Así me dicen 👆, amo el chocolate y los dulces en general, soy bastante buena en la escuela y tengo una familia que siempre está al tanto de mí. También, y como dato más importante, amo a Liam, ¿cuánto lo conozco como para decir eso? La verdad, no mucho, pero amo todo lo que conozco de él. Siempre es tan bueno con todos, es amable y atento, además de hermoso e increíblemente atractivo. ¡Waaa! De enserio estoy enamorada. Por otro lado, odio que me digan “Isabella”, mi verdadero nombre, la fruta en las tortas y que hablen con la boca llena. ¡Ugh! *Hace cara de asco*

    Según yo, sé que es lo que significa el amor o... estar enamorada de alguien. Es esa sensación que te llena de alegría al ver o pensar en esa persona tan especial, *balbuceando* pero al mismo tiempo te pone tan nerviosa que, algunas veces (por no decir muchas), te deja sin palabras ni respiración. ¡Ni hablar de los celos! Aquellos que te invaden cuando piensas que podrías perder a esa persona. Apresar de todo eso o, tal vez, gracias a eso es un hermoso e incomparable sentimiento. El estar enamorado te abre la puerta a un sin fin de sensaciones que pueden cambiar de un momento a otro, con un solo acto o una sola palabra de esa persona o que tenga que ver ella.

    Amor... si, esta es la historia de mi segundo amor, el primero no fue la gran cosa. No sé si merece ser contando exclusivamente. Aunque es verdad que mi primer amor fue una experiencia que influyó profundamente en mi, no fue con él con quién de verdad estuve dispuesta a arriesgarlo todo. No fue él con quién estuve dispuesta a perderlo para ser vista o notada y terminar buscando su felicidad. Si bien me arriesgue demasiado en esta ocasión, y ahora comprendo que al principio fuí egoísta e insensible, no me arrepiento de todo lo que hice para terminar encontrando lo que me correspondía.

    No soy una chica que comprende fácilmente a las personas, me esfuerzo para hacerlo y a veces no lo logro del todo, pero no estoy sola, Chloe, mi mejor amiga, siempre está ahí, así como yo estoy para ella.

    Mi vida comenzó no hace mucho, soy una simple adolescente, sin embargo, esa es la gracia de mi historia. El colegio es mi punto de conexión con “él” y mis amistades, quienes influyen en mi forma de ser, pensar y actuar. Claro, no soy una chica sin cerebro que se deja llevar por la marea, solo sé que, dependiendo de tus amistades tendrás cierta forma de actuar o pensar, sino, ¿para qué tendrías a tu lado alguien que no hace más que criticar tus acciones? ¿O me equivoco?

    Ahora, el momento que detonó la bomba de lo que yo llamo “mi historia” fue esta situación...