Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2


Lo siento.

–¿Steve?

Fue el primer nombre que pronunció al abrir los ojos. Porque parecía que su encuentro había sido un sueño, y eso era aterrador.

Se halló en una habitación de hospital, tal vez una clínica, quién sabe, cualquier cosa que haya quedado en pie.
La ventana se hallaba al lado de su cama, afuera estaba oscuro, podía verse el jardín, un jardín solitario.

–¿Capi?

Palpó su cama esperando que él estuviera allí, pero no sintió nada. No estaba allí, él no estaba allí. Se sentó, con la respiración agitada y los ojos a punto de estallar lágrimas. Entonces, un hombre ingresó a la habitación, éste lo miró con ternura.

–¿Sí, Tony?–Respondió acercándose.

El castaño se aferró de inmediato a ese hombre. Tocandolo, sintiendo que... allí estaba. Allí estaba.

Todo su mundo se había desmoronado el día anterior, pero él era, probablemente, lo único familiar en esa realidad desconocida.

–¿Estás llorando?

–No, como crees. Es solo que algunas cenizas entraron en mis ojos.–El hombre frente a él le dedicó esa mirada de «Eso no es gracioso, Tony» Tan entrañable.– No estoy llorando.

–Está bien, no lo haces.

Steve suspiró y acarició su cabeza, sus dedos eran grandes y toscos, pero se sentían bien.

Cerró los ojos, disfrutando de la tranquilidad que tenía, pero algo perturbó esa paz. Un escalofrío recorrió su cuerpo.

–... ¿Como?... ¿Como está Pepper?

El capitán se petrificó.

–¿Como está? N-no, T-Tony, yo no... No lo sé.

–Siempre fuiste fatal mintiendo. Dime qué pasó con Pepper. –Exigió ya algo exasperado.

El capitán tomó la cabeza del castaño y la abrazó contra su pecho.

–Ella ya no está aquí.–Sentenció y se sentía como si el mundo volviera desmoronarse.

–No es cierto.

–Tony.

–Estás mintiendo.

–Lo siento mucho, Tony, pero es la verdad.

–¡Estás mintiendo! ¡Dime qué estás mintiendo!–Gritó intentando safarse de los fuertes brazos del capitán, pero éste no se lo permitió. Lo apretó aún más fuerte.

–Tony, Tony, necesito que te calmes.

–¿Que me calme, Rogers? ¡¿Que me calme?!– Bramó haciendo agarre de la camisa del rubio mientras lloraba.

El Capitán no insistió con ese pedido tan ridículo. Sólo lo abrazó susurrando cosas que ya no podía oír.

Lo único que podía oír repetirse una y otra vez en su cabeza era esa frase, tan horrenda y tan real. "Ella ya no está aquí" "Ella ya no está aquí" "Ella ya no está aquí" Una y otra vez.

Ya no estaba... Y sus sueños se fueron con ella.
Su futuro se fue con ella.
Su vida se fue con ella.

Y lloró. Lloró sin el estilo Stark.
Lloró de una forma lamentable.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro