Mientras me agarraba el brazo miraba para todos lados, estaba nerviosa.
    "No lo veo por ninguna parte"

    Me encontraba parada a un lado de la fuente en la plaza central. Llevaba puesta una falda rosa pastel con volados que no llegaba a mis rodillas, una camisa azul de mangas largas y unas botas negras, cortas. Sentía que llamaba mucho la atención.

    Chloe había insistido en que use esto diciendo que me quedaba bien y yo no quise seguir probándome ropa. Pero ahora estoy dudando.

    —¡Ah! ¡Mira! Ese chico es re lindo—*Voz distante*.

    Rápidamente volteé a ver de quién estaba hablando esa chica. Era él.

    No parecía haberse arreglado, tenía un Jean algo gastado, las zapatillas que usaba todos los días y una camiseta deportiva.

    "Se puso lo primero que encontró"

    Aún así tenía ojos solo para él.
    "¿Por que las cosas tienen que ser así?"

    Mis ojos no se desviaban de Liam ni por un segundo, mientras que él solo miraba el piso y avanzaba.

    —¡Liam! —Corrí hacia él como una niñita enamorada (eso es lo que es).

    La chica que había alabado a mi novio me miró. Parecía sorprendida.

    —Ah, ahí estabas —dijo sin emoción alguna.
    —Si —le respondí sonriendo— ¿Dónde más?
    —Apresurarte, quiero irme cuanto antes.

    En ese momento las calles parecían enmudecer, mi mente se concentró solo en él y en sus palabras.

    Miré el suelo, sonreí y volví mis ojos a él.

    -—Primero vamos a comer, ¿qué te parece? —tomé su brazo.
    —¿A dónde quieres ir? —preguntó resoplando y sin mirarme.

    Sinceramente, antes que nada, me hubiera gustado un alago sobre mi vestimenta, o una reprimenda si me quedaba mal. Pero... solo encontré palabras frías y vacías, sin ningún sentimiento. Así fue todo el camino hasta que llegamos a nuestro destino.

    —¿Dónde nos sentamos? —Di una vuelta por todo el local con mi mirada.
    —Me da igual.

    Subimos al primer piso, me acerqué a una de las mesas de madera de un rincón. La que estaba frente al ventanal con vista a la avenida principal, y miré a través de ella.
    "¡Que hermosa vista!".

    Si, no era desagradable, a pesar del tránsito, era lindo ver la avenida desde arriba. Se podían apreciar los jacarandas, quienes tardarán más de dos meses en florecer, y otras plantas ubicadas en ambas las veredas y el bulevar.

    Me senté a un lado de la mesa y Liam hizo lo mismo del otro lado.

    El mesero se acercó y no dejó de mirarme hasta que hicimos nuestro pedido. Liam ni se mosqueó.
    "¿Será que está ropa me queda tan mal?"

    Mientras esperábamos la comida, yo miraba por la ventana y buscaba algún tema de conversación. En ese momento una voz escandalosa retumbó en todo el piso.

    —¡No lo puedo creer!

    Miré a la persona que había pronunciado esas palabras, ya que, parecían estar dirigidas hacia mí.

    —¡Chicas! —llamó a sus amigas— Miren a quién tenemos aquí.

    No, no eran para mí. Eran para mi acompañante, quién también las miró, y para mí sorpresa, mostró una hermosa sonrisa y las saludó.

    —Allison nos contó que estabas de novio —la sonrisa de Liam decayó al escucharla pero no desapareció—, me preguntaba cuando tendría la oportunidad de conocer a la afortunada. —Su voz era bastante aguda y, diría yo, un tanto fastidiosa.

    Pero su comentario se encargó  de pintarme la cara de un intenso color rojo.
    "¿"Afortunada"? ¿A qué se refiere? Si, creo que lo soy, pero... el que lo diga de esa manera lo hace extraño".

    Él me miró con una cara bastante dulce y me presentó.

    —Sisi, ella es Sisi.

    "Al parecer ellas no son tan importantes como Allison. Admitió que soy su novia sin muchos problemas aparentes, ¿puedo estar feliz?".

    —Ellas son amigas de Allison —me dijo.
    —Sara —se presentó quién se había acercado a saludarnos— y ellas son Ludmila y Michelle —continuó.
    —Gusto en conocerlas —respondí cortésmente.
    —Igualmente —dijeron todas.
    —Ahora dejaremos que disfruten de su cita —agregó Michelle llevándose a las demás.
    —Si, espero volver a verte —concluyó Sara.

    Las chicas se sentaron en una mesa no muy cerca a la nuestra, pero podía oír su conversación ya que Liam no quería hablar y yo quería comer un poco.

    —¡Qué lástima! —resongó Ludmila— si Allison no se habría puesto en mi camino...

    Sara y Michelle la miraron por la pausa que hizo.

    —Yo podría estar en el lugar de esa niña —continuó y me señaló.

    "¿"Allison"? Ella no parece ser la clase de hermana sobreprotectora... Por otro lado, ¿¡me acaba de decir "niña"!?".

    Sus palabras generaron un conflicto en mi mente. Había algo que no me cerraba respecto a Allison y... ¿¡Cómo se atrevió a decirme "niña"!?

    "¡No creo que nos llevemos más de uno o dos años!".

    Pero intenté olvidar esas incógnitas, por lo menos por el momento. Y durante el resto de la cita sonreí, sonreí mucho, intenté que Liam se fije en mí, pero no había caso. Unas pocas veces logré que hablara y sus palabras no fueron exactamente amables. Casi ni me miró. Se podría decir que sufrí, pero era lo que me había buscado.

    "No voy a quejarme".

    Llegué a casa, me cambié y caí en la cama.

    Estaba por ponerme a llorar cuando el recuerdo de una hermosa sonrisa llegó a mi mente. Si, la de él.

    —Así que él puede hacer esa clase de sonrisa con alguien más que no es su hermana. ¿Eh?

    Me senté como india sobre mi cama.

    Tilín.

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Mensaje de Allison

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    —Que raro.

    Lo abrí.

Mañana nos vemos en el shopping, ¿no?

Si, al medio día

Ok, quería confirmar

¿Cómo te fue con mi hermano?

    No quería responder eso.

Bien >///<

Mañana me cuentas todos los detalles

    "No quiero".

    Pero responderle eso no era un opción.

Seguro

Ok, nos vemos.

    "Parece que una mentira me arrastra a otra".