Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7 "Razones"

-Si... Mina y yo tuvimos algo que ver en el pasado...- Esas palabras podrían ser sencillas para cualquiera, pero en el momento en el que son Chaeyoung escuchó aquello, simplemente se quedó un breve momento en shock, como si el peso de esas palabras fuera tan inmenso que pudiera detener a todos a su alrededor, palabras que penetraron en su cabeza una y otra vez, haciendo un insoportable eco que era cada vez más creciente, así como su irritación.

Observó a Nayeon con todos esos sentimientos anidados en sus ojos, expresándolo todo con una simple mirada, la mayor por su parte, sentía como su corazón latía como loco, pues acababa de decirle a la rubia algo que quizá no fue lo más acertado, porque desde el momento en que se percató de la ligera molestia de Chaeyoung al ésta enterarse que ella y Mina se conocían, temió por que la chica decidiera hacerla a un lado y buscar a alguien más para encargarse de su remplazo.

Entre una pequeña brecha de silencio entre ambas y la mirada de la contraria asechándola, Chaeyoung fue la primera en hablar, haciendo evidente su sentimiento de enojo.

-Lo sabía... sabía que ustedes dos estaban ocultándome algo como eso... la pregunta es ¿Por qué no dijiste nada desde el principio? - cuestionó a la mayor, aun con la mirada clavada en ella.

Nayeon entonces se sintió nerviosa nuevamente, no estaba segura de la reacción de la rubia al saber que ella y su esposa habían estado involucradas sentimentalmente tiempo atrás, al menos no imaginó cual sería en ese momento por lo que prefirió omitirlo, entendía porque Mina probablemente lo hizo, pero ¿Y ella? ¿Por qué quiso ocultarlo?

Pasó su mano por su castaño cabello, despeinando un poco su flequillo y soltó un suspiro. Aún tenía miedo de ser alejada de Mina.

-Lamento ocultarlo, no estaba segura de cual sería tu reacción y si al saberlo, no me permitieras seguir adelante- contesto de forma algo vacilante, cosa que hizo aumentar la irritación en la artista, quien evidentemente no suavizó su expresión ante la explicación de Nayeon. -Fue un error mío, entiendo que Mina no lo hiciera porque vamos, eres su esposa, no es el tipo de cosas que le mencionas a la persona que amas...- continuaba.

-¿Creíste que no te permitiría seguir si hubiera sabido que ella y tu tuvieron algo?- la voz de Chaeyoung tenía un toque de ironía en ella. Por lo que simplemente siguió mirando a Nayeon tan inquisitivamente.

-¡Si, Chaeyoung! Dios... ¿Por qué estas tan enfadada? - trataba de entender la molestia de la chica, a sí mismo, intentaba desviar la atención de la menor en un punto diferente, pues temía llegar a un punto sensible, uno que lo sería tanto para ella como para Chaeyoung.

-Claro, y ahora dime ¿Por qué tu miedo a que no te permitiera continuar eh? Si en un principio tuve que rogarte incluso porque aceptaras- Soltó la artista.

La castaña maldijo por lo bajo, tal parecía que su intento sutil de intentar desviar el tema a otro punto no estaba funcionando, de hecho, Chaeyoung parecía cada vez más cerca de llegar a ese tema sensible, del cual no deseaba seguir hablando, siquiera mencionarlo. Por lo que trato de hacer un último intento para tratar de dejar en paz a la menor.

-Chaeyoung, no me hagas decirlo...- dijo nerviosa, tratando de encontrar con que sobrellevar las preguntas de la menor, quien simplemente no estaba dispuesta a cooperar más. Ya había sido lo suficientemente amable con ella y Mina.

-Escúpelo... ¡Hazlo! - demando alzando un poco más la voz.

-Trabajo en un estúpido local de citas, viviendo una vida menor a la promedio... de repente apareciste ofreciendo todo ese dinero... simplemente no pude negarme a perder la oportunidad. Yo de verdad necesito lo que ofreces...- Mintió, pues aquella excusa tan pésima fue su última salida, la última oportunidad de intentar evadir la verdadera razón por la que decidió quedarse y continuar con semejante embrollo.

Chaeyoung observaba detenidamente a Nayeon y analizaba lo que acababa de decir; sus hombros tensos y esos ojos que simplemente habían dejado de luchar por mantener la unión de sus miradas, aunado a ello el ligero y casi imperceptible temblar en su voz... era claro algo ahí y era que Nayeon estaba mintiéndole nuevamente. Que ella le mintiera simplemente la hacía enloquecer aún más, tanto que la tentaba a ir hacía la oficina de Mina y decirle toda la verdad.

-¿Te quedas por el dinero? ¿ese es tu miedo? - esta vez, Chaeyoung no se molestó en ocultar la ironía en su voz.

Simplemente, aun cegada por toda la ira acumulada comenzó a buscar con cero tactos entre su chaqueta. Nayeon la miraba aun nerviosa e inquieta, deseaba abandonar el lugar en cuanto antes.

La rubia por fin toco lo que buscaba entre sus ropas y una vez sosteniéndolo lo sacó, lo siguiente que Nayeon vio, fue a una enfadada Chaeyoung sacar su billetera y tras abrirla, tomo todo el contenido de esta y sin importarle que siguieran en la calle a la vista de varias personas que transitaban cerca, arrojo varios billetes contra la mayor, incluso algunos de ellos alcanzaron a tocar el rostro de Nayeon.

-¿Querías dinero no? Bien ahí tienes...- Chaeyoung seguir furiosa y soltaba aquellas palabras a la castaña, quien aun no reaccionaba a la clara ofensa por parte de la artista. -Tómalo todo si tanto lo necesitas, pero dime la puta verdad. ¡Dime la verdadera maldita razón! - exigió la rubia.

Nayeon no podía creer que Chaeyoung se hubiera atrevido a hacerle aquello en plena calle, ante la mirada de un par de curiosos; quienes se reían de la humillación que infringió Chaeyoung contra ella. No iba a tolerar semejante acción, de hecho, no iba a tolerar siquiera seguir con aquella conversación por lo que simplemente miró furiosa también a Chaeyoung mientras apretaba los puños.

-Se acabó... no voy a permitir que intentes sobajarme...- dijo la castaña mientras, guardando un poco más la compostura, a diferencia de la contraria, le dio la espalda, completamente decidida a marcharse de ahí y dejar a la menor con su rabieta.

-¡No hemos terminado de hablar!- Chaeyoung evidentemente, al ver como la chica le daba la espalda, dispuesta a dejarla hablando sola, fue tras de ella. Ninguna de las respuestas estaba siendo la verdad.

Chaeyoung no estaba enfadada porque Nayeon y Mina se vieran, tampoco porque ya se conociera. Estaba enfadada por el empeño de ambas chicas en mentirle, en ocultarle cosas... definitivamente no se iría sin saberlo todo.

-¡Para mí, terminamos de hablar ya!- respondió igual de molesta.

Nayeon dio un par de pasos más hasta que sintió como la retenían de un brazo, supo de inmediato quien era por la fuerza que uso para hacerla volver y nuevamente vio cara a cara a Chaeyoung, notando el pálido rostro de la chica y las ligeras ojeras marcadas bajo sus ojos...

-¡No hemos terminado! Tu... tu simplemente te niegas a decirlo, no eres tan miserable para quedarte solo por el dinero, Nayeon- comenzó a hablar la menor nuevamente, sintiendo su respiración agitada. -La verdadera razón por la que tú decidiste quedarte, es porque ¡Aún sientes algo por Mina! - Chaeyoung echaba en cara aquello, logrando hacer que Nayeon abriera los ojos en sorpresa.

Y lo había hecho, Chaeyoung había tocado aquel punto sensible que simplemente Nayeon quería evitar a toda costa. Aquel día en el que Jeongyeon habló con ella respecto a Mina, ella le hizo ver que su deseo era quedarse por Mina, porque quería enmendar lo sucedido, aclarar todos los malos entendidos. El dinero estaba de más, porque claramente no le importaba en absoluto, para Nayeon, ni todo el dinero del mundo se comparaba a poder tener una segunda oportunidad de estar cerca de Mina, la persona que claramente jamás pudo olvidar y amaba todavía. Esa era la verdadera razón por la que Nayeon no dijo la verdad a Chaeyoung desde un inicio, por miedo a que la rubia se negara a considerarla parte de su último deseo.

Al verse descubierta, simplemente apartó la mirada de la de la coreana menor, dándole toda la razón con aquella simple acción.

-Lo sabía... aún amas a Mina... simplemente no podría haber otra razón por la que estuvieras tan aferrada a intentarlo- continuaba Chaeyoung mientras soltaba a Nayeon por fin y sentía como sus ojos picaban, amenazando con comenzar a derramar lágrimas. -Simplemente no habría otra razón por la que Mina también se empeñara en ocultarte...-

Y un recuerdo apareció...

.

Chaeyoung y Mina se encontraban en el jardín del campus universitario, ambas habían decidido tomar un descanso después de sus ajetreadas clases. Aquella noche, se propusieron a mirar el atardecer juntas y posteriormente las estrellas. Para Chaeyoung aquel momento era bastante cómodo. El simple hecho de estar con la japonesa le traía paz y tranquilidad. Desde hace tiempo se había percatado que su amistad con la pelinegra se sentía diferente; los sentimientos habían cambiado, pues si bien quería a Mina, no se sentía ya de la forma en la que quería a Dahyun por ejemplo, la sensación que Mina le provocaba era similar a su deseo favorito, aquel en el que siempre deseas tener presente, cerca de ti todo el tiempo, tratando de disfrutarlo a cada momento... Chaeyoung se sentía enamorada.

-Tenía mucho tiempo que no me recostaba a mirar las estrellas- Mina dijo soltando un suspiro relajante.

-Lo mismo digo, es realmente agradable, más si estás tú aquí conmigo- soltaba sin pena alguna la menor, dedicándole una sonrisa a la japonesa.

En ese momento, Chaeyoung deseaba tomar la mano de la pelinegra, pero sabía que Mina no era alguien de mucho contacto físico por lo que se abstenía de hacerlo realmente. Muchas veces se preguntó si Mina se sentía como ella, pero tenía miedo de arruinarlo, de que esa chica se alejara de ella y perderlo todo...

Simplemente se limitó a mirar nuevamente a la joven, notando como en cuanto Mina se percató de que estaba siendo observada, apartó la vista y pasó su mano por su rostro.

Acaso... ¿Ella estaba limpiando lágrimas de su rostro?

-¿Estás bien, Mina?-

-Lo estoy, simplemente me entró demasiado sueño-

Aun con aquel pretexto, Chaeyoung confirmó que efectivamente la chica pelinegra lloraba, ¿Qué pudo hacerla llorar tan repentinamente?

-No te avergüences de llorar, a veces las lágrimas lavan los problemas, cada una que derramas es un peso menos-

-Quizá laven problemas, pero no recuerdos...-

En ese momento Mina comenzó a abrirse un poco a Chaeyoung, la menor sintió que quizá era un buen momento para profundizar con la japonesa, por lo que se atrevió a tomar su mano y darle una ligera caricia.

-Recuerdos ¿Algún chico está por ahí?-

Y la japonesa permaneció en silencio por un par de segundos, dando una respuesta indirecta a la coreana, quien simplemente suspiró un poco triste, Mina pensaba en alguien.

-Ya no tiene importancia realmente-

Y eso fue lo último que dijo Mina aquella noche, antes de cambiar totalmente de tema. Chaeyoung por su parte simplemente tuvo algo en mente desde ese día.

"-Me encargaré de quitarte ese peso de encima, Mina... te llenaré de tantos recuerdos juntas. Serán tantos que no cabrán esos otros dolorosos recuerdos-"

.

Chaeyoung apretó los puños al tener ese recuerdo... Se negaba a pensar que aquel "Chico" fuera en realidad Nayeon. Simplemente se negaba a pensar que esos 6 años al lado de Mina hubiera una sombra que siempre opaco de alguna forma su romance. La frustración comenzó a crecer aún más en ella, finalmente miró de vuelta a Nayeon, sin importarle que sus ojos cristalinos se desbordaran por fin.

-Me frustra que intentaran ocultarlo, es como si ella no quisiera que supiera siquiera de ti por miedo a que yo supiera su pasado. ¿Por qué ella pensaría que su pasado podría afectarme de alguna manera? Es porque no es mero pasado tal vez...- comenzaba a hablar, dejando salir su frustración sin medida alguna, todo ante los ojos sorprendidos de Nayeon. - Se negó a aceptarte y de la nada permite que entres en su vida, como si lo que sea que le hubieras hecho no importara y pudiera sobrepasar incluso lo que dijo sentir por mí... ¿Y si no me estuviera muriendo y aun así hubieras parecido? ¿Qué mierda sucedería? -

Ahora Nayeon entendía el origen de la frustración de Chaeyoung. Nuevamente dejaba en claro que no era por el hecho de que Nayeon tuviera que enamorarla, sino el ocultarle lo sucedido entre Mina y ella simplemente provoco que la menor pensara que Mina fingió su amor a ella todo el tiempo... y por supuesto, Nayeon no creía a Mina capaz de fingir amor...

La coreana menor tambaleó ante los aun sorprendidos ojos de Nayeon, esto mientras comenzaba a toser de forma dolosa, sosteniendo su pecho con malestar. La mayor rápidamente se apresuró hasta ella para sostenerla.

-Chaeyoung, basta... por favor cálmate y sentémonos a hablar como adultas...- Nayeon sostuvo a la rubia, quien se aferró al brazo de la castaña y asentía con un poco de dificultad.

Nayeon encamino a la rubia hasta un lugar donde ambas pudieran sentarse un momento para que la chica enferma pudiera tranquilizarse y recuperarse del anterior arrebato. Aun respiraba un poco dificultosa mientras Nayeon posaba su mano sobre la espalda de la chica. Estaba pensando cómo decirle algunas cosas a la rubia adecuadamente, quería dejar de ser deshonesta con Chaeyoung, porque definitivamente la chica no merecía aquello.

-No es justo... estoy cansada de confiar...- susurro con desgane la menor.

Nayeon entonces sintió un golpe de culpa por aquello, pues la situación no solo había provocado que Chaeyoung no se sintiera confiada de lo que Nayeon le decía, sino que incluso llego a dudar de los sentimientos de Mina. Y si de algo estaba segura Nayeon, era de que Mina realmente amaba a Chaeyoung, a pesar de lo triste y doloroso que resultara para ella.

-Dime algo ¿Realmente quieres saber que sucedió entre Mina y yo? ¿Eso te daría paz? - la castaña pregunto a la menor, quien se mantuvo en silencio un breve momento, asimilando si realmente quería escuchar lo sucedido.

-Yo... quiero saber a quién estoy confiándole a mi familia... Nayeon, me mantengo firme en desear que Mina encuentre otra vez el amor, pero quiero que éste le haga el menor daño posible, quiero decir, Mina se veía afectada la primera vez... ¿Qué hiciste para que los ojos de la persona que amo, se volvieran melancólicos? - por fin, Chaeyoung levantaba la mirada, poniendo una expresión que rogaba por la verdad.

Nayeon entonces suspiro, quizá era momento de contarle lo sucedido a Chaeyoung.

-Esto es complicado, veras, Mina y yo nos conocimos cuando éramos estudiantes de secundaria, ella tenía 13 años y yo 15. A pesar de ser de grados diferentes, congeniamos bien. Cuando me gradué y entré a la media superior, ella y yo nos encontrábamos todas las mañanas y todas las noches en una parada de autobuses para volver a casa juntas hasta que volvimos a compartir escuela, al principio solo la veía como una pequeña hermana, pero realmente no sé en qué momento mis sentimientos hacia ella cambiaron- comenzaba a explicar Nayeon, sonriendo ante los pequeños recuerdos que llegaron a su mente ante aquellas palabras, también jugaba nerviosa con sus manos, tratando de darse a entender de la mejor manera posible. -Todo fue perfecto, decidimos estar juntas, pasamos tantas etapas bellas, me miró crecer y la miré crecer también... pero había dos cosas que Mina odiaba, una era el hecho de que estuviéramos en secreto, pues mis padres ni en mil años estarían de acuerdo en que su única hija amara a otra chica y la segunda... era Jeongyeon- mencionó a su mejor amiga.

-Jeongyeon ¿Quién era?- Chaeyoung se encontraba más calmada e interesada en lo que Nayeon relataba.

-Jeongyeon es mi mejor amiga, realmente nos conocimos desde pequeñas, ya que nuestros padres eran amigos. Era inevitable que fuéramos muy unidas. Obviamente a Mina no le agradaba aquello... a veces los comentarios de los demás, respecto a que Jeongyeon y yo parecíamos una pareja recién casada lastimaban a Mina- la castaña bajaba la cabeza con algo de desgane, recordando la joven expresión de la japonesa, triste e insegura ante todos esos comentarios. Posó sus manos sobre su rostro, cubriéndolo porque se arrepentía y se avergonzaba de lo que aquello le provocó tanto a Mina como a ella misma. -Si tan solo hubiera sido valiente... si tan solo hubiera hablado primero con ella y no con Jeongyeon... quizá todo sería diferente- y sus ojos poco a poco amenazaban con soltar lágrimas.

Chaeyoung podía notar entonces como las palabras de Nayeon realmente parecían arrepentidas, deseosas de corregir un suceso imposible. Sintió algo de culpa también por obligar a Nayeon a revivir esos recuerdos, pero era necesario... no dejaría a Mina en manos de alguien que la lastimó en un pasado.

-Aquella tarde, durante la graduación de Mina. Mis padres descubrieron nuestro romance, claramente me echaron de casa ¿Qué más daba? Ya era mayor de edad, no estaban obligados a mantenerme y se avergonzaban de mi... decidí hablarlo con Jeongyeon, ella decidió darme todo su apoyo y mientras lloraba en sus brazos, Mina apareció malinterpretando todo... yo traté de ir tras ella y detenerla, pero simplemente se esfumó. Trate de llamarla, de buscarla, pero simplemente desapareció, como si Myoui Mina nunca hubiera existido... Sus padres, quienes sabían nuestra relación, me echaron de su casa cuando fui a buscarla ahí, y amenazaron con levantar una orden en mi contra, debido a que yo era mayor de edad y Mina aun no... simplemente, no pude hacer nada- Y sin aguantar más, Nayeon apretó los ojos, dejando que sus lágrimas por fin fluyeran.

La rubia estaba algo sorprendida, principalmente por la forma en la que reaccionó Mina, desde el punto de vista de Nayeon, claro. La joven se caracterizaba por ser sumamente inteligente, sensata y pensar adecuadamente las cosas ¿Por qué desaparecer así? ¿Quizá había más y Nayeon no quería decirle o simplemente fue algo que la propia Mina pasó en silencio? No estaba segura, simplemente supo que los sentimientos de Mina habían sido tan fuertes como para impedirle pensar adecuadamente.

-Lo intenté de verdad... de todas las formas posibles intenté superarlo. Hacerme a la idea de que no volvería y yo tendría que aprender a vivir sin ella, pero me fue imposible. Cada mirada, cada caricia y cada beso de alguien más, simplemente me hacían pensar en Mina con más fuerza- Nayeon continuaba sacando todos esos sentimientos frente a la rubia, de alguna manera simplemente no pudo parar una vez que comenzó a hablar. - ¿Tienes idea de lo doloroso que es amar y extrañar a alguien, al grado de obligarte a no permitir la entrada a nadie más? Habían pasado 8 años, Chaeyoung, 8 interminables años en los que la extrañe con el alma y de repente, por azares del destino me pones al amor de mi vida enfrente otra vez... restregándome en la cara que te casaste con ella y haciéndome saber que, a diferencia de mí, ella pudo superarme. Dándome la esperanza de intentar tenerla de nuevo en mi vida porque buscas tu propio remplazo- No había ningún filtro ante sus palabras. La mayor dejaba salir todos esos sentimientos que tenía reprimidos en su interior, cada lágrima, era un día más conteniendo su sentir.

Chaeyoung por su parte sintió un pequeño dolor en el pecho, pero no era su enfermedad, era algo más profundo, el hecho de escuchar como se había referido Nayeon a la japonesa, eso fue lo que la golpeo en el interior.

-El amor de tu vida...- susurro la rubia.

-Era lo que deseabas oír ¿No? La verdad... ¿Por qué estoy aferrada a continuar con la idea de ser tu remplazo? Y una mierda el dinero, es porque yo aun la amo, jamás deje de amarla... Mina es el amor de mi vida, Chaeyoung y nadie podrá cambiar eso- Nayeon hablaba firme esta vez, mirando nuevamente a la menor, con sus ojos llenos de lágrimas.

La artista jamás imagino lo sucedido, nunca imaginó que simplemente fuera imposible para alguien olvidar a otra persona...

"-¿Cómo se puede olvidar a alguien?-"

"-No se olvida, simplemente aprendes a vivir sin ese alguien-"

Las palabras de Mina tomaron sentido para la coreana menor. Mina de alguna forma aprendió a vivir sin Nayeon. Chaeyoung le enseñó a vivir sin ella sin siquiera saberlo.

-Pero... el hecho de que yo considere a Mina el amor de mi vida, no significa que sea mutuo. Y está bien si no es así. Mina decidió hacer su vida contigo, te ama a ti y a Tzuyu. Carajo Chaeyoung, lo primero que hizo cuando por fin pude conversar con ella fue enseñarme una foto de ti y su hija ¿llegas a dudar que te ama? Yo no significo nada, y tu significas todo- Nayeon decía mientras limpiaba sus lágrimas. Después, se levantó de donde estaba sentada y se agachó frente a Chaeyoung obligándola a mirarse frente a frente, mientras sostenía las manos de la rubia.

-Nayeon...- susurró el nombre de la mujer frente a ella, quien la miraba de forma suplicante.

-Entenderé si quieres desecharme como tu remplazo, Mina merece algo mejor que yo. Mírala y mírate, dos profesionales que son capaces de darlo todo por la otra... y yo... una don nadie que no pudo tener un trabajo decente y tampoco pudo retener a la persona que amaba...- comenzaba diciendo para después realmente suplicar. - Quédate con tu dinero, incluso si decides pasar con ella el resto de tus días hasta las últimas consecuencias... Yo solo quiero algo en esta vida, Chaeyoung. Por favor, no me pidas que me vuelva a alejar de ella, aún si alguien más toma tu lugar, yo te ayudaré a decidir si es la persona indicada para amarla y cuidarla, podré vivir feliz si ella lo es incluso con alguien más. Solo por favor, no estoy lista para volver a perderla, aun si solo estoy condenada a no ser más que su amiga, permite que me quede a su lado...- La mirada suplicante de Nayeon y sus palabras lograron tocar a Chaeyoung de una forma que no imaginó nunca.

Se sintió conectada con Nayeon en ese momento, no era su objetivo, pero llegaron a esa conclusión. Chaeyoung amaba a Mina con todo su ser, era su alma gemela. El sentimiento por ella era tan fuerte que no le importaba sufrir y cargar sola con su vida extinguiéndose poco a poco, con tal de buscar el bienestar de la japonesa. Y ahora estaba ahí Nayeon, declarando que amaba a Mina y que la pelinegra era el amor de su vida, pero por sobre todo, contra todo pronóstico, la amaba con tal intensidad que simplemente estaba dispuesta a verla feliz con alguien más.

Compartían un sentimiento hacia la misma persona, Chaeyoung supo hasta ese momento que había alguien que quizá amaba a Mina con la misma intensidad que ella lo hacía. Y eso último, era lo que Chaeyoung deseaba para su amada y su hija. Era su último deseo ahí frente a ella, derramando lágrimas a la par.

Finalmente, la artista correspondió con una caricia en las manos de Nayeon, tratando de trasmitirle un poco de tranquilidad, dedicándole una tenue sonrisa.

-Lo lamento Nayeon, por todo lo que provoqué el día de hoy. También lamento haberme comportado como una idiota, arrojándote ese dinero... siento que de alguna forma comprendes como es que me sentía; aunque creo que estás mejor capacitada para manejar tus emociones, todo lo contrario a mi- comenzaba diciendo mientras acariciaba lentamente las manos de Nayeon. -No deseo que alguien más esté con Mina, gracias a tus palabras, comprendo que tus sentimientos son los que busco para mi familia. Espero que así como lo has hecho hasta ahora, puedas seguir amándola. Te ayudaré a que ella pueda corresponder, pondré hasta mi último aliento, hasta mi punto final...-

La menor simplemente le dedicó una sonrisa más amplia y finalizó su deseo frente a Nayeon.

-Solo por favor, sin importar nada... Quédate a su lado...-

.

.

.

Mina llegó nuevamente tarde a casa, se encontraba agotada por el nuevo caso que estaba atendiendo con un cliente exigente y con poco tacto. El agotamiento mental por el que cursaba no la ayudaba a pensar en nada, incluso evito pensar en lo sucedido aquella tarde con Chaeyoung y Nayeon.

Aunque claramente no era algo que pudiera evitar de todas formas al llegar a su hogar, pues una de las enfadadas chicas estaba justo en su casa, en su habitación.

Comenzaba a prepararse mentalmente de lo que sea que Chaeyoung tuviera que decirle, puesto que la última vez en el día que la vio, la menor estaba sumamente molesta, a pesar de haber fingido, Mina lo sabía.

Abrió la puerta ingresando a la casa, miró a los alrededores tratando de ver alguna señal de su esposa e hija, pero tal parecía que cada una se encontraban en sus respectivas habitaciones. Primero se dirigió a la de Tzuyu, tocando ligeramente la puerta. Pudo escuchar algo de movimiento en la habitación y después como esta se abría un poco, dejando ver el rostro de la niña.

-He llegado a casa Tzuyu. ¿Estás estudiando? Pregunto Mina al ver la expresión algo fastidiada de la pequeña cuando abrió la puerta.

-Si... investigo algo importante- respondió de forma normal mientras esta vez le dedicaba una sonrisa a la pelinegra. -¿quieres que te acompañe a cenar?- preguntó la taiwanesa con cariño, a lo que Mina simplemente acarició su cabeza y soltó un suspiro.

-Preferiría descansar un poco, no tengo mucha hambre realmente- contesto Mina, dedicándole una sonrisa a la menor.

Pudo notar la expresión algo decaída de Tzuyu, por lo que de inmediato quiso calmar la situación

-Lo siento, se que no hemos pasado mucho tiempo juntas estos últimos días. - se disculpaba la japonesa. -El siguiente fin de semana saldré a comer con una vieja amiga mía... ¿Te gustaría venir conmigo?- preguntó a lo que Tzuyu se puso más animada.

-¡Me encantaría!- la emoción en su voz se hizo presente. Pero, una pequeña duda la invadió. -Pero ¿Y Chaeyoung?-

Mina entonces soltó un suspiro cansado y miró hacia la puerta que llevaba hasta la habitación que compartía con la coreana rubia.

-No estoy segura si ella quisiera venir... últimamente parece muy ocupada- mencionaba un poco triste la pelinegra, pero recupero los ánimos por su pequeña. -Pero de cualquier forma podemos organizar una salida para nosotras tres la siguiente semana ¿Qué dices?- animaba a lo que la mas joven asintió con energía.

-Espero que se pueda- finalizo.

-Esperemos que si. Ahora ve a terminar tus tareas. Te quiero, buenas noches- Mina se despedía de la más joven y se dirigía esta vez hasta su habitación, lugar donde seguramente estaría Chaeyoung.

Al entrar, vio a la joven de espaldas, sentada frente al espejo de su habitación, ella cepillaba su cabello, el cual recién había secado recientemente, había un aroma a frescura y jabón frutal en el ambiente proveniente de ella. Cuando se percató de la llegada de Mina, se levanto de su dende estaba y le dedico una amplia sonrisa a la pelinegra, una en la que incluso podía presumir sus bien formados hoyuelos en sus mejillas.

-Tardaste un poco más en volver el día de hoy, me alegro que estés en casa- la saludaba. Mina por su parte se sintió un poco confundida, pues ya no parecía molesta en absoluto.

-Gracias por esperarme... a decir verdad estaba algo preocupada porque siguieras molesta conmigo por lo de esta tarde- confesó la mayor comenzando a retirar su camisa formal blanca.

La artista bajó un poco la mirada, recordando todo lo que sucedió aquella tarde con Nayeon y lo que hablo con la joven. Realmente terminaban por arreglar cualquier diferencia y ahora estaban listas para continuar con el plan inicial. Pero Chaeyoung deseaba comprobar algo primero, algo a espaldas de Nayeon pero que por supuesto, no iba a afectarla en absoluto.

-No te preocupes, realmente no estaba molesta por eso, solo... tenía una sensación incierta. Pero todo está bien- Chaeyoung mantenía la tenue sonrisa en sus labios. -Era esa chica Nayeon ¿No? La misma que nos encontramos en la exposición de arte- trataba de sonar lo más natural posible, cosa que parecía funcionar. Pues la postura de mina era menos tensa y sus facciones también se relajaron.

-Si es ella...- respondió algo tímida.

-Ya veo, me alegro que después de lo que me dijiste pudieran arreglar diferencias- la rubia continuaba hablando con completa tranquilidad. -Quizá debas invitarla a cenar un día de estos- proponía, intentando darle señales a Mina de que todo en verdad estaba bien.

Por su parte la japonesa se sentía sorprendida de como estaba respondiendo Chaeyoung, realmente parecía bien con ello, como si la molestia que tuvo en la tarde no hubiera existido para nada, eso la alegraba mucho.

-De hecho... ella estaba en mi oficina hoy para invitarme a tomar un café juntas, Tzuyu va a acompañarnos, dime ¿t gustaría venir? - preguntaba a la rubia quien vio aquello como una oportunidad bastante buena y que no debía ser estropeada.

-No puedo, tengo un compromiso que atender, pero vayan ustedes dos. Sé que podrán pasarla bien- fue su respuesta.

Mina se sintió un poco decepcionada, sin embargo, acepto el hecho de que la menor tuviera mucho trabajo encima, así había sido últimamente, por lo que tras un suspiro solo asintió.

-Y dime... ¿Cómo se conocieron ustedes dos? Nunca me hablaste mucho de tu época escolar. Tengo curiosidad- Chaeyoung se preparaba para escuchar cualquier cosa que Mina fuera a responderle en ese momento, después de todo, aún tenía algo que confirmar.

Por su parte la japonesa ante la pregunta de Chae simplemente sonrió, dejando que muchos recuerdos golpearan su mente, soltando una suspiro en el momento en el que la imagen más jovial de Nayeon sonriéndole aparecía en su memoria.

-Pues... Nayeon es todo un caso. Si fuéramos perros ella sin duda sería un Husky... a decir verdad, hasta la fecha no llego a comprender como es que ella y yo nos hicimos tan buenas amigas si somos tan contrarias- dijo aquello deteniéndose a pensar realmente al respecto.

-Bueno, los contrarios se atraen...- Comentó la coreana, mirando fijamente a Mina, notando como la pelinegra bajó un momento la mirada con timidez y sus mejillas adquirían un tenue color rosa.

-Quizá, pero jamás imagine con alguien tan contrario... quiero decir, nos conocimos una tarde de invierno después de la escuela. Ella no tenía un abrigo ni un paraguas y la nieve no dejaba de caer, le di mi bufanda y al día siguiente cuando nos volvimos a ver, hablo de esa bufanda como suya... jamás me la devolvió- Mina comenzaba a relatar, todo ante los atentos ojos de Chaeyoung.

-Solía aparecer con esa boba sonrisa en su cara, soltando cumplidos y palabras cariñosas a mi persona... ella seguramente había hecho algo estúpido y necesitaba que la cubriera o lo que sea que haya hecho me afectaba. Siempre compraba helado como forma de disculpa- Mina no se percató en que momento simplemente de dejó llevar, hablando y hablando.

-Me metió en incontables líos también, una vez durante las horas de estudio, no se como me convenció de intentar salir de la escuela para ir a vagar por ahí. Claramente fuimos atrapadas por uno de los profesores quien nos obligo a ponernos contra la pared y nos golpeo el trasero con una regla de madera, después nos obligo a correr tres vueltas alrededor de la escuela y volver a los salones de estudio. El director dijo "Señorita Myoui, es usted una estudiante de excelencia. Y ahora hace barbaries influenciada por una estudiante problemática. No quiero más problemas o voy a separarlas" Nos aumentaron el castigo esa vez porque Nayeon no pudo contener la risa al ver la cara del director tan roja... Ese mismo día me prometió que seríamos siempre amigas...-

Chaeyoung solo se limitó a observar a Mina, sus expresiones... como tras cada anécdota comenzaba a hacer ademanes más expresivos. Podía ver la emoción de la pelinegra al hablar sobre sus recuerdos con Nayeon. Pocas veces pudo ver a Mina de esa forma y ahora que podía darle un significado, se sentía ligeramente en paz.

Finalmente, el como en breves momentos, Mina se perdía entre sus pensamientos y sonreía para si misma, abrumada y abrazada por alguno de esos recuerdos que simplemente le eran imposibles de saber a Chaeyoung... entonces simplemente soltó un suspiro y soltó una triste sonrisa, cuando entre tantas anécdotas, Mina se quedó dormida.

Descubrió algo importante en aquel momento.

"-... Ahora sé porque Mina siempre me ha llamado su alma gemela... porque somos un equipo increíble, somos similares en muchos aspectos, aprendimos a vivir en tan hermosa armonía. Soy quien la comprende, quien le da seguridad ante todo, quien sana sus heridas, quien le da todo sin nada a cambio...-" Pensó Chaeyoung un breve momento mientras acariciaba el largo y negro cabello de la japonesa, quien estaba profundamente dormida.

"-... No me cabe duda de ello ahora... Aunque ni siquiera lo exprese, Mina tambien te ama a ti, Nayeon... y a diferencia de mí, simplemente no hay alguna razón lógica por la cual te ame... Y eso te vuelve a ti el amor de su vida...-"

.

.

.
🐯🐧🐰

Me atrasé un poco con el capítulo, una disculpa por eso.
En fin, este capítulo estuvo un poco inspirando en una canción de mismo nombre, en ella podría plasmarse el sentir de Nayeon en ese momento. Les dejo el vídeo arriba por si les interesa escucharla.

También espero haber trasmitido la inquietud tanto de Nayeon como de Chaeyoung en este capítulo.

Hasta el próximo miércoles, muchas gracias a todos por leer, comentar y votar. Me hace feliz 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro