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Capítulo 16

Dom no podía dejar de ver a la chica tan frágil que se encontraba entre sus brazos.

Si alguien le contase que en algún momento eso le pasaría a él, le hubiese dicho que se había vuelto loco.

Las personas que estaban en el salón los observaban bailar, pero Dom no les prestaba atención; ninguno de ellos valía la pena, solo importaba la chica que había aparecido en su vida como una especie de milagro.

- Este es el mejor baile que he tenido en la vida -susurró ella sin levantar la vista.

- Tu eres la mejor compañera de baile que he tenido en la vida –le aseguró. Por el rabillo del ojo pudo ver al ex novio de su novia y de inmediato sintió celos, si, celos.

Era un tipo bien agraciado, se veía una persona amable, incluso agradable, pero por el simple hecho de que era el ex de Axel, no le agradaba para nada.

¿Qué tan fuerte habría sido la relación entre ambos? Él no parecía verla con enojo, sino más bien se veía dolido, era evidente que la quería, pero para su mala suerte, ahora él estaba en su camino y realmente quería a Axel a su lado y no iba a permitir bajo ningún concepto que se interpusiera entre ambos.

- ¿De qué hablaste con Isabella? -la pregunta de Axel lo sacó de sus pensamientos.

Oh, la pequeña Isabella, fue una charla un poco acalorada con la integrante más joven de la familia Alwood, la chiquilla quiso decir la verdad a todo el mundo, lo que había hecho y de lo que su hermana se vio obligada a asumir por su causa, pero Dom le hizo entrar en razón, diciéndole que la más perjudicada con eso sería Axel, ella tenía todas las de perder, mucho más que le mismo Dom o Isabella. Solo eso la detuvo de momento, fue entonces cuando le confesó que se sentía fuertemente atraído por Axel y ella por él y quieran ver si lograban sacar adelante esa relación que estaba naciendo.

- Es una relación a base de mentiras, ¿crees que algo bueno saldrá de eso? –quiso saber la chiquilla.

- Puede ser que le mintamos a todos ustedes, pero ella y yo tenemos claro todo. Ella sabe quién soy y yo sé quién es ella –fue su respuesta.

- Como me arrepiento del día que tomé esa estúpida decisión de trabajar para ti –y con eso, supo que no importaba lo que él dijera, ella no lo iba a aceptar, pero podía ver que no diría nada, no era tan torpe como para hacer caer a su hermana.

- Primero que todo le pedí disculpas por la forma en que la trate el día que la conocí, le explique que quise asustarla solamente. Le hablé acerca de lo que siento por ti y le prometí que jamás te lastimaría a propósito -la sonrisa de Axel se hacía más grande conforme él seguía hablando. Omitió la otra parte de la charla porque de verdad le encantaba verla reír a como lo estaba haciendo en ese momento.

- ¿Lo que sientes por mí? ¿Qué sientes por mí? –había un mar de dudas en su mirada y de inmediato quiso despejar todas y cada una de ellas.

- Que no siento por ti, Axel Rose. Apareces de repente un día en mi casa -Dom jugueteaba con un mechón de su cabello mientras hablaba sin despegar la mirada de la de ella- y cambiaste mi mundo de pies a cabeza. Estoy en un peligro muy grande porque me estoy enamorando de ti -Dom no pudo aguantar más y sin importarle que dirían los parientes de Axel la besó con tanto ímpetu que sintió se le iba la vida en ello.

La joven recibió el beso de buena manera y se sujetó a él por el cuello con ambas manos. Escuchó varios murmullos, pero muy poco le importaban, solo importaban Axel y él en ese momento.

Una aclaración de garganta muy cerca de ellos los hizo separarse de inmediato.

Dom maldijo en voz bajo y sostuvo a Axel de la cintura para que no perdiera el equilibrio.

El rostro de está estaba totalmente sonrojado y Dom sonrió al verla de esa manera.

Vieron al hermano de Axel bastante serio y por su expresión, no aprobaba el comportamiento de ambos.

- Billy -Axel se acercó a su hermano y lo abrazó, Dom apenas logró ver que le estaba susurrando algo al oído y lo que fuese que le haya dicho, hizo que la expresión amarga de Billy se esfumara y una sonrisa burlona apareció en su lugar.

Axel se volvió acerca a él y lo abrazó por la cintura.

- Es hora de que te lleve a tu casa -Dom le pasó el brazo por los hombros.

- Sí, creo que tienes razón, mañana tengo que trabajar -Axel se soltó de Dom para abrazar nuevamente a su hermano mayor y despedirse -. Te quiero mucho Billy.

- Y yo a ti, Rose -el joven de ojos grises se despidió con un fuerte abrazo de su hermana. Se veía tan diminuta junto al gigante de su hermano.

Dominic se despidió de la familia de Axel y esta vez, lo trataron con más confianza. Incluso Isabella, quien evidentemente lo odiaba, se despidió amablemente y sin que Axel lo notará le susurró:

- Sí la lastimas, no solo te las veras conmigo.

- Confía en mí -Dom le dio un beso en la mejilla y la chiquilla se sonrojo.

Axel se despidió de su madre con un largo abrazó y Dom se debatió entre decirle que se quedara con su familia o llevársela con él.

Sus ganas de abrazarla y pasar toda la noche junto a ella ganaron el debate mental del joven.

- Axel.

La voz del ex novio de Axel hizo que la paciencia de Dom se fueran a la basura.

Toda la maldita noche estuvo observándolos a ambos y Dom trató de no prestarle atención, pero no iba a permitir que ese hombre volviera a cruzar palabras con ella.

- ¿Podemos hablar un momento?

- Axel... -Dominic la tomó de la cintura con fuerza.

- Sólo un momento -Axel le sonrió y se soltó de su agarre.

Richard, quien había estado toda la velada en compañía de la familia de Axel, le palmoteó la espalda en señal de apoyo.

- Esa chica está enamorada de ti, no te preocupes -lo reconfortó su hermano.

No despegó ni un segundo la vista de ese par, que conversaba en voz baja y muy sonrientes.

Los celos le estaban ganando la batalla.

Contó muy bien los minutos que pasaron hasta que la pareja de ex novios se despidió con un gran abrazo.

Ocho malditos minutos.

Axel estaba aún sonrojada cuando se acercó a él y le sonrió como si nada hubiera pasado.

- Una charla muy amena -murmuró Dom una vez en el auto y de camino a casa.

- Estás molesto -Axel lo volteó a ver y parecía que no comprendía el porqué de su actitud.

- ¿Por qué razón estaría molesto, Axel? -por supuesto que no estaba molesto, se sentía furioso.

Thomas, al escuchar su tono de voz le subió un poco al volumen de la música que llevaba puesta y fingió no estar presente. Ese hombre lo conocía tan bien.

- ¿Qué te pasa entonces? -la chica había perdido el brillo de humor en sus ojos.

- Déjalo así, Axel -murmuró él, pero se escuchó muy agresivo, incluso para él mismo y en ese momento se arrepintió de hacerlo. El rostro de la joven se tornó rojo en cuestión de una fracción de segundo.

Llegaron a casa y la molestia de Dom se disipó un poco, pero aún seguía incómodo.

Apenas el auto se detuvo, Axel salió del auto y se encaminó hasta la casa sin siquiera esperarlo.

- Dom -la voz de Richard lo hizo detenerse y desistir de seguir a Axel.

- ¿Qué quieres, Richard?

- No vayas a hacer una estupidez -le aconsejó su hermano -. Esta chica vale mucho la pena.

- No intervengas en esto, por favor –Dom dejó a un lado a su hermano y continuó con su camino.

Subió las escaleras de dos en dos y cuando llegó a la habitación no vio a Axel por ningún lado.

Bajó a la cocina y se topó de frente a una de las chicas que había estado con él unos días antes de que llegara Axel. La joven de cabellera rubia y ojos parecidos a los de Axel, era una chica muy guapa de eso no había duda alguna, pero en ese momento no estaba para ver a nadie más que no fuese Axelle Rose Alwood y ella parecía estar escondiéndose de él.

- No me volviste a buscar, cariño -se quejó Isis, con su voz ronca, acarició su cabello y se acercó más de lo debido a su boca -Te extraño mucho

- Con permiso.

Un torbellino de cabellos negros pasó en medio de Isis y él. Dominic maldijo en voz baja.

La siguió cuando vio que se dirigía hasta la habitación.

Sabía que estaba molesta, pero él también lo estaba.

Cerró la puerta de la habitación, no iba a permitir que se escabullera esta vez.

- Axel -la llamó él cuando esta se dirigía al baño.

- ¡¿Qué quieres?!

- ¿Qué demonios quería ese tipo contigo? -¿Por qué le estaba gritando? Solo quería hablar con ella, con calma.

- Créeme que no quería lo mismo que esa mujer quería hacer contigo -le gritó ella también, sin ocultar una pizca de su molestia.

- ¿Aún lo quieres? -Dom se acercó a ella, pero mantuvo una distancia prudente.

- Claro que lo quiero -respondió ella sin ningún problema-. Kevin antes de ser mi novio fue mi amigo, mi mejor amigo y estoy tratando de que eso no acabe. Él es una gran persona.

Escuchar como hablaba de su ex fue el punto de quiebre para su paciencia.

... ¿qué me dices de ti? -contraatacó ella.

- ¿Yo que hice?

- ¿En serio me preguntas eso? –parecía realmente sorprendida por su respuesta-. Esa mujer allá en las escaleras casi se desnuda delante de ti y tu parecías un idiota viéndola.

- ¿Eso te molesto? ¿Cómo crees que me sentí yo cuando te vi riendo y conversando de lo más animada con tu ex novio?

- Sólo estaba conversando con él. ¿Acaso me vas a prohibir que le hable también? ¿Viene eso estipulado en tu ridículo contrato?

- Debería -coincidió él-. Ese tipo te comía con la mirada, Axel.

- Kevin no es ese tipo de hombre, te lo puedo aseguro -lo defendió ella.

Dominic comenzó a quitarse la ropa para aligerar la carga extra de peso que sentía.

Axel hizo lo mismo, solo que ella se fue a encerrar al armario.

Lo último que hubiese pensado de esa noche seria que pelearía con Axel, pero sus celos estúpidos ganaron.

Axel tenía razón, ese tipo quisiera o no formaba parte de su vida y él no podía molestarse por eso, pero ver con la confianza con la que se trataban lo ponía bastante nervioso, temía que ella quisiese marcharse y volver con él.

Esa idea lo volvía loco.

La joven salió del armario y llevaba puesta unos pantalones y camisas de franela rosado y en seguida la idea de quemar ese atuendo tan feo se le cruzó por la mente. Su piel merecía algo mucho más delicado.

Vio que en las manos llevaba unas cobijas y supo de inmediato que haría.

- ¿Volverás a dormir en el suelo? -preguntó cuando la vio armando el campamento.

- No, tu dormirás en el suelo - Axel tomó su almohada y la tiró al suelo.

Dominic se carcajeó al ver la expresión de Axel y esta alzó una ceja.

- Cariño, ni muerto vuelvo a dormir en el suelo.

- De acuerdo -Axel se bajó de la cama y se encaminó hasta la puerta.

- ¿A dónde vas?

-Iré a buscar el cuarto de Claire, no pienso compartir la cama contigo.

La joven salió de la habitación y cerró la puerta con un poco más de fuerza de la necesaria.

Dominic se quedó con la boca abierta y quiso ir tras ella, pero su orgullo era más grande así que la dejó que se fuera.

Cuando regresara de su viaje se las vería con Axel Rose Alwood nuevamente.    

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