Salió de casa con el corazón en la boca. Nada que Camus regresaba. Ninguna llamada y menos un mensaje. El celular parecía estar en un lugar posiblemente sin red alguna.

-Mierda!.-masculló encendiendo su auto para ir a buscarlo. Talvez lo podría encontrar en medio camino. Era lo único que podría ocurrirle en ese momento.

Enserio que temblaba de rabia y preocupación.

Esa presión en el pecho no podría ser de la nada.
Si algo pasaba debía tomar medidas cuanto antes.

Recorrió las calles cercanas a la casa en incluso pasó por diferentes tiendas a las cuales Camus le llamaba la atención.

Pero aún así no había algún rastro.

Ya iban a dar las doce del medio día sin alguna pista.

De tanta presión casi choca con un camión de bomberos que cruzaba por la zona.
Se alteraba con cada minuto que pasaba.

Estúpido tiempo y estúpido él por haberlo dejado irse así sin más.
Podría él mismo llevar a los niños al colegio y pedirle a Camus que lo acompañara.
Pero no,mala decisión.

Ya debía de pasar por los niños y al menos fingir que nada pasaba para no preocuparlos.

Fue por los chicos y éstos lo notaron tenso.
La piel de su rostro era pálida.
Y las gotas de sudor recorrían por su frente.

-Papá,que te ocurre?.-preguntó Ikki., estás raro.

-Nada. Nada malo. Estoy bien..-dijo pestañeando muchas veces. No estaba bien,miraba a los costados para poder ver al menos una cabellera roja. Aún así nadie llevaba ese color de cabello.

................

-Mira,estamos apunto de llegar según nos indica el GPS.-señaló Kardia en el teléfono.

-Estás seguro de que pusiste la dirección correcta,no?

-Que desconfianza me tienes. Claro que así lo hice. Si tienes dudas cuando lleguemos me vas a agradecer. En unos cinco minutos llegaremos.

-No es desconfianza,es precaución.
Ya pasan unos minutos de las doce. Puedes comprar algo para comer de la tienda de la esquina? Estacionaré cerca.

-Bien..

-compraré Pay de..

-no de manzana.-se adelantó.

-Hijoetumadre.

-Bien,bien..compra lo que quieras. Total,es tu dinero.

-Pero eres tú el que haces las cuentas. Manejas mi dinero a tu antojo. Ya no puedo ir a jugar cartas con unos amigos.

-Porque fuiste malo en las apuestas y de seguro nos dejas en la quiebra. A quien ibas a apostar una vez te quedarás sin nada?

- a ti.

Kardia al notar que Dégel puso cara de amigos bajó a toda carrera del coche para comprar..cualquier cosa.

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-eh..hijos,no pude hacer el almuerzo debido a un problema en,el trabajo.
Voy a calentar en el microondas las milanesas y papas de esta mañana.

-Bueno pa. Y Camus?

-Pues.. salió a..comprar unas cosas al centro. Vendrá pronto.

-Okey.

Enseguida estuvo todo preparado en la mesa. Ya estaban sentados los tres con las cucharas en la mano hasta que alguien tocó la puerta.

Los niños se asombraron bastante al ver a su padre levantarse como alma que lleva el diablo hacia la puerta.

Antes de que el peliazul de Kardia tocara otra vez sintió a alguien abalanzarse sobre él para abrazarlo.

El rubio al instante se separó.

-Yo..lo siento! Estaba esperando a alguien. Estoy preocupado.-mencionó.

-Mira,Mi nombre es Kardia y este ser frío que vez a mi lado se llama Dégel. Dégel vino a buscar a su hermano Camus. Él vive aquí?

El griego se tambaleó. Jamás se enteró de que Camus tuviera algún hermano. En todos ese tiempo juntos jamás mencionó a su familia.
Que debía decirle ahora? Que su hermano desapareció sin dejar rastro?

Debía decirles la verdad.

En ese momento los niños salieron y vieron a ambos mayores.

Kardia y Dégel fueron presentados por Milo. E Ikki fue el único en reconocer al peliverde.

-Tío Dégel !

Tanto Kardia como Milo se asombraron y pusieron cara de incredulidad.

-Hola pequeño.-se presentó Dégel colocándose de su tamaño.-y tu papá?

-Pues ya está aquí.-se rió apuntando a Milo.

-eh..me refiero a Camus.

-ah! Pues no sé. No ha venido a almorzar con nosotros.

El clima era tenso. Pero Milo le dijo a Karida y Dégel que Camus había desaparecido.

No había más opción.

-tengo la solución de encontrarlo.-dijo Kardia.-Soy un maestro en esto de los teléfonos. Sé cómo rastrear a uno. Pero tardaré un poco de tiempo. Es un proceso lento.

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En una fábrica abandonada a las afueras de la ciudad
.....…..........................

El dolor en su cabeza le incomodó.
Estaba en el suelo amarrado de manos y pies.
Escuchó la corta conversación que tenían cerca de ahí.

-Este es el último trabajo que realizamos para ti,Shaina.

-yo porqué? Es muy poca la paga que les doy?

-No,pero los policías nos están pisando los talones y debemos de salir del país cuanto antes.

-Bien,ustedes se lo pierden.

-Como quieras,pero paganos lo que nos debes.

-par de tontos. Si llegan a delatarme de alguna u otra forma dense por muertos.

-no lo haremos.

La conversación duró poco.
Y los pasos se acercaban a él. Era Shaina. La ex esposa de su Milo.

A tanto había llegado?

-Shaina..

-¿Qué? El suelo no te parece demasiado blando como la cama de Milo? Eh?
Ahora te haré pagar con sangre lo que me has arrebatado.

-Déjame ir. No te denunciaré. Pero déjame en verdad. Yo jamás te haría daño. Solo seguí lo que creía correcto..

-Estamos muy lejos Camus. Nadie de encontrará aquí por mucho tiempo. Te mataré y el resto se los dejo a los animales.

Fue pateado hasta chocar con la pared de detrás. Era un dolor terrible. ¿Porqué todos querían golpearle en el estómago?

Su rostro se tornó rojizo por aguantar llorar..
Mentalmente deseaba que no le pasara nada malo a su hijo.
Rezaba por ello.