Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 32. Rival de medio tiempo

Hinata despertó aquella mañana con la inminente sensación de que debía quedarse en cama.

No podía explicarlo, solo sentía que debía hacerlo. No salir, acurrucarse de vuelta entre las mantas y cerrar sus ojos para dormir hasta tarde.

Más que una opción sentía, en ese instante, que era su única solución.

Y es que no había nada importante ese día. Era sábado, estaba lejos de los exámenes, no había reunión con la banda.

¿Entonces por qué seguía sintiendo que debía moverse? ¿Acaso no podía tener un sábado para ella sola?

Y entonces lo recordó.

¡Ese día era la final del torneo de futbol!

- ¡Es tarde! -gritó, saltando de la cama con una inesperada velocidad.

Salió al pasillo, buscando de inmediato la ropa limpia que debía encontrarse cerca.

- ¡No grites! -replicó Hanabi de forma débil, saliendo desde su cuarto con expresión molesta. Su hermanita podía ser una dulzura, pero si era despertada el mal humor era lo primero que le encontrarían.

- Lo siento -susurró ella, tomando con velocidad su uniforme y corriendo directo al baño.

¡Ya iba tarde!

Se ducho, secó, vistió y arregló con una velocidad impresionante. Saltó las escaleras de dos en dos y en unos cuantos segundos ya se encontraba corriendo por la calle, directo a la escuela.

Si se apresuraba lo suficiente llegaría a tiempo.

Para su buena fortuna aquella mañana casi no había tráfico, lo que le permitió ganar valiosos minutos en su carrera.

Y, como si la suerte le sonriera aquel día, un muchacho rubio muy conocido se le apareció.

- ¡Naruto! -llamó, consiguiendo que él frenara para voltear.

Su mirada se iluminó al verla.

- ¡Hinata! -llamó entusiasmado. Ella lo alcanzó y, mientras se tomaba un descanso para respirar, aprovechó para observarlo fijamente.

¡Se veía tan apuesto con el cabello húmedo!

- ¿Has despertado tarde también?

- Me he quedado jugando videojuegos hasta tarde -confesó avergonzada, recordando como Neji la había desafiado la noche anterior-. Supongo que has hecho lo mismo.

- No, en verdad me he quedado repasando la canción -explicó él, sonriendo como si hubiera sido atrapado haciendo alguna travesura.

Hinata se sonrojó levemente.

Cierto era que ella lo había ayudado con la estructura de la canción, pero Naruto era realmente bueno improvisando la letra.

Al comienzo el que fuera una canción de amor la había desconcertado tanto como al resto, pero luego de eso Naruto le había asegurado que solo lo hacía porque le era más fácil pensar en ese tipo de letras -según él en su casa siempre se oían canciones románticas gracias a sus padres-. Claramente esa respuesta no la había dejado conforme, pero por último Hinata había desistido del tema asustada con que tantas preguntas terminaran por incomodar a Naruto y provocarle el temor de estar haciendo algo incorrecto.

Mientras él se sintiera seguro con su opción, lo demás estaba bien.

Y es que además de eso… ¿qué chica no disfrutaba con que el chico que le gustara le cantara una canción romántica mirándola básicamente a los ojos?

"Debes hacer contacto visual a la hora de cantar" -exigía ella constantemente, deseando que sus verdaderas intenciones pasaran desapercibidas. Para su suerte Naruto era demasiado inocente como para sospechar algo más.

- Démonos prisa -demandó tras unos segundos-. Ya vamos tarde como para que…

- ¡Cierto que es tarde! -exclamó Naruto, recordando aquello de golpe. Volteó y en un segundo ya se encontraba corriendo por la calle, perseguido por Hinata.

Ella no pudo evitar sentirse alegre por ello.

Había algo extrañamente reconfortante en ser amiga de Naruto, pues aunque él no fuera a notar sus sentimientos por un tiempo… aquel tiempo de calidad juntos era algo que nadie les podía arrebatar.

La llegada a la escuela fue sin duda caótica.

Por todas partes había alumnos preparándose de distinta forma para el torneo, así como padres o amigos que venían a ayudarles.

Ellos se dirigieron sin dudar al gimnasio, en donde ya algunos equipos se encontraban practicando. Evadieron con habilidad los balones hasta llegar a su zona designada, en donde Hinata de inmediato distinguió al equipo de su salón. Sin dudar corrió hasta ellos.

- ¡Hinata! -la mirada de Sasuke se alivió al verla-. Viniste a apoyarnos.

- Claro que sí, no me perdería esto por nada -respondió ella, justo antes de sentir una presencia demasiado conocida.

- ¿Qué hay chicos? -saludó Naruto, mientras dejaba caer su bolso a un lado de ella.

- Largo de aquí, traidor -exclamó Kiba indignado. Sasuke de inmediato cubrió la pizarra que debía contener los planes y estrategias que su equipo usaría aquel día.

Hinata no pudo evitar suspirar con lo último. Sus amigos eran competitivos en lo que respectaba al torneo y Naruto… bueno, Naruto estaba con el equipo enemigo.

Kyoto, quien también rondaba por allí, en cambio sonrió al ver eso.

-Je, admito que Namikaze tiene integridad -se dedicó a comentar-. Creí que traicionaría a su equipo y nos contaría toda su estrategia.

- También quiero ganar -decidió el chico rubio con una sonrisa altanera. Hinata sonrió también al ver aquella expresión.

Le gustaba mucho ese Naruto arriesgado y valiente, nada parecido al muchacho tímido de inicio de semestre.

- Hyuuga, la baba -le advirtió Kyoto con burla. Ella dio un respingo y se llevó la mano a la boca-. Ja, caíste.

- ¡Kyoto, no le molestes! -replicó una voz femenina tras Hinata, justo antes de que un par de brazos la rodearan por la cintura y un cuerpo femenino se pegara al suyo.

Los ojos azules de Melodi apareciendo en el rango visual de la chica, brillando de emoción.

- Melodi-chan -saludó ella, aliviada de ver a otra chica. No es que le molestara estar sola con un montón chicos, pero aquella joven le agradaba realmente.

- Hinata-kun -respondió ella, con aquel apodo inventado de la nada-. He encontrado un sitio maravilloso en las gradas para que nos ubiquemos.

- Eso es genial. Sakura debe estar por llegar y…

- Un segundo -preguntó otro chico, interrumpiendo su conversación-. ¿Hyuuga no jugara?

- Pero si lo hizo de maravillas en el último partido -musitó otro, extrañado.

Hinata abrió la boca sin saber que decir.

¡Era obvio que no podía participar! ¡Era una chica!

La vez anterior había sido una excepción única, pero ahora el torneo estaba siendo cuidadosamente vigilado por el consejo estudiantil. Simplemente no podía hacerse pasar por un chico allí.

- ¿Por qué no jugaras? -cuestionó Naruto, con sus ojos fijos en ella y llenos de una inesperada sospecha.

Ella retrocedió un paso, sintiendo su respiración aumentar de un segundo a otro.

¿Desde cuándo la cuestionaba tanto? ¿Acaso había notado algo raro en ella?

"Solo estás asustada Hinata" -la razón hizo mella en su alocada mente-. "Calma antes de que sufras un ataque de pánico"

Para su alegría, la distracción perfecta apareció al par de segundos.

- ¡Hey, cuidado!

Ella giró en dirección al grito de forma automática, pegando un salto con la advertencia. La pelota iba veloz, tanto que ni siquiera pudo hacerse a un lado o devolver el golpe.

Sintió el balón alcanzarla directo entre sus piernas a la altura de los muslos. El dolor la recorrió, pero no fue demasiado. Un golpe normal y ya.

Aunque para el resto de los muchachos que la observaban no parecía ser así.

Los chicos se la quedaron observando fijamente, en total silencio, como si esperaran que ella hiciera algo. En sus rostros había graves expresiones de dolor e incluso habían dejado de moverse a la espera de lo que se suponía tenía que pasar.

- O-Oh cierto… -susurró sorprendida. De inmediato se dobló sobre si misma, cayendo de rodillas al suelo y fingiendo aquel dolor que, en circunstancias normales, debería ser capaz de sentir siendo un hombre-. ¡¡Hijos de…!!

- ¡Ohhh!

- ¡Eso debió de doler!

- ¡Que mala suerte!

Hinata casi rodó sus ojos ante los comentarios.

¿En verdad los chicos sufrían tanto por un simple golpe?

Kyoto aguantó al risa al verla así, pero Melodi lo golpeó en las costillas para que disimulara mejor.

Kiba y Sasuke en cambio de inmediato recurrieron a salvarla.

- ¡Iremos por hielo! -exclamaron, mientras la levantaban en brazos. Hinata solo siguió lanzando maldiciones y exclamaciones de dolor, tal y como había visto a sus amigos hacer lo mismo cientos de veces.

Era una locura sobreexagerada, pero al menos aquello le había permitido escapar sin llamar la atención.

"Solo debo quedarme aquí hasta que inicie el torneo"

Si hacía eso no levantaría sospechas en torno a ella misma.

Era difícil ver chicos que se negaran a participar de los equipos de sus salones. Solo algunos lo hacían, como Gaara, pero aquellas excepciones se daban por falta de tiempo u otros motivos importantes.

Ella no tenía ninguno para ausentarse.

"Oh cierto, eres una chica. Las chicas tienen prohibido participar"

Pateó una roca, frustrada por aquel pensamiento.

Ese tipo de cosas le sucedían por elegir ir a una escuela mixta en vez de a una para chicas, como hacía su pequeña hermana menor. Aunque si lo pensaba bien de nada le servía aquel pesimista pensamiento, su decisión ya estaba tomada.

Alzó su vista mientras suspiraba nuevamente, a la espera de que Sakura apareciera. Para su sorpresa la joven de cabello rosado ya se encontraba dentro de la escuela, consultando a un profesor alguna duda que hubiera surgido en su mente.

De inmediato la alegría golpeó a Hinata.

- ¡Sakura! -llamó entusiasmada. Corrió a ella para saludarla.

La chica de ojos verdes la observó de vuelta y sonrió. A su lado una joven de cabello rubio, que utilizaba el mismo uniforme que Sakura, también volteó ante el llamado.

Hinata se detuvo a unos cuantos metros, confundida ante la aparición de aquella desconocida.

- Hinata -la llamó Sakura, con la misma sonrisa emocionada que hasta hace pocos segundos ella llevaba-. ¿Qué tal? ¿Cómo están los chicos?

- Bien… -guardó silencio, incomoda ante mirada de la joven de cabello rubio que la observaba con una sonrisa entre sus labios. Sus ojos violetas resultaban intimidantes y se encontraban llenos de curiosidad, como los de un felino.

- ¿Sucede algo? -cuestionó Sakura al notarla cohibida. Observó a la chica a su lado que aún se mantenía en silencio-. Ah, cierto. Hinata esta es Shion, una compañera de escuela que insistió en acompañarme.

- Un placer conocerte, Hinata-chan -respondió al joven, avanzando un paso y sonriendo con elegancia. Al igual que Sakura era una chica sofisticada y hermosa, que llamaba la atención de varios de los chicos que a su alrededor se encontraban.

- Ah… gracias…

Shion.

Aquel nombre se le hacía familiar, pero no de una grata manera.

"Es una bruja ruin y despreciable que intenta robarme a Sasuke" -había dicho Sakura, pocos meses después de entrar en la preparatoria-. "¡Pero ya verá que él es mi futuro esposo, no el suyo!"

¿Y entonces qué rayos hacían juntas ahora? ¿Acaso eran amigas?

- Woah, es cierto -murmuró la chica, observándola fijamente y sacándola de sus pensamientos-. Puede pasar perfectamente como un chico.

Sakura resopló, cruzándose de brazos ante el comentario. Parecía no haber contado con que aquella muchacha descubriera la verdad tan de pronto, aunque a Hinata le tomó algunos segundos más reaccionar ante eso.

- Un… un segundo. ¿Cómo sabes que soy una chica? -murmuró sorprendida. Ante su expresión de sorpresa la chica sonrió aún más.

- Sucede que la bruja a mi lado es una de las pocas chicas en mi escuela que tiene algo de cerebro -explicó Sakura, con evidente odio en sus palabras.

- No hay que ser demasiado inteligente, Haruno -replicó Shion, como si todo aquello fuera obvio-. Solo basta con ser un poco perceptiva para notarlo. Claramente tus amigos no lo son.

- Parece que alguien aún no supera que Sasuke sea mi futuro esposo -se burló Sakura, con leve orgullo en su voz.

- He dejado mi gusto por Uchiha-san atrás hace bastante tiempo -respondió ella-. Está claro que no desea nada conmigo.

- Claro que no -Sakura sonrió-. Porque está enamorado de mi. Por cierto, ¿cómo está Sasuke?

Preguntó lo último mirando directamente a Hinata.

- Con Kiba, planeando la estrategia para ganar -contestó ella al notar eso.

- ¿Y Naruto?

- Con su equipo, supongo.

- Pues el partido está por comenzar, será mejor ir a ver -no esperó antes de tomar la mano de Hinata y tirar de ella en dirección al gimnasio.

La chica apenas volteó a ver, a tiempo para ver como Shion comenzaba a seguirles con la más absoluta calma.

Una sonrisa se dibujaba en sus labios.

El partido comenzó con un pitido.

De inmediato los chicos comenzaron a correr tras el balón y los gritos de apoyo llenaron la estancia.

Hinata sentía envidia. Francamente preferiría estar dando pases antes que mantenerse en las gradas, con aquella bola de nervios en el estomago.

Sakura y Melodi le hacían comentarios sobre el juego, emocionadas ante la habilidad de Sasuke para la estrategia. La pelirosa no lo admitía con frecuencia, pero una de las cuantas cosas que le gustaba sobre aquel chico era la pasión que le dedicaba a las cosas que amaba.

Hinata respondía a sus comentarios con asentimientos de cabeza o algunos cuantos "ajam", "cierto", "sí", intercalados. En verdad estaba concentrada en Naruto, quien parecía tener un verdadero talento para el juego. Adoraba la expresión de desafío en su rostro, su ceño fruncido al intentar robar el balón y la sonrisa que se le pegaba al conseguir anotar uno que otro gol.

Shion en cambio mantenía silencio junto a ella, con la vista fija en los chicos que perseguían el balón por la cancha. No hacía comentarios, solo observaba en silencio, tanto que Hinata se preguntó si no estaría aburrida.

Por lo mismo fue que la observó. Había algo en su mirada que sinceramente inquietaba a Hinata, tanto que la hizo preguntarse si en verdad se habría rendido con Sasuke o si no sería aquella otra oportunidad para acercársele.

Entonces el silbato detuvo toda actividad. El medio tiempo había llegado.

Los chicos se reagruparon en sus respectivos equipos, ambos a cada extremo de la cancha. La mirada de Sakura se dirigió hacia la derecha, en donde el equipo de Sasuke y Kiba se repartía el agua y comenzaba a planificar; la de Shion a la izquierda, al igual que la de Hinata.

- ¿Quién es él? -cuestionó de pronto a Hinata, llamando la inmediata atención de Sakura y Melodi-. El muchacho rubio.

- ¿Habla de Naruto? -musitó Hinata, más para si misma que para ella. Para su desgracia Shion la escuchó perfectamente.

Sonrió ligeramente, llevó un mechón de su cabello tras su oreja y anunció lo que parecía tener en mente.

- Ese chico -declaró, con la calma de un general en medio de la batalla ya ganada-, ese chico definitivamente será mío.

Hinata, Melodi y Sakura se le quedaron viendo, incapaces de decir algo más, pero entonces las tres reaccionaron al notar como Shion observaba directamente a Naruto con una sonrisa dibujada en sus labios.

- ¡¿Qué tú qué?!

CONTINUARA…

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro