Mami Kyoka
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-¿Es que acaso te duele que ni siquiera haya volteado a verte?... ¿O es que tú ego aún no acepta que la persona que más has jodido en estos meses es quien te haya quitado a tu nueva presa?
Ochako no podía evitarlo. Ella era una chica fuerte y así molesten de por vida a su novio porque su mujer lo defendió de unos matones, ella lo iba a hacer.
-Ramera... ¡Jamás me interesé en tí! - respondió Bakugo, el compañero y bullying de Izuku durante casi toda su vida
-¿Acaso crees que soy ciega?... ¿Crees que no veo como me desnudas con la mirada? Esta va a ser la última vez que te metes con Izuku... Porque para la próxima que trates al menos de respirar cerca de él, voy a a decirle a todo el mundo que has querido aprovecharte de mí... A mis padres, a los profesores, a los otros salones... ¡A todos! Así que desde ahora te quiero ver lejos de nosotros ¿Me escuchaste pedazos de basura? - el odio y la furia que salian de los ojos de la castaña eran increíbles
El ceniza solo la vio y aunque el jamás lo iba a admitir, tuvo un poco de miedo.
Así que solo gruñó y se fue.
Ochako luego de haber estado en su estado más salvaje, simplemente se puso a llorar.
Tenía rabia, y sobre todo tenía ira al saber del estado de su novio.
Sentía ira de si misma. Maldijo muchas veces el porqué faltó a la escuela el día de ayer. Día en el que la banda de Bakugo aprovechó que ella no estaba y en clase de gimnasia lo golpearon hasta más no poder en un descuido del profesor.
-Mierda... - dijo sujetando su pecho derramando lágrimas a más no poder
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-Oye mi amor... ¿También estás pensando en ella no? - dijo Kyoka algo cabizbaja
Izuku miró a su esposa y supo que su hija sin querer había tocado un tema delicado que hizo flaquear al amor de su vida.
-No...
-No mientas... Es normal... Ella es la mamá de Eri... - dijo Kyoka con un sentimiento súper extraño que sentía en el estómago
-¡No! ¡Tú eres la mamá de Eri! Ella es tu hija Kyoka... No quiero volver a oír eso - dijo Izuku algo enfadado
-Amor... Sabes que no es así... Yo solo soy su mamá de respuesto... Tu sabes... Eri no es mi hija... Ella es hija de otra mujer... Ella ni debería decirme mamá... - Kyoka no pudo evitarlo y se echó a llorar
Izuku se sorprendió al ver a su esposa de esa manera.
El la amaba y de eso no había duda.
Sin embargo él tenía un pasado. Pasado que el quisiese que nunca hubiese existido. Pasado que lo hizo sentirse miserable. Pasado que por un instante creyó que iba a ser perfecto, pero lamentablemente no fué así.
No es que renegaba de su hija, pero cada vez que lo recordaba se sentía un completo idiota.
-Por favor no digas esas cosas... Kyoka... Tu eres mi vida entera... Y estoy seguro que para Eri eres igual... Te amamos de sobremanera... Eres Mami Kyoka...
Kyoka abrió muy grandes los ojos al escucharlo decir esas palabras.
-La que cocina sus espaguetis tan perfectos que tenemos que cocinar una olla completa porque no nos damos gusto con un solo plato... La que es tan loca de la limpieza que sabe que algo está sucio sin siquiera verlo u olerlo... La que tiene tiempo para el trabajo y también para ser la presidenta del comité de la escuela de Eri... La mami Kyoka que se viste tan genial que incluso voltea miradas de chicos de secundaria... La mami Kyoka que tiene un trabajo tan genial que Eri lo presume con todo el mundo... La mami Kyoka que me hace el amor tan delicioso que al día siguiente ni siquiera quiero ir a trabajar... Y por supuesto eres la mami Kyoka que Eri y yo amamos con toda nuestra alma...
Los ojos vidriosos de Kyoka eran posiblemente el mejor paisaje del mundo para Izuku.
Ella era la mujer de su vida, la que tenía que acompañarlo hasta su último aliento, la que él estaba seguro que podía recibir una bala de ser necesaria por él o por su hija
-No vuelvas a pensar que Eri no debe de decirte mamá... - Izuku acarició su rostro y la abrazó
Kyoka sollozó unos instantes en el cuello de su esposo por lo mal que se sentía.
Siempre cargaba con el peso de no ser la madre biologíca de Eri y aunque ella no lo aceptaba, eso siempre la ponía de malas cuando lo recordaba.
-T-te amo... También amo a nuestra hija - dijo Kyoka en medio de su llanto
-Lo sé... Y Eri también lo sabe... Nosotros también te amamos Kyoka... Eres nuestro mundo entero...
Y la besó.
Izuku ya no tenía palabras para demostrar todo lo que sentía por su esposa. Ella estaba totalmente dentro de él y de sus sentimientos.
Y por nada del mundo eso podía cambiar.
-¿V-vamos de compras hoy? - preguntó la peli violeta
-¿Otra vez quieres comprar 6 vestidos que vas a guardar en tu armario y en su lugar vas a usar tus pantalones negros o tus minifaldas de siempre?
Kyoka lo golpeó en el pecho.
-¡Silencio idiota!...
Izuku rió divertido.
-Esta vez no quiero comprar nada para mí... Bueno... He visto unas botas hermosas que se que quedarían perfectas con mi vestido negro... Y también hay que comprarle ropa a Eri... Ya está más señorita último la he visto mirando páginas de ropa en su laptop... Además que tú también debes comprar ropa... Tu armario está muy pobre y no puedes andar de traje todo el día... Sé que debes usar trajes en tu trabajo pero amor... ¿En casa con traje? ¿Quien eres? ¿Barney Stinson? - dijo por último la chica increpando a su esposo
-Ok ok... Iremos de compras entonces...
Kyoka sonrió al saber que iba a ser un día de chicas junto con su hija y que aunque a Izuku no le gustaba la idea, también iba a disfrutar pasar el día con ambas.
Continuará...
Nos leemos en la próxima.
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