—¿Está todo bien? —Estaba preocupando, pero sus ojos eran muy tiernos.

    Sin pensarlo, una sonrisa se dibujó en mi rostro.

    —Solo conmigo bajas la guardia de esta manera ¿no? —A él, era la última persona a la que quería mentirle, no puedo ocultarle nada, por eso decidí cambiar el rumbo de la conversación.

    Luego de mi pregunta sus mejillas se sonrojaron, se veía tan lindo. Hizo que una de sus manos cubriera su boca y miró al frente.

    —Así, es —dijo tímido y yo le di un abrazo. Aunque ya es bastante grande se sigue comportando como yo.
    —Te quiero.

    Me devolvió el abrazo. Disfruté ese hermoso momento de paz.

    —Ok —digo separándome de él— ¿Ahora si? ¿Vamos?
    —Vamos —respondió riéndose y arrancó el auto.

    El camino no duró más de 15' pero los aproveché para conversar un poco con mi primo mientras que, de fondo, sonaba mi banda favorita.

    "Debo ir a trabajar y no estoy bien
    Se terminó el café..." (Música).

    —Y ¿esa canción?
    —Ah, ¿esta? Es la última que sacaron, me gusta mucho.
    —Hacía tanto que no escuchaba las canciones de este grupo.
    —¿En serio?
    —Sí, si la escucho solo me pongo nostálgico.

    Jajajaja. Ambos reímos.

...

    —Muy bien —agregó terminando de estacionar el auto—, ya llegamos. Llámame y te vengo a buscar.
    —Si, muchas gracias. —Le di un pequeño beso y bajé del auto.

    Saqué el celular de mi cartera.

Allison.

¿Dónde estás?

En el patio de comidas

Voy para allá

👍

    Entro por la puerta principal y me dirijo al patio de comidas, allí estaba Allison. Continúo caminando hacia su mesa con pasos firmes y seguros.

    —¡Ah! Aquí estás —dijo Allison al verme.
    —Perdona la tardanza.
    —No te preocupes, no esperé mucho. —"Es tan dulce cuando habla".
    —Menos mal.
    —Y... ¿Chloe? —Miró detrás de mí buscándola.
    —Ella, ¿te dijo que vendría? —Sus palabras me habían llamado la atención.
    —No, pero... como ella planeó la salida...
    —Ah, no, ella los fines de semana se va a la casa del papá y vuelve el domingo por la tarde para trabajar.
    —Aah, entonces somos nosotras dos. —Se puso nerviosa.
    —Si... ¿qué hacemos primero?
    —Va-vamos a pedir algo. —Se levantó rápidamente y se acercó a uno de los locales de comida.

    Yo la seguí. Hicimos nuestros pedidos y, cuando los tuvimos, volvimos a sentarnos. Allison empezó a comer rápidamente, no parecía querer hablarme.

    "No la obligaré"

...

    —¿Có-cómo te fue con mi hermano ayer?— Se había armado de valor y, mientras preguntaba, forzó una pequeña sonrisa.
    —Oh —bajé mi cara, no quería que la viera—, bien, fuimos a comer y hablamos un poco. —"En realidad hablé todo yo".
    —¿Sólo eso? —sonó más relajada.
    -—Si, recién empezamos. —Levanté un poco la cabeza.
    —Ah, claro. —Giró los ojos hacia un costado.

    "Le gusta... No, no, no, ¡es imposible!"

    —No te preocupes por él, o, acaso... ¿tienes el síndrome de la hermana sobreprotectora? —le pregunté jugando para salir de esa incómoda situación.

    Allison se sorprendió, abrió su boca para decir algo y la cerró. Seguí esperando su respuesta pero mi sonrisa ya no era tan grande, me estaba preocupando.

    —Emmm, creo, que sí. —Sonrió— Creo que desarrollé este hábito porque... —Comenzó a ponerse nerviosa y a frotar sus manos, una contra otra— Él no es mi hermano.

    Quedé en shock. Ni me imagino la cara que puse. Sentí como el mundo se venía abajo. (¿Era para tanto?)

    —Jajaja —rió disimuladamente— a quienes les he contado eso hicieron una expresión parecida.
    —Ah, Jaja —reí vagamente. "Contrólate, contrólate"— parecen hermanos de verdad —mentí. "Ahora qué se lo que se, no se parecen ni un poquito"

    Allison bajó la cabeza y puso una cara de tristeza.

    —¿Puedo... confiar en tí?
    —Seguro —contesté seria y un tanto sorprendida.

    Cuando levantó la cabeza y sonrió vi caer sus lágrimas. Se paró y me abrazó fuerte.

    —Cuídalo y... sálvalo... de esta horrible hermanastra. —Lloraba, así que también la abracé.

   No sé si fue a propósito o sin querer, pero me declaró todo lo que sentía. Fue como si me clavara una estaca en el corazón. Pero ya no había marcha atrás, o eso pensaba.

    Después de un rato secó sus lágrimas y no volvimos a tocar el tema. El paseo estuvo lindo, la pasé bien. Allison es buenita, no sé de qué otra forma describirla. Es delicada como una princesa, algo en lo que no le llego ni a los talones.

    Recorrimos el shopping y mientras mirábamos algunas tiendas sonó el celular de Allison. Ella atendió.

    —¡¿Dónde estás?! —gritó alguien del otro lado del teléfono.
    —Yo... —respondió Allison y me miró.
    —¿Es Liam? —le pregunté bajito.

    Por lo que ella asintió.

    —Estoy en en shopping.
    —¡¿Con quién?! —Liam no se calmaba.

    "La re cuida"

    Le quité el teléfono a Allison.

    —Hola querido —dije muy dulce y exageradamente.
    —¿Isabella?

    Odio cuando me dicen directamente por mi nombre. Pero, no era momento de preocuparse por eso.