Narrador:

Gota tras gota, un ardor es lo que siente cada tres segundos. No puede gritar, la falta de su lengua no se lo permite pues esta fue cortada y picada ante sus ojos, de hecho, era la masa de carne que estaba a unos cuantos metros de su posición. El charco de su propia sangre aumenta con el paso de los minutos debajo de él. Y es asi, esta colgado en una de las tantas habitaciones subterráneas de su base, las muñecas de sus brazos fueron clavadas por estacas de metal, justo ahi, por la falta de sus manos que fueron arrancadas y es por donde mas sangre fluye al suelo ademas que ya no tenia acceso a su quirk. Parecia estar crucificado...Irónico para alguien como Chisaki Kai.

De hecho, no entendia muy bien el asunto. Un desconocido encapuchado en cuerpo entero (dejando solo su rostro y mata de cabello blanco a la vista) apareció de repente en su oficina, mato a sus ocho mejores subordinados y muy probablemente a todo aquel que esta en ese subterráneo. Se llevara la peor parte al parecer pues aun sigue vivo e inmovilizado a espera de que el mismo pelibranco apareciera, entrando por la puerta.

¿Un heroe? Obviamente eso fue descartado, ningun heroe mataría o al menos no los que tenian una reputación que cuidar y eran fieles a la ley. ¿Un vigilante? Esa idea encajaba mas con las acciones pero tambien no desecha la posibilidad de que el chico fuera un villano, quizas sus enemigos contrataron un asesino o sicario  y esos dos ultimos eran las mas inclinadas a la matanza sin remordimiento.

Pasos...

Seguidamente la puerta fue abierta, la luz de pasillo hizo que una sombra se asomara por la entrada. Entra y cierra la puerta, dejando todo en oscuridad para luego la lampara fuera encendida, dejando ver al causante de su estado pero esta vez sin la gabardina y capucha que cubría todo su cuerpo, mostrando su camisa blanca y pantalones negros con botas militares, mostrando su expresión alegre pero con un escalofriante aire helado que muestra su agresor.

Este se acerca a paso tranquilo, estando a medio metro de su moribundo cuerpo, colocó una mano en la estaca de su brazo izquierdo por ensima de su cabeza y fue presionando esta con mas fuerza. Por la fuerza impuesta, la estaca se fue profundizando mas adentro de la pared y por ende fue desgarrando los huesos y carne ya hecha añicos del area que fue incrustada. Los gritos no se hicieron esperar, trato de patearlo pero sus brazos incrustados sostienen todo su peso y con solo moverse un poco pudo sentir como perjudicaba sus movimientos a sus muñecas.

Otro grito...

Su brazo derecho sufría el mismo destino que el izquierdo y ahora ambas estacas perforan constantemente su carne. No entendia por que aun no habia muerto por toda la sangre perdida.

El pelibranco dejo de hacer presión en el metal y lo miro como si mirara a un bicho, como si fuera una mierda o un ser insignificante que desató su ira.

- Sabes, estoy algo*Paro sus palabras*...que digo *Sonrió*... muy enojado.

Y ahora es cuando escucha su voz, cosa que no dio ni una palabra anteriormente en la matanza de sus subordinados. Se alejó unos cuantos metros y de su manga de su camisa blanca se deslizó una daga completamente blanca y manchada con sangre algo seca pero reciente, anteriormente usada en su festín.

- ¿Sabes por que?

Sus palabras en pregunta no pueden ser respondidas. Se acerca a él y baja su cubre-bocas, mostrando sus dientes faltantes y ,donde se supone deberían estar sus labios, la boca cortada hasta haber sacado la carne que cubria su sona bucal. El peliblanco abrio la mandíbula a la fuerza, pues intentó oponerse, e incrustó su daga en la zona de su lengua cortada, el filo hiba cortando mas profundamente sus restos de lengua.

Gritos...

Sus gritos eran ahogados por la daga pero no podia evitar emitirlos por el dolor. El albino de ojos azules sonrió con cierta rabia y euforia.

- Por que te metiste con un integrante de mi familia, te metiste con un miembro nuestra familia. *Hablo con frialdad*

El dolor apenas soportable le permitía escuchar las palabras del albino. Su expresión trato de hacer una mueca de confusión pero facilmente fue acaparada por el dolor pues la daga seguia avanzando hasta tocar su garganta, ahi se detubo. El ojiazul sacó la daga de manera rápida y brusca, sacándole un grito ahogado al crucificado.

- Eso esta mal, y si algun integrante de nuestra familia es dañado, es nuestro deber como familia eliminar a esa amenaza. *Pronunció con expresion alegre pero cambio drásticamente a una retorcida* Y ellos estarían decepcionados de mi si no te eliminara. ¿Lo entiendes? Fue tu estupidez lo que te llegó a matar. Yo solo hago lo que cualquier hermano mayor aria si ve a su hermanito siendo lastimado por otros, bueno, ahora hermanita *Se encojio de hombros*...pero...

Su rostro era una combinación de ira y locura...abarcando mayormente la ira en su estado de animo. Lanzó la daga a su presa, incrustandose en, hasta ahora, la única parte de su cuerpo que no fue cortado. Escupió sangre y sintió mas dolor con esa acción, cada movimiento es asegurado por un intenso dolor.

- Le pusiste las manos ensima, mancharon su fragil piel y te atreviste a dañarla. ¿Sabes lo que significa eso?...firmaste tu sentencia de muerte.

Agarró la daga y ,de un movimiento preciso, la paso por su estomago en vertical, asegurándose de pasar solamente la piel. Lanzó el arma al suelo y metió sus manos dentro de la abertura, aun si el cuerpo seguia vivo, no le importó y saco los intestinos de un estirón algo fuerte. No los arrancó pero si estiro lo suficiente la mostrarselas a su dueño de dichas tripas.

- Esto es solo tu castigo por tu pecado. Un ser tan asquerosamente inservible como tu no tenia ningun derecho a siquiera mirar a mi hermanita, ¿Y la dañaste asi sin mas? Abria que estar loco para meterse con un miembro de los Blutmörder.

"Blutmörder = Asesinos de sangre" Familia de asesinos de origen Alemán, estando esparcidos por diferentes países, creando asi diferentes ramas pero enumeradas segun la llegada a dichos paises.

Con los intestinos, hizo un moño a la vista (que se nublaba mas) del castaño, lo acomodó en el cuello el casi muerto. Ya no hiba a estar en el mundo de los vivos, perdió mucha sangre y es obvio que no sobrevivirá ni con un quirk curativo de alto rango. Mientras tanto, veia como el peliblanco jugaba con sus intestinos y algunos organos que no supo cuando los sacó.

Chizaki:...Qui...en...e...eres...

Pudo completar la frase con mucha dificultad pero aun asi poco audible. No fue problema para el ajiazul escucharlo. No pensaba decir su información pero el tipo estaba mas que muerto y no era por cumplir su ultimo deseo pero queria que almenos sepa quien lo mató.

- El ya fallecido hijo mayor, varon,  de la segunda rama de la familia Blutmörder. *Respondió alegremente* Y esa niña a quien le sacabas sangre es mi hermanita, fallecido hijo menor de la rama secundario Blutmörder.

Chisaki se quedo con la palabra en la boca, no es que no haya podido digerir la información, solamente es que su cuerpo dejo de respirar cuando el peliblanco le respondió. Dejando un cuerpo sin vida. Al peliblanco no le importó y empezo a sacarle los aun tibios organos, luego, uno a uno los fue pisoteando.

- Que estes muerto no significa que me detendré.

Necesita descargar su ira de alguna forma y no hay mejor relajante que hacer tu actividad faborita.

Volvió a sostener la daga y la incrustó en los ojos dorados del difunto, los sacó de sus cuencas y las metió en lo que quedaba de su mandibula. Abrio su abdomen al punto de romper sus huesos para que quedara con las costillas abiertas de par en par.  Hasta ahi termino su trabajo, no tocó nada de la cintura para abajo.

-Eso deberia ser suficiente.

Hasta ahi, se hecho una mirada a si mismo. Su camisa blanca esta manchada mayormente de sangre y su cabello tiene algunas manchas del mismo liquido, su rostro no recibio tantas salpicaduras y sus botas y pantalones negros hacian que la sangre no se notara mucho en ambas prendas a pesar de estar empapadas en sangre. En conclusión; necesita una ducha.

Pero eso podria esperar, guando su daga en su manga. Camino tranquilamente, como si no estubiera bañado en sangre y paso a la puerta de la salida, viendo el pasillo. Siguió su rumbo con una vista de sangre y cuerpos esparcidos por los pasillos hasta la superficie y al fin estaba en la casa de estilo tradicional, paso por diferentes habitaciones que tambien estan manchados de sangre y cadaveres por doquier, no dejo a nadie con vida.

Mientras mas avanza, mas tenso se pone, al fin llegó, deslizó la puerta de papel y caoba y ahi vio a su (ahora) hermanita. Dormida con su gabardina, la que anteriormente le dejo para que la cubriera y se sintiera segura en su ausencia.

- ...(Que tierno se ve incluso en otra apariencia)

Su expresión fue de un " ^w^ " ante la vista adorable, ignorando que su gabardina esta manchada con un poco de sangre, todo lo que hacia su hermanito siempre le parecio adorable y esta vez no es diferente.

Lastimosamente (para él) tenia que despertarla eh irse lejos de ese lugar pues es muy seguro que alguien escuchó los gritos de la residencia mas todo el escandalo y habra llamado a los heroes o policias, pero prefirió cargarla sin despertarla. En un instante ya no estaban ni cerca de la guarida Yakuza, el peliblanco apareció en una sala completamente blanca a escepción de los muebles y objetos que adornan el lugar. Paso de la sala y se encamino a otra habitación del segundo piso, dicha habitación hacia asemejar su habitación pues entro como perro por su casa y recostó a la infante en la cama. La arropó con las sabanas aun sin atreverse a quitarle su gabardina pues lo abrazaba como si fuera su osito de peluche para dormir.

- Te lo quedas por esta vez.

Salio fuera de la habitación, cerro la puerta con suma delicadeza y ahora se pasea por los pasillos de la caza con paredes blancas, en las paredes tapizadas de papel blanco van colgados algunas fotos, quizas de los dueños de la caza, no lo sabia y ni le importaba a quien tendria que matar para tener la recidencia para él mismo.

- Mas tarde los quitaré. Hay que cambiar muchas cosas aqui.

Salio por un balcon y lo recibió una brisa con el tipico aroma del mar. Frente a él, la playa esta en su punto mas tropical. Las palmeras y arboles de la isla hacen que todo el paisaje sea pacífico y tranquilo.

Miró desde el balcon, parece que el paisaje lo cautivó verdaderamente. Se centró en el paisaje mientras se undia en sus pensamientos ¿Que haria ahora? No lo sabia, pero sea lo que sea, seria pasar el mayor tiempo posible con el unico familiar de sangre que tenia.

Poco a poco, su piel fue cambiando del color palido y lechosa a una menos blanca y coloreada. Su cabello albino se pintó de un morado y lila, su estatura bajo unos sentimetros y su conflexión se hizo mas delgada y fragil. Una vez hecho esto, ahi en el balcón, esta Kaito Midoriya.

Kaito: Mmm *Asintio para si mismo* Esta forma me gusta mas, no suelo usar mi verdadera apariencia y ya se me hice hasta incómodo.

Puso las manos en el barandal y se apolló de espaldas a esta, quedando con vista al pasillo del interior de la casa.

Kaito: ¿Como se los digo? No puedo ocultarla para siempre de ellos, Izuku se decepcionará si le miento.

La aprobación de su familia es lo que mas le importaba, aparte de su familia claramente. Pero de algo esta seguro, destruiría a quien sea que se atreviera a volver a tocar a su preciado y adorable hermanita.

Kaito: Las niñas son difíciles de tratar...y yo tengo a una hermanita *Suspiro un poco fastidiado*

No le importaba mucho eso, Laine es Laine, que halla reencarnado en Eri no quitaba que fuera la misma persona y no quitaba que en ambos mundos son hermanos de sangre pero lo que tendria que pasar con su ahora hermanita en el futuro no seria nada sencillo.

Kaito: (Primero...necesito un baño urgentemente) Apesto a sangre.

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Por si se lo preguntan, no, no voy a revivir a los Yakuzas.

Me costó hacer este capitulo, principalmente la parte de Chizaki pues no sabia como hiba a sufrir e hice que la "tortura" fuera algo fuerte. No se escribir escenas gore haci que no pidan mucho. El de la multimedia es la imagen mas cercana de la apariencia real de Kaito.

BAY BAY~