25
Prepare lasaña para el abuelo, pero se me fue la mano y terminé haciendo de más. Incluso podría comer lasaña por más de tres días y no acabarse. Así que invite a Choi y a Jimin a comer con nosotros.
Ellos se veían satisfechos, mi abuelo estaba tranquilo y sonreía contento, se veía más animado que de costumbre, de vez en cuando, tosía de forma preocupante, y temí que su cirrosis hubiera aumentado.
Pero el abuelo me tranquilizó dándome palmadas en la cabeza. Y exigiendo que trabajará mucho. No había podido ir a la universidad y eso todavía le pesaba.
Junto con Jimin y Choi, pasamos una linda tarde, jugando cartas. Ellos platicaba con mucha pasión sobre anécdotas de todo tipo, de cuando eran jóvenes, mientras que Jimin y yo los escuchábamos con atención.
Había escuchado las historias de mi abuelo más de mil veces y aún así, se sentía como si fuera la primera vez. Su forma de hablar, sus expresiones, eran realmente interesantes.
—Debes dormir temprano —dije al abuelo, ayudándolo a acostarse en la cama, desdoble una manta y cubrí su cuerpo.
—Ya, ya, ya, me tratas como si fuera un inútil —el abuelo se quejo, como lo hacía regularmente. Le di un beso en la frente y un abrazo, pero me apartó rápidamente—. No seas tan empalagoso conmigo, niño.
Jimin sonrió con un poco de burla y sólo cuando lo mire con el sueño fruncido se calló avergonzado.
—Vendré a verte el viernes abuelo, te quiero —dije y tome mi chamarra que estaba encima de una silla—. Nos vemos.
Me despedí del abuelo al mismo tiempo que Jimin. Pasaban de las ocho de la noche, así que era su horario de salida, por lo que espere y lo invite a mi casa, tenía Lasaña suficiente para todos. Aceptó, aunque fue un poco renuente al subir a la motocicleta. Se aferró a mis costillas y enterró sus uñas en mi piel.
Cuando llegué a casa, Hoseok estaba afuera esperando en la puerta. No creí que llegara tan rápido, así que apague rápidamente la motocicleta y ayude a Jimin a bajar.
Cuando avance hasta ponerme a su lado, pude notar que tenía los ojos rojos, pero fingió una sonrisa. Fue la sonrisa más falsa que había visto en mi vida y eso me hizo enojar.
—Hola, creo que llegue un poco temprano —dijo tímidamente y miró a Jimin.
—Su nombre es Park Jimin, es un amigo —aclaré, luego miré a Jimin—. Jimin, él es Jung Hoseok, un amigo.
Ambos se sonrieron mutuamente y compartieron tarjetas de presentación, al mismo tiempo que hacían una reverencia. Se veían increíblemente formales, se supone que había invitado a mis amigos a comer mientras veíamos películas, no hacer negocios. Abrí rápidamente y los hice pasar.
No pasó mucho tiempo para que Chaeyoung y Baeko llegarán, mientras veían televisión en la sala, calenté la Lasaña, Hoseok estaba decidió a ayudarme y me acompañó a la cocina para preparar un clericot, con un vino blanco que había traído y sprite.
Mientras picaba las frutas, no dijo ni una palabra, eso sería normal meses atrás, pero ya nos considerábamos amigos. Así que inmediatamente intuí que algo había pasado.
—¿Paso algo? —pregunté, mientras esperaba que la lasaña se calentara.
—No —respondió en voz baja.
—No te creo. Tienes la mirada triste —me puse a su lado, y recargue mi cara en mi mano izquierda—. ¿Te paso algo en el trabajo?
Dejo de picar la fruta por u momento, pero negó y siguió picando.
—Nada en lo que puedas ayudarme.
—Puedo escucharte —dije, aunque sabía que no era el momento adecuado para hablar, pues no estábamos solos.
—Es algo muy estúpido.
—Algo que te hace llorar, definitivamente no puede ser estúpido.
—Lo es, me enamore de la persona equivocada y ahora estoy sufriendo las consecuencias.
Hoseok apretó el cuchillo entre sus manos de forma preocupante, parecía que en cualquier momento comenzaría a llorar, así que lo abracé. Se aferró a mi con fuerza y aproveche para quitarle el cuchillo.
—Enamorarse no es algo estúpido, es un sentimiento que no puedes controlar —pase mi mano por su cabello y lo acaricie lentamente—. Tal vez no puedo aconsejarte pero puedes desahogarte conmigo cuando quieras.
Asintió aún entre mis brazos, después de unos momentos se alegó y volvió a seguir picando la fruta, pero antes pasó su brazo por sus ojos.
—¿Puedo quedarme esta noche aquí? —preguntó y asentí—. No quiero tener que darle explicaciones a Chae, sólo me regañara y me dirá que no llore. No necesito eso ahora.
—No te preocupes, mi casa es tu casa —sonrió, esta vez de forma caída y de verdad.
—Gracias Jungkook eres muy amable, ¿Tienes una jarra?
Busque en la alacena una y se la entregue, concentró su atención en preparar las bebidas y cuando la lasaña estuvo lista, volvimos con los chicos a la sala. Parecía que Jimin se había adaptado bien. Me había preocupado por invitarlo sin avisar a los demás. Pero al final era un joven agradable.
Vimos una película de terror, sin mucha gracia, que difícilmente recomendaría y luego nos decidimos por la comedia.
Quería aprovechar estos momentos, pronto traería de regreso al abuelo y probablemente ya no iba a poder hacer reuniones como estas. Me sentí afligido, pero al abuelo siempre sería mi prioridad.
Más tarde Chaeyeon se molesto con su hermano porque no quiso regresar con ella. Chae insistía en qué tenían que hablar, obviamente se había dado cuenta del estado de Hoseok, pero luego de que Baeko la convenciera y le diera un beso en los labios, nerviosa se fue sin decir más, Jimin llamó un taxi, que llegó justo después.
—Me divertí mucho, nos vemos Jeon.
—Cuida del abuelo por favor —dije y volví a la sala, Hoseok tomaba su bebida con mucho gusto.
—Aunque es clericot, también puede embriagarte.
Hoseok sonrió un poco y dejó su copa en la mesa de centro. Luego se sentó en cunclillas en el sillón.
—Cuando lo bebo, el vino no tienen ningún efecto en mi, puedo mantenerme de pie, comparado a otro alcohol.
—Eso no cambia que mañana tendrás dolor de cabeza, y tienes que ir a trabajar.
—No arruines la noche —dijo en un tono burlón, parecía que quería evitar el tema principal a toda costa. Me senté a su lado y lo jale hacia mí.
—Puedes llorar si quieres, no le diré a nadie.
—Tonto —alzó su vista y me miró a los ojos, pronto las lágrimas cayeron por sus mejillas y la imagen me provocó muchos sentimientos encontrados, sólo uno fue claro, no me gustaba verlo llorar. Su imagen sería e incluso molesta eran mucho mejor.
—Soy un tonto —declaró mientras se aferraba a mi—. ¿Por que me enamore de una persona tan egoísta?, le dije que me había dado cuenta de cómo era en realidad y que realmente no tenía ganas de volver a verlo. Pero sólo se aferró a mí y me obligó a besarlo.
—Debiste golpearlo —dije, empezando a acariciar su cabello de nuevo, como lo había hecho en la cocina. Me di cuenta de que ese simple acto lo relajaba.
—No soy tan valiente, me dijo cosas asquerosas, que me causaron repulsión. ¿Cómo fui capaz de enamorarme de él?
—No escogemos de quién nos enamoramos, no es como escoger un par de zapatos, no te culpes por eso. Lo importante es que ya sabes como es esa persona.
—Me hecho la culpa, él fue quién se caso con una mujer siendo homosexual, pero me culpo por no poder amarla. Tomó mis brazos con fuerza y me zarandeo, estaba muy enojado.
—¿No te golpeó? —pregunte preocupado. Me tranquilice cuando negó.
—Me dejó algunas marcas en los brazos, y me dijo que me odiaba. Me aseguro que jamás podría enamorarme de alguien más.
No me contó mucho sobre su relación amorosa, tampoco dijo el nombre de la persona, sólo recalcaba una y otra vez que nunca debió enamorarse.
Comparado a la noche pasada en la que se había quedado, esta vez fuimos a la cama y dormimos juntos, al menos unas horas, la mayor parte de la noche, platicamos mirando al techo. Incluso platique de mis decepciones amorosas, ninguna tan fuerte, ni interesante como la de él.
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