"Eres el hombre con el que quiero terminar mis días... Pero no el que necesito ahora..."

A veces por muy fuerte que seas, siempre tienes una debilidad.

En el caso de Izuku Midoriya, era Ochako Uraraka, madre de su primogénita, primer y único amor desde la secundaria, chica que fue su héroe desde que lo comenzaron a intimidar en la escuela porque aún no se desarrollaba por completo, y sobre todo la chica que lo hizo pisar fondo.

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Supuestamento todo iba bien, todo era perfecto en su vida, sin embargo y sin darse cuenta poco a poco lo que fue construyendo durante todo su vida desde que conoció el amor, se estaba por romper.

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Ochako y Izuku eran la típica pareja que comenzó desde que uno supo de la existencia del otro.

Ochako cuando ingresó a la secundaria lo primero que notó fue la cabellera negra con tonos verdosos de Izuku. Ella quedó anonadada por eso. Si bien ella jamás había tenido novio o algo por el estilo, ese aspecto físico de Izuku la dejó totalmente sorprendida.

-Hola - dijo la castaña al sentarte a su lado

Izuku que estaba a su lado, dejó su lapiz en su mesa la miró y luego volteó buscando a alguien por auxilio.

-Creo que te están hablando... - le dijo Izuku a su compañera de al lado

Ochako solo rió.

-Te hablo a ti... - le dijo en una sonrisa

Desde ese preciso instante Izuku simplemente quedó totalmente anonadado por aquella sonrisa tan tierna que tenía la castaña.

-¿Y-yo?...

-Sí... Hola... Soy Uraraka Ochako... soy nueva en la ciudad y también nueva en la escuela... - dijo tan alegre y tan desbordante de alegría

-Y-yo soy Midoriya Izuku - respondió el rizado tan nervioso que había comenzado a tartamudear

Esto a Ochako le pareció de lo más precioso.

-¿Por qué estás nervioso? ¿Es porque te parezco bonita? - le coqueteó descaradamente

Izuku estaba al borde del desmayo, era demasiado afecto femenino en tan solo un instante.

-E-e-e... ¡No! Eh... ¡No, sí! - ya ni el mismo sabía que decir o como actuar

La castaña solo rió como si hubiera hecho la travesura más grande de su vida.

-L-lo lamento... - se disculpó el rizado

-No tienes porque... - le respondió al instante la chica

-Lamento si te incomodé...

-P-para nada... Eh... Soy M-Midoriya Izuku...

-Sí lo sé... Me lo acabas de decir hace unos instantes no más... - y volvió a reír la chica

Izuku solo rió nervioso.

-Creo que desde ahora seremos compañeros de clase y además vecinos... - dijo la chica

-¡S-sí!

El manojo de nervios color verde simplemente era una obra de arte para la castaña.

Ella jamás había tenido novio o algo por el estilo, ella simplemente era una chica que le gustaba comer mochi y además que jamás se consideró bonita. Pero ver a un chico tan apuesto ante sus ojos, la hizo sacar a la Ochako coqueta que no sabía que existía.

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Las semanas pasaron y conforme Ochako trataba disimuladamente que Izuku note que ella era una chica, se dio cuenta poco a poco el porqué del comportamiento tan nervioso del chico.

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Primero se dio cuenta que ella la única interesada en él, ya que notó claramente como es que sus nuevas compañeras lo ignoraban descaradamente.

Luego se dio cuenta también que el chico de cierta manera sufría un bullying tremendo por parte de otros chicos y sobre todo la burla tremenda que recibía porque era muy delgado.

-Debes comer más... ¿O acaso quieres quedarte enano?... - dijo la chica mientras ambos comían en su hora de refrigerio

-Es que no me da hambre... - le dijo el rizado que ya había superado la etapa de tartamudeo que sufría al principio de su relación amical con la castaña

-Ten prueba este mochi... Está delicioso... - dijo la chica mientras le ofrecía un poco de su comida favorita

A Izuku esto lo puso de colores.

Prácticamente su amiga le estaba dando de comer en el boca y eso ya era demasiado para él.

-Y-yo...

-Ya no seas tímido... Prueba... Yo misma lo hice con mis papás...

Y a duras penas y pudiendo evitar desmayarse, Izuku comió.

Al instante abrió muy grande sus ojos, el mochi de su amiga estaba delicioso y además que, aunque jamás tuvo una relación, sintió como si Ochako fuese su novia y le estaba dando de comer en boca como si fuesen una pareja desde hace mucho tiempo.

-Está delicioso... - dijo Izuku disfrutando del sabor exquisito en sus mejillas

-Lo ves... Además tienes que nutrirte bien... Me parece muy descortés que seas tan enclenque... ¿Qué pasa si un día salimos y alguien me falta el respeto? ¿Crees que puedas ponerlo en su lugar si de un golpe te desmayan? ¿Me dejarías sola? - preguntó la chica

Izuku al principio casi se ahoga con el mochi de Ochako porque sintió que Ochako lo estaba invitando a salir.

Pero por otro lado entendió que tenía razón.

¿Cómo podría protegerla si es que de un golpe lo quitaban de la ecuación?

Totalmente inaceptable.

Así que sin siquiera pedirle permiso metió sus palillos al plato de la castaña y se comió un pedazo de carne que había en él.

A Ochako en vez asustarse por su atrevimiento, ella simplemente se sintió orgullosa porque aunque ella no lo sabía, había cambiado la perspectiva de Izuku respecto a su físico.

-Sí... Come lo que gustes... Suelo traer mucha comida porque mi mamá cocina mucho... Así que prueba lo que gustes - le dijo la castaña sonriendo

Izuku la miró y se imaginó un escenario dónde él era el héroe que la salvaba de unos malechores.

-Gracias... - le dijo el chico algo avergonzado al darse cuenta de su atrevimiento

Ochako solo le sonrió.

-Nada que gracias... Me debes una cena... - le dijo la chica para luego agarrar sus cosas y salir del aula

Izuku la siguió con la mirada mientras ella iba a la salida.

-Te espero a las 7... Y ven de traje... De seguro te quedan bien casi todos... - le dijo la chica y salió del aula

Izuku se quedó atónito y cuando iba a abrir la boca para al menos preguntarle dónde vivía, se dio cuenta que había un papel en la mesa que estaba compartiendo con la castaña.

~Te veo a las 7 en mi casa... ~

Izuku se quedó helado al terminar de leer el papel y sobre todo se quedó pasmado al ver la dirección de la chica con quién pasaba casi todo el día.

Ya que aunque Ochako no planeó que eso pasara exactamente así. Si que había preparado ese papel con su dirección por si acaso algún día iba a necesitarlo al conseguir una cita con ese rizado hermoso de quien se había enamorado sin darse cuenta.

Continuará...

Son casi las 5 de la mañana (hora Perú) y escribo esto porque no encuentro otra forma de distraerme de todas las mierdas que me pasan.

Para empezar me siento tan solo que hasta me siento patético.

En el trabajo soy alguien con quién la gente siempre quiere conversar pero sin embargo me siento desolado.

Nunca me ha gustado la soledad y sin embargo ahora me siento más solo que nunca.

Cómo les dije en otro fic, me está yendo mal y hay momentos en que dudo de mi propia existencia...

En fin... Nos leemos en el próxima.