Epílogo
Un año después.
Suspiré y agarré fuerte mis valijas. Los murales de la escuela se extendían ante mí, tan puros como lo habían sido apenas llegué por primera vez. Me cruzó un escalofrío por la columna vertebral y supe que iba a largarme llorar, y no podría evitarlo. Era mi último año, mi última hora de adolescencia estudiosa.
Y no hubo peor sensación que esa.
Caminé un poco, adentrándome en lo que alguna vez había temido: la secundaria. No es tan terrible si la vez desde arriba, cuando ya es momento de irte y todo se ha pasado volando. Justo en ese instante en el que sabes que no volverás jamás y que todo lo que queda de tu vida no será más que ser una especie de adulto atrapado en cuerpo de niñato. Que no verás a tus amigos de la escuela todos los días, que harás amigos nuevos que probablemente te cambien ante la primera oportunidad de trabajo o futuro. Que realmente el "estudio" del que tanto nos quejamos no sea más que para formarnos y que creemos con nuestra mente y perspectiva.
Pasé por todas las aulas lentamente. Los de primero miraban el reloj desconsolados, esperando su momento para gritar "¡Nos vemos en el infierno!" a la pobre profesora de Geografía. Los de segundo se sacaban fotos intentando ocultar su celular debajo de las mochilas, los de tercero miraban hacia las ventanas como si fuera más interesante que todo el universo junto. Los de cuarto nos miraban a nosotros, a quinto año, con gran ilusión. "El mejor año de nuestras vidas", probablemente hayan estado pensando. Y no les faltaba razón.
Ahogué un suspiro y solté las maletas detrás de la puerta. La abrí y entre a mi aula lentamente, admirando cada detalle, cada imperfección en los bancos y cada escritura ofensiva debajo de ellos. Me dirigí hacia mi lugar y me senté como indio. Empecé a llorar, casi sin darme cuenta.
Esto realmente estaba terminando.
—No llores —alcé la mirada y vi a la ex directora (que se había jubilado hace unos dos meses).
—¿Qué haces aquí? —le pregunté. Ella me respondió que la habían invitado para despedirnos antes de irnos de viaje de Egresados y que había querido dar un último recorrido por la escuela—. Oh. Y se me imposibilita, pues no quiero dejar esto.
—Lo entiendo —admitió—, yo tampoco quise irme cuando tuve que hacerlo. Había rogado por librarme de todo esto de ser directora y de los adolescentes que se creen que tienen la razón, y por años, y cuando llegó el momento... no quise admitir que realmente extrañaría todo esto. Que había sido escencial en mi vida —siguió ella. Me sequé las lágrimas y la miré comprensivamente.
—Mismo caso, sólo que con el título de alumna.
Asintió y hablamos por un rato. Sonó el timbre y supe lo que significaba: fin del ciclo escolar. Ahora todos los grados desde primero a cuarto se agruparían en el patio externo para darnos una suave y bella despedida. Agarré mis maletas y me dirigí hacia allí.
* * *
De suave y bella no tuvo nada. Todo fue lágrimas de emoción por el viaje, y tristeza por el despedirnos de todo lo que queríamos.
Dijeron algunas palabras y nos subimos al colectivo. Me senté al lado de T y detrás nuestro, Luke y Sebastián.
Recordé aquella vez en cuarto año que nos fuimos de campamento, la vez que estuvimos todos juntos en fin de año y cuando nos emocionamos por pasar a quinto.
Y todos esos recuerdos pasarían a la basura.
Los abracé muy fuerte a cada uno y luego hice un abrazo grupal entre los asientos. No hizo falta las palabras, nunca fueron necesarias.
El colectivo empezó a moverse y sentí el fin de una etapa y comienzo de una nueva.
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N.A:
Aún falta el Q&A que no sé cuándo subiré. Yo no tener tiempo.
Me siento identificada con el epílogo porque estoy en séptimo de primaria y en Marzo del año entrante entro a primero de secundaria. Estoy asustada por lo que pueda pasar, y no únicamente por el entrar a esta escuela nueva. Sino el no saber si entraré o no💔😭
Bueeeeno:
Y así llegamos al fin. No publicaré más libros, quedará como una duología. Necesito expandir mis límites, que dejen de serlo y que todo sea lo mayor ilimitado posible. No sé si se me entiende.
Buuuut,
¡MUCHÍSISISISISISIISISIMAS GRACIAS POR LEER! Sí, te hablo a ti. Aquel que está detrás de la pantalla, que disfrutó/odió cada palabra escrita en esta novela. Eres importantísimo, no dejes que nadie te diga lo contrario.
¡kKSJJSKSKKSKAKAOAÑSÑALSKAJDJAJABDKAKSMSILZOALSÑALZKDKMSJZLAISKDKLDDK! Esto es demadiado para mi cora. Los amo mucho y los veo en los Agradecimientos que subiré cuando pueda grabar el video —pasado mi resfrío—.
PD: Los amo hasta más allá del infinito. Mucho más allá.
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