Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo Único

Let me be your light
If we just stay friends
Then I don't want you to be aware of my feelings
Something in your eyes
If a new story can start right now
Then I will share my hidden feelings with you

— Stay with me Tonight,
Tohoshinki (東方神起)


Quédate

Uno, dos, tres estrellas alcanzó a contar antes de perder la cuenta por enésima vez en la noche,  y es que siempre terminaba contando el mismo jodido punto brillante más de dos veces. Simplemente parecía no poder concentrarse en nada que no fuese su cámara fotográfica.

—Te odio- Dijo, sus ojos sin luz perdidos en una fotografía.

En esta se encontraban él, y a su lado un joven. Con ese par de ojos oscuros grandes que hacían juego con su cabello desordenado, una sonrisa perfecta que parecía partir su rostro en dos, una altura envidiable, y un enorme hoodie color crema que le hacía ver como un crío de secundaria, el chico posaba pasando su brazo por detrás de sus hombros.

—Hijo.-La voz de su madre interrumpió, haciéndole levantar la mirada por primera vez en horas. Sus ardían, carajo.— Llevas días encerrado en tu habitación, por favor, sal.

—No quiero mamá, déjame tranquilo.-Respondió a la mujer que se hallaba al otro lado de puerta, tratando de no pensar en su semblante triste. Llevaba toda la semana mirándole de esa forma, como si fuera un caso de caridad de esos que salen en televisión abierta para incentivar donaciones a fundaciones benéficas.

—Entiendo que no quieras salir de fiesta en Halloween dado...ya sabes, pero...Al menos, ven al velorio con nosotros, su familia está esperando por ti.—

—No iré,  ni aunque me pagasen.-Soltó en un grito, y sólo Dios sabe lo mucho que le costó que su voz no temblara.— No voy a ir al velorio de ese imbécil.-  

—BaekHyun, por favor. ¿No era acaso tu mejor ami—?

—¡Ya basta, vete mamá, no sigas!

No logró escuchar el suspiro de derrota de su madre, ni tampoco el ruido de sus tacones alejándose por el pasillo, ni siquiera fue consciente de que el cojín que arrojó con fuerza contra la puerta en su arranque de ira había acabado por tirar el póster de Genshin Impact que le habían regalado el mes pasado. Lo único que llenaba sus oídos en ese momento era el sonido de su propio llanto. Sin poder detenerse, optó por dejar su cámara a un lado para luego recostarse sobre su cama, abrazar fuertemente un perrito corgi de peluche y cerrar sus ojos hinchados y adoloridos hasta quedarse profundamente dormido.

Al poco rato de haber caído rendido a los brazos de Morfeo, el chico decidió que era mejor despertar, para su desgracia, los recuerdos que le mostraba su subconsciente eran mucho más dolorosos que los que la acosaban despierto. Se sentó en la cama un tanto aturdido por el dolor de cabeza que amenazaba con matarlo (y esa era una de las razones por las que realmente detestaba llorar), y notó de inmediato un extraño silencio.

Estaba solo en casa.

¡Por supuesto! Su madre estaba en el velorio de ese desgraciado, y probablemente el resto de su familia también.

—Maldición.- Soltó lleno de rabia después de unos largos quince minutos de agonía, aburrimiento y una pizca de remordimiento.

Sin pensarlo más de tres veces (Y es que era una jovencito muy orgulloso, típico de Tauro) se levantó, tomó sus llaves, su reproductor de música, su abrigo favorito, ese que su madre amenazaba con tirarle a la basura porque ya esta muy viejo, BaekHyunee, una bufanda y salió de su habitación dando un portazo. Se detuvo a pensar por cuarta vez lo que estaba haciendo, cuando ya iba caminando apresuradamente por el parque de la ciudad que afortunadamente quedaba a tan solo unas cuantas cuadras de su casa. Era de noche, estaba oscuro, hacía un frío de mierda, no encontraba la canción que quería en su tonto reproductor (porque siempre que estás buscando una canción desesperadamente, el jodido aleatorio no te la arroja, y cuando no la pides, pareciera que es la única que existe en la lista ¿no es verdad?), y allí estaba él, atravesando el parque en dirección al cementerio general. La verdad es que aún tenía tiempo para arrepentirse, dar media vuelta y mandarlo todo al carajo, pero él no era de dar marcha atrás.

No supo cuanto tardó, ni como logró entrar a esas horas de la noche a un recinto como ese, sólo supo que se encontraba bajo un árbol, cuidando que la flor que traía consigo no se hubiese estropeado durante el viaje al mismo tiempo que tarareaba una canción de "Oasis" con la que se tuvo que conformar porque no le parecía prudente ir por las calles oscuras de Seúl sin poner atención a su entorno porestar peleando con su reproductor.

Caminó, en un principio sin saber muy bien a donde se dirigía, pues la verdad no tenía ni la más remota idea de la ubicación exacta del lugar que estaba buscando y la oscuridad de la noche no le ayudaba en absoluto. Fue tras lo que BaekHyun calculó como unos quince minutos de caminar sin rumbo, lentamente y mirando constantemente a sus espaldas (Después de todo, era un cementerio, estaba oscuro y hacía frío, lo que convertía al lugar en la locación perfecta para un secuestro, un asesinato o ser poseído por algún espíritu maligno o cualquiera de esas cosas en una película de terror de segunda) que se topó con una lápida pequeña, rodeada de ramos de flores de diferentes tamaños y colores.

— "I found a reason to show, a side of me you didn't know".- Cantaba al mismo tiempo que se agachaba para dejar su rosa blanca, una que había comprado de vuelta de la universidad hace unos días y había estado guardando durante días en el baño, utilizando el vasito de su cepillo de dientes como florero para que nadie en su hogar lo notara. –"A reason for all that I do..."-

Se levantó suspirando la letra de aquella canción que hacía mucho que no escuchaba, pero que de todos modos le seguía removiendo algo en su interior, limpió la tierra que quedó en sus pantalones y dio media vuelta apretando sus puños lo más fuerte que pudo.

—"And the reason is you"

Abrió sus ojos con sorpresa y se giró por instinto, tan rápido que pensó que probablemente su cuello dolería por la mañana, su boca levemente abierta debido a la impresión. Conocía muy bien esa voz grave, ese pésimo acento y ese timbre que no podía hacer más que salirse completamente de tono al cantar la frase porque la escala no era la adecuada para la nota que salía de su boca.

Lo que vio lo dejó helado.

—Buena canción. Pensé que ya no te gustaba Hoobastank, BaekHyunee.

—Santa madre de Dios - Soltó sin pensar si quiera. ¿Y quién mierda sería capaz de soltar algo coherente en su lugar?

Era sin lugar a dudas uno de esos momentos en los cuales sus neuronas fallaban épicamente en el intento de hacer sinapsis, y su lengua se movía por instinto. No entendía muy bien lo que estaba pasando, pero si tenía una teoría: Se habría caído en algún lugar del cementerio por ir pendiente de encontrar la jodida canción cliché que quería oír y se había golpeado la cabeza demasiado fuerte, probablemente estaba sangrando, pero no había nada que pudiese hacer, ahora era presa de su subconsciente y estaba atascado en una tormentosa alucinación. Eso, porque nada más podría explicar lo que se presentaba frente a sus ojos.

—Bonita forma de saludar a tu mejor amigo.- Soltó con ironía el joven, sentado cómodamente sobre la tumba.—¿Qué te pasa? Parece que hubieses visto un fantasma o algo así.

Altura envidiable, ojos y cabello oscuro, sonrisa impecable y brillante. Todo encajaba, excepto por que su piel parecía estar hecha de papel de calco, jodidamente blanca.

—¡Por supuesto que tengo esa cara, tu estás muerto!- Gritó, sintiéndose estúpido por responderle a lo que estaba seguro no era más que un producto de su imaginación.

Sep, tantos días sin comer podían explicar aquello, estaba seguro. Aunque la teoría de estar medio muerto y desmayado en medio del cementerio general le era un poco más realista.

—Creo que olvidé ese detalle, pero en fin, sigo siendo tu mejor amigo, y merezco respeto.-

—Tengo la impresión de que me pegué demasiado fuerte.- Dijo entre dientes.

—No seas tonto, no te has golpeado en ningún momento. Te he estado observando, te reconocí a lo lejos porque llevas puesto ese abrigo de pordiosero que tanto te gusta.

—La única explicación coherente para esta alucinación es un fuerte golpe en la cabeza, porque no soy esquizofrénico, joder.- Se defendió, por un momento bajando la guardia, y es que el estúpido gigante siempre lo molestaba por no tirar sus prendas preferidas.

Lo que no sabía es que aquellas prendas eran sus preferidas justamente porque se las había regalado él.

—No estás alucinando, idiota. De verdad soy yo, soy ChanYeol.

Quería replicar algo, cualquier cosa, defender su postura, sin embargo no pudo. Algo en su interior le decía que era real. – Porque loco no estaba- Como si se tratase de una serie de animación japonesa, se dio un pellizco y cerró los ojos, esperando que al abrirlos el espectro desapareciese. Pero fue en vano. Lo intentó nuevamente.

No se iba.

—¿Vas a dejar de hacer el ridículo de una vez por todas, Baek?- Le preguntó el chico, para después bostezar.

—Estoy tratando de entender. ¿Vale? No todos los días vengo al cementerio a encontrarme con el fantasma del idiota que se supone es mi mejor amigo.- Dijo casi en un grito, asustado, confundido y ofendido en partes iguales.        

—No tienes para qué gritarme.- Contestó, su voz un tanto herida.-Yo la verdad no quería asustarte ni nada por el estilo, sólo quería verte una vez más.    

—B—Bueno yo...- Tragó saliva, sus mejillas encendiéndose al instante, su corazón latiendo como su hubiese corrido una maratón.- Yo lo último que quería era volver a ver tu cara de imbécil.         

—¿Estás enojado conmigo?- Preguntó acercándose al joven más bajo, quien inmediatamente retrocedió. El chico alto estaba frio.

—¿Cómo dices?- Esa, fue la gota que rebasó el vaso.— Por supuesto que lo estoy, bastardo ¿Cómo no voy a estar enojado contigo? Eras mi mejor amigo, ChanYeol, y te tenías que morir. Todo por haberte subido al auto con esos ebrios cabezas huecas que llamas amigos y en realidad sólo se aprovechaban de ti porque eras la maldita estrella del equipo de Basquetbol. ¡Estás muerto, carajo!

No se dio cuenta, pero en ese momento, lágrimas caían como cascadas por sus mejillas rosadas.

—Lo siento- Dijo apenado el espectro, bajando la cabeza.       

—No, no lo sientes.-Replicó, su nariz escurriendo, el hipo amenazando con aparecer.— Me dejaste solo, gigante estúpido.

—¿Y tú crees que me gusta estar muerto, eh? ¿Crees que no siento pena, que no me siento solo?¿Crees que no me arrepiento de haberme subido a ese maldito auto esa noche?. Ni siquiera viniste al velorio, eres la persona más importante para mi, y no te vi durante la misa.

Un silencio incómodo inundó el lugar por unos minutos, lo único que se escuchaba eran las hojas de árboles meciéndose al viento, el sonar de los grillos y los sollozos entrecortados de BaekHyun, quien intentaba con todas sus fuerzas dejar de llorar, secándose en vano las lágrimas que escurrían por toda su cara. Estaba avergonzado.

— Y—Yo... Perdóname ¿si?- Dijo sorbeteando su nariz, sus ojitos brillosos asomándose por encima del dorso de su mano izquierda que ya estaba más mojada que seca.- Es sólo que, yo te quería mucho...

Otro minuto de silencio los rodeó.

Mierda, desde el principio todo eso de escabullirse al cementerio había sido una mala idea. Hacía una semana del accidente que se llevó la vida del tipo, y su corazón aún no era capaz de dejar de contraerse con fuerza cada vez que recordaba su preciosa sonrisa. Ahora que lo tenía delante, fuese o no una tonta alucinación, todos aquellos recuerdos que quería enterrar de alguna forma para dejar de sufrir se agolparon de golpe y azotaron su cabeza.

Y es que ChanYeol no era sólo su maldito mejor amigo, si no que el hombre que más quería en el mundo. Estaba perdidamente enamorado de él, de su voz, de sus ideas locas, sus travesuras, su gran intelecto y su buen corazón. Le gustaba desde ese día que lo había defendido de unos chicos pesados en la primaria, cuando aún era más bajito que él y era un chiquillo enclenque que no mataba ni a una mosca.  Habían sido inseparables y vivido muchas primeras veces juntos, incluso el primer beso para su primera borrachera (una que les costó además su primer castigo, porque se habían bebido todo el whisky caro del padre de ChanYeol y le habían vomitado el closet de los zapatos a su hermana YooRa).

Lo quería tanto, que a pesar de querer olvidarlo, quería atesorarlo. Por eso llevaba una semana encerrado en su pieza debatiéndose si borrar o no todas las fotos de ellos juntos que tenía en su máquina fotográfica. No fue capaz de ir a la Universidad tras dos días de intentarlo, porque todos los pasillos guardaban sus secretos y aventuras de primer año, incluso, su más reciente pelea.

No había nada en esa enorme ciudad que no le recordara al chico que amaba.

—Yo también.- Respondió de pronto, sacándolo de sus pensamientos.- Baek, por eso viene a verte. Ningún muerto se queda entre los vivos a menos de que tenga un asunto pendiente.   

—¿Y cuál es el tuyo?. 

Hubo un minuto de silencio, otro más en lo que llevaba ahí. El viento nocturno provocándole un escalofrío. El espectro se acercó lentamente al joven que temblaba, escondiendo su nariz roja bajo el calor de su bufanda.

—Esa noche...- Comenzó el joven.— Estaba sentado en la barra pensando, cuando de pronto encontré la respuesta a algo que me había estado preguntando hace mucho tiempo. Quería ir a verte, y tenía que ser lo antes posible. Mis amigos estaban tomados, pero se estaban yendo y me ofrecieron llevarme a tu casa, no lo pensé dos veces.

BaekHyun recuerda muy bien esa noche, no sólo porque había ocurrido hace muy poco, sino porque además la había pasado pésimo todo el día. Había discutido con ChanYeol esa semana, justamente porque el gigante lo había estado evitando y juntándose mucho con los chicos del equipo de Basquetbol que realmente no eran sus amigos. En particular, le molestaba mucho la cercanía que tenía con una de las animadoras.

Su amigo siempre fue popular, y él había aprendido a tragarse sus celos, incluso se llevaba bien con el primer novio que tuvo el tipo durante los últimos años de secundaria, Do KyungSoo (con el cual después tuvo una pequeña aventura borracho que les costó su primera pelea, pero en su defensa, ya estaban todos solteros y el chico era realmente precioso y encantador) pero esa semana en particular no había forma de que estuviese tranquilo, porque ChanYeol y él se habían besado por segunda vez y esta vez no estaban lo suficientemente ebrios como para poder echarle la culpa a la cerveza barata y amarga que estaban tomando porque se habían gastado todo el dinero que les quedaba para el mes en el arcade compitiendo en las máquinas de garrita por quien lograba sacar un peluche de corgi primero.

Ese día había ganado el alto, le había acabado por dar el peluche y decidieron que era buena idea ir a casa de BaekHyun a ver películas y tomar cerveza. Se estaban riendo mucho, tanto así que comenzaron una pelea por el control remoto porque uno quería seguir viendo la película y otro decía que era demasiado mala y debían cambiarla. Acabaron por caer al suelo, el más bajito sobre su amigo, y sin pensarlo mucho habían compartido un beso. ¡Si hasta cerraron los ojos y se metieron lengua! Y el dueño de casa sabe que las cosas se habrían calentado aún más si no los llamaba su madre a cenar.

Todo bien, no hablaron más del tema ese día y durante el fin de semana estuvieron ocupados, pero al lunes siguiente ChanYeol estaba distante, y dejándose coquetear por esa chiquilla que sabía no le gustaba ni un poco. Y eso lo enfureció.

—No entiendo, ¿qué era tan importante?.- Le cuestiona enojado.— ¿Qué tenías que decirme? Podrías haber esperado al día siguiente, idiota. De todos modos me habías estado ignor—

—¿Quieres ser mi novio?


Hubo una breve pausa.


¿Qué?


Pensó que había oído mal, pero el chico transparente lo miraba muy serio.

—Eso era lo que quería preguntarte, BaekHyun. "¿Quieres ser mi novio?".- Le sonrió como un bastardo, esa sonrisa que lo derretía y mierda, mierda, mierda. Quería romperlo todo.—Estuve toda la semana pensando en ese beso, en lo mucho que siempre me has gustado, en lo compatibles que somos y todas las cosas quería hacer contigo. No quería arruinar lo nuestro, pero de alguna manera tras mucho pensarlo creí que era mejor arriesgarme.

—¿Qué? Yo— No lo entiendo, ¿porqué me dices esto ahora?— No sabía como responder. Estaba contento, estaba triste, estaba enojado.— Yo hubiese dicho que sí ¿sabes? Pero ahora estás muerto...—Las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos sin poder controlarlo.

—Aún puedes aceptar, puedo quedarme contigo esta noche.- Le sonrió nuevamente, sus ojos negros haciéndole ilusión.- Sólo tienes que pedirlo.        

Ni siquiera lo meditó demasiado, sabía perfectamente lo que quería, lo que necesitaba y daría cualquier cosa por tenerlo.


—Quédate.-


🎃🎃🎃🎃

¡Hola! Hace muchísimo tiempo que no me daba el tiempo de pasar por aquí. He querido retomar mis proyectos pero no logro trabajar en ellos porque mi internado me consume. Pero no podía dejar pasar la oportunidad de subirle este pequeño y corto Oneshot agridulce que tengo guardado hace tiempo. Era originalmente una historia corta que tenía en mi blog, y decidí (como la ultima que subí) adaptar al ChanBaek.

No he olvidado que les debo muchas cosas.

Espero que esten bien, y que les guste este pequeño trabajo con motivo del Festival ChanBaek que está en curso !

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro