Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 32:

Despierto como nueva literalmente, la espalda ya no es un problema. Feliz como nuca porque a pesar de tanto recuerdo horrible sigo estando con él...aunque sea en sueños.

Discutimos sobre si podía dedicar un día para hacerse físico, pero me explicó con cierta decepción que no es tan sencillo. Sigue siendo invisible para la mayoría y en realidad no es que pueda tocarlo (cosa que en verdad creí) sino que mi percepción sobre él se vuelve más nítida, es como una concentración de energía. Así que no, nunca podremos hacer cosas de novios normales. Pero que me importa, de todas formas no soy normal.

Corro a ducharme para retirar el vendaje con hierbas y luego directo a la cocina para desayunar. Ambar y papá están haciendo bromas y yo río con ellos. Ambos expresan su felicidad sobre mi renovado bienestar y ella me lanza una guiñada de soslayo. Sonrío de costado y llevo mi vajilla a lavarla en el fregadero.

Mi cerebro por fin comprende que debo llamar a Ann ahora, la pobre perdió a su abuela y debe estar fatal, y ni fui capaz de ver cómo seguía. Así que mejor no pierdo tiempo lamentándome y busco mi celular, el cual está sin revisar desde hace unos cuantos días. Cuando lo encuentro decido quedarme en mi cuarto para tener más privacidad.

Tengo un mensaje de texto de mi amiga junto con un par de llamadas:

"Ju, necesito que llames en cuanto veas esto."

Luego hay otro, éste es de ayer en la noche:

"¿Dónde estás?, ¡por favor, contesta!"

Presiono llamar como si no hubiese un mañana.

– ¿Juliet?–se escucha dolida, para que use mi nombre completo debe estar al tope.

–Ann, lo siento, no he revisado mi celular, ¿cómo estás?...

– ¿¡Y ahora me lo preguntas?! ¡Estoy mal, Juliet, lo sabías y ni siquiera fuiste capaz de llamarme!–. Siento un pinchazo de culpa, tal vez tenga razón, pero por otro lado ella necesitaba algo de espacio.

–Yo...pensé que desearías estar sola.

Le oigo llorar por el teléfono.

– ¡El que tú reacciones así no significa que yo deba hacerlo!, ¡no soy como tú!

– ¡Por favor escúchame!...¿Ann?–. Por respuesta obtengo el silencio inconfundible de cuando la línea se corta.

Por la conversación y mi gesto contrariado Kevin sabe que las cosas no fueron tan bien.

<<Déjame adivinar...no quiso hablar contigo. >> Se encuentra cruzado de brazos y recostado al marco de la puerta.

Me volteo sin ocultar mi preocupación:

–Peor, usó mi nombre completo...no sé si me perdone ésta– me cubro el rostro con las manos y caigo sentada en la cama sin soltar el celular–. Nunca me había cortado. Soy la peor amiga del mundo, ¿cómo pude ser tan egoísta?

Él da unos pasos hacia mí y se coloca a mi lado, está tentado a acariciarme pero retrocede su mano recordando que no puede hacerlo y lanza un gruñido.

<<Bueno...ella está algo sensible con la pérdida de su abuela, y probablemente no sepa que fuiste amenazada de muerte por tu compañero de historia y luchaste contra un grupo de espectros...yo diría que son buenos justificantes. >>

Me hace esbozar una sonrisa.

–Eres un tonto.

<<Por lo menos admite que soy sexy. >>Mueve las cejas de arriba hacia abajo con sonrisa maliciosa.

Lanzo una risa baja.

–Está bien, eres un tonto sexy–. Algo de rubor se deposita en mis mejillas.

Sus ojos se iluminan un poco más:

<< ¿Y apuesto?>>

Ruedo los míos:

–No tientes tu suerte.

Ahora yo le hago reír.

<<Pues no puedo discutir con alguien que sabe cómo matarme dos veces–susurra con una voz grave muy sensual que me estremece entera...¡no vale, conoce mis debilidades!–sin mencionar que tienes un lindo trasero. >>Agrega un poco más bajo con picardía.

– ¡Kevin!–. Ahora sí, mi cara se encendió.

<< ¡Vamos Juliet, soy hombre, es un delito no mencionarlo!>> Me sonríe con ese brillo vivaz que lo delata.

Ruedo los ojos otra vez y me muerdo el labio inferior con nerviosismo, ah...pero yo también puedo jugar a esto, sí señor. Me le acerco hasta que quedamos casi pegados, arrugo la nariz y pestañeo varias veces como borreguito, por último le susurro con sonrisa burlona:

–Pues no vas a verlo más.

Tras un instante de indecisión los suyos se clavan en mis labios, haciendo que me sonroje solo un poco...de forma insignificante, supongo.

<<Cielos, dónde sigas así juro que te obligaré a tomar siestas. >> Más que una broma parece una sugerencia impregnada de deseo, y honestamente estoy tentada a aceptarla. Pero mi confundida cabeza recuerda a Ann otra vez...estará bien, intenté dialogar con ella y me cortó

como si nada, así que no me importa. Tendré mi celular cerca por si necesita algo, pero ni crea que la volveré a llamar. Yo también tengo mi orgullo y carácter.

Hoy me acosté temprano porque no había nada bueno en la TV y sinceramente quería "Tiempo asquerosamente dulce" con Kevin, sí...soy tan empalagosa que quiero vomitar sobre mí, ya, eso es repugnante, mejor me callo. En realidad hay una pregunta que ha estado rondando por nuestras cabezas, pero ninguno quiere tratar el tema...¿Cuándo tendrá que irse?

Nos encontramos en una playa, un hermoso atardecer que parece salido de una postal decora el cielo, alguna que otra gaviota produce su sonido característico para, en conjunto con las olas, formar la atmósfera perfecta que yo misma ideé. Cada quien sentado en la arena, él viste un short azul mostrando su bonito torso tostado (trabajar para ganarse la vida le ha sentado muy bien, ¿qué estoy diciendo?) mientras que yo uso un vestido blanco de playa (ni loca me imaginaba de bikini).

<<Te has vuelto buena con esto de los sueños. >>Toma un puñado de arena y la deja escurrirse entre sus dedos. Asiento en silencio, pensativa, él nota mi distanciamiento y pregunta:

<< ¿Qué ocurre?>>

Veo hacia el piso, algo preocupada.

–Es qué...lo queramos o no, tú eres un fantasma. Tendrás que irte algún día, y es probable que lo hagas ahora que recuerdas quien eres.

Toma mi barbilla para que lo vea a los ojos:

<<Yo me quedaré contigo, ninguna fuerza por más extraña que sea me arrancará de ti...me haré más poderoso para que así sea. >>

Lo abrazo con fuerza mientras una lágrima se desliza por mi mejilla.

–Pero...yo creceré y cambiaré mientras que tú seguirás siendo un joven de diecisiete, ¿cómo arreglaremos eso?

<<Es cierto, tal vez siga siendo joven, pero te querré de todas maneras, es como...los vampiros que las chicas adoran. >>

– ¿Vampiros?–. Digo confundida, ¿éste es momento para hablar sobre eso?, no lo creo.

<<Eso. Bueno, si olvidas la parte en la que no soy uno y por tanto no puedo transformarte para hacerte mi amor eterno es casi lo mismo, ¿no?>>

No puedo evitar reír, sus bromas tontas son el mejor remedio que hay para la tristeza, no tengo dudas de eso.

Lo abrazo aún más fuerte porque sé que estoy por despertar.

–No me dejes.

<<No lo haré. >>

Abro los ojos y desde la oscuridad de la noche veo como mi celular suena al recibir un mensaje (fue idea mía ponerle volumen para escucharlo por Anna).

Kevin se aparta instintivamente para dejarme bajar y tomarlo. Es de ella, muy desconcertante por cierto:

"Ju, estoy en la entrada, quería disculparme :)"

Mis ojos se abren de par en par, ¿disculparse a ésta hora?, algo anda mal. Ella suele ser algo loca, pero nunca aparece en casa sin avisar al menos unos minutos antes...tal vez le dio por hacer esta clase de rarezas. Anda a saber.

Me pongo mis sandalias y un abrigo para ir a la puerta. Son las dos de la mañana, al parecer está desesperada.

<< ¿Es Ann?>>Pregunta algo adormecido.

–Sí, no te preocupes, continúa durmiendo–. Y como era de esperarse sigue al pie de la letra mis indicaciones.

Cruzo el apartamento y al abrir la puerta una mano presiona mi nariz y boca con una tela de aroma nauseabundo, no pude ni gritar antes de caer en la inconsciencia.

Todo me da vueltas y tengo ganas de vomitar, intento mover mis brazos pero solo escucho un tintinear metálico. Cuando mi visión logra estabilizarse lo primero que hago es buscar a Kevin a mi alrededor, descubro que está inconsciente a mi lado, encadenado por los brazos con unas cadenas que tienen luz propia....¿qué diablos está pasando?

El cuarto en el que estamos no me es conocido, frente a nosotros hay una chimenea, jarrones, sillones y un cuadro principal con...por Dios.

–Soy yo...–. Susurro abrumada.

Juliet Dankworth está retratada, tiene puesto un vestido pastel con miriñaque y un ramo de flores, lo recuerdo, esa pintura estaba en el recibidor de mi casa, ¿qué hace aquí?

Repaso lo último sucedido: El mensaje de Ann, el olor...alguien me secuestró, pero...¿quién?, ¿por qué?

Lo escucho despertar en un quejido:

<< ¿Qué demonios...?– Me mira a mí y a la habitación mientras sacude las cadenas que lo retienen, estupefacto– ¿Es tu pesadilla? >>

Niego asustada, definitivamente esto es real. Al darse cuenta de eso intenta tranquilizarme, pero una voz familiar nos interrumpe:

–Me alegra saber que han aceptado mi invitación a venir–. Suelta una risa socarrona y desagradable.

Ambos nos fijamos en el bulto que se acerca a nosotros desde un sillón en la penumbra para hacerse ver.

No puedo creerlo:

–Tú...–sigo sin salir del asombro, Kevin estrecha los ojos con repudio. Él está allí de pie, con una mirada aterradora y desquiciada que me cala hasta los huesos– ¿Por qué haces esto, Daniel?

Chasquea la lengua y sacude la cabeza.

–Querida, ¿aún no recuerdas mi nombre?–es imposible, no, él no...–Soy Jeremy–. Termina la oración con una sonrisa malévola.

<<Maldito... ¡Sabía que tenías algo!, ¡lo sabía!>>Escupe.

Daniel o mejor dicho Jeremy lo fulmina con la mirada.

–Amigo, será mejor que no interrumpas –con un movimiento rápido de mano hace que las cadenas lo aprisionen aún más, arrancándole una especie de jadeo de dolor. Estoy por gritar pero me muerdo la lengua, si quiero sacarnos de aquí tengo que hacer algo más inteligente–. Supongo que además del por qué, te estarás preguntando cómo llegué aquí, o cómo entré en tu vida –mientras explica señala hacia arriba con su dedo índice, caminado de un lado a otro, nervioso–. Probé por todos los medios posibles para que me aceptaras, ¡pero no!, ¡¡vida, tras vida, tras vida, tras vida repitiendo la misma mierda!!–sus ojos casi se salen de sus órbitas a medida que el enojo se acumula, trata de calmarse viéndome a la cara–Lo peor de todo–continúa con una voz excesivamente suave y cantarina– es que nadie recordaba nada, Kevin se hacía mi maldito amigo y tú lo elegías a él por encima de mí. Luego yo iba y nos mataba a todos, ¡oh sí, aquí está Jeremy, el villano de la película!, ¡el que nadie ama!, ¡¡el que nunca obtiene lo que quiere!! Hasta que lo descubrí, sí... ¡Entendí la secuencia!, entonces pensé, ¿cómo acabar con el destino?, Kevin, ¿no quieres darnos una idea?–. Realiza una sonrisa con todos los dientes, realmente está fuera de sí.

<<Estás enfermo. >> Lo quema con la mirada.

– ¡Respuesta incorrecta!, me dije "Jeremy, eres un chico increíble. Puedes hacer lo que quieras, ¿qué es el destino, la vida...la muerte para ti?, ¡nada!". Decidí involucrarme en la magia negra, y debo admitir que me volví un experto, allí una pequeña muestra, –señala con énfasis las cadenas que lo retienen– estas hermosuras pueden quebrantar cualquier espíritu por fuerte que parezca. –Sacude la cabeza aguantando la risa–Vaya, me sentía poderoso, capaz de todo...¡peeero!–deposita sus ojos en mí con tal intensidad que podría hacerme una agujero–No te bastó, ¡no! Ah, pero me amarías, ¡lo harías!–remueve sus manos temblorosas y respira con dificultad. Da miedo–Tu nana me dio las llaves para ir a visitarte con la excusa de una sorpresa, sí...por fin serías mía. –Levanta la vista hacia Kevin, esta vez, acusándolo con el dedo y escupiendo con desprecio cada palabra– Pero claro, ¡él tenía que meter sus sucias narices en esto!

<< ¡Ibas a violarla, bastardo!>>Intenta arrojársele encima pero sus muñecas continúan pegadas a la pared.

–¡¡¡TÚ ME LA ROBASTE!!!–Da un grito que me hiela la sangre. Es imposible que haya tanto odio en una persona, él no es humano–Así que te asesinaría para tenerla solo para mí.

<< ¡La mataste pedazo de escoria, ¿así pensabas tenerla?!>>Continúa gritándole, vociferando a más no poder. Necesito planear algo ya...piensa Juliet, piensa.

Inmediatamente lleva las manos a sus oídos meciéndose de un lado a otro sin parar de gemir y balbucear:

–No, fue un accidente, yo no, yo no...–tironea de su caballo con la cabeza baja y en cierto punto comienza a estremecerse, supongo que está llorando, pero cuando se incorpora veo que ríe con la mirada vacía, desenfocada...perdió la cabeza por completo– No importa, ella está viva y yo también, y tú, tú no, tú estás muerto...sí. Mi plan funcionó a la perfección.

– ¿De qué hablas?–Se fija en mí otra vez suavizando su gesto pero sin ganar ni un poco de cordura. Quiero saber qué es exactamente lo que ha estado haciendo.

–Oh, mi querida...hice muchas cosas por ti...no pensaba dejarte sola así que cuando esa cosa intentó atraparme –solo sé que antes de ingresar a la luz él estaba visiblemente nervioso, algo se acercaba pero yo nunca supe qué, al parecer tampoco tiene idea–tomé el cuerpo del Juez para solucionar una cuantas cosillas pendientes, como dar mi testimonio y deshacerme de tu nana. Era la única que conocía la historia completa, realmente un estorbo. ¡Solo tuve que forzarla a creer que tu espíritu seguía en la casa y ella enloqueció solita!, al parecer tenía una mente...débil. –Arrastra la L con una sonrisa petulante– Finalmente logré cruzar el portal mediante un ritual bastante elevado la verdad, y llegué antes que tú. Pero cuando fui consciente de mi ser, me di cuenta de que estaba en el vientre de la que sería novia de tu padre–se acerca y coloca una mano en mi mentón con fuerza–no podía ser tu hermanastro, así que simplemente obligué a mi madre a abortar–. El estómago se me revolvió al oír eso.

–Das asco–. Siseo apartando la cara. Él presiona sus labios hasta crear una delgada línea, está tratando de contenerse.

–Entonces–continúa ignorándonos y caminado de un lado a otro–tomé el cuerpo de un bebé muerto al nacer, digamos que fue un "milagro"–la última palabra la carga con ironía– y qué conveniente que mi padre fuera amigo del tuyo, podría verte de cerca, sin mencionar que no me parecería a Jeremy ya que básicamente no es mi cuerpo.–Se muestra con ambas manos sonriente– Cuando te encontré y te vi con él, pensé que tal vez querría seguirte como mosca muerta. –Lanza una risa enferma– Mis sospechas se confirmaron cuando me enteré de que estabas husmeando en nuestro pasado...el anciano te advirtió y no le hiciste caso Juliet, niña mala. –Coloca las manos detrás de la espalda erguido, la misma postura que tendría el Jeremy original– No me dejaste opción, tuve que poner manos en el asunto...creí que modificando la información lo dejarías de lado, pero no,¡Juliet Dankworth nunca se da por vencida!

El anciano... ¡él conocía al bibliotecario!, eso quiere decir:

– ¿Tú lo mataste porque iba a darme información?–. Lo veo capaz de cualquier cosa, no me sorprende.

Niega con la cabeza:

–No, verás: Aquel hombre resultó ser pariente del Juez de nuestro duelo, las armas desde aquel tiempo fueron de generación en generación hasta llegar a él. Pero en realidad eran de mi padre, así que las reclamé como dueño legítimo. El viejo no quiso dármelas, por lo que tomé un candelabro y... ¡PUK!, ¡le abrí la cabeza cómo un melón!–ríe otra vez imitando el movimiento del golpe–No sé cómo supo que iría, pero el pobre diablo les dejó una carta... ¿Creías que su asesino no la había notado?, vamos, ¡sabes qué soy más listo que eso! Al leerla pensé que sería la oportunidad perfecta. Convencí a tu compañero de clase para asustarte, yo te salvaría, quedaría como un héroe y además no sospecharías de mí, ¡maté dos pájaros de un solo tiro!... Amigo mío, querrás saber por qué no pudiste poseerlo– observa a Kevin, quien al parecer recuerda el episodio del cine con expresión sombría– pues por una sencilla razón...¡¡NO DEJARÍA QUE TE LLEVARAS EL CRÉDITO!!–Hace una pausa para regularizar su respiración– Todo estaba bien, le pagaría al chico y desaparecería sin más, ¡pero el muy idiota se molestó porque lo dejé atado y tuvo la mala idea de querer hablar con la policía! Yo sabía de su pequeño problemita de drogas, ¡es increíble lo que un poco de magia negra puede ocasionarle a las pobres mentes! Solo con mirarlo lo hice inyectarse hasta morir... ¡Fue tan fácil!–. Hace una mueca soberbia cargada de locura.

– ¡Eres un monstruo!–. Chillo queriéndome liberar, ya no soporto estar más aquí. ¡Es un maldito psicópata!

Coloca un dedo en mis labios para hacerme callar, lo fulmino con la mirada.

–Querida, te tengo un regalo.

Nos da la espalda y abre un baúl viejo que está cerca de la chimenea, perfectamente alineado con el cuadro.

Cuando me muestra aquello no puedo evitar soltar un grito desesperado.

Mi vestido, de verdad es ese, puedo ver la mancha oxidada de sangre y la tela rasgada por dónde entró la bala.

Daniel coloca su rostro sobre este y lo acaricia.

– ¿No es hermoso?, hasta tiene tu olor–. Entierra su nariz en él.

Le echo un vistazo a Kevin, apenas puede contenerse, incluso su rostro se desfigura por momentos dejando ver su modo de lucha.

Por alguna razón no puedo comunicarme mentalmente con él ni usar mi poder, así que solo le envío una expresión de circunstancia y muevo la boca lentamente: TENGO UN PLAN.

Parece entenderme porque asiente en silencio.

–Jeremy...qué considerado, no, no puedo creer que lo hayas guardado por tanto tiempo–. Me esfuerzo en hacer una leve mueca.

Despega su rostro de la tela para sonreírme de forma perturbadora.

– ¿Te gusta?, guardé todas tus cosas por si las querías de vuelta. Pero aguarda, tengo algo más que mostrarte–. Saca una cosa más del baúl, una caja negra. Da unos pasos y me enseña su contenido...no puede ser.

Junto con dientes y fragmentos de hueso que creo que son humanos hay un mechón de cabello rubio ceniza atado con una cinta negra, y de fondo, plumas de cuervo y manchas de sangre antiquísimas.

–Con esto él no nos molestará más, no podrá ir a la luz–Comenta ilusionado. Las lágrimas se amontonan en mis ojos y las derramo sin poder hacer otra cosa, ¡maldición!...sólo espero que esos dientes y huesos no sean de...–. Shhhh, no llores–. Retiene mis lágrimas con el dedo pulgar.

Al ver mi reacción Kevin se alarma, pero una señal mía le dice que vamos por buen camino.

–Jeremy, no sé cómo pude ser tan ciega antes, perdóname. ¿Todavía podemos estar juntos?–. Intento formular una especie de súplica, muy cautelosamente.

Me toma por la mandíbula fuertemente y respira agitado sobre mí.

–Eso depende–susurra en mi oído haciendo mis piernas tiemblen de mala manera, tengo que calmarme si quiero que caiga – ¿qué estás dispuesta a darme?–. Trago saliva y cierro los ojos.

–Todo–suelto con un hilo de voz–pero no podré dártelo si me tienes encadenada.

<<Juliet, no...>>

– ¡Cállate!, eres un idiota. ¡¿No te das cuenta que ya no me interesas?! Das lástima. –Trato de sonar lo más dura y convincente que puedo, pero cada palabra me hiere en lo más hondo.

Jeremy sonríe con malicia:

–Díselo a los ojos.

No sé si podré hacer eso...

–Yo...

–¡¡¡DÍSELO!!–manda, así que giro mi cara, trago saliva para deshacer el nudo en mi garganta y pienso algo aún más cortante, hablo casi en un susurro venenoso, lo vomito:

–Yo nunca te amé, nunca lo haría...eres un fantasma después de todo, incorpóreo. No vales ni un segundo de mi tiempo. –No me creas Kevin, más vale que no me creas–Y si pensaste que me enamoraría de ti es porque simplemente tienes mal la cabeza. –Controlo mi respiración, haciendo ingresar el aire lentamente, todo lo necesario para no ponerme a llorar allí mismo.

Está atónito y veo cómo su luz titila un poco...sé que dolió pero es mentira, lo sabes y finges estar herido.

<<Juliet...>>Guarda silencio. Cómo pronunció mi nombre...con esa leve asunción de tono, ese brillo en los ojos antes de bajar la cabeza, ya captó la idea.

Jeremy está más que conforme, al liberarme pega nuestros cuerpos y pasa su lengua por el costado de mi cara, tengo que hacer un esfuerzo para no escupirle.

Veo de reojo como Kevin presiona los labios.

–Tienes que hacer una última cosa–. Me toma por las muñecas.

Siento miedo, ahora que estoy frente a él me siento más expuesta, pero levanto la cabeza con determinación.

– ¿Qué quieres que haga?

–Bésame– abre los brazos como si fuera a saltar a ellos en cualquier momento, maldita inmundicia. Debo hacerlo, crear una distracción. Así que doy un paso y lo beso de lleno, mi pecho se contrae por el rechazo, toca mi cuerpo de forma salvaje, revuelve mi cabello, tira mi pinza dejándolo suelto, introduce una mano debajo de mi camiseta lo que me produce arcadas...aguanta Juliet, aguanta.

Con la excusa de aire lo empujo violentamente contra el baúl y antes de que reaccione le beso otra vez. Con una mano lo toco para que se distraiga y con la otra tanteo uno de los jarrones que está cerca, pienso rompérselo en la cabeza cuando menos lo espere. Justo cuando estoy por llegar a tomarlo él se percata y me da una bofetada tan brutal que arroja mi cara al suelo, ésta rebota, aturdiéndome. Logro incorporarme lentamente y evitar más mareo.

– ¿Así que querías esto?– tiene el jarrón en una mano– ¡Maldita zorra!–. Lo lanza al suelo con furia haciéndolo estallar en miles de pedazos.

Algo capta la atención de ambos, la habitación se puso extremadamente fría y se respira una atmósfera tirante, suspendida.

<<No debiste hacer eso. >> Se escucha una voz profunda de ultratumba, muy gruesa y áspera que produce pavor. Jeremy se gira en todas direcciones buscando el origen y descubre que Kevin ya no está allí.

–Mierda...–. Al darse la vuelta se topa con una figura negra, irregular, como si estuviera hecha a rayones de bolígrafo. Tiene dos focos blancos que deben ser los ojos. Se mueve de manera descontrolada, pero está ahí, en un lugar fijo.

Y como un flash se mete en su cuerpo haciéndolo retorcerse y gritar de dolor mientras sostiene su cabeza. Lo hace golpearse varias veces contra la pared. Aprovecho la distracción para tomar un fragmento grande y filoso de cerámica, lo escondo en mi bolsillo y busco alguna salida, diviso una escalera al otro lado del cuarto.

– ¡La escalera!–. Le grito. El cuerpo de Jeremy yace inconsciente, la cabeza le sangra a chorros y hay una desagradable marca por toda la superficie. Él está de pie, algo contrariado. Es increíble que tenga tal poder...

Me enfoca por un momento y asiente, debemos irnos ya.

Corro por los peldaños e intento abrir la puerta, está trancada, así que arremeto con mi hombro una y otra vez hasta que cede.

Lo primero que recibo en una corriente fresca de aire nocturno que zarandea mi cabello. Estamos en una azotea al parecer.

Voy a todas las esquinas y no veo escaleras de emergencia, maldición. ¿Cómo puede ser que no tenga?

– ¡Hey!, ¿podrías saltar por aquí?–. Me llama señalando la pared de la derecha, la revisé, pero no noté que había una cantidad de bolsas de basura en aquel callejón.

–Es una caída de varios metros, pero podría hacerlo.

Pongo un pie temerosa en el borde y cuando estoy lista para colocar el otro Kevin es envuelto en cadenas, pero éstas son oscuras y tienen una especie de dientes que se clavan de alguna manera en su cuerpo, y creo saber lo que hacen, succionan energía.

– ¡Espera!–. Formo luz en mis manos y lanzo un disparo contra ellas, pero la reciben como alimento. Mierda.

<< ¡Vete, ahora!>> Grita.

– ¡No me iré sin ti!

Una risa nos corta. Es Jeremy, tambaleante y ensangrentado haciendo gestos extraños con la mano.

–No...simplemente tú no te irás–. Con la otra realiza figuras en el aire.

Emito un disparo de nuevo pero a él tampoco le afecta. Unas estacas surgen y por más que trato de correr éstas se clavan en mis miembros dejándome pegada al suelo con un gran dolor–Que irónica es la vida, ¿no?, tengo a mi amada y a mi amigo justo dónde los quería. ¡Oh, una idea!, creo que es genial...deberíamos lanzarnos por allí. –Señala la pared que da a la calle transitada–Digo, volveríamos en unos años y todo sería como antes...¿qué tal? Es un... "Borrón y cuenta nueva". Y lo mejor es que Kevin no podrá arruinar nuestros planes porque estará como se merece, muerto–. Termina con una gran sonrisa.

No puedo hablar de lo abrumada que me encuentro. Él se impacienta, quitándome las trabas y poniéndome en pie con un solo movimiento:

–Creo que no lo entiendes querida....si yo no puedo tenerte, nadie lo hará. Así que, o te suicidas, o...–saca una pistola de sus pantalones, es exactamente la misma que nos mató aquella noche– te obligaré a hacerlo, y no, esta vez no será un accidente–. Tuerce la boca como si lo lamentara.

Kevin está completamente mal, perdió el sentido hace unos segundos y veo como esas porquerías se lo comen pedazo a pedazo.

Luego me concentro en Jeremy, quien sostiene la pistola directo a mi cabeza.

–Está bien, lo haré...solo si prometes dejarlo.

Da una sonrisa incrédula:

– ¿Dejarlo ir?

–Deja que exista, solo eso...no querrás mi sangre en tus manos de nuevo, ¿verdad?–. Agrego para convencerlo.

Luego de unos instantes asiente, su puño se cierra y es liberado, se encuentra excesivamente débil, pero estará bien.

Camino lentamente hasta el borde y miro hacia atrás una última vez para despedirme. Tal vez no me perdones, pero estoy orgullosa de mi decisión, porque seguirás siendo Kevin...el idiota mente podrida que tanto quiero.

Pongo ambos pies al límite, cierro los ojos y pienso... ¿Morir así, en serio?, mi madre se fue a Inglaterra, Ambar y mi padre nunca se enteraron de que salí, no me disculpé con Ann y ahora estaré destinada a ser la marioneta de un enfermo psicópata.

– ¡Vamos, avanza!

Pero espera, yo soy Juliet Bronson Teckel y moriré como tal, luchando. Hago a mis piernas temblar simulando miedo.

– ¿Podrías por favor empujarme?, no sé si podré yo sola–. Le grito para hacerme oír por encima del viento y los autos de abajo. Así soy yo, deprimente...

– ¿Quieres que te dispare?–. Me apunta más de cerca.

– ¡Voy a morir hoy, maldita sea!, ¿puedes ayudarme sí o no?–. Así soy yo, temperamental...

Rueda los ojos y avanza hacia a mí:

–Está bien, pero solo porque se trata de ti.

–Gracias–. Así soy yo, sarcástica...

Espero, espero, y cuando siento que su mano va tocar mi espalda tomo el trozo de cerámica y volteo para insertárselo en el estómago, cubriendo mi mano de líquido rojo. Lo veo a los ojos sin temor alguno, porque así soy yo, nada vulnerable.

Retrocede unos cuantos pasos viendo su vientre con perplejidad y luego se dirige a mí, abre la boca para decir algo pero solo sale un gemido seco con sangre. Cae.

Sin pensarlo dos veces corro hacia Kevin, que está tratando de levantarse. Le ayudo a recuperarse con algo de mi luz.

–Ya pasó todo, creo que estaremos bien...

Se oye un estallido y mis ojos se abren, ese frío, el dolor...giro la cabeza lentamente y veo como Jeremy sostiene la pistola semi incorporado y temblando para volver a desplomarse con la mirada vacía.

Me deslizo de costado... ¿Así que es esto?, ¿morir joven de un disparo es mi destino?, pues qué raro, supuse algo más creativo.

<<Juliet, vas a estar bien, lo prometo>>Su desesperación es casi palpable.

Logro incorporarme pero pierdo mucha sangre, hum...esto va mal.

–Vamos, sabes que eso no sirve–jadeo–al menos ya no habrá cuerpo que nos separe.

<<No digas eso, yo quiero que estés viva y así va a ser. >>

Voy a replicar pero de repente una bruma negra se crea ante nuestros ojos, tomando la forma de un ser esquelético y desintegrado.

<<¡¡LOS DEBORARÉ A TODOS!!>>La distorsionada voz de Jeremy viene de aquello, sabía que había demasiada maldad para tratarse de alguien normal.

Él se para dándome la espalda, va a enfrentarlo...

Cierro los ojos, agotada. Pero los vuelvo a abrir cunado la superficie bajo nosotros comienza a temblar notoriamente. Una gran grieta surge de la azotea liberando pequeñas llamaradas hasta que prácticamente todo se cae menos la parte donde me apoyo.

En el cielo se forman inmensas nubes negras que comienzan a trasladarse en espiral, lanzando rayos blancos y estruendosos.

<<Al fin te encuentro. >>

Si cuando Kevin se transformó me sentía inquieta, ahora sin dudas es peor. Algo se acerca, y es grande...por favor, que no sea por nosotros.

De abajo emerge un ser encapuchado, imponente y enorme.

Noto como Jeremy retrocede asustado dispuesto a huir.

<<Estás condenado. >> Lo señala, una puerta hecha de huesos y cráneos con cuernos aparece a sus espaldas y se abre revelando unas garras oscuras que lo atrapan y tratan de llevarlo dentro...a La Dimensión de las Sombras.

<<¡¡SERÁS MÍA JULIET, JURO QUE SERÁS MÍA!!>> Lanza un grito desgarrador antes de ser tragado por completo y desaparecer en las tinieblas.

Todo es silencio, incredibilidad, paz, un poco de cada uno.

Kevin se arrodilla frente a eso en señal de respeto, trago saliva...es posible que sea ¿La Parca?

Todas mis dudas son descartadas cuando se da vuelta para verme: Es un esqueleto, su interior está forrado de oscuridad que se desborda en forma de humo por sus cuencas y entre los dientes...horripilante.

<<Juliet Dankworth. –Menciona mi antiguo nombre con algo que no parece una voz, sino un conjunto de ellas...me estremezco involuntariamente–Tienes un deseo...piénsalo bien. >>

La vida se me escapa y aunque lucho para permanecer despierta, tengo todas las de perder. Está dándome una oportunidad para vivir, por aquella vez en la que morí el mejor día de mi vida debido a que nuestro destino fue cambiado. Por eso en cuanto Jeremy dejó su escondite se deshizo de él.

–Yo...–los ojos se me cierran–quiero...–vamos, solo unos segundos más–que Kevin viva...

Le escucho gritar mi nombre, murmullos, silencio...te amo, tonto.

e

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro