CAP. 39 EL COMIENZO DEL INFIERNO
Narrador:
- ¿Que?....-Balbuceo con impacto y podía sentir que la garganta se le cerraba, esto no podía pasar- Esto....jefe...me parece que me odia o me está castigando, por las dudas ¿Que hice?
Escuchó un leve resoplido que asimiló era una risa, como si su consternación fuera divertida o entretenida. Bueno, era su jefe, ya cualquier cosa podría parecerle divertida sin razón aparente.
Últimamente estaba algo...diferente.
En sí su jefe es raro, pero esta vez no lograba captar ese aire de diversión que su tono de voz siempre parecía desesperarlo en ocasiones. Ahora parecía....resignado...
Extraño...
Kaito: No hiciste nada -El alivio relajó sus hombros- Pero tus hermanos han descubierto que esa vieja estirada está tratando de organizar una fuerza con otros países, al parecer quieren hacer una erradicación mundial -Abrió los ojos ante esa noticia, tal movimiento parecía ser imposible- Nose en qué demonios está pensando esa anciana para creer que eso funcionará. Pero así están las cosas.
Una erradicación....ese acto era por mucho más que inhumano, claro, a menos que tengan algunas reglas, pero no suena bien aunque le pinten un arcoiris. De hecho, es imposible que todos los países del mundo accedan a tal estupidez. ¡Incluso parecía que era broma!
Acaso...
Maldita comisión de héroes, haciendo lo que se les da la gana.
Mic: ¡Queridos estudiantes, el tiempo de receso a culminado, todos vuelvan a sus clases, gracias! -De escuchó la estruendosa voz del maestro a través del los parlantes de los pasillos que resonaban hasta el baño donde se escondía, daba anuncio del fin del reseso. Los pasillos estaban plagados de cámaras y micrófonos, el único lugar seguro sería el baño donde por la privacidad pública, no podían poner ninguna cámara o similar. Era lo más seguro para atender una llamada de su jefe.
Le informó todo lo que pudo sobre Izuku, esos portadores ya estaban moviendo ficha y se atrevieron a aparecer por fin ante el conejo verde en más ocaciones.
Estaba seguro que no lo lograrían, pero nunca debías pecar de confiado verdad.
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Tokoyami: Me parece inusual que el héroe Hawsk haya aceptado a dos pasantes. Tengo entendido que ni siquiera suele aceptar pasantes -Pronunció el cuervo, observando a su amigo. Esta parecía más concentrado en su gelatina que escucharlo.
- Si bueno, espero no te moleste que compartamos está pasantía o algo parecido -Esa gelatina si que era curiosa, temblorosa y tan divertida en su opinión.
En realidad él estaba haciendo todo lo posible para salir de la realidad un momento, tanto estrés lo iba hacer explotar. Por lo que se distraía con cualquier cosa como método de escape. Aunque sus compañeros ya lo veían raro cuando daba vueltas en su eje por todo un minuto.
Tokoyami: Para nada. De hecho creo que es una gran oportunidad, me gustaría conocerte más -Dichas palabras le hicieron levantar la cabeza y mirar raro al cuervo- Dark Shadow ah estado muy entretenido contigo. Le agradas.
- Oh, ya, era eso -Relajó los hombros, algo le decía que sería muy malo que ese interés pasará de nivel. Mejor no reforzar la amistad con Tokoyami- Por cierto, ¿Cómo ah estado?
-¡Yo muy bien! -De la espalda de Tokoyami salió un animado Dark Shadow, quien la veía sonriente con sus colmillos negros, como todo su cuerpo físico, claro.
Todo esto sin duda le iba a causar un dolor de cabeza.
Incluso su mano tembló al tachar la agencia en la cual decidió hacer su pasantía. Que coincidencia que compartirían al mismo heroe con Tokoyami. La vida era un pañuelo, dicen. Pero en realidad se iba a sentir más cómodo estando acompañado que a solas con el héroe, sentía su apoyo aunque no fuera su intención.
Tokoyami: ¿Seguro que no sientes algún malestar luego de volver a la normalidad? -Esperó una respuesta- Recovery dijo que cualquier molestia, fueras a verla.
Dark Shadow lo miró preocupado, acercándose a mirarlo con detenimiento. Ese quirk ya le había tomado cariño, al parecer le fascinaba, por alguna razón que ni el ni Tokoyami lograban entender, bueno, quizás Tokoyami lo entiende más que el. No creía que pudiera guardar nada de su dueño.
-Estoy bien chicos. Aparte del horrible dolor que me provocó, todo bien.
Recordaba ese momento como si fuera ayer. Luego de que All Might les diera las medallas, estaban llendo a los vestidores de su clase, fue cuando empezó a sentir un horrible dolor en su cuerpo.
Todo, absolutamente en toda su estructura, como si poco a poco su cuerpo fuera cayendo como un castillo de naipes o un montículo de arena. Cayó inconsciente por este y al despertar ya estaba en una camilla y a Nezu con la enfermera hablándole.
Al parecer había vuelto a la normalidad pero estaría en observación por todos los maestros, por su seguridad. Porque nadie en la escuela tenía un quirk que hiciera un cambio tan grande y probablemente fue un ataque de villano....o tal vez una simple broma.
La cosa es que ahora estaba con ojos en su espalda, en lo que resta de los meses.
Incluso ahora podía sentirse observado en ocasiones por el héroe cocinero. Lo que en definitiva, lo jodía más. Y hacia su trabajo nivel difícil.....
Maldito Tomura, ya le agarró sus extraños términos. Ahora que lo piensa, hace mucho que su jefe no visita a Tomura, bueno, el chico lo odiaba como odia tomar agua, debe estar disfrutando la distancia.
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El gran conflicto que tenía en su cabeza constantemente ya lo estaba volviendo loco....
Día tras día, noche tras noche ¡No podía decidir que hacer!
¡Tenía mucho miedo!¡Su cuerpo temblaba de solo imaginarlo!
Cada vez que se decidía a hacer algo, siempre había una contestación inmediata que iba en contra. Era una lucha en su corazón y mente. Ser egoísta y hacer lo que quiere....o hacer lo correcto.
No sabía que hacer, había tantos factores. En verdad, la idea de hacer lo correcto lo aterraba, simplemente no podía ¡Pero era necesario! ¡Dios!
Izuku: Calmemonos un segundo -Se dijo a sí mismo, respirando lentamente, llenando sus pulmones de oxígeno para luego soltarlos y repetir el proceso- Mucho mejor....
Ahora sí, con un poco de paz en su corazón y mente. Se puso a reflexionar y tomar una desición.
Sabía perfectamente que si dejaba que Kaito tome rienda suelta, el mundo sería un caos. Lo supo siempre y estuvo conciente de todo lo que no hizo a su lado. Nunca lo detuvo...pero ahora....este poder que se le fue otorgado, los portadores. Porque debían ser portadores al llamarlo noveno. Todos ellos le estaban gritando que recapacitara e hiciera lo correcto, noche tras noche, le gritaban al oído que hiciera algo, que no se quedara quieto, que dejara de depender del monstruo. Fueron tantos días de lo mismo, el mismo escenario, las mismas llamadas de atención por la mayoría de los portadores y los que no, solo lo miraban con decepción y una mirada muerta que lo aterraba.
Era una mirada que había perdido por completo la esperanza en alguien, en él...
Y solo había visto una vez esa mirada....en su padre. Decidiendo no pensar en eso, se volvió a centrar en lo principal.
All Might no parecía estar al tanto de nada, no le dijo nada últimamente. Aparte de sus palabras de apoyo luego del festival, no habían tenido muchas charlas en realidad.
Pero era mejor así, ver al anterior poseedor del OFA, a su ex Idol y quién casi pierde la vida al enfrentarse a su padre....Su familia le había hecho tanto daño a ese hombre, decirle la verdad....solo lo quebraría.
Era mejor olvidar involucrarlo. Quizás algún día los portadores le digan cómo ex portador. Pero no sería él quien lo lleve a la locura.
Con un suspiro frustrado, se recostó en su pupitre, ya tenía mucho que pensar, como su elección de a qué agencia debía ir, tenía 6 opciones por lo menos, aparte de las que cualquiera podía entrar.
- Midoriya -Una mano golpeó suavemente su cabeza, levantó la mirada y su compañero Kaminari le señalaba a la puerta, dirigiendo su mirada ahí, All Might lo saludaba con un bento en sus manos.
De inmediato se levantó de su pupitre y fue a él. La verdad no esperaba que apareciera, por lo que le extrañó esta aparición, pareciera que el rubio había sentido que pensaba en él o algo parecido, le dió gracia tal coincidencia de cierta forma.
La influencia que All Might debió tener con él, no pasó, más allá del remordimiento de culpa por ser de cierta forma parte del sufrimiento y condena de este hombre, él realmente no había tenido ninguna influencia positiva que lo hiciera cambiar de opinión.
Y su opinión de él no era realmente buena ni mala.
Es decir, podía culpar al símbolo de la paz por haber destruido la mínima esperanza que tenía de ser un héroe. Pero no podía culparlo en realidad.
Es decir, usando la lógica y tomando en cuenta los registros históricos. No había forma de que lo culpara por todo, él solo intento de que no sufriera daños. Solo había que pensarlo bien, él se supone que era un sin don, alguien que no tenía ni siquiera una condición física tan maravillosa a pesar de los entrenamientos con sus amigos. Su cuerpo en ese momento era solo estar en una condición física óptima. Su hermano nunca le exigió mucho realmente al ser el sanador del grupo.
Y vamos, hay tipos que escupen ácido por la boca, comparándolo con una persona común, seguro pensó que no podía ponerlo en riesgo de esa forma, pero aún así, no le dijo que se rindiera. Le sugirió otras profesiones dónde también podía ayudar como un héroe para las personas.
Además, la sociedad era realmente aterradora. La discriminación que podría sufrir y los ataques. La gente es aterradora.
Por supuesto que nada le hubiera pasado, tenía a un tipo muy rotisimo de su lado y a otros tres que lo protegerían sin dudar.
...en realidad temía por las personas que se atrevieran a tocarle un cabello, pero seguro que All Might pensó que la pasaría muy mal.
Él hombre, a pesar que fue muy contundente, no quería que sufriera daños. Es el símbolo de la paz, quien protege a quien sea sin importar qué y realmente no es tán listo. Hacique era lógico que llegó a toda esa conclusión de maltrato, discriminación y demás malos tratos.
No lo culpaba realmente.
Pero viendo el otro lado.
Esas palabras fueron horribles, primero su madre y luego su ídolo....
Su opinión terminó en nulo, neutral. No había opinión.
Al final, lo único que hacía que lo tome en cuenta era que fue él quien le dió el OFA. Pero debido a que los portadores lo estaban obligando a recapacitar, no podía preguntarle si había tenido una experiencia similar, sospecharía y preguntaría. No era tonto, años de tener casos en sus manos le hicieron un poco intuitivo.
Pero no lo suficiente para sospechar de él.
Después de todo, su hermano le había enseñado a usar esa imagen inofensiva a su favor.
El chico bueno en realidad es el malo, cliché, pero interesante....
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Eri: ¿Que haces?
Kaito: Pensar -Contestó.
Eri: ¿Que piensas? -Sus pasos se acercaron al sillón, sentándome en sus piernas, curiosa.
Kaito: En todo...o al menos, un poco de todo -Cerró los ojos y su cuerpo se relajó en el sofá, negando mover algún músculo, relajándose en la comodidad del mueble y sus pensamientos, Eri hizo lo mismo- Sabes....a veces pienso que todo es un sueño...
Eri: ¿Crees que parece un sueño? -Preguntó irónica- Dime algo nuevo.
Kaito: Calla niña -Resopló con diversión, aún negándose a moverse, ella se rió levemente del apodo- Pero sabes...en verdad queria que fuera un sueño.
La sala se quedó en el apacible silencio, siendo un conforte bastante agradable para los hermanos quienes no querían salir de ese ambiente tan relajante, querían seguir en esa paz por un tiempo más. Olvidando todo lo que pasa en el mundo y ser solo ellos en la habitación, disfrutando de esa conexión que siempre habían tenido desde que se conocieron por primera vez en el hospital.
Kaito: No quería pensar que nunca más los vería de nuevo, por lo que arrasé con todo e hice de mis fantasías una realidad....mate mucha gente, de muchas formas y conocí personas realmente agradables. Me metí de lleno en este mundo, sin importarme mucho que estaba creando un futuro desconocido. Y eso es bueno, quiero decir, que tan aburrido sería esto si sabes lo que va pasar, no, yo no quería que esta vida fuera así -Suspiró exasperado- Aunque hacía todo eso para no pensar en mi tristeza, no quería que todo pasara como disco rayado. Por lo que me valió un colmillo destruir mi ventaja de conocimiento del futuro y provoqué todo ese año de terror en Japón. Fue realmente....-Abrió los ojos y fijó su vista en los ojos rojos que lo veían fijamente al igual que él- Efectivo -Una minúscula sonrisa se hizo paso en sus labios- Fue algo tan extraordinario que decidí dejar de pensar y mi personalidad desquiciada tomó el control de mis acciones por mucho tiempo.
Eri lo veía, veía a su hermano. No a Kaito, era él.
Era completamente él.
Esa mirada, ese tono de voz y ese diálogo tan sereno y fuera de cualquier estúpidos que Kaito decía. Era su hermano, el real.
Es Alan.
Sus ojos se abrieron levemente al ver por fin a su familia, al menos, tan lucido. Este pequeño momento había llegado, lo que tanto había esperado. Estaba aquí, quizás no por mucho, pero estaba ahí, frente a ella.
Eri: Alan...- Lo llamó, él no le habia quitado la mirada en ningún momento- ¿No te da pena quedarte quieto como venado y no saludar apropiadamente a tu hermanito menor? -Escuchó la carcajada que salió de sus labios por una segundos para luego contestarle.
Kaito: Soy un desalmado asesino y le avergüenza levantarse tarde, ¿Tu qué crees? -Negó con la cabeza- Supongo que, este momento de claridad no durará mucho.
Eri: ¿Desde cuándo fuiste Kaito?
Kaito: Oh, mucho antes de darle apariencia, desde que quemé ese aberrante orfanato -Apoyó su cabeza en una mano- Cree la personalidad de Kaito para que hiciera realidad mis sueños y deseos, a veces necesitaba de mi y otras pasaba en el fondo de mi cabeza por mucho tiempo. Realmente, este quirk me estaba reteniendo cada vez más, no había tanto espacio.
Suspiró con cansancio, recordando por un momento ese frío y oscuro lugar que parecía cada vez más pequeño con el paso de lo años. Le desarrolló una leve claustrofobia.
Kaito: Gracias Laine -Acarició la tersa carita de su hermanita- Por darme ese respiro.
Eri: No fue intencionado, pero me alegra verte -Tomó suavemente su mano y se dejó acariciar. Era como un premio- ¿Cuánto tiempo te irás esta vez?
Kaito: Realmente no lo puedo calcular y si vuelves a usar tu quirk no es seguro que vuelva a este estado.
Eri: Pero si Izuku pudiera...-Fue interrumpida.
Kaito: No es algo seguro, es buena tu teoría niña, lo admito. Pero pedirle eso a Izuku no podría, es ponerlo en riesgo -Detuvo el desánimo que eso le estaba provocando- Pero espera, no pongas esa cara. Siempre hay alguna otra alternativa sabes.
Eri: ¿Y si no? -Replicó- Izuku estaría dispuesto, lo sabes.
Kaito: Por eso no le diremos nada -Dió la última palabra, dejando que su voz tomara el tono de orden y dando por terminada la conversación.
La habitación quedó en unos segundos de silencio donde la impotencia de no poder hacer nada abordaban los pensamientos de Eri, era bastante frustrante no poder tomar acción cuando sabía que hacer. Pero ir en contra de los deseos de su hermano solo generaria conflicto y era cierto que no podía asegurar que todo saliera perfecto. Pero Alan necesita la ayuda de Izuku, era la única forma que veía posible.
El peliblanco la agarró suavemente de la cabeza y la empujó a su pecho, está acción fue como una palmada en su hombro y de inmediato entendió, el pequeño cuerpo se acomodó y cerró los ojos, esperando que el descanso junto a su familia fuera eterno.
Ahora no quería pensar en nada más.
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Los marcados pasos resonaron entre los pasillos, la prisa acrecentaba en ese andar sin descanso que no le importaba provocar tanto ruido, estando tan cerca de su oficina, abrió la puerta de un tirón y la cerró con la misma brusquedad, dejando los archivos atiborrados de papeles en su escritorio y llendo a su repisa para sacar más de estos elementos.
Juntó todo en la mesa y empezó a seleccionar páginas mientras las leía a toda prisa, dejo todos los archivos abiertos en partes fundamentales que analizaba con mucho cuidado y por mucho tiempo se quedó contemplando lo que había descubierto.
Ya tenía una pista, era fundamental.
Por fin sentía que estaba llegando al final del infierno que causó ese maníaco.
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Heyyy...cuánto tiempo.
Espero les guste esta sorpresa.
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