Capítulo 26
Axel se despidió de su madre y sus hermanos mientras Dominic hacia lo mismo.
El ambiente entre ambos aún era tenso y cortante. El camino en el auto hasta la casa de la chica se había realizado en absoluto silencio. Era evidente que Dom estaba molesto por haberla visto con Kevin y eso iba a ser un tema de discusión nuevo y ella no iba a decir ni una sola palabra, al menos de momento ya que estaba segura de que no serviría de nada.
— Vuelve pronto, Dominic —le estaba diciendo su madre mientras le palmoteaba la espalda con afecto.
— Claro que si señora Alwood —Dominic le sonrió amablemente a su madre y Axel agradeció que no se mostrara hostil, al menos no con ella.
— ¿Por qué tu novio esta cabreado? —le preguntó Billy en un leve susurro.
— Un malentendido —fue todo lo que ella respondió antes de abrazarlo y despedirse de él y Bella.
— Si se porta mal contigo, házmelo saber de inmediato —ordenó su hermano, en tono protector.
— Puedo manejar esto yo sola —aseguró, sonriendo con seguridad.
Se dirigió hacia su madre y la abrazó con fuerza. La iba a echar de menos.
— Por favor, cuídate. Mira que ese desmayo no me tiene muy tranquila que digamos —como si supiera que algo andaba mal entre Dom y ella, le susurró al oído para evitar que este escuchara—. Una persona celosa es un dolor de cabeza así que no te alteres, deja que se le pasé.
- Gracias mamá. Te amo.
Salió en compañía de Dominic y de nuevo el camino hasta la mansión fue en un terrible silencio, el cual en parte ella agradecía porque no quería iniciar una pelea en el auto.
Estaban a unas cuantas calles de la mansión cuando Dominic tomó otra ruta totalmente desconocida para ella. Vivía en ese cuidad desde que nació, pero no conocía todo el lugar de pies a cabezas.
— ¿A dónde vamos? —se atrevió a preguntar, sus manos iban tensas contra el volante. Aun no dejaba el enojo.
Dominic no le respondió y Axel se molestó por la forma en la que estaba comportándose.
— ¿Acaso no piensas hablarme nunca más? —no obtuvo respuesta nuevamente y esta vez se giró para verlo frente a frente—. Detén el auto —le pidió, pero volvió a ser ignorada— ¡Te dije que detengas el auto! —gritar le costó que la sien le palpitara con más intensidad, pero había valido la pena, el obstinado de su novio pareció salir del trance en el que iba.
Dominic frenó en seco y le dedicó una mirada furiosa.
— ¿Qué quieres? —su voz ronca apenas fue audible.
— De aquí en adelante me las arreglaré yo sola —se quitó el cinturón de seguridad, tiró en el asiento el abrigo de Dom y abrió la puerta para salir a la autopista concurrida de autos. Varios vehículos pasaron a unos cuantos centímetros de ella cuando cruzó la calle corriendo para irse por la acera.
No estaba con los ánimos para aguantar el mal humor de Dominic, deseaba estar acostada en una cama y no saber de absolutamente nada y él con sus celos sin sentidos se lo estaba poniendo complicado. Comprendía su enojo, pero nada malo estaba ocurriendo con Kevin y él tenía que aceptar que al menos ella quería conservar la amistad del joven, que era lo único que le quedaba de él. Ella aceptaba que la bruja de Elsa apareciera en la mansión de vez en cuando a visitarlo y se encerrara con él en el estudio a solas y ella no le armaba una escena de ningún tipo, confiaba en él y sabía que jamás haría algo para lastimarla. ¿Entonces, por qué él se comportaba de esa forma tan estúpida con ella?
No sabía en donde rayos se encontraba, pero prefería estar pérdida que en compañía de Dominic. No andaba ni un solo centavo encima ya que salió del auto sin su bolso y estaba empezando a oscurecer. Debía darse prisa para encontrar el camino a la mansión.
— ¿Acaso quieres morir? —le gritó alguien a sus espaldas. Reconoció la voz de Dominic.
Se detuvo y lo encaró finalmente.
- Dame mi bolso, lo dejé en tu auto —pidió ella, extendiéndole las manos.
— No seas ridícula —Dom caminó hacia ella y la tomó de la mano, haciéndola prácticamente correr—. Está haciendo un frío del demonio, sube al auto.
— No quiero estar contigo —se quejó ella, soltándose del agarre—. Quiero ir a dormir, siento que la cabeza me explotará y tu estas insoportable justo ahora.
Se sentía bien poder decirle lo que pensaba, aunque eso le costara una mala mirada de parte del hombre.
— ¿Acaso quieres que este pegando de brincos de la alegría por haber visto a mi novia tomada de la mano con su ex novio? ¡Estoy realmente furioso contigo, Axel! —respondió él, con cada palabra que salía de su boca, Axel notaba como salía el vaho de la misma. Debía estar muerto de frío. Ella lo estaba.
— Solo estaba agradeciendo su amabilidad, Dominic. Me está ofreciendo ayuda que realmente necesito.
Ambos permanecieron de pie en media acera, encarándose ante la mirada curiosa de los desconocidos que pasaban junto a ellos. Las personas los veían discutir y no de manera discreta. Uno que otro aminoraba el paso para poder escuchar mejor.
— ¿Y por qué no me pides ayuda a mí? —le preguntó él, parecía dolido esta vez.
Axel suspiró con pesadez.
— No me gusta preocuparte con mis problemas —dejó caer los hombros en señal de rendición. Realmente no deseaba discutir, lo había echado tanto de menos en esas horas que estuvieron separados, había anhelado estar junto a él y ahora que lo estaba, volvían a discutir.
— Tus problemas también deberían ser míos, Axel y me duele que no me tengas la misma confianza que le tienes a ese tipo.
Instintivamente Axel acarició el rostro helado de su novio y sonrió con pesar.
— Hablé con Kevin de este problema porque él es médico y puede ayudarme. Además, quise agradecerle por cómo se comportó conmigo y mi familia esta mañana, nada más.
— No me agrada que estés cerca de él. Me da la impresión que cada paso que das hacia él es un paso que te alejas de mi —Dominic la tomó de la cintura y juntó sus cuerpos. Pudo notar el dolor en sus palabras.
— No digas eso, me lastimas, eso significa que no confías en mi —le regañó la chica, frunciendo el ceño.
— Confío en ti, más no en él. Está más que claro que aun te ama y que va a dar pelea porque regreses con él.
— Yo te quiero a ti, Dom —le aseguró ella con vehemencia—, pero también quiero quedarme, aunque sea con la amistad de Kevin, él fue muy importante para mí por muchísimos años.
— ¿Y no crees que es muy egoísta querer forzar una amistad en donde no puede haberla? Ese hombre te quiere como su mujer no como su amiga.
Axel sintió una opresión en el pecho al escuchar eso. Ella no deseaba lastimar a Kevin y estaba siendo demasiado egoísta al pensar solo en ella y no en los sentimientos ajenos.
Los ojos se le humedecieron debido a las lágrimas y se sintió como el peor ser humano del mundo.
Dominic la abrazó de inmediato y la chica se aferró a él con mucha fuerza.
— Lo siento, no fue mi intención herirte, pequeña —le susurró Dominic mientras le palmoteaba la espalda.
— Tienes razón —aceptó ella, luego de calmar su llanto—, es solo que siento que... debo pagar de alguna manera el daño que le causé.
— Créeme esto, Axel —Dom hizo que lo viera a los ojos y la chispa de ira que había antes simplemente desapareció—. Él lo superará. Yo creí que jamás superaría el daño que me causó Elsa el día de nuestro compromiso y ahora estoy aquí, justo al frente de la mujer más increíble de este mundo, muriéndome de frío y ante la mirada de decenas de curiosos –agregó en voz alta al ver a un tipo que se burlaba de los dos.
— ¿A dónde me llevabas? —recordó ella entonces—. ¿Acaso ibas a matarme y a ocultar mi cadáver?
Dom sonrió abiertamente y le pasó la mano por los hombres mientras caminaban de regreso al auto.
— Ves demasiados programas de televisión— respondió él, retomando el rumbo inicial—. Te llevaba al hospital en el que trabaja Jackman, ella podrá hacerte lo que sea que necesites.
El corazón de Axel se derritió al escuchar eso. Saber que Dom se preocupaba por ella la hacía sentir más importante para él, la hacía sentir protegida.
Sonrió como boba casi todo el camino hasta llegar a el consultorio de la doctora Jackman.
La mujer los recibió con una alegre sonrisa a ambos.
— ¿Qué los trae por aquí? —preguntó, algo más curiosa de lo normal.
Axel le explicó con lujo de detalle lo ocurrido a la doctora mientras Dominic solo fruncía el ceño cada vez más.
— De acuerdo, Axel, voy a realizarte un análisis de sangre y unos exámenes más. Ya ha pasado mucho tiempo desde ese acontecimiento, pero haremos lo mejor por tratar de descubrir que está ocurriendo contigo. Trata de relajarte y evita el estrés.
La doctora le dirigió una mirada malhumorada a Dominic y este alzó las manos en señal de inocencia.
— Te llamaré apenas los resultados estén listos, Axel, pero trata de mantener la calma —la médico le sonrió para darle ánimos y la chica se relajó notablemente. Al fin podría saber que estaba pasando con ella.
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