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Epílogo

Se sentía tan estúpido al estar en ese lugar, escondido, prácticamente como si fuese un ladrón, pero una necesidad casi obsesiva se apoderó de él cuando escuchó el nombre de Axel Alwood y donde podría encontrarla.

No había dudas de que seguía atrapado en la prisión en la que ella lo había metido tiempo atrás. Sino, ¿cómo explicaba el hecho de estar oculto en un lugar al que no había sido invitado, en una cuidad distinta, solo para ver un momento a la mujer que lo había dañado de manera irreparable?

Llevaba poco más de tres años de no saber absolutamente nada acerca de ella y su familia, y se decía a si mismo que era lo mejor pero la verdad es que pasó una época bastante difícil debido a su traición y lo menos que deseaba era volver a escuchar nada relacionado con ella, pero cuando por casualidad de la vida escuchó a Christina y a Richard hablar dos semanas atrás y mencionar su nombre en susurros, los sentimientos de anhelo y dolor que creyó enterrados, resurgieron.

No sabía cómo había logrado superar esa nueva decepción amorosa, pero al estar en ese salón esa noche, no estaba haciendo un gran avance. Los primeros días, luego de la partida de ella de su casa, pensó que era mejor estar muerto que sentir esa agonía que lo invadía a cada segundo. No quería olvidar nada de lo sucedido, eso le daba la fuerza para no ir trás ella cada vez que deseaba verla, abrazarla y besarla, cada vez que se despertaba sobresaltado debido a las pesadillas, luchaba consigo mismo para que lo que aún le quedaba de orgullo no fuese aplastado.

Toda la atención del salón estaba centrada en las parejas que bailaban, pero Dominic no veía a ninguno de ellos, ni siquiera a su hermano y su cuñada que bailaban muy enérgicamente, su atención estaba centrada en la mujer de vestido rojo con el que resaltaba cada una de las curvas de su cuerpo y que estaba sentada en una de las mesas al extremo opuesto en donde estaba él, conversando agradablemente con las personas que estaban junto a ella. Apesar de la poca iluminación pudo verla muy bien. No había cambiado nada, seguía siendo la misma que recordaba hacia tres años y eso le dolia en lo más profundo. Cuando tuvo la estúpida idea de ir a verla a su fiesta de graduación de la universidad pensó que al menos en algo había cambiado, pero se había equivocado, seguía teniendo la misma sonrisa, llena de alegría que recordaba, sus ojos chispeantes, su burbujeante personalidad, todo seguía siendo igual en ella, él era el único que había cambiado después de todo el desastre que hizo en su vida.

Ella estaba teniendo una vida hermosa, mientras él vivía una vida horrorosa.

Se estaba graduando de la universidad -cosa que se le hizo extraño, porque se suponía que debió graduarse un año atrás-, conservaba buenos amigos, como Richard y Christina, y era feliz a simple vista.

Observó a Isabella, quien realmente se veía hermosa con su vestido color negro y corto, acercarse hasta su hermana mayor y esta reaccionó muy emocionada al verla, se abrazaron por un largo rato mientras hablaban de algo de lo que él no tenía ni idea, pero era tan masoquista que hasta el sonido de su voz conservaba y podía darse una idea de lo que hablaban.

Por un segundo creyó que había sido descubierto cuando ambas mujeres voltearon a ver hacia donde él estaba sentado y se removió incómodo en la silla. ¿Cómo explicaría su presencia en ese lugar? Richard le armaría bronca por eso, porque hasta eso le había quitado ella, el apoyo incondicional de su hermano. Sabía que ellos estaban en contacto, no era tan idiota, pero Richard definitivamente se fue del lado de ella y a él lo había dejado atravesando por todo su dolor solo.

En una de sus peleas posteriores a la partida de Axel, Richard le reclamó por su comportamiento y su falta de moral. Dom sabía que había cometido un grave error al haber enfrentado a esa mujer frente a su familia y de eso se arrepentía infinitamente, pero su juicio en ese momento no era el mismo y no pensó con claridad. Solo quería dañar a como él había sido dañado.

Las mujeres no prestaron la atención necesaria para percatarse de su presencia y Dom suspiró aliviado.

Sabía que debía irse pronto y despedirse para siempre de Axel Alwood, pero la sola idea de dejar de verla, sentía que le estrujaban el pecho y el dolor volvía a apoderarse de su ser.

Su movil vibró sobre la mesa y se percató de que tenía dos mensajes, uno de su casero y el otro de Elsa.

"Dominic, recuerde que mañana pasaré a su apartamento por el dinero de la renta", decía el mensaje de su casero.

Dos años y medio atrás había decidido cerrar la mansión y todas las funciones para las que estuvo destinada por años, no soportaba pasar por algún lugar de la casa y ver en cada rincón de la misma a Axel Alwood burlándose de él, así que tomó la decisión de alquilar un pequeño apartamento que apenas tenía lo necesario para vivir y saber de esa manera que alguien dependía mes a mes de él ya que se estaba dejando caer en un pozo sin fondo del que muchas veces no deseaba salir, solo quería hundirse más.

"Dom, estuve esperando por ti toda la tarde en tu casa, pero nunca apareciste, ¿dónde estás?", decía el mensaje de Elsa.

Y con Elsa, las cosas no estaban en un punto claro todavía. Llevaban casi cuatro meses de "relación" y en ocasiones, al verla, recordaba a la Elsa que él había amado muchísimo tiempo atrás y que encantado de la vida él le había propuesto matrimonio. Al menos con ella no se sentía tan solo.

La música se detuvo solo para darle paso a una tonada más lenta y Dom observó a Axel como veía embobada a Richard y Christina bailar. Deseaba con todas sus ansias levantarse de esa silla y sacarla a bailar, pero su locura no daba para tanto.

Richard y Chris se acercaron hasta su amiga y hablaron por unos segundos, hasta que la chica se levantó a regañadientes y acompañó a Richard al centro del salón donde las parejas bailaban cuerpo con cuerpo.

Por muchos meses Dom vivió con la incógnita del por qué de tanto aprecio de parte su hermano hacia Axel, y en más de una ocasión no pudo evitar sentirse molesto al imaginarse escenarios en donde ellos dos estuviesen juntos como una pareja y en esos momentos sintió un odio tremendo por los dos, pero en una de las tantas peleas que mantuvo con Claire, esta le recordó algo muy obvio y que él no quería entender.

Richard veía en Axel a su pequeña hermana, Lucy y la cuidaba como tal.

Los observó reír y conversar de manera muy amena por un largo rato y no pudo evitar -a pesar de todo- sentir una punzada de celos al verlos juntos. Más que todo porque él deseaba estar en lugar de su hermano.

Se percató de una presencia masculina acercarse hasta donde estaba su cuñada y esta reaccionó muy sorprendida, pero alegre de verlo. No podía ver el rostro del hombre porque le estaba dando la espada y sintió curiosidad e incomodidad al instante en el que Chris señaló en dirección hacia la pista en donde Axel y Richard continuaban bailando.

El hombre le ofreció un beso en la mejilla, se arregló el elegante traje que llevaba puesto y se dirigió a toda prisa hasta donde estaban las parejas y se quedó inmóvil frente a Axel, quien al verle abrió mucho la boca y dejó de bailar para ofrecerle un gran abrazo.

Dominic se tensó en ese mismo instante y sintió que todo se le venía abajo.

Richard se retiró al tiempo que palmoteaba la espalda del desconocido y se fue a sentar junto a su novia.

¿Quién era ese hombre? ¿Por qué Axel reaccionaba así al verle?

Ambos estaban bailando cuerpo con cuerpo y a desacorde con la música, iban a su propio ritmo.

¿Acaso ella ya se había olvidado de él tan fácil?

Sonrió con tristeza, tratando de contener las lágrimas, pero fue imposible, por suerte la música estaba lo suficientemente alta como para que no se escuchara su llanto combinado con una risa histérica.

De verdad era un imbécil, Axel Alwood estaba avanzando, lo había dejado a un lado y todo lo que había dicho sentir por él, mientras que él aun seguía sintiendo lo mismo por ella apesar de que se negaba a aceptarlo.

- Creo que ya has visto demasiado por un día.

La voz de Richard lo sobresaltó y se giró al verlo a sus espaldas.

¿Desde que momento se había percatado de su presencia?

Se puso de pie y siguió a su hermano hasta la salida, no sin antes darle un último vistazo a la mujer que creyó sería la mujer de su vida, besando al sujeto que estaba con ella.

- ¿Qué pretendes al estar aquí, Dom? -Richard le ofreció una cerveza. Se habían ido a un bar no muy lejos del salón en donde había estado.

La respuesta a esa pregunta ni para él mismo la tenía.

- Cuando lo sepa, te lo diré -fue todo lo que respondió. Dió un gran trago a la bebida y sintió que el calor que llevaba por dentro disminuía un poco.

- Todavía sientes algo muy fuerte por ella, ¿cierto? -Richard le sonrió con algo de tristeza, de hecho, más bien con pena.

- No, para nada -podía responder eso mismo a quien quiera que se lo preguntara, lo había estado practicando por tanto tiempo que hasta él mismo se lo creía en ocasiones-. Solo sentí curiosidad por como estaba llevando su vida.

Richard miró hacia ningún lugar en particular y luego de suspirar sonoramente lo volvió a ver a los ojos.

- Ella lo está haciendo bien...

Claro que lo estaba haciendo bien. Ella no estaba sufriendo por nada ni nadie a como él lo estaba haciendo por ella.

... ¿Pensabas armar un escandalo? -continuó Richard.

Por un segundo, cuando la vió en brazos de ese hombre, le paso por la mente salir de las sombras e ir a apartarla, pero eso no se lo pensaba decir a su hermano.

- Ya me iba de ese lugar -Dom tomó a prisa el resto de cerveza que le quedaba y se puso de pie.

- Te puedo pedir un favor, más como amigo de Axel que como tu hermano -Dom asintió, algo temeroso-. No vuelvas a buscarla, esta saliendo al fin adelante y ese hombre con el que la vista la esta ayudando. No arruines esto también.

- ¿Arruinar esto también? -Dom se indignó al escuchar esas palabras y sintió un dolor en lo más hondo de su pecho-. No fui yo quien mintió, no fui yo quien engañó. ¡FUE ELLA!

No había llorado en un buen momento y maldecia a su hermano por hacerlo llorar en ese instante. Nuevamente tendría pesadillas.

- ¿Acaso no sabes que Axel lleva todo este tiempo sin ver a su madre y a su hermano porque ninguno de los dos ha perdonado lo que hizo? ¿Sabías que tuvo que dejar sus estudios por más de un año porque perdió los beneficios de la beca por el mal momento que estaba pasando?

Dom frunció el ceño, realmente asombrado.

- ¿Y eso también es mi culpa? Yo no fue quien la desenmascaro. No fui yo quien la hizo fallar en sus estudios.

- Tienes razón, no fuiste tú, pero terminaste de hundirla en lugar de ayudarla -Richard se levantó de la silla y se posicionó junto a él.

Dominic se quedó en silencio y dejó que sus emociones le vencieran. Richard fue su consuelo para variar y debía aceptar que se sentía bien..

- Dom, vive tu vida en paz y deja que ella haga lo mismo. No es sano para ti estar en esta situación.

Sabía que Richard estaba en lo cierto, pero no podía olvidar y tampoco quiera hacerlo. Le dolía recordar la traición de Axel, pero más le dolía intentar olvidarla. Pero por su propio bien, debía hacerlo. Debía dejar a un lado a Axel Alwood -a como ella había hecho con él- si quería volver a vivir en paz.


Fin.


La segunda parte de la novela se encuentra en mi perfil.

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