Capítulo 26( Malx Demian).
El almuerzo con Santiago estuvo muy bien hasta cierto punto. No comprendo porque Demian se creía con el derecho de hacer un berrinche cuando evidentemente el no había hecho nada para estar conmigo.
Dos semanas fueron suficientes para que el se alejara de mí.
Se supone que ambos llevamos a los chicos al aeropuerto y luego el se marcho a una entrevista. No comprendo que cambio.
Número desconocido..
Visualizo la pantalla de mi móvil. Nuevamente aquellas palabras rusas aparecen dejándome nuevamente estática.
Я не хочу, чтобы ты был рядом с ним.
(No te quiero cerca de el)...-- el traductor me da la respuesta.
¡¡Malditos mensajes que hacen que quiera perder la cabeza!!.
Bloqueo aquel número como había hecho con los anteriores.
Espero en algún momento encontrarme cara a cara junto a la protagonista de dichos mensajes, me encargaré de darle una buena lección por imbécil.
Al llegar a la oficina me dirijo directamente hacia donde Kelly y recostar mi cabeza en su hombro. Estaba agotada y no hablaba precisamente de mi cuerpo, quería recalcar de alguna manera que mi salud mental se estaba yendo por un caño y absolutamente nadie se estaba dando cuenta.
Al punto que voy, capaz no llego a diciembre.
Sin poder relajarme visualizo el ascensor ser abierto y junto a este la figura prepotente de Demián.
-- A la oficina...-- Suelta molesto, al pasar a mi lado.
Ignoro lo que pedido mientras lo veo caminar directamente a su oficina.
No iré a esa oficina por dos grandes razones: uno..,el está cabreado y dos yo también.
Estoy más que segura que lo menos que haremos es conversar y yo no quería morir en un ataque de ira.
Me dolían los pies, las manos y la cabeza. Llevaba más de una semana sin dormir bien y estaba segura que mi cuerpo previamente pasaría factura. Tampoco me ayuda el hecho de que no me estaba alimentando.
-- Ya voy...-- Kelly se levanta de su silla para darme un beso en la mejilla.-- te deseo suerte con nuestro tedioso jefe..
Tomo una bobada de aire para luego dirigirme hacia dicha oficina. Habían pasado aproximadamente dos a tres horas desde que me había mandado a seguirlo.
-- Te dije hace cuatro horas que entraras a la oficina...-- aleja lentamente el vaso de whisky de su boca para dirigirme la mirada..-- al parecer sigues retandome incluso en horas de trabajo.
-- Estaba ocupada..-- miento.
-- Te recuerdo que tengo cámaras y solo te la has pasado viendo al reloj.-- quería defenderme, Pero no podía. Evidentemente eso era lo que estaba haciendo.--... Recuerda quien es el jefe y si yo te digo que entres lo haces y ya. No tres horas después o cuando termines de hacer quien sabe que.
-- Está bien. ¿Que necesitaba?.
-- Solo la necesitaba conmigo. No íbamos a discutir.
Antes de poder responder lo veo apresurarse hacia mi para besarme.
No pude evitar quedar estática. Se supone que estábamos a mitad de discusión y el solo le limito a besarme.
Baja lentamente su mano por mi cadera invitamendome a abrir mis piernas para darle un mejor acceso a mi coño. Levemente separo mis labios intentando buscar un poco de oxígeno llevandome una pequeña sonrisa de su parte.
Demián era excitante, lo era hasta el punto de hacerme perder la cordura.
-Ahhh- Suelto en un gemido al sentir sus dedos hacer leves movimientos en mi clítoris.
Los besos mojados en mi mejillas y parte de mi cuello no tardaron en hacerse presente, mientras de alguna manera intentaba no molestarlo.
¿Estaba excitada?, sí.
¿Me estaba gustando?, sí.
Los movimientos poco a poco comienzan a profundizarse, provocando un pequeño hueco en mi pecho y un leve escalofrío por todo mi ser.
-- Conmigo no se juega, bonita..-- aleja sus dedos de mi coño, dejándome a mitad de orgasmo.
¡¡Noo!!..-- me desespero.
Sin darle tiempo a reaccionar estampó mi mano en su mejilla.
-Maldito hijo de -Me retracto antes de poder continuar, no me meteré con su madre.
Me bajo el vestido de manera apresurada para dirigirme a la salida.
¿¡Quien se ha creído el para dejarme así!?.
Estaba molesta y a la misma vez con un pequeño dolor de ovario.
Es evidente que quede más que exitada.
Mi cuerpo ardía y mis manos no dejaban de picarme.
¡¡Maldito, imbécil!!¡¡Me las vas a pagar!!.
•°•°•°°•°•°°•°•°•
Abro lentamente los ojos intentando de alguna manera mantenerlo abiertos más de cinco minutos, pero me era casi imposible, el dolor de cabeza era insoportable, al punto de creer que podría explotar en algún momento.
Después de aquel inolvidable "orgasmo" decidí volver a mi casa y ducharme.
Luego de una ducha y una buena malteada decidí caer rendida en un mundo que evidentemente no había podido vividar.. Sueño.
No fue mucho lo que dormí, ya que a los poco minutos me encontraba de camino a un restaurante de comida chatarra junto a Dalila.
Yo no tenía apetito, no lo suficiente. Pero llevaba días sin salir con ella y este plan me parecía realmente fantástico.
-- Estoy segura de que pruebas una hamburguesa de aquí y se te reinicia la vida entera. -- Chilla, Dalila.
¿Se supone que debería adaptarme a esos cambios hormonales?, no.
Eso era evidentemente. Pero, quien era yo para no dejarla ser libre.
-- Sí tú lo crees..-- me atrevo a decir.-- ... confío en tí.
Visualizo lentamente el lugar para luego darle cuenta de dónde realmente me encontraba.
Hace unos días llegó un viejo amigo de Demián, el cual le pidió ayuda para establecer de forma rápida y precisa este lugar.
-- Mí padrino me lo ha recomendado hace unos días atrás...-- Dalila comienza a conversar---...ya que por mis antojos no paro de comer.
--Ya me he dado cuenta de eso.
--No tiene mucho tiempo abierto, creo que una semana.
-- Sí apenas lleva una semana abierto¿Cómo sabes que son buena?.
-- Porque el dueño es amigo de la familia y está sucursal ha estado en otro países.
-- Ahora entiendo todo..¿Cuéntame cómo vas con tu embarazo?.
-- Los médicos comentan que mi vientre está muy pequeño para tener veintiocho semanas. Pero no te preocupes, eso no es malo. El bebé está creciendo sano y salvo.
A lo lejos visualizo a un chico llegar a nosotros con una bandeja gigante.
--¿¡Qué es esto!?..-- me altero.
El mesonero deja en la mesa una bandeja con cierta cantidad de comida.
-- La cena.
-- ¿¡Te has vuelto loca?!-- me quejo..--- se supone que deberíamos comer tanto.
-- Si te parece mucho, yo puedo ayudarte. Recuerda que como por dos.
-- ¿Que me vas a dar?..-- miro atónita el plato.
--No pedí para ti, pensé que querías otra cosa.
---¿¡Que!?.
-- Es mentira, solo bromeo. Cómo lo que deseas, hay suficiente.
-- Sí, eso ví.
Ahora que la veo desesperada comiendo entiendo porque no la dejan comer comida chatarra, es una loca compulsiva.
-- Vamos come, esta deliciosa.
Ahora comprendo porque le gustan tanto. Realmente son exquisitas.
-- Hola...-- uno de los camareros llega a la mesa donde nos encontrabamos.-- mi her... -- corta..--...,amigo quisiera saber si usted tiene esposo.
Ambas giramos hacia la barra para percatarnos del hombre que se encontraba sumergido en su computadora.
--¿Estás bromeando?...-- Dalila se atreve a decir
-- No..-- suelto, estaba segura que lo iba a regar.-- ella no se encuentra casada.
-- Sí le soy sincero el no me ha comentado nada. Pero lo he visto, desde que ha llegado no ha dejado de mirarla.
-- ¿Usted cree?-- se ruboriza.
-- Sí, estoy más que seguro. ¿Podría darme su número?.
-- Sí, claro.
Dalila anota su número en la pequeña agenda para luego despedirse del chico.
--¿ Enserio le he gustado a alguien?..-- se horroriza.
-- ¿Sucede algo?.
-- Debo estar soñando. Sí, eso es lo más seguro.
-- Cálmate.
-- Keityn estoy embarazada,¿Quien demonios se fijaría en una mujer embarazada?.
-- El lo ha hecho.
-- Eso no lo sabemos.
-- Solo da la oportunidad
-- Vamos Keityn hay que ser realistas. Sí el verdadero padre de mi hijo no lo quiso, imagínate un extraño. No comprendo porque me deje llevar y le dí mi número a un extraño.
-- No seas así.
-- Olvidemonos de eso. Ahora sigamos comiendo.
Ambas seguimos conversando intentando de alguna manera no ser tan indiscretas. El hombre de aquella computadora no había dejado de un solo minuto dejar de ver a Dalila.
-Estoy orgullosa de ti amor ..-- la felicito.-- se que te irá mucho mejor.
Dalila habia sacado su propia linea de maquillaje y estaba siendo un éxito en Rusia.
--Gracias .
Nos levantamos para llevar la bandeja cuando el mismo chico que nos había pedido el número vuelve a aparecer.
-- Lamento interrumpir..-- Este sonríe -- ..., pero mi amigo desea conversar un momento contigo.
-- Ve..-- la impulso.
Ella camina algo nerviosa hacia donde estaba aquel hombre.
Vamos es hora de que conozca a alguien y no se frustre por el pasado.
Envío un mensaje a su móvil informándole que la espero en la entrada. Ella me sonríe en forma de forma de asentimiento, dejándome aún más estática.
Al parecer no esta tan mal aquella conversación.
Inconscientemente giro mi cabeza percatandome de aquel auto color negro apartarse en la entrada principal. Por instinto intento girar mi cara buscando de alguna manera que Dalila me vea.
Maldito Demián y su bendita fama de aparecer en los momentos más inofortunos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro