Después de pasar una agradable tarde junto a Itsuki en su restaurante favorito, el sol comenzaba a ceder ante la llegada de la noche. Ambos habían disfrutado de una deliciosa comida y de conversaciones animadas que habían hecho que el tiempo volara. Ahora, mientras caminaban de regreso a casa, sentías una sensación cálida y reconfortante en tu corazón. La compañía de Itsuki había llenado el día de alegría y risas, y cada momento compartido había sido un tesoro.

Yo: Realmente tu elección de restaurante fue perfecta, Itsuki. La comida estuvo increíble —comentaste con una sonrisa sincera.

Itsuki: Jajaja— rió suavemente, mirándote con aprecio. —Me alegra mucho que te haya gustado. Sabía que este lugar tenía el toque especial que te encantaría.

Yo:aun asi, ¿Oye conoces GTA?

Mientras caminaban juntos, el ambiente se tornaba más tranquilo, permitiéndoles disfrutar de la suave brisa nocturna charlando de cosas triviales, gustos de cada uno y viendo una forma de convencerla de que juegue contigo tu juego favorito. El camino de regreso a casa se volvía un momento de calma, donde el sonido de sus pasos se mezclaba con el murmullo de la ciudad.

Al acercarse a tu hogar, sin embargo, algo llamó tu atención. Una figura conocida estaba parada cerca de la entrada: Maritza Nanami. Tu amiga de larga data, aunque ahora distante debido a algunos problemas recientes, estaba ahí, esperando. Itsuki notó tu cambio de expresión y te miró con curiosidad.

Itsuki: ¿Pasa algo, T/n? — a esto tragaste saliva y suspiraste, tratando de ocultar la incertidumbre que sentías en ese momento. 

Yo: Bueno ella es Maritza, mi amiga. Parece que está aquí por que se mudo apenas a esta cuidad (No entiendo por que, pero es peligroso, ya que quedamos en malos términos) — al decir eso Itsuki asintió, mostrando comprensión en su mirada. 

Itsuki Entiendo. ¿Quieres que me quede contigo mientras hablas con ella? — a ello agradeciste su oferta con una sonrisa y asintiendo. 

Yo: Eso sería genial, Itsuki. Gracias.

Se detuvieron frente a tu casa y enfrentaron a Maritza, quien te miró con una mezcla de nerviosismo y preocupación. Los saludos iniciales fueron corteses, pero la tensión en el aire era palpable. Itsuki se mantuvo a tu lado, brindándote un apoyo silencioso que te daba fuerzas para enfrentar la conversación.

Con el tiempo, la conversación comenzó a fluir con más naturalidad. Aunque había asuntos pendientes que discutir, la presencia de Itsuki actuaba como un recordatorio de que las relaciones pueden evolucionar y sanar con el tiempo. A medida que compartías palabras con Maritza, la tensión inicial cedía ante una atmósfera más relajada y abierta.

Cuando finalmente se despidieron, sentiste un peso siendo levantado de tus hombros. Miraste a Itsuki con gratitud y una sonrisa genuina.

Yo: Gracias por quedarte a mi lado, Itsuki. Tu apoyo realmente significó mucho. — agradecías con una sonrisa. y ella te devolvió la sonrisa con calidez

Itsuki: Siempre estaré aquí para ti, T/n. Las amistades pueden pasar por altibajos, pero lo importante es recordar que las personas pueden cambiar y crecer. Me alegra haber estado aquí para ayudarte a enfrentar esto. Eso lo se perfectamente 

Juntos, regresaron a tu hogar, donde la luz del interior te recibió con un ambiente acogedor. Mientras cerrabas la puerta detrás de ti, te diste cuenta de que había mucho por lo que estar agradecido: una tarde maravillosa con Itsuki y un paso hacia la reconciliación con Maritza. En ese momento, sentiste que las relaciones, al igual que la vida misma, estaban llenas de giros y vueltas, pero siempre había espacio para el crecimiento y la comprensión mutua.

Oh

Fin del Capitulo 11.

Volvi, no me funen XD