Taehyung había dicho que no me preocupara, que no había forma de que lo supiera, pero si lo hacía, entonces yo sería el villano, creerían que el divorcio era mi culpa. Me despedirán y no podría encontrar trabajo en otro despacho importante, peor aún, perdería clientes.

Trate de relajarme, no quería preocupar a Jungkook, así que bebí mi café tranquilamente mientras el seguía hablando de su visita al abuelo.

Había planeado visitarlo en fin de semana con Jungkook, pero no era algo tan fácil de hacer.

—Es que mi abuelo es raro, dice que me acepta como soy, pero no está preparado mentalmente para verme a lado de un hombre, es viejo y amargado. No quiero que sea grosero contigo, porque lo amo pero si te trata mal me enojare.

—Dejemos que lo asimile.

—Espero que sea pronto, quiero convencerlo para que regrese a la casa. Tengo algunos ahorros y puedo pagarle a una enfermera de medio tiempo.

Hice un puchero, eso significaba que no iba a poderlo ver más seguido o incluso tener sexo, me relaje, eso no era importante, que Jungkook estuviera con su abuelo era lo que realmente importaba.

No era muy bueno con las citas. Realmente no me importaba si íbamos al cine, al zoológico o a la feria, me daba igual mientras pudiéramos estar juntos.  Así que fuimos a un campo cerca de la ciudad, donde las familias se reunían, por lo que había muchos niños jóvenes con los que jugar. Kook no perdió el tiempo y se puso a jugar fútbol con unos niños, yo decidí ser el portero porque no requería mucho esfuerzo físico.

Excepto, detener los balones de Jungkook, cada que lanzaba contra la portería y lograba tomar el balón o tocarlo, las manos me ardían, sumándole a eso el intenso sol que me hacía sudar y sentir pegajoso.

No fui a casa de Jungkook esa noche pero nos despedimos con un beso muy intenso. Rápidamente me metí a bañar para quitarme el sudor de encima y note que mi piel estaba más bronceada de lo normal.

En mi armario ya casi no quedaban pijamas, la mayoría habían terminado en el departamento de Jungkook así que me puse una bermudas para correr y así me fui a la cama, después de preparar el material para la audiencia preliminar de mañana.

Cómo era de esperar, me arregle lo mejor posible, vestí completamente de blanco para enfrentarme a uno de mis casos más difíciles, no por lo complicado que era sino porque era un caso que no quería tomar. Jay tampoco quería que lo tomara y con toda la decepción del mundo tuve que decirle a los chicos que no tuve opción.

Finalmente, fue una audiencia positiva para el cliente, se despidió de mi con una sonrisa y de los chicos también; sin embargo, no me sentía bien conmigo mismo.

De regreso, Beomgyun, que venía en el lado trasero del vehículo se veía enojado y Jay estaba muy serio.

—¿Qué les parece si pasamos por pollo antes de ir a la oficina?

Ambos asintieron, pero ni siquiera abrieron las bocas.

—No me gusta el penal —dijo Jay después de unos segundos—. Nuestro trabajo consiste en defender criminales y algunos realmente no lo merecen.

—A mi me parece interesante —Beomgyu continuo—. pero me gusta más la materia civil, no tengo que pelear con un fiscal tonto que ya lo tiene todo, sino con otro abogado, eso hace que sea más emocionante.

—Que ningún fiscal te escuché decir eso —a pesar de que el comentario me había parecido gracioso trate de no reír—. Podrían vetarte y hacerte la vida imposible, te mostrarán la carpeta de investigación minutos antes de la audiencia para que no puedas hacer nada contra ellos y lo arruines frente al juez.

—Y es por eso que es más emocionante el civil, no dependes de ningún fiscal —Jay estuvo de acuerdo y yo también, pero el civil no era mi fuerte. Sobre eso, Youngjae y JongIn, eran los mejores, Nayeon también era buena.

Ellos devoraron el pollo como si no hubieran comido alimentos en años, Jungkook se unió a nosotros después de que le mandara un mensaje avisando que comería pollo frito y le invitaría.

Saludo a los chicos sin pena y me dio un beso en la mejilla. Jay y Beomgyun se avergonzaron y trataron de no mirarnos.

—¿Cómo esta la motocicleta? —pregunte.

—Como nueva —dijo relajado, y empezó a comer—. De todos modos trató de ir a una velocidad prudente, para evitar algún accidente.

—Justo ahora, acabas de preocuparme. No quiero recibir ningún mensaje diciendo que te has accidentado, será mejor que dejes de usarla.

—No seas exagerado —dijo sin darle importancia y empezó a hablar con los chicos sobre la audiencia. Jungkook no sabía mucho del sistema pero era bueno escuchando.

—Jungkook —escuche a alguien llamarlo y al voltear, miré a un chico, lo recordaba, había ido a la casa de Jungkook a comer lasaña hace unos meses.

—Oh, Jimin hyung —Jungkook sonrió saludándolo—, no sabía que era tu hora libre, pudimos salir juntos del asilo.

—No, salí media hora después —sonrió tímidamente e incómodo. Luego me miró y saludo.

—Por que no te sientas con nosotros Park, ellos son Park Jong Seong, pero puedes decirle Jay y el es Choi Beomgyu y puedes decirle Beomgyu, así como se llama. Chicos, es el Park Jimin, es el cuidador del abuelo de mi novio en el asilo.

Se saludaron, Jimin miró a Jungkook un poco incómodo y se sentó, me pregunté si él sabía que nosotros éramos pareja. Pero Jungkook se veía fresco como una lechuga, como si nada pasara y el único que había sentido un poco de tensión fuera yo.

Jimin negó y miró hacia la recepción.

—Pedí para llevar, será otro día pero gracias Jung.

Asentí y lo vi irse. Cuando terminamos de comer regresamos a la oficina e hice a Jungkook ir con nosotros, después de que confirmara que no tenía citas.

Jungkook me ayudó a ordenar unos archivos mientras los chicos y yo trabajamos en un escrito. Debes en cuando, me encontraba mirándolo de forma tonta y sino fuera porque Jay me regresaba a la realidad con un tronido de sus dedos.