Princesa
-No me dejes Ochako... Sé que me dejaste de querer, pero al menos regresa por Eri, es tu hija...
-No puedo... Lo siento. No nací para ser madre... O al menos no ahora... Perdóname Deku...
-Pero Eri te necesitará, ¡Eres su madre!
-No... Solo necesitará dinero, estoy segura... Además no sé cómo hacer esto, no está en mí ser madre ahora, en serio perdóname Deku
-No Ochako espera....
La llamada había terminado.
~
La intrusa en la feliz y completa vida de Kyoka estaba por llegar.
Ochako le dijo a Izuku que iría a ver a Eri y sobre todo quería que ella supiera la verdad porque quería pasar al menos una tarde con ella.
Y a pesar que Izuku sabía que todo era una bomba de tiempo, la que más estaba preocupada era Kyoka.
La señora de Midoriya estaba tan aterrorizada por la reacción de su princesa, que con suerte podía dormir.
Y tanta era la preocupación que a pesar que ya las había dejado de lado muchos años, comenzó de nuevo a tomar medicinas para dormir.
Izuku quiso intervenir y sobre todo hacerle entender a su esposa que pase lo que pase, Eri jamás podría rechazarla porque con ella creció, con ella vivió y sobre todo con ella supo lo que era tener una madre.
Pero eso era imposible.
Kyoka ni siquiera sabía por dónde empezar y lo peor es que el tiempo se le agotaba y no tenía ni siquiera alguna idea de en que momento decírselo, ya que por lo general Eri siempre estaba a su lado o dando vueltas por toda la casa muy feliz de ser hija única.
*3 días para la llegada de Ochako
-Eri mi amor... Tengo que hablar contigo ¿Puedes venir un momento? - preguntó la rockera cuando veía a su hija practicando el piano
-Un segundo mamá... Estoy practicando una canción para tocarla en el cumpleaños de papá - dijo la albina muy pero muy feliz
Aquello tocó tanto a Kyoka que se tiró hacia atrás... Otra vez...
*2 días para la llegada de Ochako
-Este restaurante es uno de la competencia ¿Verdad mamá? - dijo Eri al ver lo bonito que era el salón del restaurante
-Eh... Sí... - respondió sin ideas la peli violeta
-Pensé que nos iban a tratar feo para ser sincero, pero veo que son de lo más profesionales - también metió su cuchara el rizado
-No es eso a lo que venimos cariño... - dijo la rockera con ganas de ahorcar a su esposo
-Sí sí... Eri princesa... Queremos hablar contigo... - habló Izuku mirando con temor a su hija
-Si pero antes ¿Nos tomamos unas fotos papá? Tu sabes... Para el recuerdo - dijo la albina muy alegre mientras sacaba su celular
Esto de nuevo le rompió el corazón a Kyoka y sin que su hija la vea, sujetó el brazo de su esposo y le negó con la cabeza haciéndole entender que no iba a poder hacerlo.
Izuku solo la vio y la entendió.
*1 día para la llegada de Ochako
-Kyoka, mi amor. Sé que es una conversación de la cual no querías tener ni en pintura, pero es algo que necesitamos hacer sí o sí...
-Cariño tengo miedo... No tengo ni la más mínima idea de como reaccionará Eri... - dijo la peli violeta que estaba prácticamente llorando en el pecho de su esposo
-Estoy casi seguro que ella lo entenderá mi amor... Además tu estuviste a su lado en todos los momentos en los que ella más necesitó a una mamá... Cada festividad escolar, cada día de las madres... Cada festival cultural... Incluso tocaste y cantaste en la banda de nuestra princesa por pedido suyo... Kyoka Jirou de Midoriya, tu eres su madre así no la hayas dado a luz... Tu eres quien merece y tiene el título de madre de mí, no... De nuestra princesa... Tu eres su mamá - dijo el rizado tocando levemente su mentón para que ella lo vea a los ojos
Cómo respuesta ante aquellas palabras tan hermosas de su esposo, Kyoka no pudo evitar ponerse a llorar y sobre todo a quebrarse.
De cierta manera ella lo sabía, solo que necesitaba que alguien, obviamente su esposo o sus dos mejores amigas, le hagan recordar lo buena madre que ha sido, que es y que será.
-Ya no llores ¿Si? - dijo Izuku limpiando levemente sus ojos vidriosos
-Es solo que... Siento que me gané la lotería contigo y sobre todo con nuestra princesa - dijo sonriendo aún con los ojos vidriosos
-Al contrario... Yo me saqué la lotería contigo. De hecho podría decirse que tú me salvaste... Me salvaste a mi y a Eri - dijo Izuku derramando una lágrima traicionera al recordar lo mal que la pasaba siendo un padre soltero y sobre todo sobre-pensando en lo que iba a ser de su futuro con una niña y sin su madre
-¿De qué hablas? Tu hubieras alcanzado el éxito con o sin mi ayuda... - le respondió su esposo
-No hablo del dinero... Habló de que posiblemente jamás hubiera encontrado una mujer que me acepte con una pequeña, que la quiera a tal punto que no sepa que decirle al contarle la verdad y sobre todo al tener un miedo terrible por perderla
-Ahora tu estas llorando cariño... - dijo Kyoka mientras limpiaba el rostro de su esposo
-Lo siento... Solo recordé lo buena que ha sido la vida conmigo y sobre todo lo bien que me ha ido desde que decidí unirme para siempre contigo
-Conmigo también... - le respondió la rockera
-Supongo que tendremos que hablarlo juntos esto con Eri ¿Verdad? - preguntó el rizado
-Sí... Cocinaré su comida favorita y ahí hablaremos ¿Te parece? - preguntó por último la rockera
-Es una muy buena idea
-Entonces es hora de levantarse... Hay que ducharnos que apestamos a sexo - dijo la rockera entre risas
Su esposo solo rió divertido.
~
Si bien Eri tenía por madre a Kyoka que era una gran cheff de elite entre los mejores restaurantes de Japón, su comida favorita eran unas hamburguesas caseras a base de cebolla y carne molida que Kyoka le preparaba cada vez que se lo pedía o cada vez que ella misma quería comer eso.
Kyoka se lo había hecho muchas veces, sin embargo hoy lo iba a hacer con la mejor dedicación y el amor del mundo para que al menos por su comida, su pequeña princesa sienta el amor que el tenía.
-Oh cielos... - dijo Eri cuando bajaba por la escalera y sintió el olor fuerte de su comida favorita
Kyoka solo rió cuando la escuchó.
-¡Dios santo mamá! Huele mucho mejor que las otras veces - dijo la albina a su mamá cuando entro por completo a la cocina
-Es una ocasión especial princesa... Por cierto... ¿Por qué recién te levantas señorita? Van a hacer la 1 de la tarde... - le dijo Kyoka en un tono de reclamo
-E-este... - Eri se puso nerviosa
-¿Y?... - Kyoka ya había cruzado los brazos y Eri sabía que eso era muy malo
-¿Quieres saber la verdad mamá?
-Sí... Soy toda oidos...
-Estuve hablando con Kota... La verdad está raro... O bueno yo lo noto así
-No entiendo...
-Ahora se pone muy nervioso y de colores cuando lo tomo de la mano o cuando lo abrazo... Ayer lo llame para preguntarle porque está así, pero me dijo que tiene sentimientos que no son propios de un niño y sobre todo que son sentimientos que siente que se van a desbordar si sigue a mi lado... Por eso era mejor que solo hablemos por teléfono porque si no, no va a poder controlarse
Kyoka lo entendió al instante todo.
-Oh entiendo... Pero bueno, no quiero que se repita esto Eri... Máximo tienes permiso de estar en el teléfono o la PC hasta las 11, ya lo sabes...
-Sí mamá, lo entiendo...
-Bueno... No hay que ponernos triste porque hoy es un día genial...
-¡Sí! ¡Porque hiciste hamburguesas! - dijo la albina casi saltando
-Ve a decirle a papá que baje para que te ayude a poner la mesa...
-Listo... Ahora lo hago
-Y cámbiate esa pijama que no es propio de una señorita Eri - dijo la rockera desde la cocina
-Ok ok
*Toc toc
-Yo abro... - dijo la albina
~De seguro es Momo... ~
-Si es tu tía Momo la haces pasar princesa
-Ok mamá... - dijo la albina yendo hacia la puerta
Y cuando la abrió encontró a aquella mujer tan extraña que había venido hace unos dias a ver su papá
-Oh Eri... Estás preciosa - dijo la castaña invasora
Cuando Kyoka escuchó aquella voz, el infierno se le abrió en un segundo.
Por fin me dió tiempo y pude actualizar, disculpen la demora.
Nos vemos en el siguiente capítulo.
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