Parte 2
Lincoln observaba el plato frente a él, escuchar a los otros niños comer generalmente no le importaba, había aprendido a ignorar a los que gritaban, los que masticaban con la boca abierta o los que jugaban con su comida, antaño el también lo hizo, pero todos a quienes consideraba sus mejores amigos del lugar habían terminado siendo adoptados, era un extraño sentimiento, pero aun cuando estaba rodeado de tanta gente, no podía evitar sentirse algo solo.
Sinceramente, había soñado hace mucho tiempo con el día que alguien quisiera adoptarme, recuerdo a un chico con el que jugaba bastante, Clyde, nos comportábamos casi como si fuéramos hermanos, siempre pensamos que tendríamos la suerte de que nos adoptaran juntos y cuando le llego el día, nos tuvimos que despedir, pensar que incluso ahora, después de tanto tiempo, ahora que finalmente alguien quiere adoptarme pensaría en él, vaya, espero que haya tenido una buena vida.
- (Feliz) ¡Lincoln! ¡¿Cómo te fue con tu amigo?! - La pequeña de cabello dorado salto aferrándose a su espalda, mientras chocaba su mejilla con la del peliblanco.
- Lily, ¿Qué te he dicho de no saltar sobre la gente?
- Qué es divertido cuando los asustas.
- No, bueno, se que dije eso una vez para que lo hicieras con la bruja, pero no es bueno que lo hagas a los demás.
- ¿Y por qué ella sí?
- (Serio) Porque es una bruja y se merece todo el dolor que le podamos causar.
Lily del bolsillo de su sudadera saco una libreta gastada, escribiendo las palabras de Lincoln.
- Causar dolor a la madre superiora, anotado.
No se si sentirme bien o mal por estar enseñándole eso a una niña.
- Pero dime Lincoln, ¿Qué tal tu salida? No eres de salir mucho, ¿Comiste algo interesante? ¿Viajaste a otro país? ¿Hiciste nuevos amigos? ¿Obtuviste una mascota? ¿Te regalaron algo?
- Bueno, digamos que cosas pasaron.
- Ahora que lo veo no luces muy animado, ¿Tu amigo te dijo algo feo?
- Más bien, fue difícil volver aquí.
Flashback
- (Incomodo) Agradezco su iniciativa, pero adoptar no es tan sencillo, hay normas...
- ¡¡¡¿Norma?!!! ¡¡¡¿Y quién es esa tal Norma?!!! ¡¡¡¿Acaso ella quería adoptar a mi nieto?!!! - Tomo con violencia la silla - ¡¡¡Sobre mi maldito cadáver!!!
- ¡¡¡Aaahhhh!!!
Fin del Flashback
- Ese sujeto es alguien peligroso, al menos entendió que tenía que volver aquí.
- Hablas como si él no te quisiera dejar volver, ¿Acaso quería pasar la noche contigo?
- Bueno, por así decirlo, quería que me quedara a dormir.
- Que buen amigo suena el señor gigante, podrías invitarlo a que duerma con nosotros algún día, tienes tu habitación personal así que los demás no se quejarían.
- Lily, no se refería a que me quedara solo una noche.
- ¿No? ¿Entonces una semana?
- Lily, él quería adoptarme.
Eran 4 años desde que Lincoln había abandonado esa idea, desde que se había llevado la última desilusión de conversar con alguien que mostrase cortesía frente a él solo para no volver a verlo, lo entendía, ellos simplemente querrían a alguien más joven, aun así, dolía, se suponía que ya no pasaría por eso, incluso en ese momento pensaba en que el anciano se estaba dejando llevar por la emoción del momento, era demasiado bueno para ser verdad, siempre que algo lo era terminaba mal para él, en una desilusión más, pero... ¿Acaso esa era su oportunidad? Él no estaba seguro, movía el tenedor para revolver su comida pensando en ello.
- Je... jeje, Lincoln, vamos, estás demasiado grande para eso.
- ¿De qué hablas?
- Ya sabes, siempre lo has dicho, solo adoptan a los menores.
- Bueno, esta es una excepción, puede que alguien me adopte.
- Oh, en... entiendo, te van a adoptar, te vas a ir, ¿No?
- Es una posibilidad.
- Claro, siempre dijiste que no te gustaba este lugar, y tienes... la posibilidad, Lin... Lincoln, yo iré a dormir, buenas noches.
- Pero es muy temprano.
- Creo que no me siento bien.
- (Preocupado) Le avisare a la ma...
- ¡No!
- Lily.
- No, solo... buenas noches.
Como si hubieran drenado toda la energía de su cuerpo, la pequeña comenzó a alejarse, dejando en soledad al adolescente quien la observo hasta que se perdió en la entrada al comedor.
- ¿Qué le habrá pasado a esa niña de la nada?
- ¡Lincoln! - Era la voz de uno de los encargados - Eres el último en cenar, te toca lavar.
- ¡¿Qué?! Ahg, mierda.
El resto de esa noche paso rápidamente, aun cuando le tomo su tiempo en la cocina antes de darse cuenta ya se encontraba recostado en su cama, observando nuevamente el techo.
Dijo que me quiere como nieto, ¿Por qué habrá tomado esa decisión tan repentinamente? Solo soy un chico al que secuestro por error, entendería más si quisiera silenciarme definitivamente, ¿Será el cabello? Siempre dijeron que mi cabello era especial, o quizás el anciano se sentía muy solo y al ver a alguien joven sintió el extraño deseo de tener descendencia, ahg, todo es muy raro, al menos dijo que iba a hacer las cosas bien. - Lincoln sintió un extraño escalofrío cuando pensó en aquella frase. - Sinceramente me preocupa su significado de hacer las cosas bien, además, es un viaje muy largo, me pregunto por que un anciano con tanto dinero viviría en Royal Woods, se supone que ese lugar esta lleno de granjas, posiblemente aun usen caballos y carretas para transportarse, me gusta mi vida aquí en Great Lakes, no tengo mucho, bueno, no tengo nada, pero si él me adoptara...
Un suspiro se escapo desde el corazón de Lincoln, quien busco acomodarse en su cama, poniendo una expresión preocupada.
El anciano hablo de un sucesor, si tiene tanto dinero, es porque debe hacer varias cosas, y si un sucesor toma todas esas cosas... quiere decir que tendrá expectativas... o sea... - Su expresión paso a ser una realmente preocupada al punto de sudar. - Me pedirá que estudie o trabaje diligentemente.
Mi precioso futuro quedándome parado en la entrada de una tienda o pegando etiquetas en productos... comiendo sopas instantáneas todos los días mientras llego a casa a tirarme en el sofá y ver televisión... - Lincoln no pudo evitar que una lágrima se escapara de su ojo. - No parece que tenga opción con ese anciano... me hará... estudiar.
- ¡¡¡Noooooooooo!!!
- ¡¡¡Cállate Lincoln!!!
- ¡¡¡No grites anciano!!!
- ¡¡¡Deja dormir al prójimo!!!
Mientras los niños le gritaban y tiraban objetos a su puerta, este seguía gritando con dolor, hasta que inevitablemente cayo dormido.
Día siguiente, entrada del orfanato
- Wow, es enorme.
- Te dije que era real, es el mismo de ayer.
- Ese auto es increíble.
- Ese señor podría cargar mis juguetes cuando quiera.
Un gigantesco pero alegre sujeto de traje se apoyaba sobre una limosina, sonriente mientras observaba a Lincoln.
- (Fastidiado) William, ¿Qué estás haciendo aquí?
- Bueno, desde ahora serás el nieto del jefe, así que el jefe me dijo que debo cuidarte y asistirte.
- Me refiero, ¿Qué carajos hace esta limosina aquí?
- Chico, lo primero en la vida es la apariencia. - Toma un par de gafas de sol del bolsillo de su saco. - Ten, partamos por lo básico.
- ¿Tú crees que voy a ir a la escuela en eso?
- ¿Escuela? ¡Jajajajajajaja! ¡Escuela dijo! ¡¡¡Jajajajajaja!!!
William no podía soportar la risa al punto que termino sobre sus rodillas mientras golpeaba el piso, dejándose llevar por lo que le había parecido la mayor broma que había escuchado en su vida, siendo incapaz de dejar de reír, Lincoln solo vio aquella escena con frustración antes de ignorarle y comenzar a caminar, eran solo 20 minutos caminando desde el orfanato y no iba a seguir escuchando a un gorila reírse por más tiempo.
Por lo que pasados unos 5 minutos de camina, su cerebro ya había bloqueado aquella escena en la entrada del orfanato.
Que extraño, Lily no se apareció en la mañana para intentar robarme una parte del desayuno, supongo que si estaba enferma, debí avisarle a la madre superiora.
- Oye torpe, ¿Qué tal? - Dijo una adolescente que le dio una palmada en la espalda de Lincoln. – Demonios, te ves del asco.
- Gracias por decirme eso a primera hora de la mañana Ronnie.
- Cuando quieras, ahora, ¿Me dirás o no?
- Ni yo termino de entender que diablos paso este fin de semana, fui secuestrado, golpeado, extorsionado y nunca he sentido más deseos de patear gente que en estos dos días.
- ¿Finalmente decidiste golpear a esa bruja?
- Increíblemente no fue ella.
- ¿Estás en plan club de la pelea?
- Nah, es algo largo de contar.
- Todavía nos queda algo de tiempo antes de llegar a la escuela.
- Bueno... el sábado salí del orfanato y cuando llegue al parque cercano me secuestraron, termine en una especie de calabozo donde se dieron cuenta que no era yo y me soltaron, ayer fue similar solo que me caí de un segundo piso, un perro me mordió el trasero y un anciano loco millonario parece que quiere adoptarme.
Ronnie Anne miro a Lincoln fijamente, esperando que este se riese o algo, pero la expresión sería de su amigo que duro el casi minuto de caminata silenciosa le preocupo.
- ¿En serio? - Lincoln asintió - Vaya, ¿Eso es bueno no?
- ¿Qué un anciano loco quiera adoptarme o el hecho que me secuestraran 2 veces?
- Creía que eras alguien simplista, no pesimista.
- Si no fuera por la parte de viejo loco, podría estar más tranquilo.
- Mmm, ¿Así que tienes estándares? Eso es nuevo.
- ¡Oye!
- Jajaja, ya vamos a la escuela.
Ronnie acelero su paso, algo que Lincoln hizo momentos después con algo de molestia.
Las primeras clases pasaron de forma normal, tan somníferas como Lincoln esperaba mientras luchaba por no quedarse dormido y tomar algunos apuntes, aunque estaba a nada de ceder al igual que algunos de sus compañeros quienes ya se encontraban dormidos, situación que con el paso de las clases comenzó a mitigarse, aprovechando las pausas para conversar con sus amigos o hacer alguna cosa intrascendental, así hasta que finalmente llego la hora del almuerzo.
El peliblanco no tenía muchas ganas de compartir ese día, quería obtener algo de la calma que no había podido obtener durante el fin de semana así que decidió almorzar apartado, aprovechando el tiempo libre para quedarse en una zona del segundo piso del edificio con vistas a la entrada de su escuela mientras comía un sándwich.
- Ah... me faltan horas de sueño.
- ¿Por eso la cara de zombi?
Lincoln miro a su visitante, era Ronnie quien se había aparecido a su lado con 2 latas de soda.
- Ya te dije lo que me paso.
- ¿Sigues pensando en lo de la adopción?
- ¿Y quieres que no lo haga? Sigo pensando que solo fue el calor del momento o la locura del anciano y para el final de la semana el gigante que me está acosando desaparecerá y yo seguiré en el orfanato.
- No me contaste nada sobre un gigante.
- Ah, cierto, el que me esta secuestrando es un tipo de al menos 2 metros, musculoso y que va en traje negro, ¿Me creerías si te dijera que hoy me espero a la salida del orfanato en una limo?
- ¿Seguro que no te golpeaste la cabeza y soñaste todo?
- Yo sé lo que viví, si quieres puedes ir al orfanato y preguntar.
- Es que... Lincoln, te he visto demasiadas veces llorar por esto, entiendo que no te guste, pero...
- ¡Se lo que sentía! - Ronnie retrocedió un poco, pero al ver el suspiro de Lincoln volvió a acercarse – Pero ya no se si ilusionarme, no soy un niño para creer que todos mis problemas se van a solucionar de la noche a la mañana porque alguien aparezca en mi vida.
- ¿Tanto te cuesta confiar?
- ¿Confiarías en alguien que conociste hace 2 días?
- Dependiendo de la persona, sí.
Con aquella frase Ronnie Anne le entrego su soda adicional a Lincoln, quedando junto a este observando el paisaje desde la ventana, mientras le observaba beber su refresco Lincoln recordó sus pensamientos en aquella celda, observando la lata en su mano mientras pensaba lo fácil que la chica le encontraba.
- Ronnie.
- ¿Sí?
- ¿Quieres que salgamos hoy a algún lug...?
En ese momento, por el rabillo de su ojo, pudo ver como una limosina de color negro se acercaba a la entrada del edificio, estacionándose prácticamente frente a esta.
- Mierda.
- ¿Mierda? ¿Qué paso?
Lincoln solo pudo apuntar al vehículo, provocando que Ronnie Anne también notase el lujoso vehículo.
- (Perpleja) Esa cosa debe valer más que el mercado de mi abuelo.
- Debe ser el anciano o el gigante, estoy seguro.
- ¿Anciano? ¿Gigante? ¿Crees que esto tiene que ver contigo?
- Te dije que me secuestro un anciano loco.
- ¿Y se supone que tenía que creerte?
- (Molesto) Creíste lo de la adopción.
- Si, pero el resto que era tu percepción completamente alterada de la realidad.
- Ya cállate.
Lincoln se agacho para no ser visto a través de la ventana, fijándose detenidamente en que nadie salía del vehículo, algo que no duro mucho hasta que del asiento del conductor emergió una persona, posiblemente la persona más grande que Ronnie había visto en su vida.
- ¿Esa cosa es humana?
- Te lo dije.
- Espera, si todo es real... entonces es millonario, ¿No?
- Si, pero está loco.
- Creo que no estás viendo los beneficios que esto te puede traer, imagina cuantos comics de Ace podrías comprar.
- ¿Tú crees que me deje comprar comics? Luce como el sujeto que me va a dar un entrenamiento espartano para que sea todo lo que me da pereza de ser.
Pensamiento de Lincoln
- ¡Tú serás una persona exitosa, lo quieras o no!
- ¡No por favor!
Leonard tomo un látigo y empezó a golpear en la espalda a Lincoln estando en una pista de correr.
- ¡¡¡Corre!!! ¡¡¡Una persona exitosa debe tener un buen físico!!!
- ¡¡¡Aaaahhh!!!
Estando en una biblioteca, Lincoln estaba leyendo un libro mientras era golpeado con un látigo por Leonard.
- ¡¡¡Estudia!!! ¡¡¡Una persona exitosa debe ser inteligente!!!
- ¡¡¡Aaaahhh!!!
Estando en una tienda de ropa elegante, Lincoln se estaba vistiendo con un traje mientras era golpeado por el látigo.
- ¡¡¡Vístete!!! ¡¡¡Una persona exitosa debe lucir como alguien exitoso!!!
- ¿Tiene esto en talla L?
- También tenemos un seguro anti-ancianos locos con látigo por si se rompe la tela.
- Lo quiero.
Siendo de noche, Lincoln se encontraba durmiendo en su cama mientras era golpeado por el látigo.
- ¡¡¡Duerme bien!!! ¡¡¡Una persona exitosa debe dormir al menos 8 horas!!!
Lincoln se movió ligeramente, mostrando que estaba teniendo una pesadilla.
- ¡¡¡La gente exitosa no tiene pesadillas!!! - De un latigazo despertó a Lincoln. - ¡¡¡Comienza a dormir de nuevo!!!
Fin del pensamiento
- Y así estaría hasta el día que obtuviese un titulo en alguna universidad, momento en el que él se jubilaría y me dejaría todo su imperio.
- ¿Seguro que no tienes un fetiche extraño?
- ¿Qué? ¡No! Pero nada me asegura que el anciano no lo tenga.
- También podría ser el caso contrario, digo, si decidió adoptar al primer adolescente que vio quizás no tiene idea de como tratar a un hijo y se ponga a mimarte con cualquier cosa que le pidas.
Pensamiento de Ronnie
- Abuelito, tengo hambre.
- Claro Lincoln.
Leonard chasquea los dedos y aparecen varios chefs que dejan platillos de la más alta calidad en una mesa a pocos pasos de donde se encontraba sentado Lincoln.
- ¿Tan lejos?
- Oh, lo siento.
Con otro chasquido, dos sujetos de traje aparecieron y levantaron el asiento donde se encontraba Lincoln, dejándolo frente a la mesa.
- ¿Tengo que mover mi brazo?
- ¡William!
¿Cuándo te dije sobre William? - Dijo el Lincoln real mientras el mundo se congelaba y todo se volvía color gris.
Espera, ¿Hay alguien llamado así? Y eso que dije un nombre cual... ¡Oye!, Yo no interrumpí tu fantasía casi fetichista, así que déjame terminar. - Dijo la Ronnie real, molesta por su supuesto.
Está bien, no te enojes. - Dijo Lincoln antes de que el mundo volviese a activarse.
- Dígame señor.
- Dale de comer a mi nieto.
- En seguida.
El mayordomo se acerco y tomo los cubiertos, cortando una porción moderada y acercándola cuidadosamente a la boca de Lincoln.
Fin del pensamiento
- (Molesto) ¡Espera! William no se comportaría así, sería más como...
Pensamiento de Lincoln
- (Alegre) ¡Aquí viene el avioncito!
- ¡Noooo...!
Lincoln peleaba contra la cantidad masiva de comida que el gigante alegre intentaba meterle en la boca por la fuerza.
- Una buena alimentación es buena para el crecimiento. - Decía mientras Lincoln se ahogaba a su lado.
Fin del pensamiento
- (Traumado) Puedo imaginarlo usando un cucharon para cocinar.
- Para conocerlo de tan poco tiempo, suena que te ha dado problemas.
- 2 días, lo conozco solo de 2 días y se las ha arreglado para que salga lesionado con solo tenerlo cerca.
- Estás exagerando.
- (Serio) Ya me gustaría que lo tuvieras cerca, a ver si sigues opinando lo mismo.
En ese momento comenzó a sonar el timbre de la escuela, dando aviso al término del receso.
- Bueno, eso tendrá que esperar para después de clases, ya vamos.
- Grr, está bien.
Después de clases, entrada de la preparatoria
- Siento un fuerte deja vu de esta mañana.
- (Nerviosa) Me impresiona que estés tranquilo.
- 2 días, ya te lo dije.
Ambos adolescentes miraban perplejos como William se acercaba a estos, recibiendo toda la atención de los otros estudiantes gracias a los gritos de este mientras los llamaba.
- Finalmente apareces Lincoln y... ¿Quién es la niña?
- (Molesta) No me digas niña.
- Es mi amiga, se llama Ronalda, pero todos le decimos Ronnie Anne, sé que parece de 10, pero tenemos la misma edad.
- ¿En serio? Digo, eres enana, ¿Segura que tienes 16?
- ¡Que sí! ¡Soy una adolescente hecha y derecha!
- Derecha quizás, pero bien hecha no, diría que te quedaste a medio cocer, pero bueno, no juzgo, a mi me decían que tenia 20 cuando tenía tu edad ya que yo si era alto, supongo que estás acostumbrada a que te digan enana.
El peliblanco ya se encontraba sosteniendo a la pequeña quien había obtenido una tubería de acero de alguna parte y sus ojos demostraban claramente su intención asesina.
- Mejor me voy con ellos Ronnie, ¡Y suelta esa barra!
- ¿Acaso no decías que no te interesaba estar con ellos?
Lincoln miro a su amiga fijamente, esta pudo entender perfectamente lo que aquellos ojos muertos le decían, estaba completamente resignado a su destino.
- Mientras antes termine, antes se acabará la tortura de hoy.
Observando aquella predisposición, o quizás cansancio, Ronnie termino por calmarse, siendo soltada por su amigo quien se encamino donde el gigante de traje el cual le hizo entrar en la parte trasera de limosina, una que partió a los pocos segundos desde que Lincoln ingreso.
Dentro de esta, Leonard se encontraba sentado y con una gran sonrisa que su prominente barba era incapaz de ocultar, Lincoln no estaba seguro si aquello era una buena o mala señal, por lo que trago con dificultad y se dispuso a la estupidez con la que le saliesen en esta ocasión.
- H..Hola señor Leonard.
- Lincoln, ayer te dije que me dijeras abuelito.
- Es que... se siente extraño.
- Para mi no, quiero que me digas abuelito, aunque si no te acomoda, dime señor hasta que te sientas cómodo, tampoco quiero presionar. - Leonard se movió de lugar para acercarse un poco más a Lincoln. - Pero no dudes en llamarme abuelito lo antes posible.
- (Incomodo) Está bien, y bueno, ¿Por qué me vino a buscar señor Leonard?
- ¿William no te lo dijo en la mañana?
- (Serio) Estaba demasiado ocupado riéndose para decirme lo que sea.
- Válgame, en fin, vamos por tus cosas al orfanato, te mudas hoy mismo.
- ¿Qué?
- Si, como oíste, vamos a recoger tus cosas, desde mañana tu vida cambiara enormemente ya que te vienes conmigo a Royal Woods.
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