Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 23:

Yo me pongo manos a la obra ensayando mentalmente el papel de chica estúpida y metida (exactamente, pienso imitar a la Hippie).

Así que me acerco al poli revoleando mi medio moño de aquí para allá y sonriendo como si me hubiesen hecho acupuntura en un mal punto.

–Disculpe por lo de hoy señor, usted debe tratar con gente pesada tooodo el tiempo–. Pestañeo un par de veces como cordero recién nacido. Esta habilidad mía no la conocía, nunca fui de las pequeñas que usan sus armas para obtener lo que quieren. Digamos que no me importaban demasiado las cosas materiales que todo niño desea, nop, yo nací extraña.

–Ciertamente, lo hago–. Su mirada me da a entender que está pasando justo ahora.

Veo de reojo como Kevin ingresa rápidamente, bien, ahora debo darle suficiente tiempo como para que saque algo, o lo que sea.

–Yo...solo quería averiguar que le había pasado al señor...–rayos Juliet, no puedes hacerte su conocida si ni siquiera tienes un nombre, a veces creo que tengo problemas–señor bibliotecario– ¿señor bibliotecario?, qué... ¿acaso tengo tres años?–es que me impresiona que haya muerto tan pronto. –Humm no estuvo tan mal...para acabar con mi basura sentimental finjo una cara de compungida que no me la creo ni yo y hago algo que nunca pensé: Me muerdo la lengua para comenzar a llorar y efectivamente, funciona–Aunque no parezca lo quería mucho–trato de que mis palabras no se traben por el dolor que me causé (una maniobra completamente estúpida, vale aclarar) – yo...no sé, ¡no sé! –. Lanzo un chillido de esos de la TV en las películas de terror, la clásica chica rubia y pechos grandes que entra en pánico porque no puede colocar la llave en la puerta o cosas así...no sé en qué momento me rebajé a tal punto, ésta investigación está afectándome.

Pero para mi sorpresa el hombre deposita algo de atención en mí.

–Oye, ya está, no cambiarás nada–me da una mirada de pena– Lo lamento, no puedo darte información.

Entonces Kevin abre la puerta y esta suelta un chirrido, antes de que el policía se volteé a ver qué pasa me arrojo a sus brazos sollozando como una desquiciada, gritando para que no escuche sonido alguno, intenta liberarse de mi agarre pero me las ingenio para no soltarlo mientras él termina con su trabajo, devolviendo la puerta a su posición original.

Me aparta de un golpe, visiblemente molesto:

– ¡Ya basta!, si no te vas ahora te llevaré a la comisaría, ¿entendido?–. Frunce el ceño y cruza los brazos haciéndose el musculoso cuando en realidad está más panzón que papá, pero no estoy aquí para degradar el estado físico de nadie, lo único que realmente quiero es que Kevin haga lo que tenga que hacer, ¡y rápido!

No creo lo que veo: Está muy concentrado empujando con la punta de los dedos un pequeño, minúsculo rollito de papel por las escaleras. Tomo mi cara entre las manos y las arrastro para liberar tensión; por Dios, cada vez que una puerta se abre sola, o una pelota rueda hasta el piso en esos documentales paranormales...¡¡ ¿HAY ALGÚN FANTASMA ESTÚPIDO HACIENDO ESTO?!! , y después la gente les tiene miedo.

<< ¿Estás estudiando las leyes del movimiento?, ¡porque no tenemos tiempo, ¿sabes?!>> Le digo impaciente.

No me responde, así que no puedo hacer otra cosa que molestar al oficial y arriesgarme a ser arrestada para que el muchacho con cerebro machucado termine de rodar el papelito.

Cuando llega a mis pies lo recojo rápidamente.

–Uy, se me cayó–uso ese tono suave de niña tímida–fue un gusto hablar con usted, nos vemos.

Salgo a pasos largos pidiendo con todas mis fuerzas que no lo haya notado, a mis espaldas escucho al policía hablar por lo bajo:

–Que chica más bipolar.

Al fin me encuentro afuera, si fingía un poco más los daños serían permanentes. Kevin sale triunfal pero yo le bajo el ego hasta el piso con mis recriminaciones:

– ¿Qué estabas haciendo?, ¿tanto trabajo por esto?–. Muevo mi mano con el rollo bien apretado.

Él se queja arrugando su frente, sé que cuando la arruga significa que está muy molesto y tiene razones lógicas para estarlo:

<< ¿Qué querías, que te lo trajera flotando y que la gente solo dijera "Oh, un papel volador, mejor sigo caminando?" >>

Ruedo los ojos con fastidio, no estoy para discutir, pero me sonrojo algo al saber que es verdad.

Al llegar a casa leímos el papel que por sorpresa nos tenía a nosotros dos como destinatarios. Básicamente hablaba sobre el móvil del asesinato, unas pistolas de su abuelo que iban de generación en generación. Sabía por alguna razón que ese día llegaría, incluso estaba esperando mientras escribía esto, luego dice que el asesino está entre nosotros, lo que me da mayor inquietud. Por último se despide poniendo: "...no sé su nombre ni edad, pero señorita, no confíe en nadie...el pasado la perseguirá."

Me quedo pensando en esa última frase por un buen rato más...lo peor es que Ambar ya había mencionado algo similar y no sé de qué hablan, ¿será el pasado de Kevin tan peligroso?, ¿o acaso es realmente el mío?, genial, una quiere avanzar y lo único que consigue son más preguntas, ¡ya tengo suficientes!, ¿para qué más? Es cierto...había olvidado que a la vida le encanta meterme en esta clase de cosas.

Han pasado dos días desde lo de la carta y la verdad es que poco más no he abierto la ventana por temor a que alguien saltara por ahí. Estoy agotada a más no poder, sufro de insomnio desde...bueno, mejor decirlo de una vez sin que se entere mi orgullo: Desde que Kevin no está allí para abrazarme. Al menos no hay pesadillas por su culpa (aunque puede ser porque no duermo, pero a mí que). Bien, mi orgullo lo sintió, pero ya no me importa directamente. ¡Basta!; no soporto estar tan sola...acostándome todas las noches insegura, pensando en que alguien que conozco viene por mí. Me estoy volviendo paranoica, debe ser eso.

Con Kevin nos hablamos haciendo de cuenta que estamos bien, pero es mentira. Es diferente a un enojo con Ann, es más...profundo, más fuerte, pero nadie quiere discutirlo; simplemente dejamos que pase como si nada, de forma estúpida.

Igual, ni que seamos novios o algo, ahora mi deber como intento de adolescente normal es tratar de acercarme o alejarme de Daniel, el cual no tuvo mejor idea que invitarme a salir, y yo no tuve mejor idea que aceptar y darle mi dirección...sí, ninguno de los dos tiene buenas ideas últimamente.

Me encuentro frente al tocador para ver si es posible realizar algún milagro con este rostro moribundo, tengo ojeras más hondas que el Cañón de Colorado, sin mencionar la palidez que se adueña de mi cara con el pasar del tiempo. Decido ponerme algo de base que Ann dejó olvidado en casa la última vez que salimos...esa noche que transformó mi vida en una aún más extraña de lo que ya estaba.

Salgo casi enseguida rindiéndome, como los médicos cuando aparecen en la sala y dicen "Hicimos todo lo que pudimos."sip, básicamente esa es mi expresión (también haciendo referencia al cansancio sobrehumano que tengo encima).

Voy rampando a mi armario para ver qué ponerme y soy rápida en eso: Campera deportiva violeta, playera negra, mis jeans de siempre y las sandalias también.

Mamá sabe que saldré con él; se lo tomó bastante bien...si bien es quedarse detrás de la ventana bebiendo café con mirada psicópata, esperando a que llegue para realizarle una prueba del detector de mentiras, test de coeficiente intelectual y hasta test de embarazo.

Siento un motor potente pero relativamente pequeño en la entrada, y a mi madre suspirando sonoramente antes de gritar, sé que vino:

– ¡Juliet, llegó este chico Daniel en una motocicleta, sabes lo que eso significa!...–ella odia las motos, odia cualquier cosa que sea un accidente grave potencial. Honestamente, yo también, pero éste no es el caso. En realidad tengo miedo de que sea él quien me está buscando, pero...lo conozco hace poco. Además, supongo que siente algo por mí, y otro punto, no puedo pasarme encerrada esperando a que algo pase, mejor sigo con mi vida normal...después de todo nadie va a creerme.

Mamá ya salió y para cuando hago lo mismo está muy ocupada realizando una encuesta de medidas de seguridad para adolescentes.

–...Y no se te ocurra traerla ni un minuto más tarde, ¿me oyes?

Ruedo los ojos con fastidio:

–Ya basta mamá.

Ella me abraza y estampa un beso en mi mejilla de forma estrepitosa.

–Sabes que te quiero cariño.

–Sí, sí ya sé...yo también, nos vemos.

Me despido ligeramente tomando el casco que Daniel me pasa, muy sonriente, demasiado sonriente.

Es una moto grande y gris, no puedo decir más porque no son mi especialidad, apenas si sé diferenciar un triciclo de una bicicleta.

Kevin la mira de reojo y con desaprobación mientras me subo:

<<Se ve peligrosa, además implica muy poco espacio entre tú y un desconocido. >>

Planeo decirle que el desconocido es mi posible relación pero sería un exceso de dureza, no quiero perderlo para siempre...como amigo.

Mientras arrancamos él se sienta como puede en el pequeño espacio restante.

<<Oye, se supone que eres un fantasma, ¿qué acaso no puedes flotar o algo?>>

Me dedica una media sonrisa, la primera desde hace como tres días:

<< ¿Me ves cara de Gasper?–hace una pausa–flotar no es lo mío, otra costumbre humana, digámoslo así. >> Se encoge de hombros.

Lanzo un bufido pero accidentalmente libero una sonrisa, supongo que no podía evitarla.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro