~Y así como apareciste en mi vida, también partiste... ~

Pensó el rizado al ver a su amada castaña partiendo hacia su nueva vida en Tokio llevándose su corazón con ella.

~

-¿Disculpe? ¿Escuché bien? - dijo Eri muy pero muy confundida

-Residencia Midoriya ¿Verdad? - preguntó la mujer delante de ella mirando su teléfono y al mismo tiempo la dirección que se encontraba encima de la puerta principal

-Sí...

-Eres Eri Midoriya ¿Cierto?...

-Sí...

-Esto es estúpido... Eri-chan... ¿No te parezco familiar?... - preguntó Ochako perdiendo un poco la paciencia

-La verdad es que no... Tal vez se equivocó de casa... Porque todo el mundo dice que soy igual a mi mamá - dijo la albina algo avergonzada

-Eri... Ya regresa para jugar... - dijo Kota del otro lado de la puerta

-Ya voy... - le respondió Eri

-¿Tu mamá?... Pero...

-Sí... Creo que se está equivocando señora... Mire... Justo ahí viene mi mamá - dijo Eri viendo como es que su mamá llegaba en su motocicleta

Ochako volteó al instante y vio llegar a una mujer muy elegante y sobre todo muy hermosa.

-¿Ella es tu mamá? - preguntó la castaña a la niña

-Sí. Ella es mi mamá... ¡Mamá! ¡Mamá!... - comenzó a llamar la albina a la oji violeta

Kyoka vio la situación a lo lejos y sacándose completamente el casco vio a una mujer en su puerta e intuyó que de seguro era una vendedora.

Cuando por fin se acercó y Eri saltó a sus brazos muy alegre, pudo observar a la mujer de pies a cabeza y le entró un miedo asquerosamente horrible que la invadió totalmente.

-Mira mamá... Esta señora se confundió de casa, tal vez está buscando a nuestros vecinos porque dijo que era mi mamá... - dijo Eri de lo más tranquila asustando muchísimo más a Kyoka

Kyoka abrió muy grande los ojos y entendió a la perfección quien era esa mujer parada en su puerta.

El parecido con su hija era exageradamente notorio.

Desde sus pómulos hasta sus ojos, la forma de su rostro e incluso Eri tenía casi el mismo sonrojo natural de la mujer en sus mejillas.

-Buenas tardes... - dijo Ochako haciendo una pequeña reverencia

Kyoka ni siquiera sabía que responder.

Entro en pánico y se maldijo a si misma por no haber pasado por su esposo cuando se estaba regresando del trabajo.

-Buenas tardes... ¿A quién busca? - preguntó haciéndose la inentendida

-Buenas tardes, soy Uraraka Ochako y estoy buscando a Midoriya Izuku - respondió la castaña sujetando su bolso

Al escuchar su nombre miles de pensamientos se le vinieron a la mente.

Pero sobre todo confirmó que era la mujer quien ya sabía que era.

Era una mujer muy hermosa ante los ojos de Kyoka y ahí entendió al instante porqué es que Eri había salido así de guapa.

-Oh mi esposo... E-el no se encuentra ahora... - dijo algo nerviosa

-¿Usted es su esposa? - preguntó la castaña de forma tajante

Kyoka por primera vez en su vida se sintió intimidada.

Siempre se sintió con la confianza de poder hacer lo que ella quisiese y además que desde que era niña siempre supo que era en extremo hermosa. Sin embargo por primera vez vio a alguien igual o tal vez más hermosa que ella, además que no solo era eso. Si no que era la mamá biológica de su hija y además era la ex de su esposo que estaba delante de ella.

-S-sí... Soy Midoriya Kyoka... Es un placer - respondió la rockera

-¿Usted es amiga de mi papá? - preguntó Eri algo confundida

Ochako al escucharla solo sonrió.

-Algo así pequeña... Yo soy una antigua amiga y ex compañera de escuela de tu papá... - dijo Ochako sujetando y acariciando levemente la mejilla de Eri

En ese preciso instante Kyoka entendió que Dios le había regalado el don del auto control.

Porque si bien por fuera parecía que estaba parada y ya. Por dentro estaba que se moría por golpear a la mujer que estaba acariciando la mejilla de su razón de ser.

-¿A si?... Es raro... Papá nunca ha hablado de usted... - dijo Eri inocentemente

Ochako palideció ante esa respuesta.

-¿No?... Bueno que se le va a hacer... Izuku siempre ha sido así de despistado... - dijo Ochako sonriendo

Kyoka de verdad estaba por cometer una locura.

-Bueno supongo que volveré otro día... Nos vemos Eri-chan... Vendré otro día para jugar contigo y hablar con tu papá... - dijo la castaña de manera desafiante mirando hacia Kyoka

Kyoka en ese preciso instante entendió que era lo que se avecinaba.

Un fantasma del pasado de su esposo había aparecido y sin siquiera declararlo, estaba poniendo en peligro su vida tan hermosa que tenía junto con su familia.

-Nos vemos Uraraka-san... - dijo la albina haciendo un gesto de despedida con sus manos

-Hasta luego Midoriya-san... - dijo Ochako a Kyoka abriendo la puerta de su auto apretando un botón de su llavero

-N-nos vemos Uraraka-san... - dijo la peli violeta con la voz asustada

Ochako se subió a su auto y se fue de forma muy rápida.

-¿Pasa algo mamá?... Te ves... No sé... ¿Con miedo? - preguntó Eri al ver a su mamá en ese estado

-No mi amor descuida... Solo que tengo mucho papeleo que hacer... Tu sabes... Los restaurantes son exigentes en estás épocas del año... - se escusó la peli violeta

-Oh... ¿Mañana me llevas donde el restaurante que está cerca del metro? Ahí está mi tía YaoMomo y quisiera que me prepare tempura... - dijo la albina muy alegre

-¡Sí! Mañana estaremos todo el día juntas mi amor - dijo Kyoka como si estuviera asustada

-¡Sí! - celebró Eri

Kyoka la bajó y Eri corrió de nuevo hacia su sala donde ya estaba Kota jugando en un ordenador.

Kyoka vio eso y aprovechó que los niños estaban ocupados para sacar su celular.

Primero mando un mensaje de auxilio a la única persona que le tenía toda la confianza del mundo además de su esposo.

~Volvió YaoMomo... La mamá de Eri-chan volvió... ~

Y después de mandar ese mensaje a su mejor amiga de toda la vida, le marcó a su esposo.

Ni siquiera llegó a la segunda timbrada e Izuku ya había contestado.

~Mi amor por favor prepara espaguetis... Hoy ví una propaganda de unos en salsa roja y estoy antojado de eso...

Kyoka sonrió levemente por el execelente humor que tenía su esposo, pero al instante la sonrisa se le desapareció.

~Izuku...

~Dime mi amor...

~Ella regresó... La mamá de Eri regresó...

Izuku al escuchar esas palabras casi suelta el móvil.

~¿C-cómo que regresó?

~Estuvo acá hace unos instantes y habló con Eri...

Si bien Izuku tuvo un día perfecto porque en el trabajo le habían aprobado el proyecto para un nuevo edificio, todo se vino abajo al escuchar lo que su esposa le dijo.

~Voy para allá...

Y al instante Izuku colgó.

Continuará...

Luego de este cap, todo cambiará...

Nos leemos en la próxima.