Capítulo 30
Todo alrededor había desaparecido, y solo éramos él y yo atrapados en una burbuja. Nos mirábamos inmersos en nuestro propio mundo, sin importar lo que pasara en nuestro entorno.
-¿Qué haces aquí?- pregunté confundida, pues no esperaba su visita.
-Quiero hablar contigo- respondió sin dejar de mirarme.
Entonces me di cuenta que mi papá y su chófer, nos veían como si fuéramos de otro mundo.
-Creo que ya hemos hablado mucho- dije intentando evitar su conversación.
-Te equivocas, no hemos hablado nada- aclaró.
Me quedé pensando.
Si quería hablar con él, pero no quería volver a salir herida o que me volviera utilizar.
-Estoy bien papá, puedes entrar- comenté al ver que mi papá no entendía que estaba pasando.
-¿Segura?- preguntó confundido.
Solo asentí con la cabeza.
Mi padre hizo lo que le dije, entró a la casa sin dejar de mirar a Alexander.
-Que sea rápido- exclamé hacia mi ex jefe.
Alexander abrió nuevamente la puerta de su carro y me invitó a pasar
-No- dije -Si vamos a hablar, va a ser a mi manera-
Él no reclamó nada, solo cerró la puerta y miró a su chófer.
-Espera aquí- le ordenó.
Comencé a caminar por la banqueta, sin esperar que me siguiera. Si de verdad quería hablar, lo íbamos a hacer como yo quisiera y bajo mis condiciones.
-¿A dónde vamos?- preguntó a lado mío.
-A un pequeño parque, creo que es un buen lugar- respondí.
A partir de ahí, nadie dijo nada. Solo caminamos en silencio y envueltos en nuestra propia burbuja.
Estábamos sentados en una mesa de jardín. El parque estaba vacío, ni un niño y ningún adulto. Creo que era una buena señal.
-Te escucho- dije mirándolo.
Él tomó aire y mi miró.
-Voy a renunciar a la empresa-comenzó -La vida es horrible sin ti. Estoy pudriéndome en dinero, y de nada me sirve si no estas junto a mi-
Me sorprendí.
-Estoy dispuesto a perder todo por recuperarte a ti- dijo tomando mi mano.
-¿Qué?- pregunté confundida.
-Sé que tal vez no quieras creerme, pero te estoy hablando con el corazón. Quiero estar a tu lado y que tu estés junto a mí, sin contrato, sin dinero de por medio o sin una empresa. Solo tu y yo-
Me quedé en silencio.
Tantas noches había soñado que esto pasaba, pero ahora no sabía que decir.
Era obvio que todavía no lo podía sacar de mi corazón, pero no sabía si quería aceptar lo que él me proponía. No sabía si estaba dispuesta a volverle abrir mi corazón.
-No sé que decir- comenté sin soltar su mano.
-No espero que te lances a mis brazos y que seamos una pareja feliz. Sólo piénsalo e intenta tomar una decisión. Sé que te hice daño y que cometí muchos errores, y de corazón quiero pedir perdón- dijo.
-Te perdoné desde hace mucho- respondí mirándolo -No quiero volver a creer y que al final solo me apuñen por la espalda-
-Eso va no va a volver a pasar- aclaró.
Llevábamos dos horas en el parque, solo habíamos hablado de nuestras heridas y de cómo Alexander deseaba ganarse mi confianza.
Aunque no lo había demostrado, me ponía muy feliz el volver a ver sus hermosos ojos, oír su risa y verlo tan relajado.
El Alexander que tenía enfrente de mí, no era el mismo que había visto por primera vez.
Los dos habíamos cambiado, habíamos sufrido y llorado, pero avanzamos.
-Es hora de volver a casa- comenté poniéndome de pie.
-Me gustaría conocer a tu familia- dijo.
Me detuve.
-¿Por qué?- pregunté.
-Quiero que veas lo interesado que estoy en ti, además, fuiste mi prometida, creo que es justo que los conozca-
Cuando Dylan conoció a mis padres, fue porque yo lo había obligado, porque el jamás lo había dicho ni se notaba interesado en ese tema. Y venia Alexander a mostrar interés en mi vida y en lo me rodeaba.
-¿Estás seguro?-
-Si- respondió decidido -Aunque no volvamos a ser nada, quiero conocer a las personas que educaron a una mujer tan inteligente, bella y fuerte-
Sonreí.
-Está bien- dije comenzado a caminar de regreso a casa.
Estábamos parados enfrente de casa de mis padres. No me había atrevido a tocar la puerta, porque me sentía nerviosa.
No era normal presentarle a tu ex prometido a tu familia.
-¿No vas a tocar?- preguntó confundido.
-No lo sé- respondí mirándolo.
Tal vez yo estaba más nerviosa que él.
Él tocó la puerta con golpecitos suaves, pero decididos. Alexander no se echaría para atrás.
Esperamos a que nos abrieran.
-Adelante- dijo mi madre amablemente, mientras nos dejaba pasar.
Me quedé ahí afuera.
-Mamá, él es Alexander- lo señalé -Mi ex jefe y ex prometido-
-Un gusto- saludó mi madre.
-Alexander, ella es mi madre-
-Un placer- regresó el saludo.
Mi madre y él, intercambiaron una estrechada de manos.
Pasé a la casa, dispuesta a presentar a Alexander frente a todos.
¿Qué no hacía bien este hombre?
Apenas llevaba 40 minutos en mi casa, y ya parecía el mejor amigo de mi padre y de mi hermano. Sin contar que mi hermana y mi madre ya lo amaban.
Había olvidado lo pesado de su carácter y lo mandón que era, y ahora parecía otro hombre. Ojalá así me hubiera recibido así cuando lo conocí. Al parecer ya habían olvidado el daño que me había hecho y ahora era como el nuevo juguete de la casa.
Yo los observaba desde la cocina, ellos reían y platicaban como si se conocieran de toda la vida.
Sonreía, porque me ponía feliz que ellos encajaran, porque admitía que Alexander aun causaba algo en mí, y verlo así con las personas que amaban, me llenaba el corazón.
Él pidió perdón y se levantó de su silla. Caminó hacia donde yo estaba.
-Son increíbles- comentó dejando la cerveza que sostenía.
-Pensé que solo bebías whisky- dije burlona.
-A veces hago excepciones- comentó sonriendo.
Lo miré.
¿De verdad podría volver a su lado? Tal vez.
-¿Por qué de repente eres tan amable y buena gente?-pregunté
-Siempre lo he sido, solo que sé con quién- respondió -Además, tu familia no son mis empleados, entonces tengo la libertad de sonreír-
-Eso explica mucho- comenté.
Mi padre entró a la cocina.
-¿Te quedaras a comer, Alexander?- preguntó con toda la confianza del mundo.
-Sería un honor- respondió con una sonrisa.
Sonreí.
Alexander de verdad se quería esforzar, pero la pregunta era, ¿quería volver a su lado?...
Nota de la autora:
¡Hola gente bonita! De verdad espero que les guste este capítulo.
A partir de este fin de semana, los capítulos serán constantes cada sábado, hasta llegar al final.
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