajear divertida.

-¿Y que haremos hoy, Pinky?. -Imita a uno de los ratones de la caricatura y yo me río a carcajadas imitando al otro.

-Tratar de conquistar al mundo, Cerebro.

Después que dejamos de sonreír nos miramos mutuamente.

-Eres excepcional, Pinky. -le escucho decir a mi mejor amiga y le sonrío. Pinky es el más loco y divertido y Cerebro el más amargado y el más inteligente.

-Tu también eres excepcional, Cerebro.

Y entonces me sonríe. Es cuando me doy cuenta de que ella, es la más excepcional entre todas.

💛✨️💛✨️💛

Gracias por leerme
Deja tu voto y tu comentario.
Me harías feliz
Te quiero ♥️

Patrixia 🌻
@patrixia_escritora

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro