-- No sabes cuidar de ti Keityn..-- Menciona en el volante..--...,necesitas ayuda en estos momentos ya que no se trata de ti solamente.

Decidida a dejar todo en sus manos me acomodo en el asiento para conciliar el sueño.

Al despertarme pude percatarme que había llegado a la casa de Demián. Inmediatamente reconozco la  habitación, en el ventanal se encontraba su presencia, llevaba shorts café, camiseta gris, una taza de café y las últimas noticias.

Se cuánto le gustaba leer el periódico, siempre mencionaba que era lo único que lo hacía entrar en razón a la hora de hacer cualquier cosa en la empresa.

-- Buenos días, bonita..-- se atreve a decir al percatarce que he despertado. Levemente me levanto de la cama para sentarme.-- ¿Cómo te encuentras?.

-- He descansado lo suficiente.

-- Me alegra escuchar eso..-- estira su mano hacia la mesa que estaba a su costado para tomar su móvil he informar que trajeran el desayuno a la cama.. --.., espero no te incomode estar aquí en mi casa.

-- No, no me incómoda. Solo que es extraño.

-- No le veo lo extraño, te llevas de maravilla con mi madre.

-- Lo sé, solo que ahora es diferente.

-- ¿Cuál es la diferencia ahora?, ¿un bebé?, ¿que estaremos los dos en la misma casa?. Nada que esa mujer ya no sepa.

Quedo en shock al percatarme de cómo intentaba de alguna manera que dejara a un lado mis palabras.

-- Tienes razón.

-- Siempre.

-- Nunca dejaras de ser egocéntrico.

-- No.-- ante aquellas palabras comienzo a reír.

--¿Porque me mandaste a poner un sedante?.

--Yo no he sido, el doctor lo ha hecho.

--¿Por qué?¿hay algo malo en mi?.

-- aparte de tus problemas mentales, no creo.

--¡¡Demián!!..-- me quejo.

-- Solo se que me pidió que me estacionara para hacerlo. Aunque yo le informe que habías quedado dormida por tu cuenta.

-- Es extraño.

-- El sabe lo que hace, quizás deseaba que...-- corta.--.., ¿Cómo supiste que te anestesiaron?.

-- Instinto de mujer..-- con algo de picardía entrecierra sus ojos.

-- A veces me preocupa que te drogues.

-- No, no lo hago. Ya yo nací así de loca.

--Buenos días mis amores..-- La madre de Demián aparece con una pequeña bandeja. Instantáneamente giro hacia el progenitor de dicha señora

¿El autorizado a su mamá para hacer eso?.

--A ella no le grite, Keityn.-- resopla, al percatarce de mi expresión.

-- ¿Que sucede?-- desconcertada por la escena, Dania pregunta.

--¿El la ha mandado a traer mi desayuno?

--no cariño, se lo he quitado a tu enfermera.

--¿A mi enfermera?.

--Estoy pagando una enfermera privada para ti, Keityn.

-- Demián, exageras.

--No lo hago...-- le hace una seña a su madre la cuál simplemente sonríe para sentarse a mi lado.-- no te preocupes por nada, ahora come. Tu y el bebé necesitan estar en perfectas condiciones.

Sigo insistiendo de que es demasiado, pero el sólo me ignora y sale de la habitación, dejándome completamente sola con su madre.

-- Sabes que el haría cualquier cosa por ti, siempre...--Dania corta la oración para luego sonreírme.--...,sólo déjalo hacer su trabajo.

La tarde transcurre mediante pequeñas dosis de medicamentos y la visita constante de Dalila junto a Daily.

La verdad esa pequeña estaba creciendo demasiado rápido.

-- Keityn y si traigo todo para acá..-- Emma vuelve a tocar el tema por milésima vez.-- piénsalo bien, de aquí no saldrás por..

-- no traeras mis cosas para acá Emma..-- la regaño.

-- No iba a insistir con eso. Más bien te iba a mencionar que traería las cosas de costuras, para que así tú puedas terminar el vestido tranquila y puedas entretenerte.

-- Esta a tu poder. Encárgate de que todo llegue en perfectas condiciones.

-- Ahora mismo lo hare.-- se levanta de la cama dejándome a Daily.

La pequeña se encontraba dormida a un extremo de la cama.

Enserio dios había mandado pequeños angeles a este mundo para mantenernos alegres.

Daily era el claro y perfecto ejemplo de que Dios nos enviaba cosas maravillosas, su pequeño y responde rostro nos lo confirmaba.

~~~~~~~~~~~~~•°•°•°•°•°•~~~~~~~~~~~~

Habían transcurrido dos días de tratamiento constantemente agotadores, apenas podía levantarme a hacer una mínima cosa sin sentirme derrotada en el trayecto. Mi día transcurría de manera lenta aún concentrándome en lo que más me gustaba, la costura.

Bordaba he intentaba hacer lo necesario en la cama para no moverme lo suficiente y eso era frustrante.

Nunca me había sentido tan miserable he inservible.

--¿Cómo te sientes futura madre?-- Santini se encontraba haciéndome nuevos chequeos.

--Bien...--Ya me encontraba lo suficiente frustrada como para también tener que hablar de como me sentía.

Estaba segura que si me abrazaban en estos momentos lloraba inmediatamente.

-- Hoy puedes salir a tomar un poco de sol, has mejorado un poco..-- me alegro al escuchar lo mencionado --, pero debes ser conciente que el hecho de mejorar no te asegura que no puedes seguir en peligro.

--Eso lo entiendo, muchas gracias.

El doctor se va dejándome completamente sola y lo agradecía, hoy había amanecido con un humor del demonio. No quería que nadie se me acercará a mi, ni mucho menos que me hablara, al parecer el doctor se había dado cuenta de eso y lo había informado, porque simplemente iban a llevarme la comida los de servicio y luego se retiraban .

No ví ni a Dalila, ni a su madre, ni muchos menos a Demián. Y siento sincera ya los extrañaba.

Había pasado toda mi mañana y parte de la tarde pegando las telas de mi vestido y montando los bordados en los lugares donde iban, poco a poco mi vestido iba tomando forma y eso me gustaba, sabía que todo el esfuerzo tendría sus frutos en unos días.

Al posarse las siete y media de la noche me acuesto en la cama para intentar descansar, no sin antes tomar los medicamentos que me correspondían.

No me podía quejar, aquí en esta familia se preocupaban por mí y mi bebé, pero aún así era asfixiante y  exagerado que hicieran cosas que no eran necesarias. Ya tenía mi propia cocinera, enfermera privada he incluso una mujer que hacía mis limpiezas ( todo lo recogía yo y ella se molestaba).

-- bonita..-- escucho a lo lejos ser llamada por el apodo que me había colocado Demián. Abro levemente los ojos encontrándome con los suyos en trayecto.-- son las tres de la mañana debes tomar tu medicamento.

Me incorporo lentamente en la cama  para tomarla y luego volverme a acostarme.

Aún estaba en su traje costoso, así que soñolienta lo invito a acostarse.

A los pocos segundos escucho la regadera sonar y luego un pequeño ruido al intentar acostarse a mi lado.

Levemente me percato que se encontraba en su movíl, así que le exijo que apague la pantalla para así poder conciliar nuevamente el sueño, en un intento de comodidad me hala a el para posar su manos en mi cintura.

No sabía cuánto extrañaba esto, hasta que lo volví a sentir.

-- Keityn siento mucho haberte dejado sola...-- resuena su voz. No quería conversar del tema, no a estas horas de la noche, así que finjo no escuchar nada.--..., se que estás despierta. Te conozco más que a mi propia vida, se que no mueves el pie de manera apresurada dormida, más bien de forma lenta y también se perfectamente que tú respiración no es así de pesada.

-- sí..-- susurro--..,ya entendí la referencia. -- giro mi cuerpo para quedar cara a cara.

Su mano aún no dejaba mi cintura lo que hacía que nuestros cuerpos chocarán mucho más de lo correspondido.

-- Demián no debes fingir que te importo porque tenemos un bebé, no
te obligaré a casarte conmigo. -- aburrido por mis palabras decide tapar mi boca con la misma mano que hace minutos estaba en mi cintura.

--No finjo que me importas, Keityn...-- articula de inmediato.

No sabía que responder ante sus palabras, apenas podía asimilar que lo tenía a escasos centímetros de mi cara y cuerpo.

-- No tienes porqué responder ahora, pero deseo internamente que pienses en mis disculpas y las aceptes.

-- Sí lo que deseas es el perdón, te lo concedo, ahora puedes callarte la boca he intentar dormir. Estoy agotada.

No quería tratarlo así, pero no sabía que responder. Y evidentemente no diré: Comprendo todo, te perdono.

Porque no, no quiero hacerlo así, quiero que el se desviva por el perdón. Necesito que sus acciones hagan que mi corazón se acelere al punto de parecer un infarto y que mi cerebro al fin comprenda que él está completamente arrepentido de lo que hizo y si quiere quedarse conmigo, hacer un vida conmigo, aún sabiendo que no exigiré nada.

-- Siento mucho espantarte el sueño..-- susurra. -- .., ahora puedes descansar. Buenas noches, bonita.

-- Buenas noches para ti también.