Cap 40 ....EL PEQUEÑO GRAN EVENTO
Pov: Aizawa
E experimentado muchos escenarios a lo largo de mi carrera como héroe de Japón. Presenciando escenarios terrible desde antes de salir de UA. Con la muerte de mi mejor amigo, había entendido la crueldad del mundo y estaba preparado para todo desde ese momento. Entrenando hasta que mis manos se llenarán de ampollas y mis ojos sangren, descubriendo mi límite y con eso, tomar la mejor decisión ante un escenario caótico.
El ataque a la USJ me tomó por sorpresa, debo admitirlo. Pero mi prioridad como héroe y profesor, era asegurar a mis estudiantes. Aunque todo salió bien al final, hubo un puñado de esos adolescentes que me parecían....inusual.
Hay un grupo de 5 en mi clase, no es que diga que son chicos problema porque en realidad concidero que todos mis estudiantes son un problema andante y provocadores del desorden, realmente, pareciera que fueron educados por monos...
En fin, esos jóvenes de una u otra manera, destacaban. Y no como chicos populares, es por su actitud, esa unión y comportamiento en especial del Midoriya mayor.
En realidad, era como ver a un Chihuahua intentando proteger un conejo verde. Gracioso en la mayoría de los casos, pero ese niño es muy tóxico. Y realmente había cambiado mucho con los años. De niño al menos era adorablemente infantil, pero para estar en esta carrera, debía tener por lo menos un sentido de justicia.
Algo que no parecía demostrar hasta ahora.
Fue cuando una llamada llegó a mi teléfono que deje de pensar en mi clase, no era un número que tuviera registrado, quizás era de alguna agencia que logró conseguirlo o algo así. A menos que Mic le haya dado mi número de nuevo a alguien sin avisarme.
Aizawa: ¿Con quién hablo? -Realmente no esperaba nada.
- Eraser Head
No conozco esa voz...
Aizawa: Nombre o colgaré- Si esto se ponía más sospechoso, era mejor cambiar de línea porque podría ser malo.
- Sasaki Mirai -Abrí los ojos un poco, más por curiosidad. Cómo héroe de ya unas décadas, se el rango o nombre de una mayoría de héroes en Japón.
Incluso había tenido compañeros en casos como secuestros o toma de reenes. Y uno de esos compañeros fue con Nightwing, el héroe visionario, el que completa sus misiones con perfección. Aunque tengo entendido que se había quedado estancado en el caso de DarkPart. Algo que en realidad nadie lo culpa más que el mismo, era una persona terriblemente buena ocultando sus huellas, aún así, nunca se rindió para atraparlo.
Pero yo no tenía conexión alguna con este héroe más hayá de ese único caso.
Aizawa: ¿Cuál es tu asunto conmigo? -Indagué, buscando las respuestas lo antes posible, tiempo hablando es tiempo desperdiciado que podría haberse usado para dormir.
Sasaki: Requiero de tus servicios para la captura de una persona -Levanté la ceja, sin comprender mi participación en eso- Ven a mi agencia para charlarlo en persona, creo que sería lo más sensato, no queremos que esto se filtre a terceros -Y colgó.
Mire y teléfono en la mano, preguntándome porque la desgracia me parecía perseguir, un hombre solo desea dormir en esta vida. Suspiré cansado y me empecé a preprara, era mejor hacer esto lo más pronto posible para volver al mundo de los sueños.
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Narrador:
El escenario estaba listo, la gente vino a verla solo a ellas, su gran estreno, su debut, por lo que tanto había trabajado al fin estaba empezando a tomar forma, el primer paso para el éxito.
No fue facil, nada facil. Tener que aprender todas las cosas que una idol tenía que hacer, baile, canto, actuación, coreografías y todas esas cosas, incluso que la juzgaran en las redes sociales por elegir una carrera que se relacionaba a su don. Valía totalmente la pena todo eso para por fin llegar al escenario de sus sueños.
Y todo fue maravilloso, todo salió según lo planeado, la gente les aplaudió, les dieron apoyo, la animaban. Se sentía en la cima del mundo, esta unidad de todo tipo de personas a pesar de su quirk, todas las diferencias físicas pasaron a segundo plano para verlas cantar, darles su show. Esta unidad que tanto había deseado, si, esto solo podía ser posible a travez de su música, por su voz.
Sus ojos brillaron radiante ante este momento de ensueño.
Y fue cuando todo salió mal.
Una de las luces del escenario, una de las grandes, cayó, el peso fue tal que la tiró al suelo sin oportunidad de poder hacer nada más que soltar un grito de sorpresa y por el enorme dolor que la sacudió. La sangre manchó el escenario, los gritos llenaron el estádio junto con los de su manager que llamaba a una ambulancia. Con las pocas fuerzas que su conciencia le permitía, sostuvo su micrófono una vez más, apretándolo aún cuando este estaba cubierto por su sangre, veía como sus sueños se destruían en un instante, no podía sentír el resto de su cuerpo, solo el frío.
Escuchaba como sus compañeras la llamaban, pidiéndole que no cierre los ojos, que aguante, la ayuda yá llegaría.
- ¡Yoko! Por favor, escuchame, no cierres los ojos ¡Yoko!, falta poco, ya verás como llegan enseguida -Aunque le dijeran eso, las lágrimas que brotaban de sus mejillas como cascadas no eran de buen augurio, además de sus ojos de terror intenso, pareciera que ella se derrumbaría en cualquier momento- ¡No!¡No los cierres!¡YOKO!
Pero estaba tan cansada...solo quería...tomar una siesta...
Los paramédicos ingresando en su campo de visión con una camilla fué lo último que vió antes de seder ante sus deseos.
Y los cerró, viendo solo oscuridad ahora.
Nada fue como se imaginó, porque solo podía ver la absolúta oscuridad, sabía que estaba parada, estaba caminando sin ningún rumbo concreto ni un camino. Sabía que estaba muerta, no llevaba ropa encima y eso por alguna razón no la incomodaba para nada, tambien que sentía la necesidad de solo seguír dando los pasos. No quería detenerse, como si su cuerpo estuviera llendo a algún lado que ella no conocía, no sabía.
Es como si algo la llamara.
Y eso se materializó poco a poco frente a ella, era pequeña, del tamaño de su cabeza, una esfera brillante que se meneaba en el vacío, como explorando. En cuanto lo tocó con una mano, esta se le implantó al cuerpo, quiso quitársela de inmediato con las manos, jalandola de su pecho, pero no sirvió, esa cosa la invadió.
Y fué ahí donde en verdad sintió como se desvanecía.
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La habítación estaba con ruído, pitidos que se debilitaban en segundos, los doctores que hacían todo lo posible por salvarla, las enfermeras que traían todos los antibioticos que pedían además de impedir a la familia el ingreso a la sala pues solo perjudicarían, ellos suplicaban y exigían saber que salió mal, si acaso la cirugía no funvionó.
Cuando los pitidos calleron en un constante bip, se supo que no lo había logrado. Pero con la cantidad de organos que perdió, darle unas horas más de vida fue un milagro en sí, por más que no haya abierto los ojos a tiempo para disfrutar.
Los llantos no se hicieron esperar, su padre y sus hermanos cayeron al suelo, gritando y sollosando.
- Yoko...-Susurró, viendo el cuerpo de su hija, tan inmovil que solo parecía dormir, como cuando fingía para que no la regañe por desvelarse, ojalá se levantara- Mi estrella...
Quizas era extraño ver a un hombre de su tamaño y apariencia llorando. Pero nadie podía decirle que no lo haga, no había ningún derecho o que fuera el momento indicado, era la reacción más normal y justificada.
Una lágrima estaba a punto de romperlo, pero luego todo se descontroló.
El cuerpo de su hija, quien había sido ya dicho como fallecida, se levantó cual muñeca, sacó un suspiro largo y un quejido de dolor al abrir los ojos.
Los doctores, enfermeras y su própia familia estaba estupefacta, sus dos hermanos mayores la veían anonadados con las lagrimas aún callendo por sus mejillas, con una expresión de que no podían creer lo que sus ojos presenciaban y su cuerpo se paralizó mientras veían a la joven ver sus palmas, inmersa en sus pensamientos.
Y su voz fue el detonante del caos.
- Estoy viva...
Una sacudida atrapó a todos de golpe, sus cuerpos se desplomaron, fue como si perdieran el control de sus nervios porque no supieron como levantarse y tomar el control. Estaban paralizados, simple y llanamente, Yoko había usado su quirk por accidente.
Lo que no era nada común en ella, Yoko había trabajado años para tener bajo control su Kosei, ella había pasado por tanto para sobrepasar el pensamiento comun de la gente y cumplir su sueño de ser cantante.
Las burlas, el miedo que unos decían tener por que ella los paralice con una de sus canciones, no, las personas no veían con buenos ojos su don, solo todo lo malo que podía traerles. Pero a Yoko eso no le importó, ella se abrió camino a travez de sus voces, con el mismo temor pero, siendo conciente desde pequeña que podría cometer un error, entrenó y emitió su luz.
Por lo que este deslíz no era común en ella.
Afortunadamente fue atribuido al shock post muerte (casi muerte en realidad)que sufrió.
Luego de esa escena encontrada por el personal del hospital, ella fue atendida y analizada a fondo.
Mientras tanto, sus familiares no se despegaban de ella a menos que las enfermeras les dijeran que debían retirarse por pasarse del horario de visitas. Pero poco o nada les importaba, en especial a sus hermanos.
-Yoko, Yoko, Yoko, Yoko -La llamaba uno de sus mayores con insistencia- Hazme caso Yoko.
- Kyota, la enfermera dijo que ella necesita adecuarse poco a poco -Le llamó la atención su gemelo, quien estaba al otro lado de la camilla, con un libro que le estaba leyendo a su hermana desde hace unos días desde que despertó de la muerte- No la presiones.
Kyota: Pero me preocupa, ella no a sonreido ni una sola vez desde....bueno, eso -Se quedó un momento callado, mirándola, viendo su silencio mientras masticaba unas peras con bastante lentitud, su oscuro y largo cabello estaba amarrado en una trenza hecha por su hermano mayor- Takehiko, Yoko quiere más peras...
Ella les había extendido su plato ya vacío. Takehiko suspiró y se levantó, dispuesto a ir por más para su hermanita.
Takehiko: Yoko, ire por más entendido, por favor, no hagas mucho movimiento y solo esperanos.
Ella asintió.
Kyota: Espera, espera, iré a una máquina expendedora ¿Podemos traerle algo a ella? -Suplicó.
Se miraron un instante y se aprobó.
Takehiko: Le preguntaremos a las enfermeras que tipo de bebida no le hará mal en su condición.
Kyota: Y tambien hay que comprar tartas...
El gemelo mayor se llevó a su energético hermano por el cuello, utilizando un poco su quirk para que este se calmara y se dejara llevar a rastras por el cuello (siendo vigilados por la mirada de la pelinegra). Una vez que cerraron la puerta de la habitación y dejando sola a Yoko, ella soltó un suspiro y su mirada pasó a una mucho más afilada de la que había estado sosteniendo, observando sus manos nuevamente y tocando su trenza con curiosidad e intriga.
-Es...real -Cerraba y abría los puños, había querido hacer eso desde que despertó, se sentía extraño no ver sus cicatrices, pero con la atención que atrajo de los médicos y la aparente familia de esta chica, no tenía mucho tiempo, utilizando solo las noches para saciar sus deseos de comprender- Todo parece real.
Hechó una breve mirada a la habitación, intentando asimilar que todo se viera en 2D, era algo que a pesar de los días aquí, no podía acostumbrarse en su totalidad, sabía que era un anime, sin embargo, no entendía cual, no había visto a nadie haciendo algo extraño más que sus hermanos y su padre que parecía una mescla de rinoceronte blanco, con grandes manos que finalizando en uñas muy destacantes y ese cuerno blanco en la punta de su naríz, además de esas características, era un humano intimidante por su apariencia y altura de 2 metros.
Algunas enfermeras y médicos tambien tenían ciertas características físicas. Por ejemplo, no pudo sacarle los ojos de encima a la que le traia el almuerzo, tenía una gran pelusa en el cuello y unas ventosas que surgían de su cabeza. O su médico que constantemente venía a verla y verificar su estado, él era morado, simplemente morado.
Si, quizas eso era lo extraño aquí, todos tenían algo que los diferenciaban, pero no todo parecía así, vio a muchas personas normales sin extremidades extras o algo más, hacique no todos se debían ver así al parecer. Los hermanos de esta chica eran así por lo menos, eran jóvenes veinteañeros de una apariencia relativamente normal, solo su color de cabello que era verde oliva, era natural al parecer, lo que solo reafima que no es una anime shoujo o pacífico estudiantil.
Un anime en todo su esplendor, podía adivinar algunos que conocía, pero no podía estar segura.
Como desearían tener su celular para poder investigar un poco más, o su nabaja, si, estaba segura de que si secuestraba a una enfermera podría sacar muchas respuestas. Pero el hecho de que eso sonaba a una mala idea en un hospital y perder cualquier apoyo no le servía de nada.
¿Quizas podría pedir un movil con pantalla acá? por lo moderno que se veia el lugar, debían tener. Ese sería un buen instrumento para investigar este mundo de una manera menos sospechosa.
Apretó sus manos nuevamente, extrañada por la sensación fantasma que le daban, podía sentir las marcas que sus manos tenían, pero en vez de ver callos, raspaduras y feas cicatrices, en su lugar veía solo unos delicados dedos pálidos, suaves y bien cuidados.
Esta chica no parecía haber tenido un solo rasguño durante su vida.
Que molesto.
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Feliz navidad jaja
No se esperaban esto, estoy seguro que no se lo esperaban. jaja
Diganme que tal han estado, que les parece esta sorpresa y que esperan de esta historia porque ya tengo casi definida su final.
Un satisfactorio final para mi :)
Me gusta ver el mundo arder.
BAY BAY~
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