Capítulo 21 "Un pequeño destello"
La sala de reuniones estaba completamente en silencio, con todos los presentes mirándose unos a otros. Mina y Jihyo sentían la tensión en aquel lugar con mucha fuerza, y el mismo Seungkwan removía nervioso sus dedos bajo la mesa.
Aquel día sería su primera discusión con los abogados del señor Jung, y buscaban el mejor de los desenlaces para el joven empresario.
Mina y Jihyo darían la cara en esta ocasión, mientras tanto, Chan y Bam se encargarían de buscar algún ingeniero o técnico que pudiera rescatar la grabación que Seungkwan había tomado en su teléfono celular, el cual había terminado destrozado.
Ambas abogadas habían conseguido un par de cosas por las cuales defender al chico, pues para su suerte, consiguieron una grabación proveniente de las calles que colindaban con Sunrise entretaiment, dónde se apreciaba claramente a personal de la compañía en el momento justo en el que habían sacado al joven Boo de las instalaciones, posterior a las lesiones que el declaraba, los guardias del Sr. Jung le habían hecho.
Finalmente, el silencio en la sala se rompió en el momento en el que la puerta se abrió e ingreso el demandante, con ese porte tan egocéntrico y adinerado. Para la mayoría era intimidante, menos para las dos abogadas.
-Buenos días, señoritas- saludaba con cordialidad fingida a las dos abogadas, ignorando por completo al coreano. Seguido de el, entraba su abogado.
-Buenos días, espero todo esté marchando bien y tengan una buena propuesta para mí cliente- decía primeramente el hombre mientras tomaba asiento al lado del Sr. Jung.- como podrán imaginar, mi cliente, el sr. Jung no va a ceder bajo ningún motivo a su demanda y a sus peticiones y el solo busca que se haga justicia-
-Tenemos una propuesta, eso es absoluto- Jihyo respondió primeramente, empujando una carpeta hacia el abogado y este la tomó, leyendo lo que estaba escrito ahí.
El hombre se acercó al Sr. Jung y comentaba la propuesta de las abogadas a su cliente, el cual comenzaba a reír.
-¿Derecho a fianza? ¿Creen que este bastardo merece seguir esto en libertad?- el Sr. Jung dijo con burla e irritación.
-Señor Jung, por favor, guarde silencio- el abogado pidió al hombre, sin embargo, el no escuchó.
-Esa escoria ensucio el nombre de mi empresa, merece quedarse ahí encerrado- volvió a arremeter.
-¡Señor Jung, es suficiente!- el abogado del hombre alzó la voz, logrando por fin que el hombre guardara silencio.
Mina y Jihyo se sintieron inquietas por la forma en la que el hombre decia todo eso.
-Hay alguna razón en especial del porque crean que el señor Boo sea acreedor a llevar el caso fuera de prisión?- preguntaba el abogado.
Mina fue quien se animó a hablar esta vez, aclarando su garganta, ella pasó un segundo folder con algunas fotocopias.
-Tenemos pruebas de que el cuerpo de seguridad de Sunrise E. Es el culpable de las lesiones de mí cliente- Mina comenzaba, notando como el hombre se ponía serio y rígido.
-Las cámaras de seguridad vial logran captar el momento en el que el joven Boo ingresa al lugar y minutos después como es desechado en estado inconsciente por los guardias. Espero tengas razones para abogar por eso- comentaba Jihyo esta vez.
El lugar permaneció en silencio un breve momento, el abogado trataba de poner piezas en su lugar, mientras Mina y Jihyo esperaban respuesta.
-Bien, accedemos al derecho a fianza... Si es que puede pagarla- concluyó el abogado.
Mina y Jihyo sonrieron complacidas, habían obtenido su primer objetivo. Así mismo, Seungkwan suspiraba aliviado por su momentánea libertad.
Por otra parte, el Sr. Jung estaba evidentemente disgustado con ellas y con su propio abogado.
-Esto es inaudito...- el hombre dijo con irritación. -No te va a durar mucho el gusto Seungkwan...- Jung señaló al chico.
-¿Está amenazando a mi cliente, Sr. Jung?- Jihyo fue la primera en colocarse de pie, al ver al hombre señalar al chico y declarar aquello. El hombre simplemente rio.
-Señor Jung, por favor manténgase en silencio- el abogado volvió a pedir con voz autoritaria y después se dirigió a Jihyo, quien era la abogada oficial. -Entonces supongo que al solicitar la fianza, estás completamente segura de ir a juicio ¿No es así? - pregunto el abogado con una tenue sonrisa, pues bien sabía lo complicado que sería demostrar que Seungkwan era inocente.
Jihyo pudo ver el toque burlón del hombre en aquella pregunta, poniéndose irritada ante tal seguridad y simplemente suspiró.
-Así es- finalizo con tan breve respuesta y después comenzó a tomar las carpetas que habían llevado.
Mina simplemente ayudo a Seungkwan a ponerse de pie y guiarlo a la salida de aquella sala. Una vez los tres estuvieron fuera se sonrieron. Habían logrado que el chico obtuviera una fianza y eso agilizaba la posibilidad de obtener pruebas más precisas.
-Esto es un buen inicio, se que es complicado pero podremos trabajar más eficientemente así- Jihyo decía mientras peinada hacia atrás su cabello y suspiraba.
-Directora Park, la familiar del joven Boo está esperandola- un hombre alto y con uniforme de policía llegaba al lugar a darle aquel aviso a Jihyo, quien asintió.
-Ya voy- confirmo mientras se dirigía brevemente a Mina y Seungkwan. -Me encargaré de los papeles y de asesorar a la señora Boo para el pago de la fianza, mientras me gustaría que acompañaras al señor Seungkwan a su celda y recoger sus cosas, por favor Mina- pedía la mayor a lo que la japonesa asintió.
Una vez dicho aquello, Jihyo se dirigía hacia la salida a encargarse de aquel asunto, mientras Mina escoltaba al chico hacia las celdas. El silencio era algo incómodo entre ambos.
-Mina... Muchas gracias- el hombre fue el primero en romper con el silencio, mirando a la japonesa. -Sé que es un caso difícil y aún así estás aquí junto a la directora haciendo todo lo posible- agradecía el coreano.
-No podía dejar sola a Jihyo, además es nuestro trabajo- Mina contestaba con tranquilidad.
-Entiendo, aún así me siento muy agradecido- comentaba sonriendo tenuemente.
Sin decir palabra más, llegaron por fin a aquel pasillo lleno de celdas. Mina decidió esperar en la entrada mientras el chico se dirigía a su celda a tomar sus pertenencias.
Para Mina aquel sitio estaba demasiado tranquilo y despejado. Era la primera vez que observaba tanta calma y ausencia en el lugar. Algo dentro de ella le decía que algo no andaba del todo bien.
-¿Seungkwan?- Mina llamó al chico mientras trataba de asomarse, pero el guardia le impidió avanzar.
-Este es paso solo para policías, señorita- aclaró el hombre uniformado. Mina solo soltó un suspiro y se hizo para atrás.
Seungkwan terminaba por recoger un par de zapatos y se aproximaba a la salida de su celda cuando algo extraño sucedió.
Un alto sujeto, reo al igual que el, ya que vestía el uniforme de los presos, se aproximó hasta él de forma extraña.
-¿Qu-que sucede?- el coreano pregunto al preso, quien simplemente sonrió y paso con velocidad su mano frente al chico.
Seungkwan alcanzó a reaccionar a tiempo, haciéndose para atrás y tan pronto como cayó al suelo, una sensación ardiente y dolosa invadia su pecho, cuando bajo la mirada, su camisa estaba cortada y un largo rasguño sangraba en su pecho. Su corazón se aceleró.
-¡Mina!- grito el chico completamente asustado.
La japonesa daba vueltas de un lado a otro mientras mordía la uña de su dedo pulgar, estaba algo inquieta por el lugar tan solo, sin embargo, todo se convirtió en pánico cuando escucho el grito de Seungkwan llamándola desde el interior de las celdas.
Mina rápidamente miró al guardia y ambos reaccionaron, el guardia tomo rápidamente su radio para llamar ayuda y Mina ingresó rápidamente al pasillo de las celdas en busca de Seungkwan.
-¡Abogada no entré ahí!- escucho la voz del guardia llamarla, pero lo ignoró por completo, corriendo entre los pasillos.
Escuchaba gruñidos y agetreo, siguiendo el escándalo, llegó a la celda correspondiente, notando como un preso se abalanzaba contra su cliente en el suelo.
Mina no pensó adecuadamente, la adrenalina y tensión del momento la llevaron a ser imprudente y acercarse a la peligrosa situación. Con toda su fuerza, pasó su brazo por el cuello del agresor y aplicaba una llave para quitarlo a Seungkwan y lograr cortarle la respiración por unos breves momentos.
Seungkwan se sorprendió de la acción de la japonesa y se apresuró a levantarse para ayudarla a sujetar a aquel hombre, sin embargo, sin esperarlo, este respondió contra Mina, enterrando su arma contra la pierna de la japonesa y causando que emitiera un grito por el dolor.
La japonesa cayó al suelo sujetando su pierna adolorida y sangrante.
-¡Detente!- el guardia llegó de inmediato junto a otro policía,ambos apuntando sus armas contra el.
El preso al verse amenazado, finalmente soltó su arma y levantó las manos en signo de rendición.
-¡Mina!- Seungkwan corría rápidamente hasta la japonesa, quien aún estaba sentada en el suelo sujetando su pierna herida. -Hay que sacarte de aquí- dijo el mientras hacía que la pelinegra pasará su brazo por sobre sus hombros y la ayudaba a pararse.
Mientras los guardias retenían a aquel sujeto, Seungkwan ayudaba a Mina a salir del área de celdas para dirigirse al área principal de la comisaría y alguien pudiera ayudarlos.
-Cuida tus espaldas... Mira hacia todas direcciones hasta que lleguemos a las oficinas...- Mina le decía al chico mientras se aferraba a él para poder caminar más presurosamente.
Seungkwan simplemente asintió y comenzó a caminar presuroso hasta las oficinas principales, donde estaba todo el personal del edificio. Miraba a los lados y a sus espaldas mientras aún sostenía a Mina. Su corazón latía acelerado, el dolor de la herida que el llevaba en su pecho también molestaba, pero aún con eso, con todas sus fuerzas, logró llegar hasta el lobo principal llamando la atención de algunos policías y demás personal.
-¡Mina! ¿Te encuentras herida?- Bam era el primero en mirar a la japonesa y correr hacia ellos, ayudando rápidamente al coreano a sostener a la abogada.
-Si, solo... Llama a Jihyo de inmediato, necesitamos hablar urgentemente- Mina dijo al tailandés mientras la ayudaban a sentarse un momento.
-Entiendo, por favor no te muevas, llamaremos una ambulancia tambien- decía el chico mientras corría hacia la oficina de la jefa del departamento.
Seungkwan miraba la herida de Mina, sangraba demasiado para su gusto, por lo que rompiendo un trozo de su camisa, la estrujó y colocó sobre la pierna de la abogada e hizo presión.
-¡Agh! Eso duele, deja de tocarla- se quejó Mina mientras trataba de retirar la mano del coreano.
-Pero no para de sangrar, tienes que ir a un hospital ya- Seungkwan decía a la japonesa, quien simplemente gruño en respuesta.
Antes de que Mina pudiera responder, Bam corría de vuelta junto con Jihyo y más atrás, una mujer que desconocía seguía a la jefa, quien estaba claramente alarmada.
-Mina ¿Que demonios sucedió?- la coreana preguntó a su mejor amiga, mirando la sangre en el piso y la expresión adolorida de la japonesa.
-Un preso intento hacerle daño a Seungkwan...- fue la única respuesta de Mina.
Jihyo rápidamente miró al coreano a su lado y pudo ver cómo su camisa estaba manchada con sangre y tenía una gran rasgadura en el pecho, así mismo, miró la herida en el torso del empresario... No le gustaba nada como pintaba todo.
-Esto es demasiado grave... Ni siquiera hemos iniciado el juicio y ya nos han atacado...- Mina dijo en voz baja, solo para que aquellos que la rodeaban pudieran escuchar.
Jihyo quería hablar seriamente con Mina y Seungkwan, pero no era el momento ni el lugar, así que, al escuchar la llegada de la ambulancia, simplemente permitió la entrada de los paramédicos y estos se dirigieron a Mina y Seungkwan para ayudarlos. Mientras encamillaban a Mina, está sujetó la mano de su mejor amiga, mirándola suplicante.
-Estaré bien, por favor ve al hospital en cuanto puedas y hablemos, solo... No me excluyas de esto- fue la petición de la japonesa.
Jihyo solo suspiró y asintió, permitiendo que se llevarán a Mina y Seungkwan al hospital.
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Nayeon estaba sentada en la sala principal de la casa de Dahyun, miraba a dos personas en especial, estás eran Chaeyoung y Tzuyu, quienes conversaban con total calma en el jardín de la casa.
Justo como le prometió a la Taiwanesa, la llevaría todos los días a estar con Chaeyoung. Para ser franca aquello preocupaba a Nayeon, ya que una parte de ella le decía que el continuo apego de Tzuyu a su madre haría todo aún más doloroso cuando ella ya no estuviera, y por otro lado, también sentía que Tzuyu se interesaría menos por entablar una relación con ella, esto debido a que Chaeyoung seguía presente.
No estaba segura de que hacer, solo sabía que ver a Tzuyu sonreír así le agradaba y le daba paz a su interior.
-¿Gustas algo para beber?- Dahyun le preguntaba a la castaña, dedicándole una sonrisa.
La mayor solo entre cerro los ojos y cubrió un poco su vista, como si estuviera siendo deslumbrada.
-Tan... Brillante- dijo primeramente para bromear con Dahyun. - Eres un peligro para la vista vestida totalmente de blanco- y logró su cometido, Dahyun le dió un empujón amistoso.
-Deja de burlarte, es mi uniforme- Dahyun decía mientras se dirigía a la cocina, recién llegaba de su turno en el hospital.
-Cierto, discúlpame. No es tu culpa reflejar la luz- e hizo una última broma, ganándose una queja de la enfermera.
-Eres algo molesta a veces, sabes- Dahyun comentaba mientras servía dos tazas de café. Una vez servidas, le llevó una a la mayor.
-Si, me lo han dicho. Gracias por el café- comentaba Nayeon mientras tomaba la taza y daba un sorbo.
-¿Que han hecho esas dos?- preguntaba la más pálida, mirando a su mejor amiga e hija reír juntas en el jardín.
-Comieron juntas, ríen y me ignoran completamente- decía Nayeon mientras sonreía, mirando justo hacia donde estaban madre e hija.
-Entiendo, definitivamente están poniéndose al día la una con la otra- Dahyun también miraba a las féminas en el jardín. -Me alegra mucho ver a Chaeng más felíz, necesitaba a Tzuyu- comentaba.
-También me alegro de ver a ambas más contentas, era abrumador el verlas tan decaídas a las tres... - Nayeon dejó salir aquello pero pronto se arrepintió al notar la mirada de incertidumbre de Dahyun.
-Las tres...- Susurró.
-Yo... Lo siento, es que todo esto ha sido muy complicado, Mina es mi amiga y la persona que amo, Chaeyoung se ganó mi cariño y la considero una amiga también... Y Tzuyu es el vivo reflejo de Mina, aunque no le agrade, tiene mi cariño... Tú has visto llorar a Chaeyoung... Y las he visto llorar a las tres...- la voz de Nayeon fue cada vez más suave, como melancolica incluso. Dahyun entendió perfectamente el porqué.
La enfermera simplemente posó su mano sobre el hombro de Nayeon.
-De verdad amas a Mina ¿Eh? Estar en el medio de todo esto por la persona que amas... Es algo que pocas personas son capaces de hacer- Dahyun le dedicaba una sonrisa a la mayor.
-Simplemente no hay palabra que pueda expresar lo que siento por ella, espero algún día poder hacerle saber cuánto la amo todavía- Nayeon sonreía tímida a la otra coreana.
El momento de calma se vio irrumpido cuando el celular de Tzuyu comenzó a sonar. A lo que la menor contestó de inmediato.
-Tia Jihyo ¿Cómo estás?- preguntaba Tzuyu a la persona que llamaba. -Me alegro que estes bien... Oh ¿Nayeon? Si, ella está aquí- de repente Nayeon se inquietó al escuchar su nombre y que precisamente era la jefa del ministerio público la que la buscará.
Tzuyu caminó al interior de la casa pasando su teléfono a Nayeon.
-La tía Jihyo quiere hablar contigo- dicho esto, Nayeon recibió el teléfono celular.
-¿H-Hola? ¿En qué puedo ayudarte?- Nayeon contesto algo nerviosa, era la primera vez que la mejor amiga de Mina la llamaba a ella en específico.
-Nayeon ¿Verdad? Escucha, ocurrió algo en el trabajo con Mina- dijo primeramente la jefa del departamento, haciendo que Nayeon se pusiera sumamente nerviosa, cosa que todas las presentes notaron.
-¿Que sucedió? ¿Ella está bien?- pregunto inconscientemente, logrando que quienes la observaban comenzarán a preocuparse.
-Escucha Nayeon, no preocupes a Tzuyu ¿De acuerdo? Si te pregunta, solo dile que Mina resbaló y tuvo una torcedura- comenzaba a explicar Jihyo, la mayor escuchaba atentamente mientras mordía su labio nerviosa.
-Entiendo ¿Que paso?- pregunto de forma seca para no preocupar más a las presentes.
- Mina recibió una puñalada en la pierna mientras escoltaba a un cliente al pabellón. El médico dijo que estará bien y que no es una herida para preocuparnos. Estoy con ella ahora mismo pero no podré quedarme ni llevarla a casa, no puedo dejar mi trabajo demasiado tiempo, por lo que necesito que vengas a recogerla y la lleves a su casa- Jihyo informaba.
Nayeon por un momento sintió que su alma abandonaba su cuerpo al escuchar las palabras "Mina recibió una puñalada" pero se contuvo, Tzuyu no tenía que saber aquello, por lo que simplemente tragó el nudo en su garganta y actuó con normalidad.
-Entiendo, está bien Jihyo, yo pasaré a recogerla de inmediato ¿De acuerdo? Gracias por cuidarla- Nayeon agradecía y colgaba la llamada ante los ojos expectantes de las presentes.
-¿Que le paso a mamá Mina? ¿Está bien?- preguntó de inmediato Tzuyu, a lo que Nayeon le dedicó una sonrisa tranquilizadora.
-Mina está bien, solo tuvo un pequeña torcedura en el trabajo, así que iremos a recogerla al hospital para que pueda descansar como el médico dijo- Nayeon informó, logrando calmar a todas.
-Cualquier cosa que necesites, no dudes en pedir ayuda- Dahyun se apresuraba a decir.
Sin embargo, Nayeon notó como Chaeyoung permanecía en silencio.
-Si, muchas gracias. Por ahora Tzuyu y yo debemos irnos, Mina nos está esperando- Finalizaba Nayeon mientras observaba como Tzuyu comenzaba a recoger sus cosas.
Chaeyoung sabía que cuando Jihyo llamaba era porque algo malo le había pasado a Mina, y estaba segura que una torcedura no era lo que la japonesa había sufrido, por lo que, aprovechando el momento en el que Tzuyu iba a la sala por su mochila, Chaeyoung se acercó a Nayeon con expresión sería y le hablo sumamente bajo para que solo ellas dos pudieran escuchar.
-¿Que te dijo Jihyo? ¿Que le pasó realmente a Mina?- preguntó inquieta a lo que Nayeon suspiró.
-Mina está bien ¿Por qué te preocupas tanto?- Nayeon trato de aligerar la situación, primero quería saber cómo se encontraba Mina.
Pero la castaña notó que Chaeyoung no estuvo nada convencida de ello.
-Te recuerdo que Mina fue mi esposa y yo era quien recibía ese tipo de llamadas antes- aclaró a lo que Nayeon quiso palmearse a sí misma, ¿Cómo pudo olvidar ese pequeñísimo detalle?
-Escucha, al parecer la hirieron en una pierna en un pabellón, Jihyo dijo que ella está bien, solo que no puede llevarla de vuelta a casa y quiere que yo lo haga- explicaba brevemente Nayeon tomando sus cosas también. -En cuanto esté de vuelta, te diré todo lo que sepa, para que estés tranquila ¿De acuerdo?- y finalmente esas palabras convencieron un poco más a Chaeyoung, quien finalmente asintió y permitió que Nayeon fuera a la salida a esperar a Tzuyu.
Era evidente que estaba preocupada por Mina, pero no podía hacer mucho de momento, por lo que simplemente se aferró a la idea de que Nayeon cuidaría de ella. Creía en ello con todo su corazón.
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-Jihyo, no quiero preocupar a Tzuyu y tampoco molestar a Nayeon, pudiste llamar a Sana o Momo- Mina se quejaba con su mejor amiga cuando ella colgó el teléfono.
La mayor solo se giró a verla con expresión seria.
-Guarda silencio, tienes bien merecidas esas tres puntadas que acaban de darte ¿Cómo se te ocurre?- preguntó la coreana.
-¿Merecido por qué? ¿Por salvarle la vida a Seungkwan?- replicó indignada.
Jihyo trato de controlar su enojo y suspiro para después posar su mano sobre el hombro de la abogada, quien se encontraba en una camilla con un pequeño vendaje en su pierna recién suturada.
-Mina, lo que te paso fue algo muy grave ¿Por qué entraste ahí tan imprudentemente? Eres una mujer contra un hombre corpulento, violento y que te lleva al menos 20 cm más de altura- Jihyo comenzaba a regañar a la japonesa con más sutileza, Mina solo viró con fastidio los ojos.
-Jihyo, ese sujeto iba con toda la intención de matar a Seungkwan. ¿Te das cuenta? el señor Jung es probablemente el responsable, de no ser así ¿Por qué insistiría tanto en que Seungkwan debía seguir su proceso en prisión?- Mina comentaba, a lo que la coreana solo sujeto el puente de su nariz con irritación, pero esta vez la irritación provenía de lo sucedido y no por la imprudencia de la japonesa.
-Claro que lo pensé... Si Jung está tan empeñado en deshacerse de Seungkwan, es porque probablemente Seungkwan dice la verdad... Y tiene información que perjudicaría negativamente a Sunrise- Jihyo comenzaba diciendo para después suspirar y mirar a Mina. -¿Te das cuenta que estamos en peligro trabajando con este caso? ¡Mírate! Te apuñalaron por escoltar a Seungkwan a su pabellón!- y repentinamente la jefa del departamento se exaltaba.
-Jihyo cálmate, por favor...- Mina posaba su mano sobre la de su mejor amiga, tratando de reconfortarla. -Si, es complicado, es peligroso, pero no voy a abandonarte ¿Entiendes?- Mina comentaba. -Además, si conseguimos recuperar la grabación en el teléfono roto, seguro será una pieza clave para este caso. Tenemos también las grabaciones de seguridad donde escoltas de Jung dejan herido a Seungkwan y también tenemos la grabación de tu oficina donde Jung intenta sobornarte para acelerar el caso- Mina comentaba aquello, tratando de darle una esperanza a su mejor amiga.
-Ah~ tienes razón, tenemos algo para comenzar. Por otro lado, sigue preocupándome, eres mi mejor amiga y adoro a Tzuyu... No me perdonaría si algo malo les sucede- la coreana comenzaba diciendo para después sujetar la mano de Mina. -Por favor, promete que tendrás más cuidado, tenemos que estar alertas ahora más que nunca- Jihyo pedía a la japonesa quien le sonrió y asintió.
-Lo prometo, tendré cuidado y por favor, has lo mismo, tampoco se que haría si algo te sucede- Mina prometía a Jihyo.
-Bien, Nayeon viene en camino, esperaré a que llegue y después volveré a la oficina, necesitamos interrogar a ese preso- Decía Jihyo mientras se colocaba de pie y se disponía a salir de la habitación, no sin antes hacer una última pregunta. -Por cierto ¿Dónde está Seungkwan?-
-La mujer que pagó su fianza se fue con él, están en otra habitación curando su herida en el pecho. Dijo que vendría aquí antes de irse- Mina aclaraba, la coreana solo asintió.
-De acuerdo, le he encargado a un policía acompañarlos hasta casa. En fin, enviame un mensaje cuando estés en casa- Jihyo decía antes de salir de la habitación.
Jihyo caminó por los pasillos del hospital para llevar al primer piso y recibir a Nayeon en la sala de espera. No pasó mucho tiempo para que la castaña se hiciera presente junto con Tzuyu. Jihyo levantó la mano para que la vieran más rápido.
-Tia Jihyo- Tzuyu se aproximó hasta la coreana y la abrazó. -¿Mamá está bien verdad? Solo fue una torcedura ¿Cierto?- preguntaba ansiosa a la bella chica de ojos grandes, quien simplemente la despeinó con cariño.
-Claro que sí, la señorita Nayeon subirá por ella y se podrán ir a casa- Jihyo le decía a la Taiwanesa quien por fin se calmó al escuchar a Jihyo. - tengo una misión muy importante para ti, y es que Mina tendrá una incapacidad de una semana, quiero que te encargues de que no abandone la cama bajo ningún motivo- la mayor pedía, a lo que Tzuyu asintió firmemente.
-Entendido, mamá no saldrá de la cama- confirmaba.
-Eso es, eres muy responsable Tzuyussi- Jihyo elogiaba una vez más a la menor. -¿Me cuentas sobre cómo vas en tu clase de canto, mientras la señorita Nayeon sube por Mina?- Jihyo pedía y la Taiwanesa simplemente asintió. -Excelente, dame un segundo y voy contigo a sentarme ¿Si?-
Tzuyu simplemente le sonrió a la chica para después dirigirse obediente a los sillones en la sala de espera. Una vez Tzuyu estuvo lejos, Jihyo se dirigió a Nayeon.
-Hola, soy Jihyo ¿Me recuerdas?- la menor saludaba a Nayeon.
-Claro que sí, aunque me siento un poco avergonzada- Nayeon respondía, confirmando que definitivamente no olvidaría a la amable jefa del departamento de policía.
-Descuida, todos tenemos problemas. Ahora lo más importante es que cuides de Mina, se que estás trabajando en su casa como niñera de Tzuyu, así que supongo que... Ahora serás la niñera de alguien más por esta semana- bromeaba Jihyo, logrando notar la risa nerviosa de Nayeon.
-E-estoy segura que podré cuidar a Mina...- dijo tratando de ocultar la vergüenza que sintió en el momento.
-Buenos Nayeon, muchas gracias por encargarte de mis mujercitas, cuídalas bien ¿Vale? Y trata de ser discreta respecto a lo que pasó, lo que menos queremos es que Tzuyu se inquiete- Jihyo pedía a la mayor, quien asintió.
-Lo seré, gracias a ti por cuidar de Mina y Tzuyu también- Nayeon agradecía honestamente.
-Cuidamos lo que amamos ¿No? En fin, ella está en la habitación no. 37, obligala a subir a la silla de ruedas- Jihyo decía mientras se despedía de momento con la mano y se dirigía hacia Tzuyu quien la esperaba.
Nayeon suspiró y comenzó a subir al segundo piso, dónde estaba la habitación de Mina.
Estaba preocupada, no se imaginaria nunca escuchar algo como "apuñalaron a Mina" era horrible. Jihyo le dijo que cuidara de ella y de verdad lo haría, nadie tenía que recordarle algo como eso, pues desde el fondo de su corazón su único deseo era la seguridad de la persona que amaba.
Cuando por fin estuvo de pie frente a la puerta, todo dos veces, escuchando la voz de alguien al interior de la habitación que le decía que podía entrar, finalmente ahí la vió; usando una camisa de vestir blanca con pequeñas manchas de sangre y cubriendo con una cobija desde sus caderas hasta sus pies, sentada con una expresión malhumorada. Pero cuando sus ojos se cruzaron, aquella expresión cambió.
-Nayeon...- fue lo único que Mina pudo decir antes de sentir como la coreana se aproximaba hasta ella y la envolvía entre sus brazos, Mina sintió como Nayeon apegaba la cabeza de la japonesa contra el pecho de la mayor y pudo escuchar el acelerado latir de su corazón.
Se quedó estática, dejándose guiar por el acelerado pero bello sonido, pensando en lo agradable que era y que deseaba escucharlo más y más.
Se llenó de tranquilidad ante el contacto y calor de la coreana, hace tanto tiempo que no se sentía tan envuelta por su calidez, que simplemente no estuvo segura de cómo reaccionar.
-Me preocupe demasiado cuando Jihyo llamó. De verdad estaba inquieta y deseaba verte cuanto antes- fue lo primero que dijo Nayeon mientras mantenía entre sus brazos a Mina.
Fue tan repentino para Mína, que su corazón imitó al de Nayeon y se aceleró con ferocidad, así mismo, finalmente correspondió el abrazo, rodeando a la coreana también.
-Lo siento mucho, no quería preocupar a nadie- Susurró Mina mientras se acurrucaba un poco más en el pecho de Nayeon, guiada por la paz que ella le daba.
Permanecieron así al menos un minutos, disfrutando del calor y contacto de la contraria.
Nayeon sintió humedecer sus ojos, pero no era por ninguna causa negativa, sino por la alegría que sentía, por la forma en que Mina correspondía su abrazo. La forma en que la menor acurrucó su cabeza contra su pecho fue tan mágica para la mayor, tanto que deseaba dejar salir todos esos sentimientos.
Pero aún no era momento, no debía arriesgarse, por lo que simplemente se separó un poco de aquel abrazo, mirando directamente a los ojos de Mina. Apreciando ese brillo que tan bien conocía, ese único brillo en la japonesa que le transmitía amor.
Cuando Mina la amaba la miraba así. Nada pudo ser más hermoso para Nayeon en aquel momento.
-Te... Te quiero tanto... - sin poder evitarlo, Nayeon dejó escapar aquello, mientras sujetaba con suavidad el rostro de la pelinegra y con sus pulgares acariciaba sus mejillas ligeramente ruborizadas.
Lentamente acercó su rostro al de Mina, depositando sus labios sobre la frente de la menor, haciendo del contacto lo más lento posible, pero al mismo tiempo, lo suficientemente corto para no volverlo incómodo.
Lo único que pasaba por la mente de Nayeon en ese momento era que, si era la única forma en que podía besar a Mina, incluso si así sería de ahora en adelante, entonces lo tomaría y lo atesoraria en su corazón. Nayeon estaba bien con ello.
Mina por su parte, ante el contacto de los labios de Nayeon contra su frente, simplemente cerro los ojos en un intento de agudizar sus sentidos y poder disfrutar de aquel cálido contacto tanto como le fuera posible. Finalmente, aunque no lo quisiera, Nayeon se separó nuevamente, mirando de cerca a la abogada y dedicándole su mejor sonrisa, aquella que solo tenía para Mina.
-Gracias, Nayeon... Yo... Yo también te quiero mucho- la timidez con la que Mina dejó escapar aquello hizo vibrar aquel corazón, como si aquellas piezas rotas en el pecho de Nayeon comenzarán a fusionarse de vuelta, de forma progresiva, sanando un poco un malestar tan crónico.
Por primera vez en todo el tiempo que llevaba de vuelta en la vida de Mina, sintió que había una pequeña y milésima posibilidad de que Mina volviera a amarla. La forma en que la abrazó, la forma en que le miró y acarició... Por primera vez sentía un avance de verdad.
Sintió que años de lamentarse, de lágrimas solitarias, por fin valdrán la pena, por fin dejarían de importar porque tenía su recompensa en frente.
-Mina... Susurró su nombre, como tantas veces lo había hecho en el pasado, de una forma que anhelaba.
Solo deseo volver a estrujar a la japonesa una vez más, pero para su desgracia, La puerta sonó nuevamente, sacando de su pequeño momento a ambas mujeres, quienes se separaron solo un poco de su contacto para mirar en aquella dirección.
-Adelante- Mina dió permiso a que entraran.
Ambas pensaron que quizá sería un médico, alguna enfermera, una trabajadora social, pero no. Quien entraba por esa puerta tomo por sorpresa a ambas mujeres, pues, con una bata abierta y un vendaje en el torso, entraba un antiguo y amargo recuerdo para Nayeon.
Ella lo sabía, sabía que Mina tenía un caso dónde él estaba involucrado, sabía que Mina y el tenían que verse por mero trabajo, pero aún así, jamás esperó ver de frente a Seungkwan entrando por aquella puerta.
No estuvo segura de que expresión hizo su rostro, pero a juzgar por la reacción del chico; quien se sobresaltó y dio algunos pasos para atrás, estaba segura que no era una expresión agradable y hacía saber al empresario que no era bienvenido ni grato.
-Seungkwan...- escupió con desagrado el nombre del hombre.
Nayeon le miraba con recelo, y el las miraba con sorpresa e incertidumbre.
Y Mina, ella no sabía que hacer o que decir.
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🐯🐧🐰
Hola, traigo nuevo capítulo para ustedes que espero y disfruten.
Muchas gracias por las lecturas, por votar y comentar, lo aprecio mucho 💕
¿Cómo marchará el caso? ¿Quien miente realmente? ¿Cómo surgirá la situación ahora que Nayeon, Mina y Seungkwan se encontraron en el mismo lugar? Ya veremos ✨
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