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Solo un beso




—<<¡Solo un beso y serás mío!>>— pensaba el kriptoniano, caminando por los pasillos de la Atalaya alegremente.

Clark Kent/ Superman, había descubierto ya hace tiempo algo espectacular, tenía sentimientos por una persona en especial. Se sentía lleno de felicidad. Ya habían pasado más de tres años de su encantamiento hacia él, simplemente un loco enamorado, y ni siquiera eran novios.

Desde el día que se enteró de sus sentimientos, ese mismo día se prometió y juro que lo enamoraría, lo haría suyo. Sería una meta un poco difícil, pero no le importaba, para llegar a un final feliz hay que cruzar los obstáculos primero, ¿no?

Hacía de todo para llamar su atención, lo atendía, lo molestaba, lo cortejaba, iba a misiones con él, hasta lo llegó a seguir. Siendo descubierto por el murciélago, obviamente, llevándose una tremenda golpiza.

Y ni hablar de los celos...

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Flashback

Habían finalizado una importante misión, tanto, que habían necesitado ayuda de todos los integrantes de la Liga, pero por suerte, salieron victoriosos.

Cómo andaban de buenas, Arthur, los invito a un bar cerca de donde vivía su padre. Todos habían aceptado  sin protestar, ya que no tenían nada pendiente, excepto por Bruce.

Aunque al principio se negaba rotundamente, Clark no paro de acosarlo hasta que por fin acepto.

Ya estaban todos juntos, entraron a un bar bastante recurrente y rústico, típico para motociclistas y personas locales. Tomaron asiento en una mesa redonda y el Atlanteano se levantó para ir a ordenar a la barra. A los minutos, ya traía consigo más de cinco jarras repletas de cerveza bien fría. Algo que Bruce no salía beber para nada.

Mientras iba sirviendo, Arthur noto la mueca del millonario —Hey, amigo— lo llamó —Deja los lujos y disfruta de la buena bebida.

—No, gracias— negó rápidamente, mientras veía a sus otro compañeros beber alegres.

—Vamos, hermano— le pasó una jarra —No sabrás que tan deliciosa es si no la pruebas.

—No me da por probar— volvió a negar.

—Oh, no puede ser— fingió Oliver —Nuestro temible caballero de la oscuridad tiene miedo de probar un poco de cerveza barata.

—Hijo de..— tomó el jarrón fastidiado y bebió de el —¿Contentos?

—¡Eso es!— aplaudió Flash —¡Demuestra quien manda!

La mesa, además de ruidosa, llamaba la atención por sus integrantes. Todas las miradas iban dedicadas al grupo, en especial a Bruce. El resaltaba más de todos ellos, pues el traje con el que andaba no se le veía a cualquiera, en especial en ese tipo de lugar, sin mencionar lo guapo y elegante de su persona.

—¡Wow!— exclamó Queen —Esa ya es la tercera— rio, palmeando la espalda del rey del océano mientras se terminada de empinar la bebida.

—¡Exquisita!— dijo alegre, elevando la jarra totalmente vacía.

—Chicos— los llamo Diana —Miren como los quedan viendo— susurro la amazona, señalando disimuladamente a un grupo de chicas.

—Es por mi— alardeó Hal, sintiendo la intimidante miraba del rubio.

—Iré a hablarles— Oliver se paró y se dirigió al grupo.

—No puede ser— Allen trataba de no reír.

Todos se concentraron en ver a Green Arrow hacer sus "movimientos de seducción" hacia las damas. Pero no pasaron más de cinco minutos, cuando vieron como recibía una tremenda cachetada por parte de una de ellas. Adolorido, regresó hacia donde sus compañeros que estaban al borde de las carcajadas.

—¿Que?— preguntó mosqueado, pues ya se había puesto de mal humor.

—No paso mucho tiempo cuando ya recibiste un golpe— rio Arthur.

—Nuevo récord— anotó Barry.

—Patético— agregó Bruce.

Eso si le molesto a Queen, que fastidiado decidió retarle —¿Patético?— recalcó —Entonces ve tu.

—Como quieras— dijo. Se levantó de su puesto y se dirigió hacia las chicas.

—B-Bruce...— murmuró Clark, que estaba un poco inquieto por la situación.

Y cómo era de esperase, la chicas al poco tiempo empezaron a reír y sonrojarse por el millonario. Este, solo les daba miradas coquetas y risas un poco falsas.

La paciencia y calma de Clark se fue por el caño cuando vio como Bruce tomaba la mano de una de las mujeres y le besaba -la mano-. Como un caballero. Sus celos se elevaron tanto que; la jarra que tenía en su mano se hizo pedacitos debido a su fuerza.

—Hey, ¿Que pasa?— preguntó Hal, que al igual que sus compañeros, vieron el "accidente" un poco preocupados.

—Nada.— respondió fríamente, sin apartar la vista hacia Bruce —Todo. Esta. Bien.

—¿No sienten cómo que la mesa está temblando?— preguntó Flash.

Y si, Clark golpeaba "levemente" la mesa con su dedo índice, como claro signo de desesperación e impaciencia. Y debido a la fuerza de Clark, pues al no percatarse no la puede controlar, y pues esto hacia mover la mesa.

—Yo también voy— de levantó de golpe de su puesto y, muy decidido, se dirigió al grupo.

—Esto será un desastre— Diana masajeo su cabello.

—Traeré más cerveza— aviso Arthur.

Clark se cada vez más hacia su punto objetivo, al principio el enojo y celos lo cegaron tanto que no habían pensado en que haría o que diría al llegar al grupo. Pero eso tampoco le preocupo, siguió con paso firme y penetrante mirada. Al por fin llegar, robo la atención de ellas y la de el.

—Hola— fingió una adorable sonrisa, que cautivó a las damas. Con un poco de fuerza, tomó a Bruce del hombro.

—¿Que diablos te pasa?— enojado le susurro.

—H-Hola— saludó una mujer de pelo castaño.

—Me llamó Katrina— dijo una de pelo rubio, alta y ojos café. Bastante maquillada y con falda y camisa corta, resaltando bastante su moldeada figura.

—Yo, Erika— dijo de igual forma una de pelo teñido azulino, ojos verdes y largas pestañas. Sin mucho maquillaje y un vestido corto color gris.

Y así, cada una de ellas se fue presentando a la nueva figura masculina que las acompañaba.

—Es un placer conocer a tan hermosas señoritas— les devolvió el saludo, haciendo sonrojar a todas ellas.

—Suéltame— le volvió a susurrar.

—¿De que hablaban?— preguntó, ignorando al millonario.

—Tratamos de conocer mejor a este hombre— contestó Katrina —Es candente.

Mucha honestidad.

Rio falsamente —Claro que lo es— trataba de mantener la compostura.

—Pero dinos tu nombre— dijo una de ellas bastante coqueta.

—Clark— respondió.

—Un placer, Clark— dijo Erika, posicionándose de forma en que se le resaltará el pecho.

Bruce ya estaba muy enojado con la situación, aunque se mantuviera al margen y sin expresión, en su mente divagaban muchas emociones. Frustrado de la situación, decidió interponerse.

—¿Tienes número de teléfono?— preguntó una de ellas al millonario, recibiendo una mirada de odio por parte del periodista.

—Lo lamentó, damas— se disculpó —Pero mi amigo..— dijo fuertemente, apretando los dientes —, y yo necesitamos hablar.

Tomó a Clark del brazo y lo jalo lejos de ahí.
Pasaron de lejos la mesa y se fueron a la salida a discutir.

—¿Que crees que estabas haciendo?— preguntó  Bruce enojado pero sin exaltarse.

—¿Que estaba haciendo yo?— preguntó con ironía —¡Que hacías tu!— reclamo —Dándoles besos y riéndote con ellas como si las conocieras.

—Eso a ti no te concierna— lo interrumpió —Lo que yo haga o no, no debería importarte. Cuando llegaste, esas mujeres también te coquetearon— dijo molesto.

—¿Que?

Bruce se dio cuenta de sus palabras —Mejor me voy, tengo cosas que hacer mañana temprano— se excusó, dirigiéndose a su auto.

—Espera..

—Nos vemos, Kent— subió de nuevo el vidrio de su auto y arrancó.

Sus colegas salieron del bar, todos en grupo. Llegaron donde estaba parado el kriptoniano,
aún viendo el camino donde se había ido el millonario.

—Debes controlar esos celos, Sup.— dijo Arthur, dándole pequeños golpes en el hombro.

—Creo que se puso celoso...— dijo ilusionado.

—Estoy segura de que solo lo dijo porque estaba enojado.

—¡Si le importo!— dijo alegre y un poco sonrojado.

—Ay, Clark..— dijo Diana, negando con la cabeza mientras reía.

Fin del flashback
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Y eso no era de una vez, ya había pasado varias veces que el súper hombre no había podido controlar los celos. Haciendo enojar muchas veces a Bruce.

Pero un día su mente se iluminó, debía ir poco a poco. ¿Y que mejor que un beso? No cualquiera diría que es la mejor forma, pero tal vez funcione. Solo sería un beso, ¡uno pequeño!

Pobre e inocente Clark Kent.

Y así a pasado un año planeando como siquiera robarle un beso a su enamorado, tan solo uno cortito.

—¡Batman!— lo llamó alegre al momento de entrar a la sala de reuniones.

—Es Aquaman— respondió Arthur recostado en su asiento.

—¿Y Batman?— preguntó por su amado.

—Se fue hace rato, dijo que tenía algo que hacer en Gótica— le respondió, pero esta vez casi bostezando.

—Oh, entonces iré— dio la vuelta hacia la salida.

—¡Te puedes, Romeo!— le apoyo el Atlanteano.

Todos los integrantes de la liga estaban más que conscientes de los sentimientos del kriptoniano hacia el Playboy, no es como si los escondiera. Y todos trataban de ayudar a Clark a conquistar al malhumorado de los Wayne, tal vez con alguien cómo el alienígena a su lado se suavizaba un poco.

Superman iba volando hacia la ciudad funebre el cual estaba bajo el cuidado de su amado, estaba dispuesto a robarle un beso. Si o si.
Iba a mitad de camino cuando lo vio, ahí, parado entre las sombras, con un semblante serio, único de Batman. Tuvo un escalofrío en todo el cuerpo, haciéndolo erizar de nervios. Para el, exquisita sensación la que el millonario le causaba en sus sentidos.

—<<Tan hermoso como siempre>>— pensaba al verlo de muy, pero muy lejos. Esta vez iba sin rosas, aunque no le agradaba mucho la idea de ir a verlo sin nada romántico, sabía que al murciélago no le agradaba.

¿Por qué? Bueno, lo aprendió a la mala.

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Flashback

Clark iba con un gran ramo de rosas, podía verse muy cliché, pero lo que importaba era el gesto y el amor con la que se daban. Tan contento e ilusionado que no pensó si al murciélago le iba a agradar que llegara de sorpresa con rosas.

Llegó a la cueva secreta del murciélago, entrando por uno de los pasadizos que solo el conocía, y no era que el héroe de Gótica se lo había mostrado, Superman lo había descubierto en una de las tantas veces que visitaba sin consentimiento al mayor.

Llegó sigilosamente, tal vez el dueño de aquella cueva ya se habría dado cuenta de su presencia e intenciones, pero daba igual. El le daría las rosas. Al llegar a la computadora principal, ahí estaba, concentrado en sus asuntos, sin prestar atención a nada más que la pantalla frente a él. Se acercó levitando lentamente, con el ramo atrás de su espalda y una radiante sonrisa. Quería sorprenderlo.

—¿Que haces aquí?— preguntó con voz gruesa el mayor. Cómo era de esperarse, ya se había dado cuenta de la presencia del alienígena.

Rio un poco nervioso.—Vine a visitarte— respondió.

—No tienes que venir— le dijo fríamente.

—Pero quería hacerlo— respondió más seguro, acercándose un poco más a él.

—¿Y que es lo que traes ahí?— le preguntó, dándose vuelta para ver a su nuevo visitante indeseado.

—¿Eh?— expresó dudoso —¡Oh!— exclamó al recordar de que estaba hablando. Se acercó con su súper velocidad, quedando cara a cara, uno sin cambiar su expresión y el otro con una amplia sonrisa.

—¿Que...?— no pudo preguntar porque fue interrumpido por un ramo de rosas. Dudoso las tomó con cuidado y miró al superhombre sin entender.

—Son para ti— le dijo sonriente y un poco sonrojado.

—...—

—¿No te gustan?— pregunto, borrando su sonrisa al ver que no respondía.

—No.— respondió de inmediato.

—¡¿Eh?!— se sorprendió de lo frío que había sido el mayor, aunque ya estaba acostumbrado no esperaba eso. —P-Pero...

—Pero nada, tengo que trabajar— dijo seriamente, volviendo a darle la espalda al periodista. Este solo suspiro, tenía que admitirlo; le había dolido.

—Está bien. Nos vemos— se despidió y se fue.

Al estar solo en la cueva, miro de nuevo el ramo de rosas recién dadas. No podía negarlo, eran lindas. En ese momento, Alfred entro al lugar.

—¿Y ese ramo?

—No es nada. Ponlas en agua— respondió sin despegar su vista del aparato.

—Como ordene— asintió un poco sonriente, pues ya sabía quien las había traído.

Fin del Flashback

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Clark bufo al recordar ese día, después de eso estuvo los días siguientes tratando de recapacitar sus acciones y hasta pensó en rendirse con Bruce.

Pero no. ¿De que serviría estar tan perdidamente enamorado de él por más de tres años para deprimirse por uno de los tantos rechazos del murciélago? Así es el y así le encanta. Suena un poco masoquista pero el amor duele.

Volvió a avanzar, no estaría tan nervioso si no fuera porque le robaria un beso, pero había decidido que hoy probaría esos carnosos labios.
Pensaba en todas las posibilidades que habrían si lo hacía, tal vez le correspondería o es más probable que lo asesine, así que mejor le convenció de la primera opción. Después tendría tiempo para pensar.

Tan perdido estaba que no se dio cuenta cuando ya estaba frente al enmascarado, lo tenía ahí. A pesar de tener medio rostro cubierto, se podía notar la seriedad de su rostro. Poniendo más nervioso al kriptoniano.

—¿Y?— rompió el silencio —¿Que haces aquí?

—V-Vine a ayudarte— dijo la primera excusa que se le cruzó por la mente.

—No es necesario, solo estoy patrullando— respondió caminando hacia otro lado. Rápidamente Clark siguió su paso, levitando, cerca del lado derecho del príncipe de Gótica.

—Y...— alargó la letra —¿Como has estado?

—Bien.

—¿Como va la ciudad?

—Igual de bien.

—¿Las empresas?

—Muy bien.

—¿Y...?

—¿Solo has venido a hacer preguntas estupidas?— Clark negó rápidamente —¿Entonces?

—Yo..— pensó un poco.

—Habla.

—Quiero pedirte una cosa.

—¿Que quieres?

—Un auto— confesó sonriente.

—Denegado.

Rio un poco —Es broma, solo quiero molestarte.

—Pues lo estás logrando a la perfección— dijo serio, sin parar de caminar.

Clark lo seguía sin preocupaciones, hoy le iba a dar un beso, y así conseguiría que aunque sea, Bruce considerase sus sentimientos, aunque no es que se le haya confesado. Iba a hablarle, cuando sus comunicadores sonaron, llamando a ambos héroes por una emergencia.

—Me voy— hablo el millonario.

—¡Espera!— lo detuvo tomando su hombro —Vamos juntos— dijo sonriente.

—Como quieras.

Al llegar a la Atalaya fueron recibidos por sus compañeros, que los estaban esperando.

—¿Cual es la emergencia?— preguntó Batman mientras llegaba a su sitio.

—Tenemos información e imágenes que nos indican tráfico de armas y personas en la zona sur de Rusia— Martian dio la información lo más rápido posible.

—¿Estas seguro sobre eso?— preguntó el héroe de Gótica.

—Si. Ya tenemos las coordenadas de la zona exacta donde planean realizar el contrabando. Tenemos sospechas de que sean financiados por una importante compañía.

—Siempre es lo mismo— dijo frustrado Green Arrow —¿Y si se lo dejamos a la policía?

—No. Solo es una hipótesis, y aunque no sea así, hay que intervenir en esto ya— hablo serio uno de los fundadores principales de la liga —¿Cuando se realizará?

—Hoy mismo— habló la amazona —Quisieron engañar a la CIA que sería dentro de una semana, pero tenemos una fuente confiable que nos ha informado que será hoy.

—Bien. Vámonos— dio la orden y salió de la sala.

Por suerte llegaron a tiempo, antes de que el barco zarpara con los retenes dentro y las armas ilegales. Detuvieron a los criminales y descubrieron a la supuesta empresa involucrada en el acto.

—Y listo— dijo Diana al liberar a la última persona —Fue sencillo.

—Para nosotros— alardeó Oliver.

—¿Y tu que hiciste?— dijo Arthur —Yo fui quien detuvo el barco, mientras que tú estabas parado.

Mientras que estos discutían, dos de sus compañeros estaban revisando el perímetro.

—Lo logramos— dijo Superman tratando de hacer tema de conversación.

—Si.

—Y... sobre lo que estábamos hablando en Gótica..

Bruce siguió caminando —¿De que trata?

—Bueno...¿ya te he dicho que cada día me gustas más?

—¿Que?

—¡Nada! Nada..— desvió la mirada, tomó aire y lo siguió —Hoy ayude bastante, ¿sabes?

—Me di cuenta.

—Si...— pensó antes de hablar —Merezco algo, ¿no crees?— pero no lo pensó tan bien.

Bruce siguió revisando pero sin dejar de prestarle atención.

—¿Ahora quieres el auto?

—¡No!— negó —E-Eso era broma..— rió nervioso.

—¿Entonces?

Tomó algo de valor. Mientras levitaba dio vuelta a su cuerpo quedando de cabeza, enrollo sus piernas y las entrelazó entre sí, como si estuviera meditando.

—Yo... agh— respiro profundo —Hace tiempo he querido preguntarte, digo pedirte, no... preguntarte...— divulgaba palabras mientras trataba de explicar.

—¿Cual es tu punto?— preguntó fastidiado el millonario al no entender las palabras del súper hombre.

Bruce paro su caminar y se cruzó de brazos. Con una seria mirada, miro al lado, donde el kriptoniano estaba levitando muy cerca de el. 

—¿Que tal un beso?— pidió, señalando con su dedo sus labios, listos para ser besados.

—¿Que? No.

—Solo un besito, ¿si?

—No.

—Uno cortito— rogó.

—Que no— volvió a negar.

—¡Entonces sal conmigo!— sugirió confiado.

—¿Q-Que?— preguntó un poco nervioso, eso si lo había tomado por sorpresa —¿Te das cuenta que así no va el orden de las cosas?

—Mmm...Tienes razón— dijo pensativo —Entonces una cita primero— dio la solución.

—...— quedó pensativo.

—Por favor— pidió —Enserio quiero salir contigo.... desde hace años.

—¿Años?

Clark asintió seguidamente.

Tan solo suspiro —Esta bien.

—¡¿En serio?!— preguntó alegre —¿Y el beso?

—¿Sigues con eso?

—Por favor...— dijo sin cambiar su posición anterior, pidiendo de la misma forma el beso.

—...no...

—Solo un...— no pudo completar la frase, ya que sus mejillas fueron tomadas por dos manos y su rostro jalado hacia enfrente, hasta pegar sus labios con los ajenos, formulando un beso. Ambos corazones latían con fuerza y rapidez, sentían la calidez del otro a través del beso, sin importar la falta de oxígeno pues su intensión no era separarse.

Al principio se sorprendió, su rostro se tornó de un rojo carmesí y sus ojos zafiros se iluminaron. Sin dudarlo más, correspondió el beso, dándose vuelta para sostener a su enamorado de la cintura.

Al separar sus labios, se quedaron viendo fijamente a los ojos, como si pidieran más del otro. Pero Batman volvió a su postura.

—Me tengo que ir— se despidió del alienígena y comenzó a caminar, pero tan solo dio dos pasos cuando fue detenido del brazo por el contrario.

—Espera— lo detuvo —¿Cuando es nuestra cita?— jamás pasaría por alto esa parte.

—Pensé que no recordarías— dijo bufón —Viernes, 6 p.m.

—Iré por ti— agregó ilusionado.

—No llegues tarde— volvió a darle la espalda para seguir caminando —Te estaré esperando— dijo ya sabiendo que el súper hombre lo escucharía.

—¡Llegaré una hora antes!— le gritó. Al hacerlo, pudo escuchar una pequeña risa por parte del millonario.

Al ver que Batman estaba lo suficientemente lejos, no pudo contener más su felicidad y emoción.

—¡Tengo una cita con Bruce!— salto de alegría —¡Si!

—¡Lo conseguiste!— se escuchó detrás de él. Era Hal Jordan. Seguido de todos sus compañeros heroicos que habían visto y escuchado todo.

—¡Siii!— dijo alegre —¡Saldré con el! ¡Al fin!

—¡Woow!— celebró de igual forma Barry.

—¡A beber!— dijo Arthur igual de emocionado.

—Ya que estamos— dijo alegre Superman.

—También vimos cómo se dieron ese beso— se burló Oliver —Eeeh, picarón— dijo dándole leves toques con el codo.

—¡Así es como se hace en la madre Rusia!— rió Arthur, dando un abrazo por el cuello al súper hombre mientras caminaban para rise del lugar e ir a celebrar.

Mientras tanto, Bruce pudo escuchar toda la celebración, ya que se había quedado detrás de una pared. No pudo evitar reír mientras se mordía el labio inferior al recordar el beso de hace unos momentos, con un pequeño sonrojo.

—Viernes...— dijo para sí mismo. Rió —Al fin tuvo el valor.


/Viernes/

El timbre del comunicador que conectaba al portón principal de la mansión Wayne sonó, dando a entender que alguien los había ido a visitar. El mayordomo atendió el llamado.

—Mansión Wayne, ¿con quien tengo el honor?— hablo cordialmente.

Amm.. si, busco a Bruce, digo al Señor Wayne, amm..— hablo con nerviosismo —Tengo una cita con el hoy y...¡Soy Clark!, Clark Kent...— hablo más bajito.

Pennyworth pudo ver por el pequeño televisor del aparato a aquel gran hombre que cargaba un ramo de flores de todo tipo. Ya sabía de quien se trataba.

—Señor Kent, lo estábamos esperando— dijo sonriente —Pase, por favor— abrió el portón.

—Señor— Alfred toco con suavidad la puerta de la habitación de su amo —Ya está aquí— aviso.

Bruce abrió la puerta y sonriente respondió —Lo se.

Alfred volvió a la puerta principal para recibir al invitado. Le abrió la puerta y lo invito a pasar. Clark quedo asombrado con la belleza de la mansión, pues el solo había estado en la cueva y no arriba, como invitado.

—Bienvenido— Alfred hizo una reverencia —Un placer, Señor Kent— saludo.

—El placer es mío, señor...— no pudo terminar el saludo ya que no sabía muy bien el nombre del mayordomo.

—Pennyworth, Alfred Pennyworth— completo la frase —Solo esperé unos momentos, señor Kent. El amo Bruce bajará pronto.

—Solo dime Clark— dijo con una sonrisa.

—Como desee, señor Clark.

—No, solo Cla-...— iba a reclamar, pero toda su atención fue robada por una figura que bajaba de las escaleras.

—Hola— saludó coqueto el multimillonario.

—H-Hola— saludó nervioso. Cuando al fin estuvieron cara a cara, Clark le mostró el ramo. —S-Se que no te gustan, p-pero..— si que estaba delirando.

—Calla— puso su dedo en los labios del súper hombre para que guardara silencio. Tomó el ramo y habló —Son hermosas.

—Pero tú dijiste que..

—Ya no importa lo que dije— pues ya sabían los sentimientos de ambos, ¿para que seguirlo ocultando? —Alfred...

—Las pongo en agua y las dejo en su oficina, como la última vez— completo el mayordomo, con intención a que el kriptoniano escuchara.

—Espera...¿entonces...?

—Ya vámonos— dejó las flores en manos del mayor y dio una mirada rápida de; "¡Cállate!", recibiendo una risa por parte del otro.

—Amm... no tengo auto, así que...— abrió ambos brazos, como si estuviese esperando a recibir algo.

—Ahora si necesitas el auto.

—Lo único que necesito de ti, es tu amor— le dijo amoroso.

—Buena respuesta, Smallville— cortejo.

Clark solo sonrió un poco sonrojado, rascándose la nuca debido a los nervios.

Bruce rio negando con la cabeza. —Está bien, pero solo por esta vez...— aceptó ser cargado por el menor.

Sería una noche magnífica.

Alfred estaba viendo la escena de amor desde el ventanal de la oficina.

—Hermosa pareja la que hacen esos dos...— dijo con felicidad. Ya que su "hijo" al fin había encontrado el amor.




















¿Fin?
Para nosotros si, pero para ellos,
apenas es el comienzo...






















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¿Les gusto? Espero que si (^<^)

Este One-shot lo hice inspirado en la imagen que pueden apreciar al inicio del capítulo. Es que es simplemente una obra de arte, y se merecía una mini-historía.

Todos los derechos reservados al creador.

Voten y comenten, pls.

¡Muchas gracias por su apoyo!

Los invito a que vayan a ver otras de mis historias que también tratan de ellos, y de otros personajes.

Así como Junjou Romántica y Sekaiichi Hatsukoi, entre otras.

Ya con esta...



Bye~

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