Ana

Hoy es el cumpleaños de Loaiza y de verdad que lo que menos quiero es ir a esa dichosa fiesta, odio salir prefiero quedarme en mi cuarto escuchando música y leer, pero donde no vaya esa chica es capaz de venir a buscarme despellejarme y darle mis ojos a los cuervos, esa chica da miedo a veces.

-estas lista hija- miro a mi madre bella como siempre- por favor no me digas que iras con eso-ruedo mis ojos y me levanto de mi cama.

- mama Loaiza acepto que fuera como yo me sintiera cómoda- doy una vuelta-y así me siento perfecta.

-pero mira- saca un vestido negro que me llega hasta las rodilla- y esto- y una chamarra de cuero una sonrisa se me escapa- y con tus botas- me guiña un ojo- serás la más bella- me entrega las cosas- quizás así conquistas a Adán- freno en seco y tiro las cosas a mi cama.

-no empieces mama- me cruzo de brazos- quieres que vaya- asiente- entonces no hables de hombres- suspira y se va de la habitación.

Al terminar de alistarme bajo y busco a mama, salimos directo a la fiesta de Loaiza, al verla sonrió está muy bella, está bailando con Adán y él se ve espectacular.

-voy a tomar algo- asiento y mama se aleja.

Tomo asiento un momento mientras se acaba el vals, al terminarse mama aun no llega así que me acerco a la barra para tomar algo, pido un vodka y cuando iba a probar el primer trago veo a la persona que menos quería ver y los malditos recuerdos llegan a mi mente.

-te amo- sonrió como tonta mientras navego en sus ojos marrón.

-y yo a ti mi reina- lo abrazo y empezamos andar tomados de la mano- sabes que eh tenido una fantasía.

- y cual es- me detengo y lo veo directamente a los ojos.

- ven- me lleva bajo el puente del parque por donde siempre pasamos para ir a casa.

Ese día cometí el peor error de mi vida "confiar en Antoni Samuras" siento como las lágrimas quieren escapar, pero antes de que salgan, corro fuera del Salón y voy al patio, veo un árbol y me acerco a él me agacho, las lágrimas empiezan a salir y más recuerdos vienen a mi mente o más bien frases de mi oscuro secreto.

No por favor, Tú no eres así, te lo suplico.

Aprieto mis ojos queriendo que esa voz en mi cabeza desaparezca, pero alguien hace que todo los colores de mi cara se vayan en unos instantes.

-vaya hasta que por fin te encuentro- me levanto y giro con rapidez- estas más hermosa que antes- por miedo empiezo a retroceder de a poco.

-Antoni aléjate y ya déjame en paz- mi vox sale en un hilo trago saliva antes de hablar nuevamente- por favor no me haga daño- tropiezo con una piedra que había detrás de mí, él se acerca con rapidez pero alguien lo detiene.

-eh- escuche un grito- déjala en paz- giro rápidamente buscando quien grito y una sonrisa de alivio se dibuja en mi rostro- escuche claro que dijo que te alejaras- Adán se acerca rápidamente y me tiende una mano.

-oye aléjate de aquí nadie te ha invitado- me escondo un poco detrás de él, siento su protección.

-mejor ya lárgate y no armes un escándalo- Antoni me esconde más detrás de su espalda y siento que él es mi escudo-las chicas ajenas no se tocan- veo la cara de Antoni antes la frase de Adán y es enojo puro.

Se abalanza sobre él y me empuja a un lado, caigo de culo y veo que Adán le propina un puñetazo pero Antoni se lo devuelve, yo trato de levantarme pero siento un dolor punzante en mi pie derecho, levanto nuevamente mi rostro y Adán esta encima de Antoni sin dejarlo defenderse.

- La próxima vez que te vea cerca de ella- gira y me ve antes de volver con el- no te la libras-se levanta con rapidez y me toma en sus brazos sorprendiéndome.

- Lo siento- el me mira a los ojos- y mi mano viaja a su labio que esta con un poco de sangre- por mi culpa te lastimaron- me regala una sonrisa dulce.

- No tienes por qué disculparte- me baja con cuidado antes de abrir el auto- me encanta haber sido yo el que estuvo hay para salvarte- sonrió en forma de agradecimiento.

En menos de diez minutos nos encontramos en mi casa, el me ayudo a bajar entramos y nos sentamos en la sala, apenas estamos en la sala él se agacha y toma mi pie.

-ah- cierro mis ojos por el pequeño dolor de mi pie.

-lo siento- abro mis ojos y me cometo con los suyos- te empuje muy brusco- sonrió ante su arrepentimiento.

-gracias a ti estoy aquí sana y salva- el me mira fijamente- si no quien sabe que más él me hubiera hecho.

-¿porque? él te hizo daño antes- mi mirada baja y siento que las lágrimas amenazan con salir- entonces si se atrevió acerté daño- él toma mi barbilla y la levanta- dime que te hizo- quito mi cara y veo hacia un lado sin poder contestarle algo.

-es... algo complicado.

-cuando te sientas preparada estaré aquí para ti- veo nuevamente su rostro y asiento- ahora curemos tu pie, no es nada grave.

-ahora eres doctor.

-digamos que voy en segundo semestre de medicina- ladeo un poco mi rostro.

- a la final te decidiste por medicina- tomo una bocanada de aire- pensé que escogerías música- el me mira expectante.

-por qué lo creíste- me recargo en el sofá y cruzo mis brazos.

-porque varias veces me dijiste que te encantaba canta y componer- el me mira fijamente y sonríe.

-vaya

-que

-no pensé que te acordaras de eso- me enderezo y pongo mis manos a los lados.

-porque no me acordaría de lo que me contó mi mejor amigo- el me mira con ojos de "decepción" y se agacha nuevamente a mi pie.

-Amigo- dijo en un susurro que alcanzo a escuchar- ¿porque dejaste de hablarme?, ¿tiene que ver con lo que paso con Antoni?- siento mis manos temblar y mi cuerpo suda frió.

-yo...em..no..quiero decir...el...tu- trago saliva sin saber que decir.

-tranquila no estás en obligación a decirme si no puedes o quieres- y no sé porque casi en un grito le digo lo que tenía guardado en mi pecho sin poder más con él.

-ME VIOLO- cierro mis ojos con fuerza y siento que las lágrimas amenazan con salir tomo aire y esta vez lo digo más bajo y con voz un poco débil- el me hizo daño...y...por eso no confiaba en los hombres tenía miedo a....

Sin poder terminar siento sus brazos en mi cuello reconfortándome, le devuelvo el abrazo y las lágrimas no se hacen esperar.