Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6



Nayeon decidió que sería bueno anunciar nuestro compromiso a los trabajadores de la firma y familiares, para hacerlo más formal. Preparo una cena en el hotel central, avisando de ante mano, que ella se encargaría de los preparativos y que no me preocupara por nada.

Fui el encargado de darle la invitación a Hoseok, Nayeon estaba segura que habíamos peleado, pues nuestro comportamiento había cambiado; no pasábamos tiempo juntos y apenas nos dirigíamos la palabra. Ella creía que darle esta invitación, nos obligaría a hablar y arreglar nuestros problemas, que alejada de la realidad estaba.

Darle la invitación sería una completa tortura. No podía mirarlo a los ojos y saber que ese hombre no volvería a ser para mí, sus besos, abrazos y cariño. Recuerdo con mucha pasión la última vez que hicimos el amor y como mis brazos se aferraban a su espalda, negándose a soltarlo. Su rostro excitado aparece en mis noches y me agobia. Nunca voy a amar a nadie como amé a Jung Hoseok, pero el iba a tener la oportunidad de amar a otros como me amo a mi.

Pateando el bote de basura, impulsado por mis sentimientos de frustración, me levanté de mi asiento y salí de la oficina con dirección a la del equipo de Hoseok. No tenía porque ser algo relevante entregar una simple invitación.

—Señor Kim —antes de poder siquiera recorrer la mitad del camino, la señora Choi Hyuka me detuvo, era una mujer de cincuenta años de edad, trabajadora como secretaria de confianza y a dos años de jubilarse a su lado habían tres jovenzuelos, me dirigí hasta su lugar y los chicos hicieron una reverencia—. Estos jóvenes, son los que le mencioné el otro día, los que quieren hacer su pasantía, ya han traído la documentación.

Recordaba muy vagamente, en su tiempo no le di la importancia suficiente y no quería liderar con ello ahora.

—Llévalos arriba con Namjoon, ya hay suficientes pasantes aquí abajo. Él les dirá que hacer.

Mencioné, pasando el trabajo a Namjoon. No era el más adecuado para hacer presentaciones y dar pequeños tours, no cuando sentía que mi mundo se estaba yendo a un pozo. El amor es malo, una vez que amas a una persona, y el mundo te impide estar con ella, entonces haz muerto en vida. Así me sentía. Hice una leve reverencia a los chicos y seguí mi camino.

Toque la puerta de la oficina y fue Nayeon quien abrió, inmediatamente después de sonreír se aferró a mi cuello emocionada. Correspondí, no porque quisiera hacerlo, aunque era muy consciente de que ella no se merecía mi desprecio, aunque la vida me estuviera golpeando, no tenía porque disgustarme con ella.

—Viniste a verme

—Así es —mentí y mostré la invitación—. También vine a dejar esto a Jung.

Hoseok me miró, estaba escribiendo algo en la computadora y Jay estaba a su lado dictándole. Ambos se detuvieron.

—Ustedes pelearon, y no traten de negarlo, podemos sentir la tensión en esta pequeña oficina —fue Jihyo quien habló, Nayeon y Jay sonrieron incómodos.

—No lo hicimos —aseguró Hoseok, se levantó del asiento y tomó la invitación, la miró y abrió para leerle el contenido—. Es una invitación, muy bonita Nayeon, estoy seguro que tú la elegiste.

Nayeon se apartó se mi y sonrió asintiendo.

—Las mandé a hacer con un diseñador, están increíbles, pero esto no es nada, las invitaciones de nuestra boda serán a un mejor.

—Me alegro por ambos —sonrío y abrazo a Nayeon repentinamente, luego me miro—. ¿Puedo darte un abrazo amigo?

La palabra amigo, de sus labios, se sintió como un cuchillo, negué. No quería abrazarlo, no deseaba tener su cuerpo cerca de mi y saber que lo había perdido para siempre.

—No es buen idea, se verá extraño —sonreí incomodo, Hoseok volvió a sonreír burlándose de mi.

—¿De que hablas?

De repente me abrazo, sus manos se aferraron a mi espalda. Recordé las veces en las que lo hizo mientras hacíamos el amor, ya fuera en mi departamento, en la casa de su madre o en un hotel. Él siempre se aferraba a mi de forma preciosa. Gimiendo en mi oído y susurrando lo que le gusta y como lo quiere.

Lo aparte rápidamente.

—Es hora de que me vaya, tengo trabajo —me di la vuelta rápidamente y salí de ahí. Jung Hoseok era una tortura, tenerlo cerca era de masoquistas.

Hubo mucho trabajo en la semana, por lo que verlo fue difícil y aún así lo mejor para ambos. Para la cena de la noche, Nayeon me había comprado un traje color beige, y una corbata roja, diciendo que iba hacer juego con su vestido.

No tenía la intención de hacer algo muy llamativo, pero eso era algo que no podía discutir con ella. Era preferible, sólo dejarme llevar, después de todo no estaba opinando en nada, diciendo una y otra vez que estaba bien lo que ella escogiera, aún cuando ella me consultaba. No podía quejarme después por lo que ella eligiera.

Los invitados estaban llegando poco a poco , al parecer Hoseok había decidido faltar, eso sólo confirmaba que nuestros sentimientos, seguían siendo mutuos. Nayeon hizo una entrada triunfal, bajando por las escaleras con elegancia y una sonrisa bonita en su rostro. Usaba un vestido rojo y largo pegado al cuerpo, se veía tan deslumbrante y dudaba de que alguna mujer pudiera opacarla en esa noche.

Fue mi futuro suegro quien dio un discurso sobre el amor y la importancia de formar una familia, después yo le seguí. Mientras la orquesta tocaba música de Frank Sinatra, me puse de rodillas frente a ella, con la mirada de todos los invitados puestas en nosotros. Siendo el atractivo principal del evento, el anillo lo había escogido mi madre, un arco de oro, con un rubí en el centro. Entonces dejé escapar una lágrima que sorprendió a la audiencia, pero sobre todo a ella, por las razones equivocadas. Extrañaba a Hoseok, quería levantarme de ahí y salir corriendo a buscarlo. Pero cobardemente manifesté:

—Im Nayeon, ¿Quieres casarte conmigo?

Se suponía que debía decir algo más para adornar el momento pero fue lo único que logré decir, se sentía como una condena perpetua a mi vida. Entonces sentimientos de odio empezaron a surgir. Odio hacia mi padre, hacia mi familia obligarme a hacer esto, odio hacia mí mismo y odio hacia ella, por decir:

—Sí aceptó.

Sonrió, miró a los invitados, estaba feliz y emocionada. Ella debería saber que esto es una farsa. Me miró, con ojos llorosos y me besó.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro